» Literatura

Abrir el juego

24/01/2021- Por Aixa Rava - Realizar Consulta

Imprimir Imprimir    Tamaño texto:

¿Qué vale la palabra cuando dice “moneda”, “cobre”, “centavo”? ¿Será lo mismo un recuerdo, un recuerdo dicho, una memoria con o sin relato? Los poemas de Aixa vuelven a precisar que el lenguaje a veces no basta, o valen lo que valen. Lo importante nunca fue el lenguaje, sino, abrir el juego.

 

                                   

 

 

 

De Libro del juego (inédito)

 

¿Qué hace en mi mano esta moneda?

¿Cómo llegó a mí?

Volver al inicio no me sirve hoy

no es este inicio el mismo de ayer

mucho menos el inicio de esta moneda.

Hoy buscando los anteojos rojos para mi madre

esos que dejé de usar luego de la operación

encontré en el fondo de un cajón

esta moneda, acuñada en 2011, un centavo

de cobre con la inscripción Eire alrededor de un arpa.

Una pequeña moneda de cobre deslucido no es un tesoro

no valdrá nunca mucho más de lo que vale

puede que un numismático me tilde de ignorante

pero de veras un centavo es un centavo

o debería decir, mejor: a penny is a penny

y sin embargo, alguno de ustedes podría recordarme

por ejemplo aquella expresión inglesa:

a penny for your thoughts

y tirar por la borda mi frágil argumento

porque un pensamiento puede ser un tesoro

un pensamiento es en potencia más que un tesoro

podría valer lo que una victoria

                       lo que una lealtad

                       lo que una traición.

También podría alguien decirme:

a penny saved is a penny earned

y abogar que así me aseguraría yo un buen retiro

when i’m get older losing my hair

many years from now…

 

Pero volviendo al inicio de hoy

que no es el inicio de este centavo

mucho menos el inicio de EL centavo

              que sí debió hace tiempo ser un tesoro

esta pequeña moneda de cobre deslucido es un hallazgo.

El hallazgo de un recuerdo

el recuerdo de un viaje a una isla

tan distante de la isla en que nací

el hallazgo de una anécdota hasta ahora olvidada:

a penny like this one lo recogió una hermosa chica de ojos verdes

en medio del caos de Sycamore St

una noche de mayo

que cuando se irguió de golpe me empujó y volcó media pinta

sobre mi suéter —oh, sorry… bloody shit… sorry— she said

y yo me enamoré, por primera vez, de una mujer.

El hallazgo de esos ojos verdes entre todos los ojos

que guarda mi memoria hoy

tan lejos de todos los ojos que alguna vez miré.

El hallazgo de un texto como este

que quizás mañana valga

lo que un poema.

 

***

 

A mí no me hace gracia la quietud

ni andar solita lejos del roce.

Sobre la mugre quiero rodar

disparada salir, que me empuje

el gatillo pulgar, que me impulse

la fuerza centrífuga que guardo para la quema.

Abrir el juego

trazar el caos

a mí me define el movimiento

y antes de rayar la pista hasta el opi

                     quiero

que me den un beso inflado

de saliva y hálito ambición

que me aprieten entre los dedos

y me acaricien los cachos

             las fisuras

calorcito pasión para ponerme a punto

y le recen a la santa que quieran

al delantero de turno

 

yo te ruedo la cancha que sea

 

quiñando voy —la línea de tiro me ve chiquita

quiñando        —quieta apenas me conoce el hoyo

y lo dejo siempre

con ganas de más.

 

 

 

 


© elSigma.com - Todos los derechos reservados


Recibí los newsletters de elSigma

Completá este formulario

Actividades Destacadas

La Tercera: Asistencia y Docencia en Psicoanálisis

Programa de Formación Integral en Psicoanálisis
Leer más
Realizar consulta

Del mismo autor

No hay más artículos de este autor

Búsquedas relacionadas

» Poesía