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El Perro Molina

12/07/2021- Por Liliana E. Gómez - Realizar Consulta

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La película describe un pasaje de la vida de Antonio Molina, “El Perro Molina”, de 50 a 60 años, asesino por encargo, con entradas y salidas de la cárcel. Simultáneamente, el Comisario Ibáñez, para quien hizo encargos en el pasado a cambio de su libertad, es abandonado por Natalia, su pareja, cansada de su olor a otras mujeres…

 

                                

 

 

 

Ficha técnica y artística

  

DirectorJosé Celestino Campusano

GuiónJosé Celestino Campusano

Música compuesta porClaudio Miño

ProductorJosé Celestino Campusano

          Fecha de estreno inicial11 de octubre de 2014

 

 

 

  La película describe un pasaje de la vida de Antonio Molina, “El Perro Molina”, de 50 a 60 años, asesino por encargo, con entradas y salidas de la cárcel. Simultáneamente, el Comisario Ibáñez, para quien hizo encargos en el pasado a cambio de su libertad, es abandonado por Natalia, su pareja, cansada de su olor a otras mujeres.

 

  Molina es leal con sus amigos y cree en el cumplimiento a la palabra dada, no se ajusta al nuevo orden en el que “los pendejos” de 13 años matan por nada, o traicionan.

Ibáñez le encarga que mate a Calavera, su amigo, regente del prostíbulo en el que trabaja Natalia. Su decisión de no hacerlo por ser el único hombre en el que confía, desencadena una serie de muertes y traiciones por la obcecación del comisario en recuperarla.

 

  Campusano, de Quilmes, zona sur, director y guionista de la película, creó la productora Cinebruto que existe bajo la forma de una asociación civil con sede en el conurbano bonaerense. Es un grupo de producción comunitaria que trabaja de forma horizontal y solidaria, todos los integrantes del staff de la película, actores, movileros, responsables del catering tienen igual importancia en el proyecto, según cuenta Campusano a Revista Anfibia.

 

  Su objetivo es “contar historias que el cine convencional o comercial no va a contar nunca”.

Asimismo, Campusano es uno de los fundadores del Cluster Audiovisual de Provincia de Buenos Aires. C.A.B.A., como su nombre lo indica, es ciudad autónoma, tiene un poder ejecutivo propio, Jefe de Gobierno, Poder Legislativo, Poder Judicial integrado por los Tribunales de la ciudad (TITULO IV, arts. 61 a 65, TITULO III, arts. 52 a 60, TITULO V, arts. 66 a 71). El conurbano, al que llamaremos AMBA, es la zona urbana común que comparten C.A.B.A. más 40 municipios.

 

  Campusano dice que el sello principal de Cinebruto es que la comunidad aporta personificación, contenidos, producción y posterior difusión… Son historias que lamentablemente se repiten tanto en el conurbano como en el interior del país pero de las que no vas a encontrar la noticia publicada en los diarios, lo cual es parte de un sistema de explotación.

 

  Cree en el verbo activo y por eso trabaja con gente que vive la experiencia.

Por tal razón en el film aparecen drogadictos, alcohólicos, narcos de poca monta, regentas y regentes de prostíbulos, asesinos a baja paga, adolescentes violentos y armados, policías-comisarios-corruptos.

 

Salvo este y su mujer Natalia, que viven en un chalet con jardín y verja de clase media acomodada, los demás viven en chozas precarias en medio de la nada, con caminos de tierra y de difícil acceso.

Molina mata por encargo y a la vez tiene un código moral: es leal con sus amigos y no traiciona.

 

  Después de descubierto el espacio (como geografía) y conquistado los cuerpos como geopolítica (Foucault) era necesario conquistar el imaginario desde una nueva comprensión religiosa del mundo de la vida, incorporando a los habitantes originarios a la modernidad mercantil-capitalista, siendo su otra cara explotada, dominada, encubierta. (p. 56/7).

 

  En Argentina en un momento se criminalizaron comunidades de habitantes originarios enteras, se les quitó el territorio, los derechos, aún hoy se cometen atropellos permanentes contra los quom, mapuches y tantos otros.

 

  Parte de la población se considera hija de los barcos, hablamos del interior como si fuéramos el exterior de algo (frase del actor Hugo Arana, Congreso de Teatro en el Teatro Cervantes, organizado por “Historia del Teatro Argentino”, a cargo del Prof. Pelletieri).

Por tal motivo, cuando Campusano habla del interior, de los “invisibles” por él visibilizados, nos hace ruido, igual que el ruido que quiere provocar con su cine.

 

  Es interesante su postura, la cual sostiene que el cine no es ficción ‒“pura mentira” dirá a la Revista Anfibia‒, sino historias de la gente común a la cual le pasan cosas comunes.

Violencia, corrupción, traiciones, adolescentes que te meten un balazo si los mirás de costado, o violan a una vecina simplemente porque se les cruzó en la calle, putas que se hacen putas por despecho ante la traición de su pareja, hombres que matan por encargo con un código de honor, enfrentados a los jóvenes por no tenerlo.

 

  Esquema que se adapta a la matriz de poder que opera en la constitución y perpetuación de las desigualdades sociales, bajo la forma de colonialidad de poder, del ser, del saber, cosmogónica, de género y del sentir. Quijano Aníbal (Perú 1928/2018).

 

  Los personajes de “El Perro…” responden al estereotipo que la clase media de C.A.B.A. y el resto del país tiene del AMBA, como de sus propios conurbanos, tierra de nadie, donde existen seres marginales, corruptos, que no trabajan.

