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Presentación de: “El cuerpo impactado. Noticias del prójimo en el despertar adolescente” de Sergio Zabalza

17/09/2018- Por Claudia López Neglia - Realizar Consulta

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"Una variedad de ejemplos testimonian el hilo que recorre todo el libro: Si la pubertad es la etapa en que un sujeto constituye su cuerpo, el cuerpo social se constituye a partir del sujeto adolescente, dentro de un contexto donde la farsa del libre mercado, con su empuje al goce, somete a los actuales jóvenes a ser productores de bienes, modas y servicios, y a un consecuente culto del yo en detrimento del lazo social y el encuentro de los cuerpos"...

 

 

 

                    

                     Editorial Letra Viva. 2018. Buenos Aires

 

 

  La lectura que Sergio realiza de la adolescencia, en tanto noticia, apuntando a la dignidad del sujeto adolescente en un mundo poco dispuesto a consentir la novedad que el cuerpo trae como retorno de una praxis social, tiene ese estilo propio que caracteriza su transmisión.

 

  Lo describiría como constituido por una rica combinación de originalidad, sensibilidad y compromiso. Originalidad en la elección de los materiales que permiten reflexionar acerca de las concepciones teóricas y la práctica clínica; sensibilidad capaz de percibir a través de una voz y una mirada, la realidad actual, y un ineludible compromiso político social, con el que se nutre la ética del analista.

 

  Una variedad de ejemplos testimonian el hilo que recorre todo el libro: Si la pubertad es la etapa en que un sujeto constituye su cuerpo, el cuerpo social se constituye a partir del sujeto adolescente, dentro de un contexto donde la farsa del libre mercado, con su empuje al goce, somete a los actuales jóvenes a ser productores de bienes, modas y servicios, y a un consecuente culto del yo en detrimento del lazo social y el encuentro de los cuerpos.

 

  Una consecuencia quizás, de la escisión entre cuerpo y palabra con que la época (cito a Sergio), desafía al psicoanálisis para que la clínica con adolescentes nos oriente respecto de la práctica de causar la noticia del prójimo en el cuerpo propio.

 

  Esta incesante capacidad de percepción y lectura flexible de la realidad, se ve reflejada en la original estructura que le imprime a su libro: El cuerpo impactado. Noticias del prójimo en el despertar adolescente, está organizado en “apartados”, que al estilo de metáforas conceptuales, abre cada uno de estos a distintos capítulos con variedad de relatos, testimonios, noticias, que promueven reflexiones e interrogaciones.

 

  Comienza por el apartado “Cuando las noticias vienen de

La mano de la adolescencia”. Quiero hacer una detención sobre el capítulo “El cuerpo del analista”. Rescato en su lectura, no solamente el impacto que sufre el cuerpo del sujeto adolescente anoticiándose del prójimo, sino el lugar del analista quien está allí para ofrecer la escucha.

 

  Y tomo sus palabras:

 

“Si tal como indica Lacan la intervención analítica se orienta de forma tal de irrealizar el referente, propongo considerar que (habida cuenta de la transferencia de amor y saber que el paciente deposita en el Otro) la principal función del cuerpo del analista en la sesión es la de ausentarse, la de hacerse hueco, la de no ser más que semblante…”

 

  El cuerpo del analista juega una partida de presencias y ausencias cuyo propósito no es otro que el de propiciar un vacío para aquello que no tiene respuesta.

 

  De hecho Lacan elige la máscara para ilustrar ese hueco desde siempre insalvable que un análisis debe hacer presente, de forma tal de propiciar un cambio de posición ante una demanda pulsional que, por imposible, da lugar al síntoma.

 

  Solo así resulta posible sostener la posición de testigo que el mismo Lacan describe al ubicar la presencia del analista como causa para un trabajo, cuya esencial condición radica en la transferencia de goce (léase angustia) que el paciente efectúa durante la sesión.

 

  Todavía recuerdo una frase memorable que en la década de finales de los 70, un docente de Psicoanálisis decía: “Un psicoanalista no tiene que tener piel de paquidermo.”

 

  Si un psicoanalista debe estar a la altura de la subjetividad de su época, esto no es sin poner su cuota de creatividad, sensibilidad y compromiso.

Por ejemplo, es el mismo Sergio el que relata:

 

“Desde abandonar el cara a cara para así, sentado junto al paciente, buscar en el celular alguna información que permita un diálogo con cierto nivel de compromiso, hasta hacer rodar una pelota de tenis que ponga en juego un dar pelota cuando el mutismo amenaza inundar la sesión, pasando por intercambiar mensajes escritos (cuando no vía whatsapp por más que el paciente se encuentre a un metro de distancia), son múltiples y variadas las formas que el analista emplea en la clínica con adolescentes para que el ritmo de presencias y ausencias del cuerpo propicie alguna emergencia subjetiva…”

 

“Para que un sujeto se haga responsable de su padecer hoy los analistas apelamos a la invención. Desde sentarse con una adolescente que se daña la piel a contemplar videos de corte y confección de vestidos, hasta recibir un joven adicto a las 6 de la mañana, porque solo con esa expectativa el paciente logró desistir de consumir en el trayecto de la fiesta”.

