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Lo desconocido. Fragmento de lectura de “Das Unheimlich”

04/08/2017- Por Cynthia Eva Szewach - Realizar Consulta

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La autora nos propone un recorrido de la construcción del término “unheimlich” y su multiplicidad descriptiva: lo siniestro, lo ominoso, la inquietante extrañeza, lo in-familiar. Esta variedad configura una proliferación de nombres que nos anotician tal vez, del vacío que se pone en juego en la dificultad de la traducción.

 

 

 

                             

 

 

 

                             “Una tumba que posa los ojos sobre él”.

                                                   G. Didi-Hubermann

                         

                              “Ya me resulta indiferente en qué lenguaje no seré comprendida”

                                                   Marina Tsvetaieva

                                        

“Das unheimlich, es un artículo que nunca, nunca he oído comentar, y del que nadie parece advertir es la clavija fundamental para abordar la cuestión de la angustia”

                                                   Seminario X J. Lacan

 

  

Somos de habla extranjera

 

  En la experiencia de lo unheimlich, se corre súbitamente un límite y se atraviesa un umbral: lo siniestro, lo ominoso, la inquietante extrañeza, lo in-familiar, configuran una proliferación de nombres que anotician del vacío que se pone en juego en la dificultad de la traducción.

Se trata de una experiencia fugitiva que descoloca de la cotidianeidad y en la que palpita la angustia cargada de espejos sin imagen o de imágenes desarticuladas que habitan en los espejos: pesadillas, duplicidades, espectros, presagios cumplidos, locura, estados desamarrados, misteriosos encuentros. Golpea la puerta el huésped extranjero que acampa en una intemperie inhóspita en nuestra propia casa.  

En la cita que sirve de epígrafe dice: nunca, nunca, nadie. ¿Es una exageración o una exaltación de Lacan, como filón del entusiasmo que agita en su deseo de transmisión? Nos  reenvía a releer el artículo de Freud. Enfatiza la fuerte inquietud de ahondar en el hallazgo de un núcleo particular. (besonderen Kern) (1)

 

  Si bien el escrito está en clave de miscelánea frondosa, se va componiendo a la manera de un ensayo aunque interrumpido, estorbado. Freud, en ocasiones lo llama “pequeña contribución”. ¿Cuál es el lenguaje que habita o inhabita en este texto? Escrito a veces hecho de girones y fragmentos donde los ejemplos que lucen en pequeños relatos se presentan en ocasiones como bitácoras de viajes. Casi siempre están situados en un lugar extranjero, entre otros el derrotero por el barrio desconocido de las prostitutas en Italia o en el tren en el espejo, imagen no reconocida (¿desconocida?) de su vejez. (2)

Sabemos que a partir de las derivas que tiene el término, Freud propone dirigirse a los diccionarios, muchos de los cuales se los agradece al aporte de Reik, quien será uno de los interlocutores contemporáneos del escrito. Son los tiempos en los que la primera guerra funda el escenario. El bloqueo de los materiales que no llegan a sus manos no deja de ser mencionado. (3)

  Dirigirse a otras lenguas presentes en los diccionarios para encontrar usos, costumbres, contradicciones, sinónimos, etimologías del término, como no ha hecho, y algo diferente lo mueve a ello, con ninguna otra palabra ni concepto de su desarrollo teórico. Como sabemos, la voz alemana heimlich, íntimo, hogareño, deriva hacia su antítesis y va adquiriendo diversos sentidos, en el desvío y transformación que produce la lengua en sus movimientos de represión y de uso. Al mismo tiempo, se abre las puertas a la duda sobre el valor que puede pretender la intelección del origen de lo ominoso (Herkunft: origen, procedencia, etimología) desde lo entrañable reprimido.     Por otro lado la extimidad está incluida en el término mismo.

  Freud concluye que los caminos lo llevan a que lo unheimlich, la extrañeza inquietante, se relaciona con lo familiar (4) y conocido que se transforma.

El término comparte el prefijo Un con lo Unercannt (lo imposible de reconocer). Es allí donde se lee su relación con lo reprimido primordial, y con lo imposible. Un límite donde en la rendija o en el tragaluz, una presencia se puede filtrar, dirá Lacan. El ombligo del sueño el Unercannt, no posibilitará que se tire de la cuerda, salvo para romperla, en una pequeña rotura donde una imagen, con intensa angustia, ocurre, se cuela desde la misma cuerda averiada. Una presencia inequívoca del objeto que debería estar faltante en la imagen.

  Lo inequívoco de la imagen, la ambigüedad en la lengua. Una tensión.

Nos resulta de especial interés este párrafo: “Wir wenden uns zunächst an andere sprachen. Aber dieWôrterbücher, in denen wir nachschlagen sagen uns nichts. Neues,vielleicht nur darum nicht, weil wir selbst, Fremdsprachige sind.”

Según traducción de Etcheverri: “Dirijámonos ante todo a otras lenguas, pero he aquí que los diccionarios no nos dicen nada nuevo quizá simplemente porque esas lenguas no son las nuestras”. Y López Ballesteros: “Primero nos volvemos a otras lenguas, pero los diccionarios a los que recurrimos no nos dicen nada nuevo, solo por el hecho de que somos extranjeros en esas lenguas”.

