» Introducción al Psicoanálisis
Asunto psicótico, escisión y feedback19/11/2013- Por Maximiliano Vecchio - Realizar Consulta
La doctrina lacaniana permite crear una clínica diferencial a partir de elementos mínimos y diferenciales. En este artículo se trabajará cómo la transformación del esquema R en el esquema I, la holofrase y la radical división del sujeto, nos habilitan a acercarnos teóricamente a la dimensión psicótica.
Es vox populi en el gremio psicoanalítico el rechazo intelectual freudiano al término esquizofrenia mentado por Bleuler en 1911. Lo es mucho menos su consecuencia, a saber; la pérdida de la fina clínica psiquiátrica brindada por Kraepelin, Bleuler y compañía.
¿Cuál era la postura de Freud en ese momento? Sería bueno recordarla, cito:
“La designación de «esquizofrenia», propuesta por Bleuler para ese mismo grupo de formas (está hablando de la demencia precoz de Krepelin), cabría objetarle que sólo parece utilizable si uno no recuerda su significado literal- mente escindida- ; además, prejuzga demasiado, pues emplea para la denominación un carácter postulado en la teoría y que, por añadidura, no le es exclusivo y, a la luz de otros puntos de vista, no puede ser declarado el esencial. Pero, en general, no es muy importante cómo se nombre a los cuadros clínicos.”[1]
Para Freud, toda mente se encuentra internamente escindida. Lo que en su obra designa al aparato psíquico, en tanto superficie cerrada esferoide, está internamente dividido (Ello/Yo/Superyó) Más adelante en el texto, en coherencia con su postura, propone sustituir la expresión esquizofrenia por parafrenia. Es decir, una mente al margen de la que se encuentra dividida en el individuum psíquico en su forma estándar. Siguiendo el argumento de Freud, todos los normales tendrán una mente dividida siempre, y los ubicados bajo la rúbrica de psicosis pensarán diferente, de otra manera. De allí la validez del uso del prefijo “para”. Entonces, para Freud la división es interna al aparato psíquico y las posturas de Bleuler le resultan una redundancia. Actualmente, los debates acerca de esquizofrenia (mente dividida) no han perdido su tenor y más que nunca están sometidos a lo que Henry Ey llamo “el dilema psiquiatricida”
50 años más tarde del suceso freudiano, será Lacan quien tomará en serio la spaltung Bleuleriana y la levantará incluyéndola en por lo menos dos de sus tantas invenciones conceptuales. Estas dos herramientas, que admiten ser relacionadas, se nos presentan como creadoras de una clínica y discretamente útiles a la hora de un diagnostico diferencial. Los aparatos conceptuales que proponemos y usaremos son:
- La distorsión que opera transformando el esquema R en el esquema I. Es decir, la comparativa de esquemas, articulada a la estructura de la banda de Moebius (aislada en el esquema R y ausente el el I), nos podrá permitir plantear una clínica a partir de una serie de elementos mínimos.
- La fórmula de la esquizofrenia, empleada para escribir la falla en el lazo social, y que intentamos construir a partir del esquema de la holofrase del seminario 11.[2]
1 + (1+ (1+( 1 +(....)))).
Para Lacan, la estructura del esquema I intenta ser equivalente al proceso mismo de la psicosis. Entones ¿Qué presenta tal esquema en el cual nos pretendemos apoyar para trabajar?
La banda (mMiI), que representa en el esquema R el campo cerrado de la realidad, no se ha cerrado en el esquema I con un semi-torsión de índole moebiana. Ahora bien, al no aislarse una banda de moebius la realidad se presenta distorsionada, abierta, deformada, con aberraciones escópicas, y vaciada en los peores casos (delirio nihilista; fantasía de fin de mundo, muerte simbólica) Entonces, es difícil dudar de una psicosis en Schreber mientras estaba escribiendo sus memorias, pero, ¿hubiésemos dicho que era una psicosis mientras estudiaba derecho o cuando conoció a su mujer? ¿Qué hacemos en los casos donde el diagnóstico es dudoso, allí donde el discurso tiene los visos de una coherencia de un diálogo lógico y racional entre dos personas? Podemos decir que lo crucial es la existencia o no de un tratamiento del ser en banda de moebius.
