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Comentario a la novela “Dos mujeres de carne un hombre de papel. Una inverosímil psicopatología del amor” de Fabián Yesid García Valenzuela

13/08/2021- Por Danny Julián Cabezas Malagón - Realizar Consulta

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... al sumergirse en la historia, su contexto, su drama y el transcurrir de los eventos relatados, hay algo que de repente irrumpe, se rompe cierta atmósfera o cierta manera en que va llevando al lector, permitiendo que este último, se abra a nuevas sensaciones (…) ese intrépido deseo de querer saber más, de leer más (…), tanto lo que se puede decir como lo que escapa a las palabras: que algo Sabe no Sabiendo, alrededor de su Saber. Es aquello en lo que no se ahorran esfuerzos, en estos fecundos e incesantes intentos por transmitir algo de ello en su obra.

 

                        

                        Tinta Libre Ediciones. 2020. Córdoba, Argentina

 

 

 

“Teméis todo, como si fuerais mortales, y deseáis todo, como si fuerais inmortales.”

 

        Sobre la brevedad de la Vida, el ocio y la felicidad. Lucio Séneca

 

 

  Deseo iniciar, manifestando la sorpresa, tan grande y tan grata, que me produjo el saber acerca de Fabián García nuevamente y más con esta, su nueva obra: Dos mujeres de carne un hombre de papel. Una inverosímil psicopatología del amor. Libro supremamente bien trabajado y, a falta de mejor palabra y a sabiendas de que estas no lo definen todo, ¡Sublime!

 

  Al momento de iniciar la lectura, no pude evitar sentir mucha expectativa, puesto que no conocía esta faceta de Fabián y debo decir que no fue para nada decepcionante. Se nota la inspiración, la influencia y el trabajo tanto en autores de su tierra natal ‒Colombia‒, como en escritores de las tierras en que habita actualmente ‒Argentina‒.

 

  En principio, al sumergirse en la historia, su contexto, su drama y el transcurrir de los eventos relatados, hay algo que de repente irrumpe, se rompe cierta atmosfera o cierta manera en que va llevando al lector, permitiendo que este último, se abra a nuevas sensaciones o, más precisamente, a transmisiones de nuevas experiencias que causan ese intrépido deseo de querer saber más, de leer más y no despegar los ojos de las páginas.

 

  Se puede notar la inevitable inspiración en aquello en que se ha hecho experto al autor, a saber, la literatura psicoanalítica. Muchas veces da la sensación de leer un caso clínico, en donde se exponen conceptualizaciones desglosadas de manera bastante acertada, sin la obligación de tener que recurrir a los conceptos propiamente dichos, que muchas veces pueden llegar a ser tan tediosos. Una pluma apta, digerible y sumamente agradable para casi todo lector que se aproxime a ella.

 

  Otro aspecto relevante es el lugar que ocupan las formaciones del inconsciente en la novela, en cuanto que permiten una aproximación sumamente rica e interesante a las instancias psíquicas; posiblemente algo diferentes de lo que se presentifica en un análisis, pero, de igual manera, bastante fructíferas para la reflexión e incluso, como se explicita al inicio de la lectura, para el gozo personal.

 

  Es sumamente interesante el uso que hace Fabián del español argentino en la novela, más particularmente la tonada o dialecto Rioplatense. Supongo puede deberse al influjo inevitable, como en usuales ocasiones, del contexto y el dialecto en que se encuentra desde hace ya un tiempo y que entra inevitablemente en un tipo de relación con su lengua materna.

 

  Precisamente, también se puede denotar en su escritura el uso del español un poco más del norte, andino oriental, es decir el español colombiano bogotano en otras secciones de la obra. Además de exquisitas referencias al idioma y arte francés, en algunos otros apartados.

 

  La novela se presenta en principio, como un modo de escritura inquebrantable, en sentido del desarrollo de la historia y de sus modos de lectura. Pero no tan sólo en este aspecto, pues la lectura de la novela se puede llevar también de una manera un poco más mesurada, digerible, emocionante. Entre otros apropiados adjetivos.

 

  La obra, en opinión de este lector, está escrita de una manera muy prolija, evidenciando cierta disciplina, constancia y precisión en su estructura, pero sin privarse de sumergirse en imaginarios tan presentes en las subjetividades de algunos personajes, como en los ambientes de la trama relatada.

 

  De igual modo, resulta bastante sensacional la inspiración o la cantidad de afluencia creativa alrededor de “Un hombre de papel”, pero claro, debe recordarse que este hombre no está solo, que se encuentra acompañado de nada menos que de “Dos mujeres de carne”, conjunto que acompaña de igual manera a que el lector desee sumergirse en estas páginas.

