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Acerca del psiquismo: tres ideas inspiradas por Marx y Freud para una crítica radical al capitalismo

24/06/2021- Por Luis Pablo López-Ríos - Realizar Consulta

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El autor realiza una apuesta en la articulación de los marcos teóricos de Freud y Marx. De la mano de Althusser y Horkheimer, construye una articulación sobre el andamiaje de tres conceptos: el psiquismo materialista, el psiquismo social y el psiquismo enajenado.

 

                                                                                                                               Freud y Marx                                       

 

 

Introducción

 

  Indudablemente, Marx y Freud representan un corte en la trama histórica de las ciencias y del pensamiento moderno. Es por Marx y Freud que podemos pensar la totalidad social desde otro terreno, un terreno no explotado por el capitalismo: su irrupción desde dentro de la sociedad capitalista representa un peligro para la élite, para aquellos que gozan de la plusvalía.

 

  Es gracias a Marx y Freud que podemos concebir de manera distinta al sujeto moderno y su psiquismo, aquel que había sido concebido como ente autónomo y guiado por sus propios intereses, por su psique; un sujeto puramente psicológico y ahistórico, como nos lo hace ver acertadamente Horkheimer (1932/2008).

 

  Partimos entonces de la premisa en la que el psiquismo no puede estar al margen de la estructura social, del modo de producción, del capitalismo. Así, el presente texto despliega tres ideas breves inspiradas por Marx y Freud acerca del psiquismo en el capitalismo, de tal manera que al pensar desde “otro terreno”, nos abrimos paso hacia la emancipación y la revolución social.

 

 

1-Psiquismo materialista

 

 

  A diferencia de las concepciones idealistas del psiquismo, es decir, aquellas que siempre “andan de cabeza”, podemos decir que Marx y Freud son materialistas porque, a modo de tesis básica, conciben la realidad independiente del pensamiento (Althusser, 1978/1996), en donde aquella determina a este y no al revés. El materialismo realista de Marx y Freud se oponen a la ficción idealista propia del capitalismo.

 

  Por ejemplo, Freud (1915/2010a) nos muestra que “la esencia de la pulsión(p. 208) se encuentra en el interior del organismo (en lo somático), siendo esta (la pulsión) “el verdadero motor de los progresos que han llevado a su actual desarrollo al sistema nervioso” (p. 209).

 

  Por su parte, Marx y Engels (1845/2012) nos enseñan que nuestro pensamiento se transforma “al transformar [primeramente] la realidad” partiendo siempre “de las condiciones reales sin perderlas de vista” (p. 52). De esta manera, la producción de las ideas está siempre “entrelazada con la actividad material y las relaciones materiales” (Marx y Engels, 1845/2012, p. 51).

 

  En este sentido, nuestro psiquismo ya no es pura fantasía, sino producto de la materia y su transformación por la actividad práctica del ser humano. Sin embargo, como habremos de ver en la siguiente idea, esta actividad práctica no se puede dar en aislamiento. Nuestro psiquismo está siempre marcado por la historia y por nuestra interacción con los otros como seres sociales.

 

 

2-Psiquismo social

 

  El carácter social del psiquismo se erosiona en el capitalismo: lo psíquico queda atomizado, reducido a algo puramente individual. Con Marx y Freud recuperamos este carácter social que es, a su vez, histórico.

 

  Freud (1921/2010c) nos recuerda que “toda psicología individual es al mismo tiempo, y desde el principio, psicología social” puesto que no puede “prescindir de las relaciones con sus semejantes” (p. 9), además sostiene que “la psicología colectiva es la psicología humana más antigua” (p. 70). En adición a lo anterior, “nos es dado volver a hallar en nuestros propios usos y costumbres” (Freud, 1913/2011, p. 9), las relaciones sociales y el psiquismo de la prehistoria.

 

  Marx (1844/2013), por su parte y adelantándose a Freud, nos recuerda que nuestra conciencia “es solo una forma teórica” de lo social, es decir, “es una abstracción de la vida real” (p. 177). La vida individual, dice Marx (1844/2013), no es distinta a la social. A su vez afirma que, aunque el pensar (individual) y el ser (social) están relativamente diferenciados, son al mismo tiempo “unidad” (Marx, 1844/2013, p. 178). Marx (1845/2012) enfatiza que “la esencia humana no es algo abstracto e inmanente a cada individuo” sino, por el contrario, es “el conjunto de las relaciones sociales” (p. 37).

 

  Reconocer el carácter social de nuestro psiquismo es repolitizarlo: no llegamos al mundo de manera aislada, y por ende, de forma autónoma. La autonomía se vuelve problemática a la luz del pensamiento marxiano y freudiano. Podemos adelantar, que la autonomía no es sino un invento perfecto de la clase dominante que permite la explotación de la clase proletaria.

 

 

3-Psiquismo enajenado

 

  La noción de autonomía permite la dominación y expansión del capitalismo en la medida en que ignora los determinantes antes descritos. La supuesta autonomía del yo se expresa en que este, es un ser dotado de consciencia omnipotente, sin embargo, explicar nuestro ser únicamente por la consciencia seria “una pretensión insostenible” (Freud, 1915/2010b).

 

  Lo consciente “autónomo” deviene efecto de lo inconsciente (Freud, 1915/2010b) y, por tanto, nuestro yo es todo menos autónomo. Lo consciente no sabe que es dominado por lo inconsciente; “nuestro yo se conduce en la vida pasivamente”, es decir, “somos vividos por poderes ignotos” (Freud, 1923/2012, p. 22).

