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Masotta: la nueva estética en el psicoanálisis

10/08/2021- Por Miranda Soriano Dagnino - Realizar Consulta

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Oscar Masotta es conocido por participar en distintas áreas de la escena intelectual y artística porteña, conjugando sus distintos intereses: la filosofía, el marxismo, la crítica literaria, el arte de vanguardia y el psicoanálisis. Sin embargo, pocas veces se lo estudia en su continuidad ya que más bien suele ser tomado en partes: habría así un Masotta existencialista, un Masotta happenista, un Masotta introductor del psicoanálisis lacaniano, etc. Esta fragmentación, que si bien ciertamente suele coincidir con los distintos períodos de su obra, impide la apreciación del “proyecto Masotta”, al decir de Jinkis, y su posicionamiento tanto teórico como político con respecto al psicoanálisis. La intención de este escrito es ir tras las huellas y las continuidades que están presentes en los desarrollos masottianos, específicamente una cierta puesta en acción de la nueva estética propuesta por la vanguardia argentina de los sesenta en su enseñanza y transmisión del psicoanálisis.

 

                              

 

                                                  Oscar Masotta*

 

 

  Como señala Hernández (2017), mientras la revista cordobesa Pasado y Presente. Revista de ideología y cultura publicaba en 1965 el primer escrito sobre psicoanálisis de Masotta, y el primero en Argentina, Jacques Lacan o el inconsciente en los fundamentos de la filosofía de 1964, Masotta aparecía en el Primer Festival Argentino de formas contemporáneas de Córdoba realizado el mismo año de la publicación de su trabajo, dando una conferencia sobre Qué es la vanguardia.

 

  Esta superposición no sólo demuestra la coincidencia temporal de ambas actividades, sino también la participación constante de Masotta en la escena del arte de vanguardia, escena en la que luego llevará a cabo sus famosos happenings y sus estudios sobre el arte pop.

 

 

  Situando a Masotta tanto en el campo artístico de vanguardia como en su encuentro con el psicoanálisis se puede observar un movimiento similar, tanto en la ruptura y cuestionamiento de las instituciones clásicas como en el esfuerzo de articulación arte-política que impulsaba la vanguardia argentina.

 

  En Del Di Tella a "Tucumán Arde" (2008), libro escrito por Ana Longoni y Mariano Mestman, se aborda lo que los autores llaman el “itinerario del 68”:

 

“(...) las acciones y definiciones de un significativo grupo de artistas plásticos experimentales, que a lo largo de 1968 protagonizan una ruptura con las instituciones a las que habían estado vinculados hasta entonces (...) para desplazar su producción a ámbitos ajenos al campo artístico” (Longoni, Mestman, 2008, p.21).

 

  Es decir, una radicalización artística y política de la vanguardia argentina, en la cual participaban artistas como León Ferrari, Roberto Jacoby, Margarita Paksa, Pablo Suárez, Rubén Santantonín, Marta Minujin y el propio Masotta, entre muchos otros.

 

  La ruptura de los artistas argentinos con las instituciones clásicas (Di Tella, galerías de arte como la Lirolay, museos, etc.) estuvo acompañada del desplazamiento de sus producciones a ámbitos ajenos al campo artístico, teniendo su momento culmine en Tucumán Arde, muestra realizada en las sedes de la CGT de los argentinos de Rosario y Buenos Aires.

 

  A fines de los 60', según Longoni y Mestman (2008), hubo “(...) una expansión de la politización del ámbito de la cultura junto con una reformulación de los modos de articulación conocidos entre cultura y política” (p.39).

 

  Resulta interesante el testimonio que recortan los autores, del artista Juan Pablo Renzi, el cual introduce la cuestión del planteo estético:

 

“No es sólo por un planteo moral, que también está implícito ya que nos negamos a seguir participando de una maquinaria de prestigio que termina por utilizarnos en su provecho, sino por un planteo estético: la obra puesta en el marco de referencia de la institución misma, se pone a su servicio” (Longoni, Mestman, 2008, p.123).

 

  Este planteo estético toma su mayor protagonismo en Tucumán Arde, muestra impulsora de “la nueva estética”:

 

“La nueva obra a la que apuntaban debía instalarse por fuera del circuito artístico, de su público de élite, de sus convenciones y dispositivos, en una poca delimitada zona donde arte y política mezclaban sus procedimientos, donde los artistas definían sus acciones como arte de vanguardia y median su eficacia en términos políticos” (Longoni, Mestman, 2008, p.179).

 

 

  Del encuentro de Masotta con el psicoanálisis es interesante como se pone en juego la articulación entre psicoanálisis-institución-política.

La posición de la vanguardia argentina y la posición de Masotta en el psicoanálisis no era una mera posición anti institucional sino un vuelco a instituciones alternativas con el afán de evitar la neutralización de la obra puesta en las instituciones clásicas.

 

  Así es el caso de la conferencia titulada “Leer a Freud” (donde polemiza con Emilio Rodrigué entre otros) en el instituto Lucchelli, lugar más emparentado con la música, como también el Primer Congreso Lacaniano que, impulsado por Masotta, transcurrió en una casa de campo.