 

  Estos juegos de conjuntos permiten ya elaborar bastantes senderos, bastantes caminos posibles de recorrer por la vía maravillosamente elaborada que Fabián Yesid García Valenzuela nos presenta el día de hoy en su creación.

 

  “Dos mujeres de carne” que se atreven a sentir: mujer(es) real(es) que se permite(n) pasiones y afectos en contraprestación con aquellas que no acaece(n) de modo similar. Todas estas frente al referido “Hombre de papel” de quién no se sabe si algo de carne tendrá o de si de algún modo algo transmutará.

 

  Se mencionan “Dos de carne y Uno de papel”, esto hace elucubrar si se trataría de una sumatoria, si es un total de tres, si se trata de uno de esos famosos triángulos amorosos, o si son Dos contra Uno, o Uno con cada Uno, o si finalmente es Uno con Uno que hace que esté finalmente en Ceros, o si, como otra de tantas elucubraciones, se trata de Uno sin Una, es decir en estado de menos Uno, o incluso, si es Uno sin Dos, resultante, precisamente, en menos Dos. En fin, tareas y cálculos a hacer por los valientes lectores que por aquellas páginas se aventuren.

 

  Se trata de una novela que transmite, que es bastante sentida, precisamente lo que pueden estar buscando y/o esperando los diversos lectores de aquellas obras a las que se aproximan. Un libro que acoge, presenta y se adhiere a diversas realidades, tanto biopsicosociales como subjetivas. Asimismo, un libro que permite diversas aproximaciones a lo que de un análisis permitiría saberse, entre otras cosas, a lo que un psicoanálisis puede.

 

  Una obra que permite, de igual manera, adentrarse en diversos tipos de reflexiones, acaeceres, y hasta estructuraciones subjetivas de los distintos y diversos personajes que van apareciendo a lo largo de la narración. Que si bien es cierto que no hay texto que reemplace los efectos subjetivos o analíticos que pueden decantar de un análisis, por lo menos sí se permitiría, aunque sea en parte, plantearse estos interrogantes a nivel íntimo en los lectores de este libro.

 

  Esta primera novela del licenciado García Valenzuela denota bastante potencial, además de estar nutrida de muchos elementos, modos y maneras creativas. Que si bien aún no se tiene certeza de si llegue a ser un éxito, por lo menos el autor se adelanta y sí le apunta a los-sexitos de sus personajes, conduciendo a los lectores por las vías, a veces dulces, a veces fuertes, del romance y el erotismo, creado en las situaciones en que envuelven a Lilit, Alicia, y a Julio.

 

  Se presentan dentro de la novela, también, las posiciones del Erastés y Erómenos (traída desde los clásicos como Sócrates y trabajadas por Lacan en su Seminario VIII La Transferencia), las cuales quedan en tarea de los lectores descifrar qué personaje ocupa qué posición y en qué momentos de la narración.

 

  De igual manera quién o quiénes ven, así como quién o quiénes son vistos. En ultimas quiénes juegan posiciones pasivas y quiénes posiciones activas y si en todo momento, o específicamente en qué momentos. Otra tarea para los lectores que se decidan a aventurarse en esta obra.

 

  La novela introduce igualmente a pensar y reflexionar acerca de la situación actual –y de hace bastante tiempo (años, siglos)– acerca de la situación de la Salud Mental; de la posición gnoseológica, genealógica y epistemológica de las diferentes corrientes que trabajan alrededor de ella; sus consecuencias, repercusiones y efectos. Cuestión que, en el contexto en que hoy nos encontramos no puede dejarse para nada de lado.

 

  En esta novela, el autor asienta también lo que se puede leer en otros interesantes escritores, tanto lo que se puede decir como lo que escapa a las palabras: que algo Sabe no Sabiendo, alrededor de su Saber. Es aquello en lo que no se ahorran esfuerzos, en estos fecundos e incesantes intentos por transmitir algo de ello en su obra.

 

  Para Concluir, puede notarse como Fabián asesta un réquiem bastante fuerte, este réquiem da un aire, una atmosfera que, por lo menos para el sujeto que escribe el presente comentario, causó una buena, fuerte y portentosa experiencia; y quien, sin tapujos, puede decirle hoy al autor, al amigo, que lo honra en contarlo entre sus lectores, pues después de todo podemos decir/cantar, como aparece al final de la novela: “Y colorín colorado…” ¿qué nueva novela nos estará esperando?

 

 

Referencias

 

García, F, Y. (2020). Dos mujeres de carne, Un hombre de papel. Córdoba, Argentina. Tinta Libre Ediciones.

Lacan, J. (2003). La Transferencia. Buenos Aires, Argentina. Editorial Paidós.

Séneca, L, A. (2013). Sobre la brevedad de la Vida, el ocio y la felicidad. España. El Acantilado Ediciones.

 

 

 


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