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Michel Foucault. Poder y Cuerpo02/11/2004- Por Esmeralda Miras - Realizar Consulta
Esta investigación se detiene en la lectura de dos textos en particular, Microfísica del Poder y Los Anormales. El interés es detectar aquellos momentos en que Foucault establece una relación entre el poder y el cuerpo. Microfísica del poder es una serie de artículos, entrevistas y conversaciones de la década del 70. Dice microfísica, porque, el poder que le interesa no es el que puede estar representado por el aparato estatal o los representantes globales en general sino el poder que se establece en los ámbitos cotidianos y específicos, la familia, la pareja, la relación alumno maestro, médico paciente etc.
Esta investigación se detiene en la lectura de dos
textos en particular, Microfísica del
Poder y Los Anormales. El interés
es detectar aquellos momentos en que Foucault establece una relación entre el poder y el cuerpo.
Microfísica
del poder es una serie de artículos, entrevistas y conversaciones de la década
del 70.
Dice
microfísica, porque, el poder que
le interesa no es el que puede estar representado por el aparato estatal o los
representantes globales en general sino el poder que se establece en los
ámbitos cotidianos y específicos, la familia, la pareja, la relación alumno
maestro, médico paciente etc. Es en las
estructuras más pequeñas y no en la superestructura donde el poder actúa y
existe, allí se debe dirigir la mirada para conocerlo e intervenir si se
inventa como.
Me detengo primeramente en un artículo sobre la
genealogía y el cuerpo donde cita y comenta a Nietzsche
La genealogía se encuentra en la articulación de
cuerpo y de la historia. Debe mostrar al cuerpo impregnado de historia y a la
historia como destructora del cuerpo
Ya en el primer artículo “Nietzsche y la Genealogía
de la Historia de 1971 (París) establece las relaciones en el marco de lo que
va a destacar como las dos líneas de la Genealogía la procedencia y la
emergencia, va a decir reiteradamente que ni una ni otra es en un solo sentido,
barre con lo unívoco. Todo es heterogéneo, con cortes, con vacíos en diversos sentido, con extravíos, fallos, errores, no hay un origen ni
una meta. Se opone a Hegel..
Acentúa la singularidad de los sucesos, la historia
no es sin sentimientos, conciencia e instintos.
Va a decir que la búsqueda de la procedencia no
funda, al contrario, remueve aquello que se percibía como inmóvil, fragmenta lo
que se percibía unido, muestra la heterogeneidad de aquello que se imaginaba
conforme a si mismo.
Cita “ La procedencia se
enraíza en el cuerpo”
La
procedencia se inscribe en el sistema nervioso, en el aparato digestivo, mala
es la respiración, mala la alimentación, el cuerpo es débil y abatido respecto
a los errores, por ejemplo, cometidos
por los progenitores. Es el cuerpo quién soporta en su vida y en su muerte en
su fuerza o su debilidad la sensación de toda verdad o error.
Otra cita de
“Aurora” “ Durante las épocas bárbaras...
si el vigor del individuo se debilita, se
encuentra fatigado o enfermo, melancólico o debilitado y por
consiguiente sus deseos y sus apetitos decaen, se convierte transitoriamente,
en un hombre relativamente mejor es decir menos peligroso y sus ideas no se
formulan más que a través de palabras y de reflexiones”
En
el cuerpo y todo lo que se relaciona con él, la alimentación, el clima, el sol
el lugar de la Herkunft (procedencia) se dejan ver como huellas. Huellas de los
sucesos pasados que dan lugar a deseos y juntamente con desfallecimientos y
errores se entrelazan y de pronto se expresan, se desatan, entran en lucha, se
borran unos a otros y continúan su inagotable conflicto.
Es el cuerpo la superficie de inscripción de los
sucesos, el lenguaje los marca o las ideas lo disuelven, lugar de la
disociación del yo ( al que intenta prestar la quimera
de una unidad substancial) volumen en perpetuo derrumbamiento.
Más adelante dice que creemos en la sorda constancia de
los instintos y nos imaginamos que están siempre presentes pero el saber
histórico los trocea, percibe sus momentos de debilidad sus reinados y los
movimientos en contra de sí, su propia destrucción.
El cuerpo está aprisionado por regímenes que lo
atraviesan, roto por los ritmos de trabajo, alimentos o valores, hábitos
alimentarios, leyes morales que le proporcionan resistencias. Aquí toma
conceptos de la Gaya Ciencia.
La
historia efectiva lo será en la medida que introduzca lo discontinuo, divida
nuestros sentimientos, dramatice nuestros instintos multiplique nuestro cuerpo
y lo oponga a si mismo.
“El saber no ha sido hecho para comprender ha sido
hecho para hacer tajos”.
