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Comentario del libro “Construcción de una nueva normalidad: Notas de un Chile pandémico”, de Nicol Barria-Asenjo

19/05/2021- Por Jairo Gallo Acosta - Realizar Consulta

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El soñar con lo imposible tiene que ver con el quebrar la “triste repetición de errores históricos que solo perjudican a los más pobres y desvalidos”, el Covid y su pandemia ha sido un hito histórico y como tal tiene que traer transformaciones, aunque muchos no lo quieran y pretendan retornar a una anterior normalidad que ya no existe y no existirá.

 

                      

                                 Psimática Editorial. Madrid. 2021

 

 

  Nicol Barria-Asenjo es de esas jóvenes practicantes del psicoanálisis que tiene la ventaja de no haberse formado en esas escuelas que a pesar de ellas mismas terminan encuadrando una práctica, y en eso tanto las instituciones de la IPA como las variantes lacanianas cayeron y siguen cayendo. En esas escuelas se sigue sosteniendo la figura de un Otro que a pesar de sus destituciones sigue vigente bajo el lugar del maestro o jefe de escuela.

 

  Es por eso que Nicol en este libro: “Construcción de una nueva normalidad: Notas de un Chile pandémico” no teme usar la teoría psicoanalítica como otros saberes desde la “Historia”, “Filosofía”, “Psicoanálisis” y “Política”, de una manera poco escuelera para hablar del tema que nos ha concernido a todxs en los últimos meses: el Covid y su pandemia contextualizado en el país donde habita la autora: Chile.

 

  El Covid funciona como dice en el prólogo que realiza el filósofo esloveno Zizek como un significante amo que logra enlazar a otros significantes, constituyéndose una realidad pandémica que ya en su misma apariencia muestra los estragos de una realidad sobre los sujetos y sus subjetividades, estos estragos van desde una pobreza cada vez más generalizada, exclusión, racismo, violencia, desempleo o trabajo precario, feminicidios, xenofobias, entre otras cosas.

 

  El Covid y su pandemia rompió con esa realidad ideológica que nos protegía de ese Real que en países como Chile ‒se podría decir en toda Latinoamericana (la región más inequitativa del mundo) tiene que ver con una precariedad social‒, y Nicol Barría-Asenjo no los muestra en este libro cuando dice: “Chile despertó”.

 

Lo hace mostrando lo que el sueño ya decía, que habría algo que no funcionaba en esa realidad capitalista neoliberal, en ese paraíso liberal o como nos decían a todos en Latinoamérica (por lo menos en Colombia), el milagro chileno no sólo tenía fisuras, sino que desde esas fisuras se podría ver que allí no se ofrecía eso que se pregonaba, que las deudas adquiridas por los créditos para tener vivienda, salud y educación no eran para mejorar las condiciones sociales de los sujetos sino para endeudarlos y mantener unas lógicas financieras especulativas, algo así como la fábrica de hombres endeudados como lo señala Lazzarato en su libro.

 

  En Chile el “milagro” se sostenía en el ideal del poder acceder a ciertos consumos y derechos (educación, salud, pensiones, vivienda) con créditos que te ofrecían “amablemente” los bancos, somos libres para adquirir créditos, eso fue lo que trajo el experimento neoliberal que se comenzó a implantar en Chile gracias al derrocamiento del gobierno democrático de Allende y la imposición de la dictadura de Pinochet.

 

  Tuvo que llegar el Covid y su pandemia para sacarnos de ese encantamiento crediticio, de esa inercia que poco a poco había impuesto los ideales neoliberales del emprendimiento, éxito, felicidad y demás. El Covid lo que hizo fue señalarnos que esa realidad cada vez era más aplastante para muchxs, que mientras como dice Nicol Barría, unos cuantos se aislaban para descansar en sus casas campestres a las afueras de la ciudad, los demás tenían que ver como hacían para sobrevivir en unas ciudades con muchas restricciones para tal fin.

 

  Nicol Barría-Asenjo trata de mostrar en este libro con las armas de la palabra escrita lo que la pandemia develó, no desde una posición cómoda detrás de un computador y robarse el protagonismo de los que luchan en las calles, ella entiende que su lucha es mostrando esas luchas de: “Los siempre olvidados”.

 

  Para ella la escritura prevalece desde un contexto de lo político, es colocar en un lugar honorable a esos siempre olvidados: aquellos olvidados por el Estado, por las instituciones, los siempre olvidados que los escritores cercanos a la izquierda política NO OLVIDAMOS”.