Masotta (1969) afirma en “Leer a Freud”:

 

“El psicoanálisis hoy (...) parece estar condenado a empezar por el final. Se trata en esencia de transmitir una técnica; en el mejor de los casos ‒o en el peor‒ de formalizar una teoría cuyos fundamentos y alcances ya nadie se pregunta” (p.191).

 

  Esta afirmación toca exactamente en esa pérdida de eficacia que manifestaban los artistas plásticos, la ineficacia de eso que ya nadie se pregunta. Unos párrafos antes en el mismo texto sitúa dos historias del psicoanálisis: habría una historia canónica inscrita en el “Establishment” psicoanalítico y otra historia escrita, abundante, poco pensada.

 

  La inscripción de la primera, dice el autor, nunca estuvo en la conciencia: es la represión de Freud. Para Masotta de lo que se trata es de deconstruir el mito freudiano y empezar a construir los hechos de la teoría de Freud.

 

 En el escrito “Anotaciones para un psicoanálisis de Rodrigué” alude a la construcción de un escenario que dé lugar a la parodia como recurso didáctico para la aprehensión del psicoanálisis, y esto, para Jinkis (2019), es sin clero:

 

“Parodiar un psicoanálisis con intención didáctica no era algo inédito, se hacía por segunda vez, después que Freud escribiera Laienanalyse. Se traduce por profano, laico, pero significa sin clero” (p.70).

 

  ¿A qué se refiere con “el clero”? ¿El clero que perpetúa el mito freudiano?

 

 

  Llamativamente al final de una de las clases que dictó en Barcelona, Masotta concluye afirmando que:

 

“los psicoanalistas, en la historia del psicoanálisis, individualmente, con respecto a la política, siempre han sido unos imbéciles. Cuando se ponen a hablar de política es lamentable” (Masotta, 1975, p.211).

 

  Es interesante como da cuenta de este ya viejo pero todavía actual y serio problema del intento de separar el psicoanálisis de la política, tanto en su enseñanza como en la práctica analítica. Situación similar que los artistas argentinos manifestaron en el marco de la intervención artística y la obra de arte y que se vio exacerbado con la dictadura militar de Onganía en 1966.

 

  Que haya un intento de separar psicoanálisis y política no detiene los pobres análisis y opiniones de algunos psicoanalistas. Como afirma Ferreyra (2020):

 

“Existe una dificultad de muchos psicoanalistas para leer la realidad política (...) Confunden la masa freudiana con la complejidad de un movimiento o fenómeno de masas” (p.199). Al mismo tiempo que “(...) critican de manera snob a un capitalismo abstracto, pero nunca sus consecuencias materiales en la vida cotidiana, incluidas las que los interpelan en su quehacer como ciudadanos y/o en los tratamientos que conducen” (Ferreyra, 2020, p.200).

 

  La pretendida ‒y falsa‒ neutralidad política que pregonan ciertas instituciones o agrupaciones de psicoanalistas no hace más que perpetuar la extraterritorialidad del psicoanálisis con respecto a la acción política, degradando la práctica y la enseñanza a una mera transmisión de una técnica.

 

 

  Hernández (2017) señala que entre 1965, año de la publicación Jacques Lacan o el inconsciente…, y 1969, año de la conferencia “Leer a Freud”, se sitúan los happenings llevados a cabo por Masotta. Considerando esto, plantea al psicoanálisis de Masotta como una extensión de su hacer artístico, es decir, no se trataría de hacer los happenings durante la enseñanza del psicoanálisis sino más bien de su capacidad de captar al público gracias a su experiencia y atención en la producción estética de esa época.

 

  Siguiendo este planteo, la propuesta de este escrito es pensar a la obra de Masotta no sólo como una extensión de su hacer artístico sino como un posicionamiento y planteo estético propio del psicoanálisis argentino masottiano que incluye la crítica a la posición política de los psicoanalistas y a las instituciones psicoanalíticas clásicas como también una forma de persuasión al público que participaba de las intervenciones de Masotta.

 

  A pesar del valor autónomo que adquiere la enseñanza del psicoanálisis a partir de los años setenta en Masotta, la articulación que se intentó señalar entre psicoanálisis-institución-política inspirada en la nueva estética impulsada por la vanguardia Argentina resulta de valor para el estudio de la obra de Masotta específicamente, como también para el estudio de su obra dentro de la historia del psicoanálisis argentino.

 

 

Fotografía*:

https://www.elcohetealaluna.com/arte-y-revolucion-en-los-dorados-sixties/

 

 

Bibliografía

 

-Ferreyra, J. (2020). “Zonceras analíticas”. En #PsicoanálisisEnVillaCrespo y otros ensayos. Buenos Aires: La docta ignorancia

-Hernández, M. (2017). “La encrucijada de Masotta”. En Oscar Masotta. La teoría como acción. México: Editorial RM.

-Jinkis, J. (2019). “Una pasión intelectual”. Conjetural N° 70. http://www.conjetural.com.ar/

-Longoni, A., Mestman, M. (2008). Del Di Tella al “Tucumán Arde”. Buenos Aires: Eudeba.

-Masotta, O. (1969). “Leer a Freud”. En Introducción a la lectura de Jacques Lacan. Buenos Aires: Eterna Cadencia. 2008.

-Masotta, O. (1975). Lecturas de psicoanálisis. Freud, Lacan. Buenos Aires. Paidós. 2015.

 

 


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