A la historia tradicional le gusta mirar lejos, a la
efectiva mirar de cerca, sobre el cuerpo. Más cercana a la medicina que a la
filosofía.
También cita de
“Crepúsculo de los Ídolos”, la ciencia
de la historia los es de los venenos y contravenenos, la ciencia de los
remedios.
Alejarse de cuerpo implica sacrificarlo como hacen en las
religiones que entregan sacrificios en pos de la espiritualidad.
Luego apunto algunas ideas de
una entrevista para la revista Quel Corps de 1975 publicada en el mismo libro
Microfísica del Poder.
Allí dice por
ejemplo que, en la sociedad del siglo
XVII el cuerpo del rey no era metáfora, su presencia física era necesaria para
que funcione la monarquía, presente en todo ritual, o que el cuerpo de la
sociedad del siglo XIX se ve protegido de una manera casi médica.
La
eliminación por asepsia, la eugenesia, la exclusión de los degenerados, la
criminología va hacia eso.
Más
cercanamente a su tiempo, queda expuesto
el dominio del hombre sobre su cuerpo, en
la gimnasia, el desarrollo
muscular, la desnudez, la exaltación del cuerpo bello, en la salud versus la
economía, en el placer versus las
normas, o en el matrimonio. Señala
el pánico de las instituciones del
cuerpo social (
médicos, políticos) ante la idea de la unión libre o el aborto.
Finalmente
dice, l os lugares del poder van variando ya la oposición no es control-
represión sino control- estimulación.
La
lucha es indefinida.
La
pregunta que deja abierta es ¿ De qué cuerpo tiene
necesidad la sociedad actual?
Pero me pareció de gran valor ubicar en un ejemplo
detallado como el que da en su curso“Los anormales” esta relación cuerpo poder
y es lo que presento a continuación.
En
el marco de sus desarrollos sobre discurso, saber y poder se dedica a la incidencia sobre el cuerpo, la
sexualidad, el deseo y el placer en un análisis que toma como eje la penitencia y
la confesión en el cristianismo desde el siglo VI al Siglo XVII. Desde la edad
media hasta el renacimiento y sus derivaciones hasta nuestros tiempos.
Comienza con una afirmación general sobre la
sexualidad en Occidente, dice que no es lo que callamos sino lo que estamos obligados
a confesar, si bien hubo períodos de silencio jamás fue regla absoluta, se
trató de ciertas zonas sometidas a
condicionamientos o prescripciones pero lo fundamental es el procedimiento de
poder que es la confesión obligatoria.
En
la actualidad dice hay una serie de institucionalizaciones de confesión de la
sexualidad como la psiquiatría, el psicoanálisis, la sexología, correlativos de
la relativa liberación en el plano de los enunciados sobre ella. Hay discurso
poliferente de la sexualidad.
Intenta
invertir el problema planteando su historia
no desde la censura sino desde la confesión.
A partir de aquí comienza un detallado recorrido
por la penitencia y la confesión en varios momentos que paso a citar.
1. - El ritual de la penitencia en su origen no implicaba una confesión obligatoria
ni pública.
Era
un status, que asumía el penitente de manera deliberada y voluntaria, en un
momento dado de su vida por cierto número de razones que podían estar ligadas a un pecado considerable
o no. Lo asumía de una vez por todas, podía ser penitente una vez en la vida.
Se realizaba una ceremonia pública previo acuerdo con el obispo y con ciertos
requisitos; llevar cilicio, vestimenta especial, la prohibición de limpiarse,
expulsión de la iglesia, ayunos rigurosos, interrupción de las relaciones
sexuales y la obligación de sepultar a los muertos.
Cuando
salía del status en acto de reconciliación ( a veces
duraba toda la vida), era con huellas por ejemplo la castidad obligatoria.
2. - Se entrelaza a esto en el Siglo VI la
penitencia tarifada. De corte laico, judicial y penal.
Instaurado
de acuerdo a la modalidad germánica.
Cuando
se pecaba debía buscarse al sacerdote quien imprimía una penitencia a la que se
llamaba “satisfacción” y cada pecado tenía su satisfacción de manera tarifada,
según un catálogo, por lo tanto enunciar la falta empieza a ser necesario.
Contarla, describirla, cómo, dónde, cuando. Se va constituyendo el núcleo de la
confesión.
3. - A partir de cierta eficacia que toma la
confesión en sí misma se producen una serie de desplazamientos. Confesar es un
comienzo de expiación si participan la
vergüenza y el dolor moral. Es entonces que puede ser referida a una persona
cualquiera. El sacerdote y el obispo se ven menoscabados en su poder. Es por
eso que en la segunda parte de la Edad Media, en el Siglo XII la Iglesia va a
recuperar el mecanismo de la confesión dentro de su poder. Se desarrolla la
Escolástica y la gran doctrina de la confesión obligatoria y regular.
