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Cuarón y su Roma: sobre la política y sobre el amor

12/03/2019- Por Mariano Acuña - Realizar Consulta

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El texto propone desentrañar la obra del director Cuarón de una manera original y desde la vertiente psicoanalítica. Por un lado la analiza como un intento de historizar y resignificar el pasado tomando su “desinterés” aparente, como una manera propuesta por Lacán en su concepto de “antifilosofía”. Asimismo destaca su interés por el amor y sus actos desde la vertiente Lacaniana donde se metaforiza la “no relación sexual”.

 

 

    *

 

 

“Tobeffornottobeef, mi vida aquí, no daba más, me fui en un trip, togringolandia” (A)

“Si no hay amor que no haya nada entonces, alma mía ¡No vas a regatear!”(B)

 

                                                                     Indio Solari[1]

 

 

 

     El cine mexicano (el arte mexicano) ha retornado, una vez más. El cine mexicano, nos ofrece una nueva obra, Roma (dirigida por Alfonso Cuarón), que nos convoca a la reflexión, luego de permitirnos disfrutar de su belleza.

   

  A principios de siglo, este director filmó la distinguida película Y tu mamá también, obra que representa con un alto valor artístico, diversos aspectos de la condición humana, y de la propia cultura mexicana. Película que nos muestra los avatares en la vida de jóvenes, la amistad, el amor (el amor y sus desventuras, sus dificultades, sus sueños) y el odio y la muerte.

 

  La muerte y sus incertidumbres; sus enigmas, sus temores que abrazan a la humanidad, en los distintos tiempos, en las distintas culturas. Y la muerte en México; por diferencias de condiciones de vida, por violencia, por  luchas políticas, por efectos de planes económicos de opresión…  también, la muerte de una joven y bella mujer.

 

  En Roma, en la nueva película mexicana, se reflejan la continuidad de los temas mencionados, bajo la puesta en escena del blanco y negro (posibilita el acercamiento a los detalles vivenciales de aquel 1971) interpretados desde un presente particular para la vida de los mexicanos (la obra se filmó mientras el pueblo mexicano, eligió al frente nacional, que catapultó a la presidencia, a López Obrador.)

 

 

1.   La política y sus faltas.

 

“¿Quién de ustedes nos escribirá un ensayo, digno de Lamennais, sobre la indiferencia en materia de política?”.

 

                                                  Jacques Lacan.[2]

 

  En 1994, se presentó el tratado de libre comercio para América (ALCA), en Miami. En el mismo contexto, se produjo la rebelión zapatista en Chiapas. De esta manera, el rechazo al neoliberalismo, se expresó desde las particularidades que conllevan a la composición de comunidades indígenas.

 

  Al respecto, recordemos aquella escena, en el film de Cuarón, Y tu mamá también, protagonizada por, Julio y Tenoch, acompañando a una marcha en defensa del zapatismo, para lograr que la hermana de uno de ellos, le prestase un automóvil (con el que realizarán un anhelado viaje).

 

  De esta manera, se vislumbra como la tendencia de Cuarón, es la de aludir a la política (la política mexicana) de modo elíptico, ¿Acaso no resulta este modo; elíptico, sutil, establecido indirectamente, como tema complementario de la escena, el modo en que Lacan refiere para pensar la política?[3]. Por caso, en ese film, se evidencia el modo en que dos jóvenes que componen las clases privilegiadas, transcurren sus aventuras, mientras los acompañan la tensa realidad de una bella mujer y los de una sociedad convulsionada por disputas irresolubles.[4]

 

  La escena inaugural de Roma, muestra a un avión reflejado en un charco de agua. Al mismo tiempo, Cloe, la chica de origen mixteco que protagoniza la película, barre el patio de la casa de sus patrones. Entonces la cámara enfoca al charco, y la silueta del avión atraviesa el patio de la casa, la ciudad… ¿acaso el país? A partir de aquí la trama del film. A partir de aquí, la política y sus faltas, tratadas desde la  trascendental indiferencia.

