» Introducción al Psicoanálisis

Inconsciente

29/03/2018- Por Liliana Donzis - Realizar Consulta

Imprimir Imprimir    Tamaño texto:

El recorrido sugerido recala en la conceptualización del inconsciente a través del pensamiento freudiano y de los aportes teóricos de Jacques Lacan… ¿Qué es? ¿Qué implica? ¿Se sitúa en alguna ubicación precisa? ¿Lo revela el análisis? ¿Cuál es su relación con los sedimentos del lenguaje? ¿Con los sueños? ¿Con la lengua, el lenguaje y “lalangue”? Lo inconsciente y la metapsicología. Los tres registros, la transferencia, el objeto “a”, los significantes… las escuchas, lecturas y el devenir analítico, mediante apreciaciones propias y puntuaciones en la obra de los Maestros.

 

 

 

                        

                             “Extracción de la piedra de la locura”*

 

    Deseo enmarcar el concepto de Inconsciente con un poema de Alejandra Pizarnik que lo sitúa convenientemente. De su libro La piedra de la locura: 

“Murieron las formas despavoridas
Y no hubo más un afuera y un adentro
Nadie estaba escuchando el lugar
Porque el lugar no existía
Con el propósito de escuchar
Están escuchando el lugar
Adentro de tu máscara relampaguea la noche
Te atraviesan los graznidos
Te martillean con pájaros negros
Colores enemigos se unen en la tragedia”.
 

  Desplegaré el recorrido propuesto.

Considero que el “al menos dos” es de raigambre freudiano. Es así que Freud en el texto “Sobre un caso de paranoia contrario a la teoría psicoanalítica” se plantea sostener un par de entrevistas con una señorita que le envía un abogado pues éste advertía que la demanda que le formula tenía un tinte paranoide, Freud decide mantener con ella al menos dos entrevistas.

 

  ¿Por qué? Porque supone que en la segunda pueden emerger los sedimentos de lenguaje de la primera, los restos, los tropiezos, los fallidos, incluso que una significación produzca un efecto de barrido.

 

 Si del inconsciente se trata hay más de una escena. Agrego que Freud postuló que el inconsciente se despliega en otro escenario. Eine andere Schauplatz, que a propósito de los sueños designa topos del inconsciente. “La Psicopatología de la vida cotidiana”, “La interpretación de los sueños”, demuestran que en ese otro escenario se operan productos, hechos de lenguaje.

 

  Es desde esa perspectiva que Lacan en su retorno a Freud brinda el aforismo: “El inconsciente esta estructurado como un lenguaje”, esta formulación recorre a lo largo de su transmisión diferentes lógicas y presentaciones.

 

  En el último tiempo de su enseñanza 1975 Lacan ofreció una conferencia en Londres, en la Clínica Tavistock, en la que planteó lo siguiente:

 

  “La interpretación de los sueños, el chiste y psicopatología de la vida cotidiana nos permiten ver de entrada la práctica psicoanalítica y nos damos cuenta que se trata de palabras, que eso juega entre las palabras con el equívoco, el tropiezo y lo imprevisto. Una palabra puede servir para decir lo que sea, no hay ni un sueño ni un olvido que no sea un juego con las palabras.

Si lo reducimos a términos económicos, -cuantitativos en Freud implica placer/displacer- el carácter fulminante, como un rayo, que tiene la conducción de las palabras, es ante esto que hay que detenerse para que la palabra provoque su efecto. La economía de la que se trata es la economía de las palabras”.

 

  “Esto me ha llevado, agrega, a hablar de una vuelta a Freud, de centrar la cuestión en esto que él ha descubierto: la existencia del inconsciente”.

 

  Freud, en la Metapsicología, en el artículo “Lo inconsciente”, dice que el inconsciente es una hipótesis a verificar en ciertas condiciones y habla de un inconsciente radical que se pone en acto en un análisis cuya condicion es la transferencia. El inconsciente no es sino aquel sedimento del lenguaje que opera en un análisis.

 

  Lacan en 1975 dice “existencia del inconsciente”. ¿Qué es la existencia en Lacan? ¿Podríamos decir que existencia es decir “eso es”? ¿Se trata del ser? Incluso, ¿se trata del existente en términos filosóficos? ¿Qué es la existencia? ¿Este “fuera de sitio”? Tal como lo considera Heidegger, este fuera de lugar?

 

  Asimismo vale recordar que en el Seminario “La lógica del Fantasma” plantea dos existencias por una parte una existencia lógica y por la otra la existencia de hecho. Esta última concierne al desarrollo del parlêtre en un análisis.

