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La infertilidad como síntoma de la época

27/12/2017- Por Gabriela Melluso - Realizar Consulta

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¿Es posible manipular al deseo de embarazo con la técnica de la ciencia? ¿Se condicen los tiempos del deseo con los tiempos de la ciencia? Y si es así, entonces ¿por qué el avance de la ciencia y la tecnología, con técnicas probadas y eficientes, no llegan a dar respuesta al deseo (¿deseo?) de embarazo en aquellas parejas que no pueden lograrlo?... Propongo pensar a la infertilidad sin causa orgánica demostrable, como un síntoma de la época actual, en el que la medicina y el psicoanálisis deberían aunarse y trabajar en el contexto del clima cultural-político-económico de la actualidad.

 

 

 

          

 

“Mi tema no es la enfermedad física en sí, sino el uso

que de ella se hace como figura o metáfora”.

                               

                                 Susan Sontag

 

  En la actualidad un importante número de parejas heterosexuales realiza una consulta médica por no lograr el anhelado embarazo. Gran parte de ellas, luego de un año de intentos fallidos, son puestas bajo el rótulo de “pareja infértil” y aquí comienza un derrotero de estudios diagnósticos para intentar arribar a una causa, muchas, la mayoría de las veces, no se consigue. La propuesta de tratamiento (¿tratamiento de qué?) si llega, con variedad, cada vez mayor y más compleja, de técnicas de reproducción asistida, sin embargo el logro del embarazo no aumentó considerablemente.

   Es por esto que propongo pensar a la infertilidad sin causa orgánica demostrable, como un síntoma de la época actual, en el que la medicina y el psicoanálisis deberían aunarse y trabajar en el contexto del clima cultural-político-económico de la actualidad.

Debería diferenciarse, según mi punto de vista, el anhelo de embarazo del anhelo de hijo, aunque para los fines de este escrito los pondré en la misma línea.

   La medicina, la ciencia y sus técnicas, actúan y proponen tratamientos desde el lugar de los modelos que rigen el hoy. El capitalismo con su prédica de convertir todo en mercancía (también un embarazo, un hijo), y como tal manipulable, empuja a las parejas a planificar un embarazo para determinada fecha, para determinado momento económico de la familia o momento propicio en el trabajo.

  Se calcula, se hacen cuentas. La sociedad de control se ha metido también en la constitución de las familias. La frase de nuestras abuelas “un hijo es una bendición”, dejó de tener vigencia. “Un hijo” se convirtió en objeto, y como tal se le demanda al médico, poniéndose, muchas veces, más en juego su deseo que el de la pareja.

  Frente a la caída del Nombre del Padre, el mundo hoy se rige por la lógica globalizadora y destotalizadora del no-todo. Ya no se trata de un conjunto con el límite otorgado por la excepción, por el Padre, sino de una serie, abierta, e inconsistente. ¿Qué sucede ahora que el padre, el que encarnaba la función de la excepción, del decir que no, ya no ocupa su función?

  En “Buenos días sabiduría” Miller cita a Kojéve y dice: “el hombre, lo viril, no existe, ya no existe”. Se refiere al declive de lo viril consecuente al declive del Padre, resultado de la desaparición de la excepción, lo que se ha llamado feminización del mundo. Al no-todo característico de la posición femenina ya no se le opone el todo de la posición masculina; y cuando una pareja está conformada por un hombre que se ubica en el lado masculino de las fórmulas, ahora sin la excepción, en su constitución subjetiva, y una mujer que se ubica en el lado femenino de las mismas, podría pensarse que el deseo de embarazo está solo regulado por el goce no-todo que la rige a ella y a la pareja, sin límite, deslocalizado, sin intervención del hombre en su función Padre para ponerle un coto, un orden, un de esta manera (y no de cualquiera).

  Una de las tantas consecuencias, en el tema que nos ocupa, podría ser la sensación de que todo es posible, no hay nada que no pueda hacerse, y menos si existen técnicas que prometen. La maternidad-paternidad ya no se juega, en muchos casos, en la mezcla de dichos, deseos, angustias de una pareja; sino en la inmediatez esperada del imposible is nothing que propone tratar al deseo como un objeto más que puede obtenerse a la vuelta de la esquina según el capricho de cada quien.

  Otra, podría ser la multiplicación y desregularización de las formas de gozar al salir del cobijo del Nombre del Padre. Y una de estas nuevas formas de gozar fue llamada judicialización, aludiendo a que en estos tiempos se recurre a un juez para que sancione qué está bien y qué está mal, en lugar de la autoridad del Nombre del Padre. Del mismo modo podríamos decir que la pareja que desea tener un hijo recurre a un médico para que sancione de qué modo hacerlo, y hasta para que él mismo lo haga.

  El cálculo y el control a los que aludimos más arriba, fuerzan el resultado, sin un tiempo para detenerse a pensar, sin un tiempo de comprender, originando una estructura semejante a la holofrase, sin intervalo, sin lugar para la tychè. Ese forzamiento que se produce por la aplicación de una regla, o de una técnica, le ahorra al sujeto tomar una decisión, le ahorra la angustia, pero ¿es por esta vía que puede arribarse a la maternidad-paternidad? ¿Actuaría la técnica de reproducción asistida como un punto de basta, un momento de concluir apresurado? ¿Responde esto a la cultura de la rapidación?

  ¿Es posible manipular al deseo de embarazo con la técnica de la ciencia? ¿Se condicen los tiempos del deseo con los tiempos de la ciencia? Y si es así, entonces ¿por qué el avance de la ciencia y la tecnología, con técnicas probadas y eficientes, no llegan a dar respuesta al deseo (¿deseo?) de embarazo en aquellas parejas que no pueden lograrlo?

 

Nota: imagen tomada del sitio https://www.iriesoul.com/cosmic-september/

 

 

Bibliografía

 

ü       Aleman, J.; “Capitalismo y sujeto”; Diario Página 12; Buenos Aires; 8/9/16

ü       Barros, M.; Intervención sobre el Nombre del Padre; Ediciones Grama; Buenos Aires; 2014

ü       Freud, S.; “El malestar en la cultura”; en Obras Completas, tomo 8; Editorial Biblioteca Nueva; Madrid; 2007

ü       Langer, M.; Maternidad y sexo; Editorial Paidós; Buenos Aires; 1985

ü       Miller, J. A.; “Buenos días sabiduría”; Revista Colofón Nº 14: 1996

ü       Miller, J. A.; “El inconsciente es político”; Revista Lacaniana Nº1, EOL Grama

ü       Miller, J. A., Laurent, E.; El Otro que no existe y sus comités de ética; Ed. Paidos; Buenos Aires; 2005

 

 

 


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