Colaboraciones

Cuando el adolescente es privado de la conciencia y del goce de la palabra, se siente triplemente inerme, destituido del lenguaje, del contacto con el otro y del contacto consigo mismo. Cuantas menos palabras posee, se vuelve más apático e indiferente. La violencia física es, entonces, la expresión más común de la castración verbal.

La tesis sobre el estrago en Lacan puede ordenarse desde la lógica fálica a la lógica del no todo, "variantes - figuras" que va tomado el estrago en relación a lo femenino y como producto: superyo, nominación de una voz; pulsión invocante “gozo – oigo“, anudada con la pulsión escópica.

Crear un nuevo orden no es destruir el pasado, eso no es posible. En esta dirección, podríamos reformular una definición del presente que ya se ha dado: lo que no tenemos del pasado y lo que no tenemos del futuro. Aún así, en la creación conjunta de un nuevo orden social siempre faltará algo debido a la génesis misma de la especie humana. El hombre nace biológicamente prematuro y eso condiciona para siempre el sentido de su demandar, a la respuesta de un Otro.

De lo que se trata, gracias a la luminosidad lacaniana, es de transcurrir la linealidad de la temporalidad lógica, la que se despliega en la dialéctica: tiempo de ver, tiempo de comprender, tiempo de concluir. En estos casos, por más que el documento de identidad indique el paso de los años, la comprensión (punto mínimo para ubicar a un sujeto protagonista de su vida) no fue alcanzada. En definitiva, el encarcelamiento en estos casos no aportaría más que un perjuicio irreversible en la vida de estos jóvenes.

Hace tiempo, se instaló en la agenda social de los argentinos y con carácter prioritario, el trillado tema de la inseguridad. Fogoneado por los grandes medios de comunicación llegó al corazón de la ciudadanía en forma de infructuosa y equivoca discusión: desempleo, diferencias sociales y trabajo infantil, entre otras. La polémica planteada despunta una notable particularidad: sus argumentos se pretenden apolíticos, objetivos, y depurados del más coherente de los sentidos: el sentido común, el cual tiene varias ascepciones. La propuesta lacaniana se basa en el nudo de borromeo. Con este nudo grafica la relación entre los tres registros que utiliza para describir la estructura psíquica humana. Imaginario, Simbólico y Real, delimitan el agujero central donde ubicará su invento: el objeto a. Con esto dará cuenta de la estructura del sujeto, del pensar humano.

Tomamos la obesidad como expresión de lo que no anda, como lo que da a ver lo que se oculta, como un modo de posicionamiento subjetivo particular, como expresión del exceso en el cuerpo. Nuestro horizonte esta lejos de la disciplina del para todos, midiendo obsesivamente calorías, masa corporal o exigencia de descenso rápido, estable, esta lejos del exitismo estético y cerca de la formulación de una verdadera demanda que incluya un posicionamiento subjetivo. Nuestro aporte, bordea e incluye una mirada sobre el goce, acompañando a su reducción en tanto la palabra y el deseo del analista como operatoria relanza al sujeto a la vía del deseo.

El psicoanálisis nace de una separación entre la neurosis infantil y la neurosis adulta y un espacio latente entre medio. Freud, todo el tiempo, habla que el segundo tiempo reconfigura según los modelos que deja el primero, ya sepultado, olvidado, reprimido. Pero en cuanto a "El masoquismo", texto que escribe en 1924, no retoma esa configuración de los dos tiempos de separación y sobreimpresión entre infantil y adulto y sí habla de dos sobreimpresiones diferentes: - Del masoquismo femenino por sobre el masoquismo erógeno.- Del masoquismo femenino por sobre el masoquismo infantil.El tema del masoquismo conlleva un cambio en las conceptualizaciones freudianas que habían acompañado el nacimiento y el desarrollo del psicoanálisis. Sólo se comprende el concepto de masoquismo femenino si ubicamos en el centro de la mirada: la dimensión del fantasma y sus tiempos gramaticales.

Una institución es un dispositivo a inventar, a recrear, a ofrecer. Debe garantizar la función nutricia. Debe permitir el re encuentro de cada joven con su propio padecimiento para inaugurar la posibilidad a su causa deseante. Será una institución que deberá, como representante del contrato social, asumir la responsabilidad por tanta exclusión producida. Debiera por lo tanto, promover la inclusión en una legalidad, ofreciendo recursos para una posición critica de la re inclusión social. Una institución que aloje a niños y niñas deberá garantizar que entiende la distribución entre poder, saber y verdad que el vínculo asimétrico entre niños y adultos plantea, al tiempo que debe reconocer las responsabilidades y obligaciones de los adultos respecto de los niños.

Me detengo en precisar algunas puntuaciones respecto a la cuestión del trastorno, dejando de lado la de la personalidad.
Hay que estar advertidos de las lógicas que encierran cada una de las concepciones del sujeto y del malestar en la civilización porque es desde ellas desde donde operamos. Se trata de precisar qué lugar le vamos a dar a los significantes de la ciencia (“trastorno” es uno de ellos) a la hora de escuchar un sujeto y evaluar las consecuencias que sobre él tendrá nuestra acción.

Es bien sabido por todos los psicólogos que nos dedicamos a la clínica, que el motivo más común por el cual un paciente consulta suele ser algo inherente a la problemática de pareja. La búsqueda del amor, como una panacea, y los infinitos obstáculos que dificultan el encuentro, someten muchas veces al ser humano a un oscilar desgastante entre el deseo y un goce mortífero.