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El análisis en tiempos de coronavirus

30/07/2021- Por Susana Lentino - Realizar Consulta

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Este trabajo, inicialmente, hace un recorrido de la técnica psicoanalítica desde los inicios, partiendo de los tratamientos poco ortodoxos de Freud a través de la hipnosis, con Catalina en Los Alpes, hasta Gustav Mahler en un hotel de Holanda. Basándonos en la transferencia como el motor principal y como concepto fundamental hacemos extensivo la continuación del mismo a esta época de pandemia mediante diversos abordajes online. Se analizan las distintas respuestas subjetivas que despierta el significante COVID en la singularidad de cada caso… ¿Continuarán los cambios en la práctica analítica a partir de todo esto?

 

                     

                           “¿Todo saldrá bien?” Mural de Joel Arroyo*

 

 

 

¿Podemos practicar el análisis en este nuevo contexto, sin el encuentro entre los cuerpos, más aún, sin el diván?

 

“Mejor pues que renuncie quien no pueda unir a su horizonte la subjetividad de su época. Pues ¿cómo podría hacer de su ser el eje de tantas vidas aquel que no supiese nada de la dialéctica que lo lanza con esas vidas en un movimiento simbólico? Que conozca bien la espira a la que su época lo arrastra en la obra continuada de Babel, y que sepa su función de intérprete en la discordia de los lenguajes…” Lacan  (1953)

 

 

  Pensemos en la posibilidad de seguir aliviando el sufrimiento humano recurriendo a las alternativas tecnológicas que nuestra sociedad capitalista nos ofrece. No es un nuevo dispositivo, es un auxilio para no abandonar a nuestros analizantes con sus conflictos a los que se suman las situaciones de aislamiento y distanciamiento social.

 

  Sabemos que la pieza fundamental de un análisis es la transferencia. A partir de ahí un análisis está en curso. Ya es posible sostener un acto analítico.

 

  Freud nos advierte que nadie puede ser ajusticiado “in absentia, in effigie” y esto lo garantiza la transferencia. (Freud 1980). El encuentro de todos modos se basa en “no hay relación sexual”. La escucha, la voz y la mirada dan presencia del analista.  

 

  Ni Freud ni Lacan hablan de cuerpos sino de presencia de analista. Es por eso que algunos prefieren tener sesiones por teléfono, otros por video llamada, Skype, zoom. Ya lo veníamos haciendo con pacientes que habían emigrado y decidieron continuar su tratamiento por algunas de esas vías. Eso da cuenta de la transferencia ya establecida más allá del espacio físico.

 

  Vemos también que desde hace ya mucho tiempo la práctica del psicoanálisis se sostiene en los hospitales llena de interferencias, ¿por qué no podríamos hacerlo también en nuestros consultorios con otras variables?

 

  La modalidad virtual es en estos momentos la posibilidad. Este medio de ningún modo sustituye al diván, aunque también sabemos que un diván no garantiza un análisis. Si hay demanda por parte del analizante, si hay escucha e interpretación por parte del analista, hay deseo de analista, hay la posibilidad de un análisis. Lo virtual fue y sigue siendo un modo de lazo social. Lo que antes se consideraba una adicción es en estos momentos como una banda de Moebius que facilita el lazo social y la continuidad de las tareas tanto educativas como laborales.

 

  El dinero, significante por excelencia está puesto en acto a través de las transferencias bancarias, donde también se observan distintas modalidades de goce, el que se demora en hacerlo, mostrando su goce retentivo, el que quiere pagar por adelantado para asegurarse un lugar y otras tantas más. Es el caso por caso.

 

  Freud escribió durante la guerra más de 12 artículos, además de haber atendido a pacientes en modalidades poco ortodoxas; un ejemplo: en épocas de la hipnosis fue llamado reiteradas veces para asistir a una madre que no podía amamantar a su hijo recién nacido. Lo mismo había acontecido con los anteriores. Había tenido que derivar la lactancia a nodrizas por escaza leche e intensos dolores en los pechos, pero esta vez había decidido alimentarlo ella misma, por lo cual acudió nuevamente a Freud.

 

  Freud dice haberse valido de la sugestión hipnótica prometiéndole que ella iba a ser una excelente nodriza. La paciente se durmió profundamente y al otro día estaba amnésica de lo acontecido pero se alimentó y amamantó al niño. Tuvo recaídas pero logró continuar con la lactancia.

 

  Es importante tomar este antecedente de Freud yendo a la casa de su paciente y observando el vínculo que la joven tenía con su madre (Freud 1976). En la actualidad nosotros también nos metemos en la casa de nuestros pacientes y sobretodo con niños algún familiar aparece.