Decir
todos los pecados y con continuidad, ser exhaustivos y será el sacerdote el que
decida la sutil diferencia entre el pecado venial y el pecado mortal. Se trata
de una norme extensión del poder y de un sacerdote en particular, el de la
parroquia, se debe confesar toda la existencia desde el inicio.
4. - Pasamos
al interrogatorio, fines del siglo XII y siglo XIII, según los mandamientos de
Dios, según los 7 pecados capitales y más adelante según los mandamientos de la
Iglesia. El sacerdote, libre de la tarifa fija las penas a su arbitrio, dispone
del poder y las llaves. A través de sus gestos es Dios quien perdona o impone
penitencia. Ahora es sagrado, es sacramental.
5- De la Reforma a la cacería de Brujas pasando por
El Concilio de Trento se forman los
Estados modernos y los marcos cristianos se cierran sobre la existencia
individual. Casi todo en la vida pasa por el filtro de la confesión. Se
constituye el poder empírico del ojo, la mirada, el oído, la audición del
sacerdote. Se establece La Pastoral.
El
propio confesor debe cumplir con ciertas condiciones como celo, rigor, amor
benevolente pero por sobre todo debe ser santo, porque el confesionario como el
dormitorio del enfermo tiene aire viciado que puede amenazar con contaminar al
sacerdote. Debe ser sabio porque debe ser juez ya que debe guiar y ordenar las
conciencias. Ser finalmente un ángel tutelar.
Como
dato recuerda que el primer mueble confesionario data de 1516.
Se
espera del que confiesa que sea constricto que cuide los gestos, la vestimenta,
el tono de su voz. Se debe expulsar a las mujeres que lleven rizados, o se
presenten pintadas y compuestas.
Dice
Foucault a esta altura: “ Hay un doble rizo, doble filtro discursivo, dentro
del cuál deben filtrarse todos los comportamientos, todas las conductas, todas
las relaciones con el otro, también todos los pensamientos, los placeres y las
pasiones.”
Hay
una gestión continua de las almas sus conductas y sus cuerpos.
6. - Sexto mandamiento
Sobre
el pecado de la lujuria y la concupiscencia
Entre
los siglos XII y XVI la confesión se hacía bajo formas jurídicas, reglas sobre
la fornicación, el adulterio, el estupro, el rapto, el secuestro, la violencia
carnal, la sodomía, el bestialismo, se referían al aspecto relacional de la
sexualidad. Tocan los vínculos, las masturbaciones sólo son un pecado más. Pero es a
partir del siglo XVI que lo que
está en el centro del interrogatorio es el cuerpo mismo del penitente, sus
gestos, sus sentidos, sus placeres, sus pensamientos y deseos, y la intensidad
de lo que experimenta. El nuevo inventario es un recorrido meticuloso del
cuerpo. Una anatomía de la voluptuosidad. El cuerpo propio y sus placeres
son el código carnal, como una
cartografía pecaminosa. Se abandona la división escolástica de pensamiento y
acto por el problema del deseo y el placer.
Los
teólogos más citados son Habert y
Borromeo, de uno de ellos tomo su texto
para concluir.
Habert
explica de la siguiente manera el mecanismo de la concupiscencia, comienza
dice con cierta emoción en el cuerpo,
emoción puramente mecánica producida por Satán, esto provoca un “atractivo
sensual” que induce a un sentimiento de dulzura que se localiza en la carne
misma, de delectación sensible, excitación e inflamación. Estas despiertan el
raciocinio sobre los placeres que se deben examinar, ello puede producir un
nuevo placer en el pensamiento, es la delectación del pensamiento, que puede
presentar esto como no pecaminoso sino admisible, la voluntad ciega se deja
persuadir.
Por
todo esto es necesario la intervención minuciosa del
sacerdote.
El
cuerpo del placer será entonces de ahora en más el partenaire de la penitencia.
Octubre 2004
Bibliografía
general: Michel Foucault, Defender la Sociedad. Fondo de Cultura Económica
2000. Argentina
Bibliografía
específica: Michel
Foucault: Microfísica del Poder. Ediciones La Piqueta Madrid 1992
l-
Nietzsche, La genealogía de la historia, páginas .7 a 31
4-Los
intelectuales y el poder, páginas. 83 a 93
6- Poder
y cuerpo. Revista Quel Corps Nº 2, septiembre 1975.
10- Las relaciones de poder
penetran en los cuerpos .La Quincena Literaria Nº 247 del 1 al 15 de enero de
1977
Michel
Foucault: Los Anormales. Fondo de
Cultura Económica. México 1999
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