Colaboraciones

Sección coordinada por Florencia Fracas
De la miseria histérica al infortunio corriente
por Lila Isacovich

De modo que ese pasaje o giro en el discurso no era en absoluto natural, ya que estaba en perfecta contradicción con su estrategia que apuntaba a que la aceptara como objeto del saber que le había supuesto. Tal viraje implicaba la cesión del goce sostenido por el Padre y requería poner en circulación el a. Ese movimiento posibilitaba devolverle su eficacia en el discurso, no como sostén, sino como agente y suscitar ese pasaje al discurso del analista en la emergencia del sinsentido. (...)

El acto político
por Luis Tudanca

El acto hace comparecer la inconsistencia del Otro pero a la vez ”sólo toma su valor y sus coordenadas de un universo de lenguaje”. El momento es lo vivo del acto, la rutina de la experiencia acompañará sus consecuencias. En el límite la experiencia hace olvidar el acto.
El momento del acto implica un hacer sostenido en un decir. Sus consecuencias empiezan cuando uno cree que los principios que lo sustentan estuvieron desde siempre.
Sin embargo el acto depende de las consecuencias.

Historia, deseo y escritura, lo que no se puede apagar
por Mónica Soledad Vidal

La escritura que se le presenta como una forma de contornear ese real, Semprún la propone no como un testimonio de lo sucedido en el lager, no ya como un raconto de sufrimientos, sino a través de un artificio que es la ficción. Hay una necesariedad del recubrimiento ficcionario ante lo intolerable de las vivencias del campo, de la convivencia con la muerte y el dolor. En el decir de Semprún: “desde lo más verdadero, lo más profundo, opaco, indecible de la experiencia vivida.”

Armar y amar un cuerpo
por Stella Maris Rivadero

No me voy a referir a aquellas situaciones donde una cirugía estética está articulada a una decisión pensada y a un deseo de verse mejor en algún momento de la vida, mis preguntas giran alrededor de los retoques cosméticos, que no son motivo de consulta, ni de angustia y tampoco aparecen en el discurso de algunos analizantes, no es sin consecuencias el hecho de que no pase por la palabra, aparecen como hechos consumados, o se mencionan ante la eventual necesidad de ausentarse de las sesiones por algún período que implique el postoperatorio o la cirugía en sí.

Acerca de la supervisión y la práctica del control. El establecimiento de una lectura
por Omar Daniel Fernández

Como el discurso propio de este dispositivo no es el discurso Amo, ni el Universitario, ni el Histérico, y habíamos dicho que tampoco es el discurso Analítico en términos de que si bien es transferencial, no lo es en términos del S.s.S., por lo tanto el pedido de supervisión no configura jamás una “demanda de Supervisión”, en todo caso, la demanda que se instituye, es una “demanda de separación” para poder seguir ocupando el lugar de objeto transferencial.

Pensando sobre el pensamiento psicoanalítico: un cuestionamiento sobre la identidad, propósito y ética. Segunda parte
por Patrick Kavanaugh

A primera vista, podría parecer que la comunidad analítica está en un estado de caos como consecuencia de estas diferencias filosóficas irreconciliables entre estas diferentes formas de pensamiento. Después de todo, estas psicologías asumen una comprensión diferente a cerca de la naturaleza básica de las personas; también tienen diferentes métodos para conocer sobre las personas y asumen propósitos y objetivos diferentes para el discurso analítico. Sin embargo, al analizar más de cerca estas nuevas disciplinas, uno encuentra puntos de convergencia como por ejemplo, su preocupación por comprender las experiencias tal y como son vividas por la persona en la cotidianidad (Schneider, 1998).

Pensando sobre el pensamiento psicoanalítico: un cuestionamiento sobre la identidad, propósito y ética. Primera parte
por Patrick Kavanaugh

A través de los años, la identidad del analista se ha visto restringida por esta matriz médico- psiquiátrica; sin embargo, durante estos mismos años también se ha dado un despertar epistemológico en la comunidad analítica; un despertar creativo impulsado principalmente por el reconocimiento de que los fundamentos intelectuales de nuestra disciplina se quedaron anclados en la epistemología, en la ciencia y en la moral del siglo XIX.

La circulación del síntoma
por Sergio Zabalza

Si la psicosis muestra a cielo abierto la estructura del lenguaje operando en el viviente, podemos aprovechar para señalar que, en el archiparadigmático caso que el psicoanálisis toma para abordar el tema de la psicosis, el desencadenamiento comienza con una afirmación estética.
“ Qué hermoso sería ser la mujer en un acoplamiento” es un juicio estético tan válido como cualquier otro, salvo que para algunos sujetos puede implicar el desmembramiento de la personalidad. Se trata de ver, más allá del emisor del enunciado, quién es el que ocupa el lugar de agente en esa enunciación.

Primo Levi y el malestar en la cultura
por Edit Beatriz Tendlarz

Levi fue deportado por judío y antifascista en 1944 para luego ser trasladado por Polonia, Rusia Blanca, Ucrania, Rumania y Hungría antes de regresar, después de la victoria aliada, a su Italia natal. Había nacido en Turín en el año 1919. Se suicidaría en 1987, en la misma ciudad y en el mismo departamento donde vivió gran parte de su vida.

Freud: el psicoanálisis una práctica sin pensar[1]
por Alberto Sladogna

Freud inicia su obra canónica, La interpretación de los sueños (1900 -1899- ), con este epígrafe: Si no puedo convocar a las fuerzas celestiales, moveré a las del infierno. Se trata de una invocación a las fuerzas del averno ¿de cuál infierno? Del infierno de aquello que el llamó el inconsciente y sus manifestaciones, en particular, el deseo. ¿Dónde se ubica ese infierno?



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