 

  Recordemos a Catalina en los Alpes contándole durante un paseo  sus dificultades de respiración y sus ahogos, cabeza pesada, opresión en los ojos, zumbidos y la visión de una cara horrible que la asustaba. Es allí donde Freud decidió suplantar la hipnosis por una plática. ¿Podemos tomar este encuentro como el inicio del método psicoanalítico? (Freud 1976).

 

  También contamos con  cartas con sus discípulos, él mismo analizándose con Fliess. Pero el más paradigmático fue su análisis a Gustav Mahler. (Psyciencia 2013) Mahler sufrió una serie de duelos que lo llevaron a grandes inhibiciones. Fue testigo presencial de la muerte de 6 de sus hermanos y el suicidio de otro de ellos, pero el que más le afectó fue el de su hermano Ernest, próximo a su edad y le inspiró en su labor musical.

 

  Se sumergió en su propio mundo como evasión de la triste realidad que lo rodeaba. Padeció  el carácter violento y dictatorial de su padre. A los 47 años en 1907, como consecuencia de una difteria y con una traqueotomía de urgencia, su pequeña hija Putzi falleció a los 5 años de edad. De inmediato fue diagnosticado con una grave cardiopatía que años después acabaría con su vida. Se dedicó a ponerle música a “Las canciones de los niños muertos”.

 

  Estaba casado con Alma con quien tenía una grave convivencia matrimonial. Aquel verano, Mahler trabaja en su octava sinfonía y su esposa aborta. Luego descubre la infidelidad de su esposa con un arquitecto. Dimitió como Director de la Ópera de Viena, aterrado que su esposa lo dejara. Se sumergió en una profunda melancolía y un amigo suyo le recomendó que consultara a Freud.

 

  Canceló dos veces la cita, hasta que en agosto de 1910, cuando Freud vacacionaba en el mar Muerto pidió ayuda desesperadamente. Freud lo citó en un hotel de Holanda en la ciudad de Leiden, que casualmente en alemán significa sufrimiento.

 

  Freud manifestó que nunca había encontrado un paciente que asimilara tan rápidamente la esencia del psicoanálisis.

 

  Como consecuencia de cuatro poco ortodoxas sesiones, Mahler llegó a la conclusión que siempre había buscado en su esposa a una mujer que se pareciera a su madre. Freud le dijo, “con una madre tan agobiada por un gran dolor, Ud. desea que su esposa sea igual a ella”.

 

  Según Freud, Alma mantenía una fijación complementaria a la de su marido “ella ama a su padre hasta el extremo de que sólo fue capaz de elegir y amar a un hombre como Ud.”

 

  Mahler reconoció todos sus complejos y todos sus miedos. La esposa se buscó otro hombre por su impotencia.

Freud expresó tiempo después que ningún compositor había llegado a expresar de un modo tan conmovedor la lucha entre Eros y Tánatos. Freud especuló acerca de que ciertas experiencias infantiles tuvieron una significativa importancia en la génesis de su neurosis y en la inspiración de sus composiciones.

 

  Tras este análisis con Freud, Mahler fue capaz de reincorporarse a sus tareas y aceptar un contrato para los Estados Unidos.

 

  Veremos entonces, recordando estas experiencias freudianas, que desde la clínica actual las distintas respuestas subjetivas que escuchamos y los diferentes encuadres que se proponen, son no solo posibles, sino esperables.

 

  Varios de nosotros, los analistas hemos atendido a analizantes en su casa por enfermedad o a otros que requirieron internación y han sido asistidos en hospitales o sanatorios donde estaban hospitalizados y a otros que han emigrado y decidieron continuar su análisis online, pero la pandemia nos requirió una nueva reacomodación. Y estamos dispuestos.

 

 

La clínica actual

        

  Inicialmente comencé a trabajar con los adultos, estableciendo con convicción que un tratamiento no puede ser interrumpido y di a elegir las distintas posibilidades que ya conocemos.

 

  Como soy analista de niños decidí postergarlos hasta ver qué pasaba después de la primera cuarentena. Pero me llevé la sorpresa que una niña de 12 años que atiendo desde hace un tiempo pedía continuar viéndome, tras lo cual avisé a los padres de los otros niños que podíamos intentarlo.

 

  Es así como comencé a atender al resto de distintas edades quienes esperaban entusiastas el momento del encuentro. Mi sorpresa fue que comenzaron a traer sueños más de lo habitual y si deseaban dibujar luego me lo enviaban por mail para que yo los guardara en su carpeta.

Los adolescentes aceptaron rápidamente este recurso.