 

  Dice “existe el inconsciente”, agregamos “en un análisis” y ahí nos tranquilizamos un poco. Si formulamos la pregunta acerca de qué implica el inconsciente, cada uno va a decir una frase absolutamente diferente acerca de la hipótesis y la existencia del inconsciente.

 

  Lo rico de la cuestión es que podría haber diferentes maneras de pensar, incluso hasta diferentes ideas acerca de esta hipótesis pero de lo que no dudamos, cada uno de nosotros, es de su existencia en un análisis.

 

  En la última publicación de Lalengua, el periódico de Convergencia, destinado a recoger breves comentarios del texto lacaniano Posición de inconsciente, en uno de los trabajos se plantea, muy fuertemente, que la hipótesis del inconsciente es notada en el  uno por uno. ¿Vale que intentemos generalizar algo de la hipótesis del inconsciente, si finalmente es una existencia singular en cada análisis?

 

  Cito a Lacan en la misma conferencia: “El inconsciente no tiene nada que ver con el funcionamiento del cuerpo. Esto da que no sabemos qué pasa en nuestro hígado o en nuestro estómago cuando digerimos. Freud, por ejemplo, nunca hizo esta identificación entre cuerpo e inconsciente, reservó el término ‘inconsciente’ para sueños, lapsus, actos fallidos. Y esto se interpreta por una serie de palabras.”

 

  “Se interpreta” implica que ya su decir es una interpretación y “se interpreta”, concierne al mismo tiempo a la intervención analítica, se escucha, se escande el decir del analizante en el recorrido de un análisis.

 

  Advertimos que entre la interpretación de un decir y aquello que es intervención del analista no hay sino una sola superficie, que podemos considerar moebiana, ni adentro ni afuera, ni uno ni otro, pero con un punto exterior a esta concatenación, en esta banda de möebius. Ese punto exterior lo llamamos falo. Un punto sin significación. Significante fálico vacío de significación.

 

  Entre el decir y la escucha surge esa chispa, ese relámpago, que demuestra que el inconsciente es una superficie sin profundidad. No hay sino lo que se dice, las palabras. Y en esa superficie aparecen tropiezos, deslices, lapsus, chistes, sueños.

 

  En la conferencia de 1975, en Londres, contemporánea al seminario “Le sinthome”, en el que los tres registros anudados permiten entre otras consecuencias que los nombres del padre evidencien su eficacia en las tres dimensiones R.S.I. Los registros enlazados, Sinthome como cuarto nudo. En ese tiempo, incluso en esta conferencia menciona asimismo la diferencia entre lengua, lenguaje y lalangue.

 

  “El inconsciente está estructurado como un lenguaje”, es una de las primeras definiciones que nos brindo el maestro haciendo una exhaustación de lo que aportaron los lingüistas, no obstante precisa que: “Nuestro inconsciente no es el que eventualmente pudiera surgir de la enseñanza de una lengua, está estructurado como un lenguaje, no es un lenguaje en sí mismo”.

 

  El inconsciente no es el jungiano compuesto por arquetipos y simbolismos al modo de un metalenguaje. Recordemos que un simbolismo no es igual a lo simbólico.

 

  Lacan, en 1975 reserva el término inconsciente para los sueños, lapsus, actos fallidos, materializados mediante una serie de palabras. No las sitúa del lado de los simbolismos para interpretar. No las sitúa del lado del cuerpo ni como consistencia ni como imagen especular. Dice: “Esto se interpreta -actos fallidos, sueños, lapsus- mediante una serie de palabras, yo digo palabras pero pueden ser frases enteras que hacen a la unidad de lo simbólico”.

 

  Alude a lo simbólico. De esto no tenemos dudas pero podríamos agregar que no sólo hace a lo simbólico.

“Lo simbólico es el uso del lenguaje pero tenemos que diferenciar entre lengua y lenguaje.” Y también, si lo simbólico es el uso del lenguaje y el inconsciente está del lado del lenguaje es de interés su diferencia con lalangue. Esta última no es igual a la lengua que aprendemos, y aquí cito un comentario de Isidoro Vegh “la lalangue no se aprende en un conservatorio”.

 

  Por mi parte agrego que es producto de una transmision. No es lo mismo repetir y decir la misma cosa. En la repetición participa el trazo que no cesa de escribirse, mientras que -Lacan dixit- “decir la misma cosa se mide como la diferencia entre hablar y parlotear”.

 

  En esta conferencia de 1975 nos dice expresamente el inconsciente es bavardage, parloteo. El “bla bla” del inconsciente se produce entre sonido, significante y letra. Los fonemas se articulan tanto en los sonidos como en la ortografía. En lo que se dice y en lo que se oye y también lo que se escribe.

