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Fábula clínica: “No + to fuck”

01/05/2017- Por Ricardo Klein - Realizar Consulta

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En pleno siglo XXI, la sexualidad se halla, como siglos atrás, condicionada inconscientemente. Es menester rastrear la significación que adquiere para cada quien aquello que lo limita o determina. No es suficiente liberar los actos. La huella particular que marca inhibiciones o rechazos, merece ser leída a la letra. Hay un pasaje posible para arribar al propio consentimiento a pesar de los mandatos.

 

 

 

             

 

 

Fábula clínica nunca pasó. Tampoco es mentira. Escrita con materia prima acaecida, su relato pertenece a nadie.

Juan Carlos, de cuarenta y seis años, divorciado hace quince, tres hijos, convive con su pareja hace cuatro. La sexualidad lo toma, lo desborda, lo desespera. Y cuando el acto culmina, en lugar del relajo, culpa se adueña de él.

Y una y otra vez. Fuck, fuck, frustrado. Mucha iglesia en su haber, un padre que nunca aceptaría su homosexualidad realizada, nunca terminada de aceptar. Odia –por insatisfacción– en su inglesa lengua, to fuck. Sin embargo insiste en probar, quedando embargada la felicidad del final, transformada en mera descarga.

Fuck. He allí el problema. Indago a sabiendas su significado. Fuck imposible para él. Fuck, iniciales de fornication under consent of the King (fornicación bajo consentimiento del rey), que eslabona rey, padre –vincular y celestial–, iglesia... rechazo, pedido de aceptación, vituperio. Y otra vez. Con el padre muerto y Ratzinger de Papa, los caminos se hallan bloqueados.

Sólo le queda: “No + to fuck”. Se desespera. La excitación y la angustia lo desbordan. ¿Cómo matar al padre y su ley, sin morir en el intento? ¿Cómo sumar fucks sin sufrir en la cruz? No + to fuck.

El padecer de Juan Carlos se debe a su servidumbre real. En pleno siglo XXI, la sexualidad sigue pautas del Medioevo. No es suficiente liberar los actos. La conducta cotidiana cobra en muchos casos su tributo, impidiendo ya no los hechos sino la obtención del placer. ¡No + to fuck!, enuncia Juan Carlos. Pues mientras intenta conmover al rey, sigue pagando vasallaje.

Se es rey de tres formas: por herencia, por matrimonio, por conquista. Algo se destraba en él. Deja la heredad –que siempre viene con cuentas (y mandatos) pendientes– para probar batallando. Pasaje del to fuck al to fuoc.

Se trata de conquistar su derecho; derecho a una sexualidad plena. Y si los derechos no se ejercen, se carece de ellos.

 

To fuoc, fornication under own consentiment (fornicación bajo propio consentimiento) se va instalando en él. Edipo deja de reinar en Tebas para devenir rey de Corinto... o de aquel lugar en el cual decide instalar sus reales.


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