Colaboraciones

Sección coordinada por Florencia Fracas
El ideal del yo en la adolescencia
por Juan Mitre

La salida de la adolescencia articulada al ideal del yo, es la salida del lado de una elección del sujeto por la existencia. Decidir una profesión, un nombre, un ideal, la elección de una pareja... Es decir, se elije un síntoma que va a darle al sujeto una cierta estabilidad de allí en más. Se trata de una elección, de una respuesta; que implica una envoltura significante compleja, y que tiene -por supuesto- su parte de goce. Para que el adolescente pueda armar o inventar una elección, es decir una salida de este tipo, es necesario que pueda servirse del padre...

Algunos aspectos de la clínica con adictos
por Carlos Oks

Si las miradas de historiador y del sociólogo pueden ayudarnos a entender el momento histórico en que una sociedad instituye una figura como la del “adicto”, solo un punto de vista clínico podrá decirnos bajo qué condiciones psíquicas un sujeto puede inscribirse en esas prácticas, amenazando o logrando interrumpir todo vínculo social que no esté determinado por la presencia de sustancias. A continuación presentaré un ejemplo donde concurren “adicción” y “violencia” como pivote para repasar algunos aspectos teóricos que nos puedan ayudar a entender clínicamente el fenómeno “adicciones”.

Si se escribe para recordar ¿es posible no escribir para olvidar?...
por Verónica Barrios

Una de las prácticas sociales de referencia de la escritura es sin duda recordar. Re cobrar aquello que “dijeron las palabras”, escribimos aquello que nos interesa no olvidar, para luego re encontrarnos con lo escrito cuando así lo deseamos.

Paradojas del goce
por Lila Isacovich

Paradoja: Especie extraña u opuesta a la común opinión y al sentir de los hombres. Aserción inverosímil o absurda, que se presenta con apariencia de verdadera. Figura del pensamiento que envuelve una contradicción

Tácticas y estrategias clínicas para producir subjetivaciones
por Alejandro Del Carril

Las tácticas y estrategias que van jalonando la dirección de la cura se articulan en relación a una política que se propone trabajar el síntoma para hacerlo producir. Cuando no hay síntoma, o sea, cuando no hay significante que pueda representar al sujeto del inconsciente para otro significante, se debe evaluar la posibilidad de producirlo en la transferencia, para en un segundo momento hacer lo anteriormente señalado. La habilidad para determinar cuando y hasta dónde esto resultará posible se halla condicionada por la conjunción del saber-hacer inconsciente del analista y de su deseo de analizar

Escena primaria, cuerpo y objeto
por Carlos Faig

Voy a tomar la infancia en peligro desde el punto de vista de la captura por la escena primaria, es decir, por el coito (real o imaginario) de los padres. Por supuesto que todos los niños sufren esa captura alguna vez. La patología depende del grado de esa captura, y de si el juego queda por completo cortado, por lo menos en sus manifestaciones visibles.

¿Cómo se llamaba el padre?
por Alexander Cruz Aponasenko

Si se le pregunta a un psicoanalista ¿Qué es un padre? Respondería casi de seguro que es un concepto al que puede aplicase el crisol lacaniano de los tres registros: imaginario, simbólico y real. Así resulta que hay padre imaginario, padre simbólico y padre real. En el seminario sobre la relación de objeto Lacan hace una distinción entre estos tres padres que resumiremos aquí.

El Cuerpo en la Clínica
por Pablo Fernando López

El ensayo a exponer adoptará la modalidad de investigación teórica, a partir de una experiencia clínica. Se reseñará la viñeta de un sujeto psicótico, en un recorte de su análisis; dentro de la cual podrán desplegarse interrogantes y apreciaciones con relación al diagnóstico positivo del cuadro. En dicho recorrido, se observarán los conceptos de alusión, certeza, e intervención; otorgando los conceptos teóricos en momentos de desencadenamiento de la estructura que justifiquen la eficacia e ineficacia de los mismos. Se relevará la instancia de pronunciamiento del cuerpo durante el desencadenamiento, con irrupciones dismórficas y perplejidad, que es interpretado de manera delirante - paranoica por el sujeto, como intento de elaboración de la misma, con relativa eficacia para la estabilización de su estructura. Podrán observarse, con el aval teórico, momentos fluctuantes de compensación y descompensación, por vacilación de la metáfora delirante. En un tiempo de cierre, se señalarán intervenciones actuales y el establecimiento de un vínculo terapéutico eficaz que recentra al sujeto en su suplencia, y por consiguiente en su estructura.

Crítica de la razón psicoanalítica
por Mariano Acuña

Desde la misma génesis constitutiva del psicoanálisis, Sigmund Freud debió construir sus postulados enfrentándose a las posiciones oficialistas. Entendiéndose, aquí como oficiales, a entramados surgidos de diversos ámbitos socioculturales. De esta manera, por caso, los discursos de la medicina, la filosofía moderna y hasta la religión, se convirtieron en destinatarios de las incipientes formulaciones freudianas de finales del siglo XIX. Fue así como en 1893, el joven Dr. Freud encontró distinciones fundamentales entre las parálisis motrices por anomalías orgánicas, y aquellas otras que no respetaban coordenadas propias de la anatomía. El efecto de la palabra (en su dimensión de significante) entonces, resulta capaz de alterar las respuestas del organismo biológico. De aquí en más, el psicoanálisis delimitará en la conjunción (significante-organismo) establecida, el origen del concepto de cuerpo. Con semejante hallazgo como piedra basal, Freud se dedicó a construir su propio escenario ideológico, precisando para ello el diagnóstico de histeria de conversión.

Detrás de los ojos
por Lila Isacovich

Detrás de los ojos es el título del libro de Graciela Fainstein , una ex detenida-desaparecida. Se trata de alguien que reniega expresamente del psicoanálisis; justamente por eso su testimonio resulta aún más sorprendente que otro dentro del campo psicoanalítico.
La memoria corporal es aquello que Freud llama el yo cuerpo , antes que devenga sujeto. La percepción como tal es un borde en relación al aparato, es más bien exterior, un espacio y tiempo anterior a lo que consideramos específicamente subjetivo, que encontramos recién cuando esas sensaciones o estímulos que impactan en el cuerpo se organizan en lo que llamamos Icc, Precc y Ccia pensar secundaria. Marcas indelebles que restan significar, que aún no han obtenido significación, en tanto retienen los restos sensoriales marcados en el cuerpo.



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