 

  Hace falta mencionar que el aporte freudomarxista, como el de Reich (1934/1986) y el de Fenichel (1934/2017), enfatiza que lo inconsciente, a su vez, se configura a partir de la sociedad capitalista.

 

  En el capitalismo, el obrero no se pertenece, es decir, todo le es ajeno: su trabajo, el producto del mismo, y su ser (Marx, 1844/2013). Nuestras ideas, por ejemplo, no son nunca nuestras, sino, por el contrario, son las ideas de la clase dominante (Marx y Engels, 1848/2004).

 

  Las personas renuncian a su ser en el momento en que son introducidas al mercado sin poseer los medios de producción, únicamente con la capacidad de vender su fuerza de trabajo que, sin embargo, al venderla, ya no es propia, sino del capitalista quien la compra y explota su valor de uso (Marx, 1867/2014). Marx (1867/2014) advierte, incluso, que el capitalista, el dueño de los medios de producción, quien explota al obrero, no es ni siquiera autónomo; es, por el contrario, “capital personificado” (p. 141).

 

 

Conclusiones

 

  Estas tres ideas acerca del psiquismo inspiradas aquí por Marx y Freud son bastante generales, pero no por eso habremos de prescindir de ellas. Lo que podemos constatar es una articulación subversiva (a pesar de tener algunas diferencias) entre Marx y Freud, entre marxismo y psicoanálisis, para pensar de otra manera el psiquismo en la sociedad capitalista, mismo que ha sido completamente mistificado por el propio capital y sus aparatos ideológicos, entre ellos, la psicología dominante.

 

  Diremos pues, que, sin una concepción crítica del psiquismo, esto es, como producto de lo material, social y la enajenación en el capital, no podremos dar paso a una sociedad mejor, sin clases y sin opresión. Así como Marx abrió el camino al explicar la dinámica del capitalismo, así Freud expande este camino al explicar la dinámica psíquica en la sociedad.

 

  Podemos concebir al psicoanálisis, siguiendo a Pavón-Cuéllar (2019), como un medio del marxismo para superar el capitalismo y sus condiciones de opresión y represión. Tanto el marxismo como el freudismo, dice Badiou (2016/2019), nos ofrecen la oportunidad de “crear otra modernidad” proponiendo “algo revolucionario” (p. 65).

 

  El hecho de que la humanidad no haya decidido superar el capitalismo a pesar de sus crisis, se explica por el hecho de que hay ciertos mecanismos psíquicos que lo impiden, algo que falsea la consciencia de las personas; así, solo el marxismo podría apoyarse de la “psicología de lo inconsciente” (Horkheimer, 1932/2008) para explicar la estructura psíquica que nos ata a este sistema deshumanizador. Podemos resumir lo anterior en la fórmula siguiente: No Freud sin Marx, y no Marx sin Freud.

 

 

Referencias bibliográficas

 

Althusser, L. (1996). “Sobre Marx y Freud”. En Escritos sobre psicoanálisis. Freud y Lacan (pp. 193-211). México: Siglo XXI. (Original publicado en 1978).

Badiou, A. (2019). Qué entiendo yo por marxismo. Buenos Aires: Siglo XXI. (Original publicado en 2016).

Fenichel, O. (2017). “Sobre el psicoanálisis como embrión de una futura psicología dialéctico-materialista”. En I. Parker y D. Pavón-Cuéllar (eds.), Marxismo, psicología y psicoanálisis (pp. 222-229). México: Paradiso. (Original publicado en 1934).

Freud, S. (2010a). “Instintos y sus destinos” [Pulsiones y destinos de pulsión]. En El malestar de la cultura y otros ensayos (pp. 205-229). Madrid: Alianza. (Original publicado en 1915).

Freud, S. (2010b). “Lo inconsciente”. En El malestar de la cultura y otros ensayos (pp. 245-288). Madrid: Alianza. (Original publicado en 1915).

Freud, S. (2010c). Psicología de las masas. Madrid: Alianza. (Original publicado en 1921).

Freud, S. (2011). Tótem y Tabú. Madrid: Alianza. (Original publicado en 1913).

Freud, S. (2012). “El yo y el ello”. En El yo y el ello y otros escritos de metapsicología (pp. 9-62). Madrid: Alianza. (Original publicado en 1923)

Horkheimer, M. (2008). “Historia y psicología”. En Teoría crítica (pp. 22-42). Buenos Aires: Amorrortu. (Original publicado en 1932).

Marx, K. (2013). Manuscritos de economía y filosofía. Madrid: Alianza. (Original publicado en 1844).

Marx, K. (2012). “Tesis sobre Feuerbach”. En Escritos sobre materialismo histórico (pp. 33-39). Madrid: Alianza. (Original publicado en 1845).

Marx, K. (2014). El Capital I. Crítica de la economía política. México: Fondo de Cultura Económica. (Original publicado en 1867).

Marx, K. y Engels, F. (2012). “Feuerbach. Oposición entre las concepciones materialista e idealista”. En Escritos sobre materialismo histórico (pp. 41-101). Madrid: Alianza. (Original publicado en 1845).

Marx, K. y Engels, F. (2004). Manifiesto Comunista. Madrid: Akal. (Original publicado en 1848).

Pavón-Cuéllar, D. (2019). Comunismo y psicoanálisis ante el sujeto del sistema capitalista neoliberal. Clínica & Cultura, 8(1), 24-36.

Reich, W. (1986). Materialismo dialéctico y psicoanálisis. México: Siglo XXI. (Original publicado en 1934).

 

 

 


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