 

  Se subalterniza y constituye a la clase social con menores recursos, instrucción etc., como el enemigo en nuevas formas emergentes de subdivisión territorial, fronteras permeables, lógicas regionales (ver Manifiesto Inaugural, Grupo Latinoamericano de Estudios Subalternos).

 

  Se nos vela las razones por las cuales viven así, en la línea fronteriza de la vida y la muerte. Se oculta las condiciones de vida del conurbano, por ejemplo el cierre de las fábricas desde el gobierno de Menem, los despidos en masa, el transporte precario con trenes cancelados, colectivos repletos, tiempo de viaje extenso, cierre de negocios y tener que migrar a C.A.B.A. La película es de 2014.

 

  Para Campusano la mujer es un objeto de uso e intercambio. Natalia es vendida a otro regente para evitar problemas con el comisario. El Comisario la busca porque no acepta como hombre y policía haber perdido algo que era de su propiedad. Natalia se hace puta por despecho, hastiada de sentirle olor a otras mujeres a su hombre, el que no puede evitar ver putas dos o tres veces por semana.

 

  Nada dice de la explotación por la que cada vez más cantidad de mujeres se ven sin trabajo, ella “no sabe hacer nada”, es ama de casa, es una visión patriarcal de la mujer. Tampoco habla del nuevo mercado laboral cada vez más competitivo, que paga sueldos de hambre, pero exige estudios cada vez más avanzados (ver Harvey David en La condición de la posmodernidad; Investigación sobre el cambio cultural, 1998).

 

  A la concepción estética europeizante acuñada por Emanuel Kant en la Crítica del Juicio, y el concepto de belleza de la obra artística, la situación reflexiva contemplativa del espectador frente a ella, de la Ilustración, la entendemos en la complicidad entre modernidad/racionalidad y su totalitaria noción de totalidad.

 

Quijano propone un concepto no totalitario de totalidad, totalidades coexistiendo en la pluriuniversalidad.

El lugar de la enunciación enlaza la clasificación racial y el orden normativo patriarcal, donde se sitúa el director al organizar la historia de la película, ajustándose a una visión degradada del Otro.

 

  Si se es donde uno se piensa, el cine comunitario, sea Cinebruto, Cine en Movimiento, donde nada es propio sino del común, es un movimiento que podría ampliarse a otros ámbitos. Si se hace una Asociación Civil como en Cinebruto, un acto de desprendimiento épistémico sería que la dirección, guion, producción de las películas sea a nombre de la Asociación Civil, en la cual por imposición de la autoridad de registro administrativo, las decisiones se tomen en asambleas de socios asistentes, en vez de figurar a nombre de una o más personas físicas.

La propiedad de la cosa como del territorio o de la fuente de trabajo genera situación de dominación y explotación mercantilista-capitalista.

 

  Oliveras dice que la tarea del arte es deshacer la alienación sensorial (por el exceso de estímulos: anestesiándonos en la percepción). Se trata de restaurar la perceptibilidad, videos que circulan en la web recientemente muestran la sobrestimulación de efectos visuales en ciudades de China y Japón, característica de la anestésica.

En “El Perro…” los disparos, insultos, gritos y violencia constante causan ese efecto y parecerían sostener el hilo narrativo.

 

  Hoy ¿asumimos nuestro deseo? O más bien nuestro estilo de vida, cuerpos, objetos, modas, están organizados por el mercado y el acelerado ritmo de la mercancía, tenemos una sensibilidad impuesta por los medios, nos quita el sentir fuera del sentir impuesto. Más aún, desconocemos cuál es el propio, estamos entonces ante la necroestética.

 

  La pandemia, por ejemplo, globalizó la enfermedad y la cura, pero no todos acceden a ella. Asimismo ha impuesto modas, modos de vida: el confinamiento y aislamiento donde el enemigo es el Otro, y a su vez somos su enemigo. Es uno de los ejercicios de violencia más refinada, quita toda posibilidad de construcción de lo que deseamos.

 

  Al comienzo de 2020 la OMS declaró que los tapabocas no eran eficaces como protección, no había cantidad suficiente para abastecer el mercado, al poco tiempo les dio su completo aval, y comenzó la producción en masa.

 

  Propuesta: descolonizar la colonialidad de nuestras mentes, sentimientos, crear nuevas categorías. ¿Dónde dice que el pensamiento es el “pienso luego existo”, dominio de la razón y dejar fuera el sentir? Reconocernos pluriuniversales, no globalizados sino con diferentes totalidades, ir en camino a lo común, buscar medios alternativos de difusión a los ya establecidos.

 

  En la senda trazada por el cine de Solanas, cuando la película se exhibía en fábricas, centros culturales, escuelas, universidades, nombrar las atrocidades por su nombre nos acerca a su reconocimiento estético, a la interpelación mediante las sensaciones.

 

  Para uno de los aniversarios del 24/03/1976 se hizo el siluetazo, una muestra en la que se pintaron 30000 manos de nuestros desaparecidos, rectifico de 30000 desaparecidos en el mundo, era romper con la percepción para crear una nueva a través de esas siluetas, hacer presente lo invisible, lo que fue negado, y no tenía nombre, movida que le debemos a las Madres de Plaza de Mayo, y es un símbolo en todo el mundo.

 

 

Nota: el presente desarrollo es producto de una presentación de la autora en el Seminario Estética decolonial dictado por la profesora Cecilia Fiel. Primer cuatrimestre 2021. Carrera de Artes. Filosofía y Letras (UBA).

 

 


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