 

  Roma y la política. Roma y la indiferencia en la política. Cuarón y su indiferencia en la política. Cuarón y su decisión de filmar una película, mientras un amplio sector de la población mexicana, decide postular a López Obrador a la jefatura de gobierno. Cuarón y su decisión de filmar (en blanco y negro, para representar una época, y en la misma representación construir imágenes con la resolución del blanco y negro).

 

  En el año de comienzo de su enseñanza pública, Jacques Lacan estableció una distinción entre los conceptos de historia y pasado. En efecto, la historia es la construcción (ficcional, en tanto hecho creativo: creacional) que se realiza desde el presente. Para realizar este hecho ficcional, es necesario conocer el pasado, en procura de re-significarlo[5].

 

  Esta perspectiva, creemos, es la que sostiene Cuarón, cuando nos convoca a revisar un episodio ligado a la violencia política. Al respecto, así lo demuestra la escena en que la marcha estudiantil universitaria, es reprimida no por la fuerzas de seguridad, sino por el grupo de choque paramilitar (conocido como Los Halcones, en el que participa el personaje Fermín) que asesina estudiantes, con la impunidad que otorga la representatividad del poder (económico-militar-mediático), al mismo tiempo en que la policía permanece detenida arriba de los camiones.

 

  Precisamente, es la escena que permite distinguir a los policías sentados sobre los camiones, la que nos convoca a la reflexión sobre los hechos ocurridos y sus respectivas interpretaciones. En este punto, la cámara de Cuarón interroga al pasado, ya que la propia historia (desde el presente) interroga al pasado. Si la versión del pasado, habilitaba a sostener que aquel día fueron los estudiantes los que sucumbieron a su mismo clima de violencia, en el que realizaban su militancia.

 

  La versión de Cuarón, por consiguiente, habilita a creer que la acción del grupo paramilitar, es el elemento a destacar para resignificar aquel clima de violencia política. En esta perspectiva, Roma convoca (desde la sutileza de su director, sutileza que ligamos al aludido des-interés en la política) a encontrar aquí (como lo hizo en el film del 2001) en el presente, el modo de entender la complejidad del escenario sociopolítico mexicano.

 

  Ahora bien, si adherimos a la versión de la historia, que implica una permanente resignificación del pasado, nos surge un aspecto que deberíamos considerar (tal como lo mencionamos) y es el hecho de que a finales del pasado año, López Obrador asumió la presidencia de México. Roma se gesta en este clima (político). Clima de  entusiasmo, de acentuadas simpatías y expectativas de construcción de una nueva realidad (es decir, de la juntura de lo imaginario con lo simbólico, como velo -o límite- ante lo imposible lógico que según Lacan, caracteriza a lo real).

 

  La figura del avión, que emana del charco de agua, al inicio de la película, retorna en la escena final. Asimismo, en algunas escenas, (¿en otro movimiento de des-interés por lo político?) se escucha el anhelo de hablar como gringos. El reproche de hablar y pensar como gringos, que algunos personajes se realizan entre sí, admite la presencia de ese ideal, que compone sin disimulos el alma de algunos habitantes de México.

 

  Al respecto: ¿será posible encontrar un enlace pertinente entre estas imágenes y el término (gringo, en rigortiene efecto de significante: parecerse a un gringo, hablar como un gringo, posibilita que emerja un sujeto, entre los significantes que aluden al ser, y los que se refieren al ideal de habitar el suelo norteamericano) en cuestión?

 

  Resulta destacable, en este punto, que Roma se filmó mientras el presidente de los Estados Unidos, propuso la construcción de un muro, para separar ambos países. En esta perspectiva, nos animamos a suponer que el avión de Cuarón, podría traspasar los límites del muro, trasladando a los que quieren ser como los gringos (tantoallí, en 1971, como en 2018), pero también, a cualquier ciudadano que quisiera visitar su país vecino, utilizando los derechos y las libertades que deberían corresponderse con criterios democráticos.

 

  La política y sus faltas. El acto de gobernar y sus faltas. El acto de gobernar, en tanto profesión imposible, al decir de Freud. La política mexicana y sus faltas. Faltas, que se corresponden con desigualdades inherentes a los efectos del neoliberalismo, a conflictos de raigambre indígenas, a manejo deficientes y corruptos del Estado, a decisiones gubernamentales de carácter sevillistas (a los intereses de los Estados Unidos), a la decadencia de la política y a la política (como acto de gobierno) decadente.