 

  Lo que tampoco hay que olvidar que en Chile y eso nos recuerda el libro es que antes de la pandemia a finales del 2019 se venían gestando protestas y manifestaciones que la misma pandemia ayudó a sofocar para alivio de los gobernantes de turno.

 

  Esos mismos que habían llevado con sus políticas a manifestarse en las calles, esta calma debida a los confinamientos, aislamientos y demás medidas tomadas por los gobiernos para contener el avance de la pandemia, y para que los precarios servicios de salud no se desbordaran rápidamente, mostrando que la privatización de estos servicios no habían servido no sólo para mejorarlos sino para desmejorarlos y no estar preparados para un evento de tal magnitud.

 

  Como hace notar la autora retomando a Zizek, la pandemia fue un golpe a lo Kill Bill a esos gobiernos y a sus políticas capitalistas neoliberales, golpe que como lo muestra la película no afecta de inmediato sino tiempo después, primero mostrando no sólo la proliferación del virus sino la proliferación de la ideología capitalista neoliberal y sus estragos en todo el mundo, y Chile era una muestra de eso.

 

  De ahí que sea necesario como también lo escribe Nicol Barría-Asenjo una propuesta política que para ella tiene que ver con lo planteado por algunos como un “nuevo comunismo”, capaz de hacerle frente a los efectos devastadores de las políticas neoliberales, pero para que eso se lleve a cabo se necesitan cambios radicales en estos contextos latinoamericanos, este último punto puede sonar imposible en un continente donde el comunismo ha sido asociado con el fantasma del castrochavismo, esto relacionado con pobreza, dictadura y demás, pero la autora insiste que “no es momento de dejar de soñar con lo imposible”.

 

  El soñar con lo imposible tiene que ver con el quebrar la “triste repetición de errores históricos que solo perjudican a los más pobres y desvalidos”, el Covid y su pandemia ha sido un hito histórico y como tal tiene que traer transformaciones, aunque muchos no lo quieran y pretendan retornar a una anterior normalidad que ya no existe y no existirá.

 

  No hay que aferrarse a una normalidad perdida a la manera de una añoranza melancólica de un pasado feliz que tampoco existió, la apuesta en el libro es la vía del amor en tiempos de desesperanza, que como la misma pandemia no conoce de contextos: “solo emerge y llega para impregnarlo todo.

 

  Si bien la pandemia llegó para mostrar la extrema fragilidad humana y mostrarnos como es el camino para la extinción, también llegó para mostrarnos actos de solidaridad y amor con el otro. Así que aferrarse a una normalidad anterior es un acto psicótico según muestra el libro, un acto que expulsa de lo simbólico aquel límite necesario para constituir una sociedad, pero no hay que olvidar que esto expulsado siempre retorna desde lo real, y este retorno es algo peor de lo expulsado.

 

  De ahí que más que nunca sea necesario hacernos cargo de ese límite, el problema es que el capitalismo neoliberal no quiere tener ningún límite, y esa es la normalidad que reclaman muchxs, no límite para seguir produciendo, explotando, arrasando con lo que falta por arrasar.

 

  Por eso este libro de lo que se trata no es sólo de un libro más sobre reflexiones sobre el COVID y su pandemia, sino un camino que cada vez es más necesario hacer, llegó el momento de reflexionar sobre qué mundo queremos vivir, y ya no se trata de estar en un estado mejor, espiritual en ese mundo, sino de existencia, sino pensamos qué mundo queremos no vamos a poder tener un mundo en un futuro próximo, así que no podemos existir.

 

  Este libro además de lo comentado anteriormente presenta unas entrevista al filósofo Slavoj Zizek, al psicoanalista Alfredo Eidelsztein y un epílogo del también filósofo Ricardo Espinoza Lolas, así que esto lo hace mucho más atractivo.

 

  Para terminar con esta reseña quiero recoger una frase que aparece en el libro, la frase que la autora toma de Lacan en su escrito sobre la carta robada: “El lenguaje entrega su sentencia a quien sabe escucharlo”, ojalá sepamos escuchar lo que nos dice este libro y su tema del Covid y la pandemia, nos señala algo que no sólo es urgente sino necesario en estos tiempos.

 

 

Nota: Enlace para conseguirlo: https://www.amazon.com/-/es/Nicol-Barria-Asenjo/dp/8412220757/ref=mp_s_a_1_1?dchild=1&keywords=nicol+barria+asenjo&qid=1621388604&sr=8-1

 

 

 


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