Columnas

El presente escrito forma parte de un entramado que da cuenta de algunas de las últimas formulaciones polémicas del autor en relación al tema. Consta de tres ejes: 1) La historicidad de los cuatro discursos 2) El judío como objeto a, o los impasses del anti-anti-semitismo 3) El objeto a como el límite inherente del capitalismo Esta edición bilingüe se ofrecerá en entregas parciales de frecuencia mensual.

The following work is part of a framework regarding the last polemical statements of the author on the subject matter. It has three main points: 1) The Historicity of the Four Discourses 2) The Jew as object a, or, the Impasses of anti-anti-Semitism 3) Object a as the Inherent Limit of Capitalism Parts of this bilingual issue will be released every month.

En el Seminario La ética del psicoanálisis, dice Lacan que El mito del asesinato del padre es el mito de una época para la cual Dios está muerto. Y agrega que si Dios está muerto para nosotros lo está desde siempre como plantea Freud. Nunca fue padre sino en la mitología del hijo, es decir la del mandamiento que ordena amarlo.
El psicoanálisis se inscribe en el marco del Dios ha muerto nietzscheano, al punto tal que se puede afirmar que Freud levanta la figura del padre allí donde la cultura indica su decadencia. Es que el creador del psicoanálisis se afanó por afirmar la preeminencia del padre en la constitución de la realidad psíquica. Sin embargo no debemos olvidar que Freud refiere que el padre es un nombre cuyo referente no está garantizado por una verdad de experiencia, sino por la fe en la nominación. Al respecto Lacan afirma que Freud no vacila en articular que lo que implica la fe es en esencia el nombre. Ya entonces, la palabra que nombra al padre se levanta en el horizonte de la declinación dada por la misma incertidumbre estructural sobre la paternidad.

La lectura de Moisés y el monoteísmo es con la que Lacan trabaja en el seminario de Las psicosis donde produce la metáfora paterna. Nos indica que hay algo esencial en este último texto de Freud escrito en los umbrales de su muerte y que se presenta a nosotros con singularidades llamativas tratándose, como dice Lacan en referencia a Freud, de este encarnizado defensor de la verdad. Podemos interrogar qué le pasó a Freud con la escritura de este texto. Intentaré una puntuación del texto Moisés y el monoteísmo. Para encontrar en la letra algo que nos de la razón por la cual Lacan acudió a él para escribir un pilar de su teoría, la Metáfora Paterna.

La metáfora del archivo, usada de algún modo por Freud y tematizada por Foucault y Derrida, nos servirá para transmitir algunas ideas vertiginosas sobre el mito de Gardel. Elementos nada más, sin pretensión historiográfica ni de caso. Pero que quizás ayuden a ubicar el agujero que nos nombra.
Hemos dicho metáfora del archivo porque implica un mito: el del origen recuperable, de lo perdido, el del principio y el orden, el de una memoria. Pero sólo tenemos restos, y el archivo permite la ficcionalización de un mito, de una historia. Los historiadores se encargan de oficializar los archivos, de hacer un archivo oficial y una historia oficial.

El presente escrito forma parte de un entramado que da cuenta de algunas de las últimas formulaciones polémicas del autor en relación al tema. Consta de tres ejes: 1) La historicidad de los cuatro discursos 2) El judío como objeto a, o los impasses del anti-anti-semitismo 3) El objeto a como el límite inherente del capitalismo Esta edición bilingüe se ofrecerá en entregas parciales de frecuencia mensual.

The following work is part of a framework regarding the last polemical statements of the author on the subject matter. It has three main points: 1) The Historicity of the Four Discourses 2) The Jew as object a, or, the Impasses of anti-anti-Semitism 3) Object a as the Inherent Limit of Capitalism Parts of this bilingual issue will be released every month.

Hemos inventado la felicidad, dicen los seres humanos a los que Zaratustra dirige su enseñanza. Nietzsche los llama los últimos hombres, pequeños, mezquinos, cansados incluso para morir, se aferran a su propia domesticación que consideran prosperidad, convencidos de haber logrado con el progreso el máximo de libertad.
El cinismo es el síntoma de una época. Y la nuestra se compara con la que inició Alejandro en varios aspectos. Ambas se caracterizan por el individualismo y el cosmopolitismo, están signadas por el derrumbe de la tradición cultural.

La figura de Sartre ya no es tan popular entre nosotros como lo era en los años 60 o 70. Lacan y Foucault, en cambio, atravesaron las capas del tiempo y persisten de alguna manera.
Sartre es un ejemplo de compromiso y consecuencia extremas, teorizado incluso por él mismo. Como escribió hace poco David Viñas, está invicto. Volver a él nos sitúa paradójica pero fértilmente en el dominio de lo efímero. La eternidad del instante del angustiado Kierkegaard brilla en el engagement -compromiso- sartreano con la precisión de sus actos de denuncia. Hasta rechazó el premio Nobel.

El psicoanálisis enfrenta hoy el desafío de retomar su transmisión sobre la imposible destitución del malestar en la cultura, sobre la inconsistencia intrínseca a cualquier discurso del padre, ya que los discursos en general, son versiones del padre, y, sobre todo, de presentar alternativas éticas a los síntomas sociales sin banalizar la teoría psicoanalítica destituyéndola al rango de relato.
Ciertas posturas que radicalizan la muerte del padre en los lazos sociales, olvidan que ese olvido es un llamado al amo. La certeza que brinda la identidad con el síntoma, estabiliza transitoriamente la estructura y le resta al sujeto algún camino de inadecuación, de inadaptación a la demanda del discurso social, luego vale la pregunta de si no estarán algunos relatos sobre la subjetividad al servicio, concientes o no de ello, del sojuzgamiento del hombre contemporáneo, constituyendo así una política del poder del amo.

El presente escrito forma parte de un entramado que da cuenta de algunas de las últimas formulaciones polémicas del autor en relación al tema. Consta de tres ejes: 1) La historicidad de los cuatro discursos 2) El judío como objeto a, o los impasses del anti-anti-semitismo 3) El objeto a como el límite inherente del capitalismo Esta edición bilingüe se ofrecerá en entregas parciales de frecuencia mensual.

The following work is part of a framework regarding the last polemical statements of the author on the subject matter. It has three main points: 1) The Historicity of the Four Discourses 2) The Jew as object a, or, the Impasses of anti-anti-Semitism 3) Object a as the Inherent Limit of Capitalism Parts of this bilingual issue will be released every month.

Los monstruos de Berni representan lo excluido. Los que no tienen lugar en una sociedad. La convivencia con lo monstruoso de la realidad nos duele, nos lastima. Son la encarnación del sufrimiento cotidiano. El los llamaba esos bichos extraños que hablan de otro mundo, hechos como están de la basura de este mundo.
Una de las preguntas que podría formular, es si un psicoanalista se ocupa de los hechos sociales.