La realidad tiene torsiones constantes, bucles de feedback permanentes y repetitivos. El lenguaje, su estructura, es la de ser dos, la de estar desdoblado. Sin embargo, este lenguaje que está siempre desdoblado, es el mismo. Hay salida y no hay salida de él. Hay mediante el comentario, la paráfrasis, y no hay debido a la ausencia de metalenguaje. Los viejos cassete de audio, de los que se usan en los grabadores que entran en una especie de loop o lazo, el tape está enrollado como una cinta de Moebius. Hay una división aparente y engañosa entre los lados, pero sólo hay un lado (Lacan resuelve con esto el problema de la doble inscripción, el problema de los 2 tipos de libido y la absurda idea del par antitético de las palabras). Aquí ubicaríamos la tradicional spaltung freudiana –mejor dicho, la lchspaltung (hendidura del yo) - la que le tiró encima a Bleuler, pretendiendo atravesar con ella los designios de la psicosis, la neurosis y la perversión. En Lacan podemos establecer al menos dos divisiones. Una será la aparente división del sujeto entre saber y verdad, entre el dicho y el decir, enmarcando una realidad en donde satisfacción e insatisfacción hacen una serie continua y lo simbólico/imaginario vela lo real. La división de índole moebiana, neurótica y otra radical, psicótica.
En el esquema I habrá banda cilíndrica de dos lados que implicará una ruptura fundamental. División esquizoide, discordancia psicótica. Se estará de un lado o se estará del otro. Allí el sujeto es o no es. Falta el artificio del loop o lazo que lo haga pasar de un lado a otro. La falla de la estructura moebiana implica el mantenimiento de una oposición del tipo sí-no, en que la afirmación y la negación son simultáneas e inseparables. Lo que especifica la disociación esquizofrénica es que es sin salida y reviste un carácter de fijeza
El esquema I de la psicosis la superficie contiene abismos y ya no es ni cerrada ni unilateral. Hay encuentros asintóticos y no hay cierre de la realidad. El marco de la realidad (que en el esquema r era una banda de Moebius) no está aislado, no hace uno. Este no poder hacer unidad se relaciona con la fórmula del dicho esquizofrénico, que tampoco hace uno. Y con la ausencia de límite finito introducido por la rama asintótica del esquema.
En matemática la función de los paréntesis es de hacer una unidad, que daría un marco. En la psicosis no funcionan los paréntesis, no hay marco, es un Uno separado de otro sucesivamente asintóticamente. Es un reseteo constante que nunca llega a prender el equipo. Es un Uno que nunca llega a serlo. Se corta en el intento. Marietan llama a esto la conservación del yo, en donde el pensamiento del paciente siempre es el mismo. Repite lo mismo y no puede dar cuenta de ello. Siguiendo los esquemas lacanianos, la fórmula esquizofrénica y la rama asintótica del esquema I, el sujeto de la psicosis nunca llegarà a lograr la unidad.
Los comentarios de Henry Ey respecto a la spaltung aclaran lo que queremos transmitir:
“Es lo primero característico de la persona esquizofrénica. La persona ha perdido su unidad, es decir, en último análisis, su realidad. Esta unidad es mantenida normalmente a través de todas las variaciones contingentes y los cambios que constituyen la trama histórica de su desarrollo. Ser realmente "si mismo" es lo que ya no puede el esquizofrénico, porque su existencia ya no es existencia de persona, o no es más que la de una persona que ha dejado de ser unitaria”.[3]
En electrónica la compensación de las distorsiones de un sistema de lazo abierto se realiza mediante técnicas de realimentación. ¿Qué es la realimentación, el feedback? es un mecanismo, un proceso cuya señal se mueve dentro de un sistema, y vuelve al principio de este sistema ella misma como en un bucle. Este bucle se llama "bucle de realimentación". En un sistema de control, hay entradas y salidas; cuando parte de la señal de salida del sistema, vuelve de nuevo al mismo como parte de su entrada, a esto se le llama “realimentación". Desde nuestro psicoanálisis podemos decir que L cadena significante funciona de esa manera, mediante englobamientos crecientes. Es el metalenguaje necesario que hace discriminación entre los animales y los hablanteseres. Un discurso bien establecido pone constantemente un dicho anterior entre comillas, como si fuera una cita y configura una secuencia que modaliza una posición respecto a lo que dije en esa cita.