 

  En efecto, la asunción del nuevo gobierno mexicano, resulta el aspecto destacable y novedoso de la historia contemporánea mexicana. La situación de expectativa justificadas con la presidencia de López Obrador, permite suponer que esta vez, están dadas las condiciones para que se manifieste un acto de gobierno, que desde las imposibilidades de base, posibilite la generación de un escenario, que plantee una alternativa cierta al mero anhelo (de una porción del pueblo mexicano), de emprender un viaje a gringolandia. 

 

  El nuevo gobierno y el arte de Cuarón, creemos, se unen para hacer Historia (y por ende resignificar el pasado) y enaltecer (en el caso de Cuarón, también creemos, al modo en que Lacan invitaba a interpretar la política: con sus dosis de indiferencia) la propia política mexicana.

 

 

2.   El amor y sus faltas

 

“Solo el amor permite al goce condescender al deseo”

 

                                         Jacques Lacan[6]

 

  En su nueva película, Cuarón mantiene su interés por referenciar situaciones amorosas. Aquí y allá, en Roma, o en Y tu mamá… el amor se localiza en las vivencias de parejas; en los encuentros y también en los desencuentros (en sus rotundos desencuentros).

 

  Con respecto al sexo, en ambas películas, entendemos, Cuarón metaforiza con énfasis, el conocido y complejo concepto lacaniano, de la no existencia de la relación (en lengua castellana, resulta más apropiado utilizar proporción) sexual. El amor, por caso, hacia una bella y moribunda mujer; el de ella a dos jóvenes, el de éstos hacia ella, el de éstos entre sí.

 

  El amor y la amistad, la sublimación de dicho amor (“… el amor es la sublimación del deseo”)[7], el amor entre hermanos (y el odio entre hermanos, que presenta su destacado límite, cuando aflora el acto amoroso trascendental de Roma, el que denominaremos; el acto de Cloe). 

 

  El amor, que convoca a que alguien quiera ocupar las funciones parentales, y el amor que impide a un padre convertirse en algo más que un padre real (según Lacan, nada más que un espermatozoide), o el amor que le falta a una madre para alojar a un hijo, debido a sus temores, a sus incertidumbres, a la desolación.

   

  El amor y sus actos, los actos de amor. El acto que se establece en una escena (a partir de la cual, emerge un sujeto, que en rigor, será diferente a lo que era antes). El acto de Cloe en Roma, y la representación trascendental del amor (“dar lo que no se tiene, a alguien que no lo es”), a partir del cual, los personajes de la película se reconocen con nuevos derechos ante la (sus) vida.

    

  La cámara se posiciona sobre un mar convulsionado, con olas intensas. En la playa solo se encuentran Sofía, sus hijos pequeños y Cloe, la niñera de éstos. La madre se aparta del lugar, diciéndoles a sus hijos, que solo se metan al agua, hasta mojar sus pies. Cloe (se) recuerda con voz tímida, que tiene pánico al agua.

 

  Los chicos ingresan al mar, rápidamente se sumergen en las olas, su entusiasmo les impide escuchar el llamado de Cloe (para que retornen a la playa). Su mismo entusiasmo, los lleva a perderse de la vista de la niñera. En ese instante, Cloe decide ingresar al agua; con sus temores, con sus miedos, con su impericia (hasta ese momento, radical impericia) para desenvolverse en el agua, pero sin vacilaciones.

 

  De esta manera, Cloe rescata a los chicos del mar, en el instante en que el mismo mar, comienza a ocultarlos. Cloe los agarra, a uno, incluso lo va a buscar hasta un sitio en el que ella misma no hacía pié. Los chicos, su madre y Cloe se (re) encuentran en la playa. Allí se abrazan, allí Sofía, le dice a Cloe, que desde ahora serán una familia, allí los chicos le agradecen a Cloe, por haberles salvado la vida, allí la misma Cloe, reconoce que no quería tener a su bebé (que nació muerto)[8].

