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  Letra Viva desde sus comienzos fue insignia y lugar. De cita para los psicoanalistas, en sus anaqueles Lacan y sus obras no eran censuradas.

  Woodrow Wilson, el texto que Freud escribiera con Bullit, el embajador norteamericano, sobre el controvertido presidente, fue la excusa de un doble inicio: de una amistad ‒le sugerí su publicación, no había edición de esta obra en español‒ y de un prolongado, para nuestros días, emprendimiento editorial.

  En Imago, la revista que lo representaba, hicimos la primera presentación de Lacan y su obra[1] que reiteramos diez años después[2]. Con valentía enfrentó juicios por supuesta publicación no autorizada de seminarios de Lacan. Fui testigo y pude aportar al juez la carta en que Lacan autorizaba esa publicación para circulación limitada.

  De igual modo, apoyó y propició la publicación de textos inspirados en la enseñanza del maestro que por una política discriminatoria no lograba el acceso a otra editorial.

  Su trato cordial, la inquebrantable amistad que disfrutamos, su consecuente posición en la relación con el psicoanálisis que valoramos, nos hace lamentar su pérdida reciente.

  Antes del final tuvimos la oportunidad reiterada del público reconocimiento por los años compartidos en la vigencia de una Letra Viva. Que seguirá viva entre nosotros.

Isidoro Vegh,
Abril de 2021.

[1]  IMAGO Revista de Psicoanálisis, Psiquiatría y Psicología: N°2 “¿Qué dice Lacan?”. Letra Viva. Buenos Aires, Noviembre de 1974.

[2]  IMAGO Revista de Psicoanálisis, Psiquiatría y Psicología: N°12 “Lacan diez años después”. Letra Viva. Buenos Aires, Noviembre de 1984.