 

 

Las viñetas clínicas aquí presentadas han sido modificadas para respetar la confidencialidad de los pacientes.

 

 

Clara:

 

  Traeré el ejemplo de una nueva consulta durante esta época, donde una púber desarrolló una fobia a las mariposas a partir de un sueño donde una mariposa gigante se le venía encima para atacarla y se despierta a los gritos. Temía salir al jardín de su casa porque “estaban en el aire y por todos lados”. Esto quedó asociado al COVID que decía que andaba por el aire.

 

  Podemos acercar otras interpretaciones tales como la una madre muy invasora que la aplastaba pero fue el significante COVID el que desencadenó su padecer: CO-VID CO-Vida. También apareció el horror a lo femenino ya que estaba por menstruar y la madre le decía “mejor que no te venga eso porque es terriblemente doloroso”

        

  Dice Lacan en el seminario 10 de “La Angustia” (2006). El niño se angustia cuando tiene a la madre siempre presente y no cuando le falta. “No es la nostalgia del seno materno lo que genera angustia sino su inminencia”. La angustia de la pesadilla es experimentada como la angustia del goce del Otro. Goce sobre nuestro cuerpo aplastándonos el pecho.

        

  Lacan invita a darle al monstruo de la pesadilla la dignidad de un enigma equivalente a los sueños de angustia y traumáticos freudianos. La pesadilla sería el primer paso a la simbolización. El sueño deja de ser el guardián del dormir. La amenaza es que el otro lo piense por entero. Es un encuentro con lo real, sin velo. Muestra lo insoportable de lo real. Es un goce extranjero que oprime el pecho.

 

  Para Jones, en las pesadillas y en los ataques de angustia el significante retorna al estado de huella, signo perceptivo, de ahí el carácter tan vívido de la escena. ¿Qué pasa en pandemia? ¿Cómo podemos pensar su irrupción?  En este sentido, para Luciano Lutereau (Luterau 2020) esta pandemia desempolvó otros duelos. Por eso en algunos analizantes retornaron duelos que habían quedado suspendidos.

 

 

Rosa:

 

  Una analizante tenía frecuentes ataques de llanto que refería a que sus hijos ya grandes “les pasara algo”. Esta pandemia actualizaba la muerte súbita de un hijo que había acontecido hacía ya mucho tiempo pero que había quedado como duelo enquistado. El insomnio fue uno de sus síntomas como respuesta al duelo.

 

 

María:

 

  Una niña de 4 años es traída a una consulta virtual por constipaciones frecuentes que se le habían incrementado por la pandemia agregándole también  temores a concurrir al baño. No podía ver que el agua se llevara sus heces. Llegaba a hacer bolos fecales de hasta 10 días. La vi por video llamada comenzando por la entrevista a padres donde relataron en otras cosas duelos recientes. Me sorprendió como pudo desplegar en la primera hora de juego su fantasía de enfermedad y su fantasía de curación tal como nos enseñara Arminda Aberastury.

 

  En su juego mostraba como se morían las amigas de sus muñecas y luego se curaban por la intervención de una doctora. Las dificultades esfinterianas habían comenzado con la muerte sorpresiva de un familiar que convivía con ellos. Comenzó su tratamiento online con juguetes aportados por ella.

 

  En una de las sesiones, muy contenta, en vez de jugar quiso hablar para contarme un episodio de un dibujito que muestra la televisión argentina donde sus protagonistas son próceres locales. El programa se llama PakaPaka. Me contó que Belgrano había librado una gran batalla en Salta y había triunfado.

 

  Luego relata que ella había hecho caca en el baño y que en ese momento estaba muy cansada a lo que yo le interpreto que ella como el General Belgrano había ganado una gran batalla en el baño y por eso estaba tan cansada.

 

  El tratamiento se desarrolló durante toda la pandemia con una frecuencia de una vez por semana. El síntoma cedió y estábamos esperando ver como respondía con el retorno a clases presenciales para acordar un alta. Sin embargo, los padres demandaron prolongar el tratamiento porque éste era el único lugar donde la niña jugaba con alegría y desplegaba todas sus angustias y temores.

 

 

Bernardo:

        

  Un niño de 10 años al que atendía presencialmente durante hacía algún tiempo me sorprendió favorablemente con el cambio a lo virtual. El niño era muy travieso e inquieto. Solía tocar todos los pisos del ascensor y todos los timbres que encontraba. Esto tenía que ver con traumas infantiles que no abordaré en este escrito.

 

  Cuando comenzamos en forma virtual desplegó una cultura y una inteligencia que estaba tapada por estar permanentemente tratando de contener sus desbordes que también se manifestaban en el colegio. Era muy peleador y siempre se quejaban sus maestros de que se la pasaba diciendo “malas palabras”.