En cibernética existen dos tipos de sistemas: los no realimentados o de lazo abierto y los realimentados o de lazo cerrado. El lazo cerrado funciona de tal manera que hace que el sistema se realimente, la salida vuelve al principio para que analice la diferencia y en una segunda opción ajuste más, así hasta que el error es 0. Los sistemas de lazo abierto no se comparan a la variable controlada con una entrada de referencia. Cada ajuste de entrada determina una posición de funcionamiento fijo en los elementos de control. Ante la presencia de perturbaciones, un sistema de control en lazo abierto no realiza la tarea deseada. En la práctica, el control en lazo abierto sólo se utiliza si se conoce la relación entre la entrada y la salida y si no hay perturbaciones externas.
Ahora bien, si decimos que la psicosis presenta un distorsión de la realidad por no operar la banda unilateral moebiana, y si decimos que la realidad se presenta abierta y sin límites, nos preguntamos ¿Cuáles son nuestras técnicas de realimentación en el asunto psicótico? Podemos aportar algo:
- Proveer una torsión que habilite un pasaje entre el ser y no ser de manera pacífica.
- Dialectizar los fragmentos dispersos para llegar al lazo social perdido.
- Darnos la posibilidad, aunque acotada, de calcular una intervención partiendo de los significantes que tenemos a disposición.
- Marcar los abismos para atenuar el horror que causa su insondable profundidad.
- Hacer operativa la lógica del no-todo mediante un “al menos algo no”
- Intentar poner en funcionamiento lo Otro del fenómeno y la pregunta consecuente.
Seremos conscientes, contemplando el reseteo psicótico, de los efectos limitados en el tiempo de dichas operaciones ¿Será necesario repetirla cuantas veces lo creamos pertinente?
Podemos crear una clínica diferencial de la psicosis con elementos mínimos. Hasta aquí tres: presencia o no del único corte válido de la realidad, con torsión moebiana unilateral o cilíndrica bilateral, función del abismo sin límite y tendencia a la infinitizacion (asintótica) que marca la imposibilidad de llegar al 1 y hacer una unidad (fórmula esquizofrénica)
Pensamos que Lacan recupera algo de la spaltung bleuleriana con estos conceptos. Sabemos que en psicoanálisis existen varios usos del concepto de división. Para Freud ésta será intrasistémica, cercana a los trabajos de Janet y Breuer y alejada de las consideraciones de Bleuler. Para Lacan, la división no amerita ser pensada en términos de afuera/adentro. Podemos marcar dos tipos de división: la del sujeto dividido entre s1 y s2, o entre ser y sentido, entre 0 y 1 o entre verdad y saber. Por otro lado, la división entre el sujeto y el objeto caído, tal como se presenta en la fórmula del fantasma.
Contemplando los aparatos teóricos consignados en este escrito, la adherencia de la división psicótica a una de estas divisiones puestas en stock nos crea otro problema. Sabemos que no es la división freudiana, pero tampoco la división lacaniana, de índole moebiana, que pone en funcionamiento lo Otro del fenómeno y da pie a la otra escena (denominado aquí la aparente división). Será mas bien una división de índole radical (soy o no soy), en la cual no operó el engaño aparente de la división neurótica (soy y/o no soy). En la serie 1 + (1+ (1+( 1 +(....)))) Ningún significante funciona como s2. La serie no se cierra, no se ordena. Cada 1 no hace lazo con el otro 1. El esquema I da cuenta del proceso psicótico. Específicamente, lo usamos para las psicosis esquizofrénicas en sus diferencias con la neurosis. Entonces, diremos que hay psicosis si la realidad no se arma moebianamente, si el agujero existencial es graficado como un vacío que no está limitado como en la neurosis y si no hay un punto de infinito que marca la pérdida de lo imposible.
Bibliografía:
Bleuler E. Dementia Praecox O El Grupo De Las Esquizofrenias. Ed. Polemos. 2007
Freud .S. Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia descrito autobiográficamente. Obras Completas. . Tomo XII. Ed. El Amorrortu . BsAs. 1991
Ey.H. Tratado de las alucinaciones. Tomo I. Ed. Polemos. BsAs. 2009
Ey. Henry. Tratado de Psiquiatria. Ed Toray Masson. Barcelona. 1975
Lacan. J. Seminario XI Ed. Paidos. BsAs 2002
Lacan, J. Escritos 2. Siglo veintiuno editores. BsAs 2008.
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