 

  Este parloteo no es el decir, aunque se articula en el decir corriente, en el discurso de uso corriente. Es un parloteo que hunde sus raíces en lo real, tal como Freud expuso magistralmente en el ejemplo de Signorelli, en el que nos advierte que sexo y muerte participan y activan el olvido. Al mismo tiempo que nos dice que hay algo del orden de lo unnerkant, lo imposible de reconocer, irreductible e irrepresentable en la realidad psíquica salvo por la vía del fantasma, en sus argumentos y en los rodeos pulsionales o bien a través de la angustia mordiendo lo real.

 

  Es así que por vía del fantasma sexo y muerte reaparecen en el síntoma en tanto letra coagulada portando una verdad articulable en el parloteo.

El saber, por Freud designado del inconsciente hace de lo real, real humano, el humus humano, tierra y lenguaje, tierra del lenguaje y por ende prohibición, deseo y sexo.

Mas de una vez nos preguntamos siguiendo la hipótesis del inconsciente por la articulación muerte-sexo con lo pulsional. ¿Por qué habla Freud de primera y de segunda tópica?

 

  Freud en su segunda tópica intenta articular lo pulsional, particularmente con relación al Ello, es allí que podemos intentar articular inconsciente y pulsión. El inconsciente “n + 1” implica que puede agregarse un significante más, una palabra más, una asociación más.

 

  Sin embargo es por vía de lo que se va fantasmatizando en el recorrido de un análisis, que en este atravesamiento puede, de modo contingente, el uno en más detenerse ante el objeto haciendo a la sustancia fantasmática. Significante e imagen. Parloteo y objeto a. Bavardage y punto de detención.

 

  Si la realidad del inconsciente es sexual no es ajena a lo pulsional que en última instancia remite a sexo y muerte, y se manifiesta con el parloteo empastado en los circuitos de la pulsión poniendo en evidencia el sujeto dividido. Porque hay un tope al “bla bla” aparece lo fantasmático.

 

  Por eso decía que el inconsciente puede ser eternizable y el analisis interminable si no lo pensamos articulado al objeto y a las especies pulsionales. Ahora bien la hipótesis del inconsciente se verifica en un análisis porque hay finales de análisis.

 

  ¿Qué es aquello que Freud denominó “el ombligo del sueño”? Lacan, en los años setenta, dice que el ombligo del sueño corresponde a lo Unerkannt, lo imposible de reconocer es lo que Freud nos propone en el sueño de la inyección de Irma, y dice:

 

  “ese punto de ovillado más allá del cual no se puede acceder, punto de ovillado del inconsciente...”. Punto de ovillado que en Lacan sitúa como anudamiento entre saber y goce, entre inconsciente y lo real pulsional.

 

  ¿Qué es el ombligo del sueño? En el capítulo VII de “La interpretación de los sueños” Freud se refirió a un núcleo apelotonado que en el sueño resiste a la interpretación. Lacan refirió que ese ombligo es lo que no cesa de no escribirse. Hay un punto real que toca las formaciones del inconsciente.

 

  El inconsciente procede por interpretación, por eso podemos formular la pregunta “¿quién interpreta, el analista o el analizante?”. No hay inconsciente por fuera de la transferencia, ya que se produce entre palabra y palabra en un análisis. Este punto Unerkannt, apelotonado en el sueño de la inyección de Irma, sueño freudiano por excelencia, Freud está incluido como soñante y también incluye como analista a su amigo Fliess, el soñante y aquel al que se dirige la transferencia.

 

  En el seminario II, Lacan plantea que no se puede llegar más allá de este ombligo, es lo mismo que dice Freud, cuando llega al punto de la interpretación de su sueño y le es imposible avanzar. La escritura de las letras de la trimetilamina que se leen, es el topos en el que se detiene, en las gruesas letras que aparecen en la garganta de Irma.

 

  Hay algo allí, entiendo que está expresado, que hace tope de un modo radical y no hay ningún acceso más allá de este punto de real. Un núcleo apelotonado que se resiste a la interpretación, también podemos decir que se resiste a la lectura.

 

  Lo que se ovilla, se trata del límite del saber inconsciente descifrable en el parloteo palabra tras palabra. Lo que se ovilla, entonces, en ese ombligo del sueño que Freud nos comunica en el sueño de la inyección de Irma, en ese punto de umbilicación de los significantes, si se me permite decirlo así, corresponde a lo que denominamos el saber.

 

  Freud llegado a este punto plantea que las palabras son manejadas por el sueño de la misma forma que las cosas y que experimentan la misma urdimbre ya sean cómicas o en raras creaciones léxicas. Se trata de una madeja de pensamientos oníricos que no se dejan desenredar que no cesarán de no inscribirse.