 

  Comenzamos jugando al tutifruti y ahí descubrí otro niño, gran conocedor de literatura, geografía, historia, cine. Como las sesiones eran en su cuarto vi que disponía de una gran biblioteca, donde consultaba frente a alguna duda.  Antes de cada sesión pedía permiso para llamarme.

 

  También hemos observado actitudes maníacas, desmentidas producto de la omnipotencia. Por ejemplo, un joven, participante de las llamadas “fiestas clandestinas” y de salidas sin protocolo se contagió de COVID y llorando decía “es que creía que YO no me iba a contagiar” produciendo también una serie de actingout y pasajes al acto.

 

 

Conclusión:

        

  El  Sujeto es para Lacan lo que un significante representa para otro significante S1 S2, o sea queda un significante vacío que es aquel que no le corresponde ningún significado específico. Es el significante de la vacuidad, es un significante que carece de relación con el proceso de significación.

 

  Vemos en la actualidad que se ha rellenado con el término “Libertad”. Los antivacunas, las marchas anticuarentena manifiestan que se le ha quitado su goce al no poder poder disfrutar libremente (Alemán 2021).

 

  La paranoia se observó desde el inicio, mostrando al otro como el enemigo. El semejante siempre es maligno en el vínculo imaginario. El otro genera una situación de rivalidad, tensión, agresión. (Lacan 1975) El otro genera desconfianza porque podría encarnar al virus. Lo malo siempre está afuera, el médico, el vecino, ahora en la vacuna con una mezcla de sospecha y salvación.

 

  Para Diana Rabinovich (2020), la pandemia desató tristeza, desamparo y angustia para muchos. Desamparo frente a la Ciencia, representante del Otro que nos cuida, dejándonos inicialmente inermes al no poder dar respuesta alguna. El desamparo tanto para Freud como para Lacan son fundantes en la estructuración de la especie humana.

 

  El desamparo es dependiente de la prematuración desde el nacimiento. Freud señala que el bebé humano moriría sin la acción específica, si no hubiera otro que viniera en su ayuda. Así se inscribe la huella mnémica de la experiencia de satisfacción. Entonces, es sobre un fondo de nostalgia y el anhelo de esta búsqueda primera, que nos acerca a la tristeza (Freud 1976).

 

  Esta vivencia de desamparo la encontramos con frecuencia en nuestros analizantes que tratan de desmentirla a través de conductas maníacas.

        

  Esta época implica un desafío para enfrentar la contingencia que nos atraviesa manteniendo la hipótesis del inconsciente, uno de los conceptos fundamentales del Psicoanálisis y abrir el debate en la comunidad analítica sobre el uso de nuevas técnicas y su repercusión en la transferencia.

 

  Por último veremos en nuevas consultas cuales son las consecuencias subjetivas que dejará esta pandemia y como el significante COVID ha despertado distintas respuestas según la patología singular de cada uno.

 

  ¿Continuarán los cambios en la práctica analítica a partir de todo esto?

 

 

Arte*: Joel es artista plástico, muralista de Barcelona, España.

http://www.instagram.com/joelarroyoart joelarroyoarte@gmail.com

 

 

Bibliografía:

 

Alemán J. Conferencia dictada el 5 de mayo 2021 en Talleres Bacuré.

Freud S. “Un caso de curación por hipnosis (1892-93) Tomo I Buenos Aires  Editorial Amorrortu

Freud S. “Estudios sobre la histeria” (1893-1895) Caso Catalina-tomo II Buenos Aires-Editorial Amorrortu ( 1976)

Freud S. “Proyecto de una psicología para neurólogos”(1950/1895) Tomo I Buenos Aires-Editorial Amorrortu

Freud S. “Trabajos sobre técnica psicoanalítica” (1911-1913) Tomo XII- Buenos Aires Editorial Amorrortu

Lacan J. “Función y campo de la palabra y del lenguaje” (1953) escritos 1- Buenos Aires-Editorial Siglo veintiuno

Lacan J. “El estadio del espejo como formador de la función del yo tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica” (1949) Escritos 1-Buenos Aires-Editorial siglo veintiuno

Lacan J. Seminario 10 “La Angustia” (1961-1963)-Buenos Aires Editorial Paidós

Louterau L. “El deseo en cuarentena” (2020) Publicación digital -Letra Viva

PsyCiencia: “Gustav Mahler y Sigmund Freud: relato de un encuentro singular”

Rabinovich D. “Nuetra actualidad entre tristeza y desamparo” XII Congreso de Investigación y práctica profesional en Psicología

 

 

 

 


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