   

  Cuarón nos muestra, en ambas películas mencionadas, que el camino del amor es sinuoso, impredecible, cuando no errático. Las parejas, los matrimonios, los hermanos, los amigos (los amigos que no volvieron a verse), en las películas de Cuarón, transitan por estos caminos sinuosos, impredecibles, erráticos.

 

  Pero a la vez, con las expectativas de un artista comprometido con su tiempo, y con la modalidad de amor resultante de su tiempo, Cuarón le otorga a Cloe, la posibilidad de ejercitar el acto amoroso de salvar la vida de unos niños y de esta forma resignificar el sentimiento de amor, imperante en una familia.

 

  En este gesto, por ende, Roma nos convoca a interrogarnos por el amor, por el amor hacia otros, y por el amor hacia uno mismo. Bienvenida Roma.

 

 

Imagen*: Netflix

 

 

 

 

 

 

 



[1] SOLARI, Indio. A- To beef or not to beef. El tesoro de los inocentes.

B- El tesoro de los inocentes. Op. Cit.

 

[2] LACAN, Jacques.  La ciencia y la verdad Escritos 2. Siglo XXI. P. 837.

 

[3] En el mismo despliegue de la clase del seminario (el escrito en cuestión, es el reflejo de la primera clase del seminario El objeto del psicoanálisis) Lacan alude a la política, y lo hace, en modo elíptico. Para ilustrar este modo, toma como referencia a Freud y a su supuesto desinterés en la política. Ahora bien, resulta oportuno recordar, que el propio Freud había nominado la existencia del acto de gobernar, como uno de las tres profesiones imposibles. Por ende, el mecanismo elegido por Lacan, parece ser el de reflexionar sobre política, desde la imposibilidad, es decir, desde el sitio no alcanzado por una corriente filosófica (la conocida antifilosofía de Lacan, que nunca prescinde de los estudios filosóficos), ni por un partido político, ni por alguna militancia que se ligue a una ortodoxia definida. Desde este camino, invitó a su auditorio a pensar y escribir sobre el (des)interés en la política.

 

[4] En la película del año 2001, se representa el núcleo duro del conflicto socio político mexicano; la concentración de riquezas en las clases dominantes, el pensamiento intelectual como denunciante de esa situación, la rebelión zapatista (y sus masivas adhesiones que despierta en los llamados humanistas) con las reivindicaciones de los pueblos originarios. Y a la vez, la imperecedera ambición de ciertos mexicanos, en cruzar la frontera hacia los Estados Unidos, y convertirse en gringos. Demanda, que Cuarón traslada al presente de Roma, desde el cual, se registra que en aquel comienzo de la década del setenta, el sueño de ser gringoera un tema cotidiano en la población.

 

[5] “Es que no se trata para Freud, ni de memoria biológica, ni de mistificación intuicionista, ni de la paramnesia del síntoma, sino de rememoración, es decir de historia, que hace descansar sobre el único fiel de las certidumbres de fecha la balanza en que las conjeturas sobre el pasado hacen oscilar las promesas del futuro” LACAN, Jacques. Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis. Escritos 1. Siglo XXI. Pág. 246.

 

[6] LACAN, Jacques. El SEMINARIO. 10. La Angustia. Paidós. P. 194

 

[7] LACAN, Jacques. EL SEMINARIO. 10. OP. CIT. P195

 

[8] El llamado campo psicoanalítico no supo (o no pudo, lo mismo dá) ocupar un lugar de relevancia, durante los debates públicos sobre la ley del aborto, sucedidos en Argentina, durante el 2018. En esta oportunidad perdida, quedó silenciado el fundamento de que en una gestación, deberían encontrarse anudados el amor, el deseo y el goce. A partir de lo cual, dicha gestación, podrá dar lugar al nacimiento de un niño, y a la construcción de una subjetividad (cuya dimensión simbólica, ya estaba allí, antes de nacer.) En Roma, Las dificultades para lograr este trascendental enlace entre el cuerpo gestado y el niño por venir, llevaron a Cloe a reconocer, que no quería tener ese bebé.

 

 

 

 

 


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