 

  Lacan, en ese mismo Seminario, nos manifiesta que se trata de lo no aprehensible pero que permite el surgimiento de las relaciones del sujeto con lo simbólico así como también la relación con lo real que surge más allá de toda mediación imaginaria o simbólica.

 

  En el sueño de la inyección de Irma -Lacan dixit- surge lo más angustiante de la vida de Freud, sus relaciones con las mujeres y sus relaciones con la muerte que se amalgaman en este sueño poniendo sobre el tapete el límite del deseo.

 

  Debemos tener en cuenta que Lacan no trabaja los mismos conceptos logicos ni la misma lógica cuando trabaja con la lógica nodal en R.S.I. Y aquella que plantea en el Seminario conocido como “Las formaciones del inconsciente”. Estoy tratando de enunciar que: no porque avance al Sinthome deja de haber síntoma en el sentido de las formaciones del inconsciente.

 

  Dicho en distintas modalidades y acudiendo a diversas lógicas a lo largo de su enseñanza. Lacan avanza con el inconsciente freudiano, es así como en uno de sus últimos seminarios, conocido como La Topología y el Tiempo retoma la cuestión del ombligo del sueño y lo Unerkannt, dejando a este último en estrecha relación a la represión originaria haciendo límite a lo real.

 

  En un análisis procedemos la mayor parte de las veces desde las eficacias de los enlaces R.S.I., en el que las llamadas formaciones del inconsciente operan con la legalidad del síntoma y el goce fálico, sueños, lapsus, chiste y nos interesan porque portan y develan la verdad que se encabalga en la lalengua, palabra tras palabra.

Decimos que hay un significante tras otro en el “bla bla”, pero cualquiera que haya pasado por un análisis puede reconocer los puntos de inflexión y de detención del “bla bla”.

 

  ¿Qué es lo que detiene el “bla bla”? El objeto a. Detiene la infinitud que promueve el significante.

Lo que se ovilla, entonces, en este punto de umbilicación -más allá del cual Freud dice en el sueño de la inyección de Irma “no se puede acceder”- es ese punto de anillado, punto de enlace, entre inconsciente y real, entre simbólico y real. Punto de detención y también de relanzamiento. Nos detenemos en la arista real del objeto.

 

  Se detiene la cadena asociativa, la asociación libre que no es tan libre, en el punto en el que hay algo que ya no puede decirse. Como le pasó a Freud cuando hablaba en un sueño a sus amigos a quienes les preguntaba por su responsabilidad en la enfermedad de Irma. Pese a que, según la lectura que nos ofrece en la comunicación de este sueño, el deseo del sueño se realiza como desculpabilización.

 

  Punto de umbilicación es también un modo de plantear el enlace simbólico-real, inconsciente-real. Más allá del cual ya no se puede decir.

 

  Ombligo del sueño lo llamó Freud, que no tenía noticias de lo real sin embargo dice Wirklichkeit, realidad operatoria. Si lo siguen en esos textos se van a encontrar con que advertía una detención que dijo de muchas maneras y que por ahora me gustaría plantearlo como punto de detención, de ovillado y apelotonamiento de la urdimbre, ombligo del sueño.

 

  Allí se ovilla ese saber que como tal es simbólico pero se ovilla, se anuda, a un real imposible de decir, en el cual la repetición ya no puede seguir repitiendo, no se puede repetir el trazo.

 

  Daniel Paola decía en este seminario que el análisis del inconsciente propuesto por Freud descentra al parlêtre. Coincido plenamente. Y lo envía a otro lugar. ¿Dónde? Freud lo llamaba “a otro escenario”. Es en este otro escenario donde se pone en cuestión la verdad. Ese otro escenario, que en ocasiones es el escenario que aportan los sueños, poniendo en cuestión la verdad.

 

  Es por esto que el inconsciente juega con el pas de sens, paso de sentido y sin-sentido, no-sentido y también con el bavardage. “Bla bla”.

 

  “Diga su bla bla”, dice Lacan, en un análisis. Invitamos al paciente a que “blablablee”. Después agrega: lo único que hacemos en un análisis es hablar de amor. Es cierto, a veces nos duele y a veces nos anima. Nos conmueve al paso de la transferencia que se juega en lo real de la posición del analista. Dicho en los términos del epígrafe que elegí de Pizarnik, con un pequeño cambio… 

“Con el propósito de escuchar
Están escuchando el lugar
Adentro de tu máscara relámpaguea la noche
Y no hubo más un afuera y un adentro”…
 

  El inconsciente se permite y nos permite ese paso de sentido cuando se trata del enlace concerniente a lo imaginario y lo simbólico. En lengua francesa, pas de sens. Paso de sentido. Sin-sentido. No-sentido.