 

  Proponemos entonces, una sutil diferencia en la traducción, diferencia que no pretende ser una suma de las anteriores sino un viraje del punto de ubicación: “Primero nos volvemos a otras lenguas. Pero los diccionarios no nos dicen nada nuevo: Nosotros mismos somos (Fremdsprachige) hablantes de una (lengua) extranjera”. En realidad literalmente sería algo así como “somos de habla extranjera”. “Nosotros mismos somos de habla extranjera (Fremdsprachige)”. (5)

 

  Las definiciones llevan a diversos sentidos y probablemente no podrían alcanzar a ubicar el filo de lo que Freud intenta buscar en “su diccionario”. Por ende, el camino del diccionario y sus etimologías no alcanza. A su vez: “Sin duda, la lengua, la lengua natal, es primera interposición y principio de diferencia, es, extrañamente, el primer extraño, la primer extranjera” (6)

 

  En otro sesgo, M. De Certeau trae lo siguiente; “Freud no se encuentra a gusto en la lengua que atraviesa su análisis”. Pero ¿qué implicaría estar a gusto? La aseveración de M. de Certeau agrega que algo extraño a su propia lengua es el origen que su escritura mantiene con el no lugar de la ficción o del sueño, y el exilio de la lengua, en Freud, el de la lengua alemana no sustraído a lo que llama la desgracia genealógica, lo cual lo hace junto con Kafka a ser “invitados de la lengua”. La desgracia genealógica a la que alude es aquello que recuerda el acontecimiento nazi, y la escritura como viaje hacia otra lengua pondría en tela de juicio al matriarcado de la lengua materna, en este caso el alemán. El argumento de De Certeau, de aquello que “sustituye” las identidades territoriales es factible de ser sujeto a revisión (7).

 

  Además nos preguntamos ¿Es acaso, una muestra de aquello que le atañe a Freud en su escritura, en el idioma alemán por su particularidad, o se trata de lo extraño inherente a la lengua que habita todo hablante, lo cual implica la inclusión de una pérdida y el exilio en la “propia lengua”, aquella que fuese?

Aun así, ese no lugar del sueño o la ficción aludido en la escritura, quizá bosqueja una dimensión distintiva del uso de la lengua, y su escritura, que gatilla la convicción del inconsciente. (8)

 

  Hay dos cuestiones que vale resaltar: Freud considera otra fuente de lo ominoso: el retorno de una creencia (Glaube) ya superada o mejor dicho y es lo interesante, que se creía superada. Las formas argumentales en las que aparece es la creencia en la omnipotencia en las ideas, la realización inmediata de los deseos, el retorno de los muertos, las fuerzas que provocan daño en secreto. “Épocas primordiales del alma ya superadas” Lo superado: das Uberwundensein. Un modo de Yo creía que ya no creía, que cae y abre sus puertas “increíblemente”, funcionando como “máquina de hacer ver” (9)

La otra cuestión es que la vivencia de lo unheimlich se presenta dice Freud “en combinación con determinadas circunstancias”, por ejemplo bajo la égida de una pérdida, o un estado de fragilidad. Quizá lo siniestro, como una punta forclusiva, como parte del duelo.

 

  He tomado solo algunos aspectos del tema: la lengua, la creencia, y apenas el duelo. Lo unheimlich, adquiere, probablemente, un lugar privilegiado para arribar a esas tierras, tanto por los vericuetos que plantea la traducción de la palabra, como por la inclusión de lo extraño en lo familiar, parte de la interrogación acerca de la lengua de origen, a veces llamada materna, tan perdida como el origen mismo, y por ser una no habitual experiencia, de temporalidad fugaz y de apariencia misteriosa.

 

 

Citas:

 

1.    Freud subraya en varias ocasiones que es esperable que haya un núcleo especial de lo Unheimliche (Kern: carozo, núcleo) que justifique la utilización de lo que      allí nombra como palabra-concepto (Begriffwort) Si bien López Ballesteros utiliza en ocasiones la forma “concepto de lo siniestro”, en el original freudiano es en un único párrafo donde es nombrado el término Begriff, y como aquello      que podría ser esperable que se produzca por el posible hallazgo de un núcleo particular. En Freud encontramos que habitualmente antepone a Lo Unheimlich a palabra sentimiento, sensación (Gefühl), impresión (Eindruck) o comprensión insight (Einsicht), pero no Begriff. Nos parece de interés realizar esta distinción y ubicar sus consecuencias.

2.    Uno de los tantos ejemplos, de retorno de lo igual, es la escena del barrio de las prostitutas. Sólo y en el extranjero, Freud se apresura el paso, da por lo menos tres vueltas. Al renunciar a su derrotero, vuelve  angustiosamente a la piazza, ya conocida. En el tren, frente al disgusto que la aparición le produjo, un trozo de real, inquietante, resto presente, en ese cuerpo que el espejo muestra. ¿Es un instante de presente aun no habiendo sido visto o un fugaz instante de futuro?

3.    E. Grunner en A propósito de la Primera Guerra, en  “Lo que le debemos a los muertos” (Revista Conjetural): “… en esa guerra aparece, que se sepa por primera vez en la historia, la figura del soldado desconocido, del desaparecido en combate [...] por lo cual es ahora el cuerpo singular del muerto el que deviene abstracción”.

4.    En nuestra usanza, decir que algo es familiar, ¿acaso carece de intranquilidad?

5.    Traducción  propuesta por Jorge Salvetti.

6.    Jorge Jinkis, Huérfanos de lengua. Pag 65 No sólo es amor, madre. Ed. Edhasa

7.    Michel de Certeau, La escritura de la Historia. Universidad iberoamericana, Departamento de historia

8.    Qué es el inconsciente vuelve a preguntar Lacan en la equivocación del sujeto supuesto saber, acaso hay políticas que quieren volver  tranquilizante el Unheimlich, siendo el inconsciente, asevera allí lacan, muy poco tranquilizador. Pone en serie de ese modo unheimlich e inconsciente.

9.    Cecilia Dujovne, Juliana Risacher. “Creencias o la máquina de hacer ver”. Presencia… ed. El megáfono. Allí abordan los diferentes usos de “lo superado” en el texto de Freud.

 

 

 

 

 

 


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