 

  Sigue el trayecto por otro apartado de “Noticias del prójimo”, esta vez en el cine, la literatura y la poesía. Una selección imperdible de obras de contenido exquisito: La última película de Francoise Ozon: Joven y bella; El papel del analista en la práctica del psicoanálisis; un poema de Rimbaud “La aventura”, será recitado por jóvenes en el comienzo de esta película. Un cuento de Borges que Sergio titula “La otra Emma”, por Emma Zunz, la hija que venga la muerte del padre, y una película Argentina: Infancia clandestina: con el tema del desencuentro entre generaciones.

 

  El próximo será “Cuando los adolescentes son objeto de noticias”. La vulnerabilidad infantil. Desde el caso “El polaquito”, la figura del canalla desplegada sin pudor en el reportaje de TV como modelo de infame manipulación.

 

  Y otro sinnúmero de horrores están relatados desde un hondo sentir: Matar por la espalda, Matar a un niño es matar la infancia. La vulnerabilidad adolescente, los púberes en peligro, abusos sexuales en el futbol, ni una menos, y el 13 de junio y la sororidad, son algunos de los otros casos que sensible y críticamente Sergio testimonia.

 

  En “Una conjetura sobre el cuerpo”, donde la hipótesis es que el retorno a las cosas mismas postulado por Husserl abona la perspectiva según la cual la contingencia de un dicho, la emergencia de un detalle, la ocurrencia de una ausencia, un carraspeo, una queja, un tono, etc., son pasibles de ser ubicados (mediante la intervención del analista) en el lugar del objeto mismo que, en tanto in-mundo del cuerpo, en el decir de Lacan, habilita un cambio de posición subjetiva respecto al nudo del padecer sintomático.

 

  En “Caminos hacia la identificación”, hay un capítulo donde Sergio encuentra en la serie Merlí, muy elegida por adolescentes y también adultos, una comparación con la función otorgada al personaje del Enmascarado en el único texto que Lacan dedicara al tema de la adolescencia: Prefacio a “El despertar de la primavera”.

 

  Siguiendo por el apartado “Figuras de la inhibición generalizada”: esta se encuentra encubierta por la modalidad del encuentro casual, cálculo disfrazado de una espontaneidad que las nuevas tecnologías suelen facilitar. Y entre las producciones de la web menciona a los youtubers, y se pregunta para abordar este fenómeno si ¿hay alguna ética en el humor que proponen?

 

  En “Algunas Hipótesis sobre la relación entre adolescencia y ciberespacio”, también se abren interrogantes ¿qué participación le cabe a la aceleración que impone el ciberespacio en la “significación de significación” que la voz y mirada imprimen con su univoco y omnipresente mensaje imperante en los medios y redes sociales. Otra interesante diferenciación realizará entre ciberbullyng y ciberacting.

 

  Finalmente sin dejar por fuera a la percepción del mundo adulto en el apartado “Padres”, en algunos de sus capítulos trabajará entrevista con padres, padres que empujan a la transgresión, y la figura introducida por el código civil del progenitor afin.

 

  Y para concluir sobre el final del libro, el apartado de “La previa” adolescente, como si lo expuesto en el comienzo solo echara luz a partir de ese hito hoy apropiado por un cuerpo social que extiende su fiesta hasta un after infinito.

 

  Quiero cerrar este breve recorrido sobre su libro, con un nuevo agradecimiento a la lectura comprometida que Sergio realiza en todas sus producciones escritas, y con una cita que Alejandra Glaze invita a leer lo que Jorge Aleman tiene que decir en su libro Para una izquierda lacaniana:

 

“La vida solo es soportable si se inventa una nueva relación con el superyó, si entendemos siguiendo a Freud, que el superyó es una pulsión disfrazada de ley que impide concebir la utopía de una sociedad por fin acorde con el interés general de los ciudadanos”. Se trata en definitiva de una operatividad del psicoanálisis, basada en una política y una ética a contrapelo de los discursos de la época”

 

 

              

 

 

Panel de presentación: Ricardo Forster -filósofo-, Irina Hauser -periodista-, Claudia López Neglia -psicoanalista- y Sergio Zabalza. Ha tenido lugar el 12 de setiembre en Buenos Aires, Argentina.

 


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