Hay un paso de sentido en el pas, que es un pase en francés. Pero pas de sens también es no-sentido, es una negación del sentido que se inviste, reviste, adorna, pincela y colorea. Cinematografiado, como en los sueños, poetizado, por la pulsión entre palabra e imagen.

 

  Hay un pase de sentido, puede haber un sin-sentido. Isidoro Vegh tomó algo de esto en su clase cuando trabajó los círculos de Euler, entre el sujeto y el Otro: la alienación. Sentido. Sin-sentido. Entre simbólico e imaginario.

 

  En los movimientos del sentido y su quiebre fragmentamos la lengua, para que de sus detritus algo pase y emerja mientras que se descompone lalangue en sus sonidos y letras.

 

  Lacan no olvida lo propuesto por Freud pero descubre que no es en la localización topográfica donde hallamos el relámpago del inconsciente sino en los sedimentos de la lengua. La inmixión entre los tres registros queda enunciada entre el sentido, su paso y la descomposición de la lengua hasta la letra que hace límite al saber. El ejemplo del sueño de la inyección de Irma es para estas consideraciones de una importancia crucial.

 

  Que no haya un sentido o una significación única de los sueños nos permite decir que el sueño mismo no sea un puro “bla bla”, y que en este “bla bla” algo me despierte. Me despierta. Nos despierta algo que no es ajeno a lo real, punto de urdimbre que en el ovillado toca lo real.

 

  Por otra parte, el inconsciente como pas de sens es también paso, investido por la pulsión entre palabra e imagen, entre simbólico e imaginario.

 

  Lo simbolico no recubre lo real, sin embargo es por la vía de una lengua entre otras que en un análisis se fragmenta en los destellos entre significante y letra, por la homofonía y por la transliteración.

 

  El análisis nos permite estas operaciones en el discurso y en la lengua que nos enseñaron nuestros parientes y que nos transmitieron entre equívocos, chistes, lapsus, amores, odios, eso que es la pasta de nuestro trabajo cotidiano. Motivo por el cual en el sueño de la inyección de Irma emerge Freud, el sujeto Freud entre significantes, y no es seguramente el mismo para otro soñante con la misma Irma.

 

  El inconsciente es en tanto sedimento de lenguaje, entre palabra y objeto, lalangue entreverada por el trabajo pulsional en el transcurrir de un análisis y aún cuando esté anudado, irremediablemente, será inaccesible ese punto que Freud llamó ombligo del sueño, hiancia por la que al mismo tiempo participa de la emergencia de sueños, lapsus y olvidos.

 

  En La Instancia de la Letra Lacan nos comenta que es por efecto de la barra de la castración habrá algo irreductible. Que por más que hablemos y hablemos habrá algo inaccesible y por ende será imposible encontrar una significación absoluta. La falta en el Otro, el significante del Otro barrado, la castración, son eficacias de la castración y es solidario de la llamada por Freud represión primaria.

 

  Para concluir. El analista forma parte del concepto de inconsciente. Se deduce del imperio de la transferencia y de la presencia del analista.

La transferencia es la puesta en acto de la realidad del inconsciente, que es sexual, pulsional.

 

  ¿Por qué digo que es pulsional? Porque ante la falta de significación fundante, discordancia radical por efecto del lenguaje, la desarmonía radical sexo y muerte que introduce el lenguaje como condición del inconsciente engaña con más y más significantes que enhebrados al objeto pasan de la retórica a la gramática. Y es así que las formaciones del inconsciente son síntomas envueltos en argumentos. Síntomas a cifrar en su relación final a sexo y muerte. 

 

Nota*: oleo sobre tabla de roble del pintor holandés “El Bosco” (1450 – 1516), expuesto en el Museo Nacional del Prado (Madrid)

 


© elSigma.com - Todos los derechos reservados


Recibí los newsletters de elSigma

Completá este formulario

Actividades Destacadas

La Tercera: Asistencia y Docencia en Psicoanálisis

Programa de Formación Integral en Psicoanálisis
Leer más
Realizar consulta

Del mismo autor

» El cuerpo barroco
» Liliana Donzis en la charla "Inconsciente y letra en la clínica con niños"
» Inconsciente y niñez

Búsquedas relacionadas

» “Lo inconsciente”
» teorizaciones
» Freud
» Lacan
» metapsicología
» psicoanálisis
» sueños
» objeto “a”
» Pizarnik
» lenguaje
» lalangue
» significantes