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Variaciones sobre el olvido y el perdón

07/05/2013- Por Javier Galarza - Realizar Consulta

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En este momento, actual, un poeta; en esta oportunidad, la palabra que dice y se rompe; en esta época, la memoria. Javier nos trae un poema que no creo sólo necesario, sino contingente, pues nos habla del encuentro con lo no dicho de lo dicho. ¿Qué es un poeta que funda un decir? ¿Sobre qué extremo trabaja, sirviéndose del cuerpo de la palabra? Damos la bienvenida en esta sección a este poeta que les recomiendo profundamente, y no digo más porque él lo dice mejor.

 

 

 

 

No solo para Silvia. No solo por

aquel 24 de marzo.

 

 

 

1.

 

¿Cuál es el  momento en que un cuerpo amado

entra en el pasado? ¿Cuándo perdemos gravedad

de una voz, magnitud de una caricia?

¿Cómo desdibuja el tiempo palabras y promesas?

 

No me concedas Señor

ni olvido ni perdón.

 

2.

 

Era 24 de marzo

y se cumplían 30 años

y era 24 de marzo

y se cumplían 30 años

y los chicos gritaban

y pasaban las comparsas

y las chicas bailaban

y el pueblo latía

junto a nuestros cuerpos

y los gemidos y los llantos

también eran

nuestros cuerpos:

habíamos

sobrevivido.

 

3.

 

Ella va a caminar desnuda y con tacos hacia el baño

hasta que venga la niebla y no recuerdes más

que la niebla.

 

4.

 

“La única jurisprudencia es la del ofendido”

(Lautreamont)

 

No pretendas verificación de lo acontecido,

reconstrucción de los hechos, legitimación.

Los abogados existen. Los poetas no.

El amor es intangible. Un bien intangible.

No pretendas que sea tangible.

No pretendas que sea un bien.

No pretendas que sea.

 

(No pretendas no)

 

5.

 

Vas hacia otra mujer pero ya sos otro también.

 

6.

 

“Cuerpo recuerda”

(Kavafis)

 

El tejido del cuerpo social    No digas cuerpo social

Es la piel que tiembla al ser sabida    Es la memoria

Los cuerpos no tienen memoria    No digas cuerpo

Agita nombres como pañuelos    No han aparecido

 

Señor no me concedas ni olvido ni perdón.

 

7.

 

Te he visto dormir sobre mi pecho:

uterina, desnuda y primera. Fetal. Penetrada.

El ciclo del cosmos todo se comprendía en esa escena.

Invertíamos las piedades. Era Brahma. El origen.

La creación. Cosmogonía. Una leyenda hindú.

 

No nos será dado en vida comprender la revelación

que aquella noche alcanzaron nuestros cuerpos.

 

8.

 

¿No querías tus puentes, conventos donde trepar,

estar perdido una vez más, tus calles, tus trenes,

tus mujeres, tus andenes, cigarrillos y caminos,

tu inabarcable libertad?

 

¿No la vas a extrañar?

 

9.

 

El pelo recogido. Arrugas en la frente.

Los ojos desesperados. Querías ir a un hotel.

Era lo único que deseabas en ese momento.

Dabas miedo. Te hablé de la renuncia de Buda.

Podríamos haber sido dos mendigos

de abrigos largos

deambulando por la ciudad.

Por una vez supiste lo que era estar perdida.

No tener adonde ir.

 .

10.

 

“Quién tiene un porque para vivir,

es capaz de soportar cualquier como”.

(Nietzsche)

 

Me pediste seguridad a mí

que sólo conozco la intemperie

y las tormentas.

 

Visto en perspectiva,

tiene gracia.

 

11.

 

Las ruinas del capitalismo

son estos cuerpos descartables.

Esas casas con alarmas.

La ilusión de un confort.

Esta falsa sensación de seguridad.

Vaya ¡qué bella y alegre es la pobreza!

¡y qué rica la vida del místico!

 

12.

 

Mujer y hombre en el lecho de su sombra

encienden fuegos, caminos de retorno. 

Dylan thomas escribe su oficio u hosco arte

para ellos que lo ignoran.

Prolongan la vida en una caricia.

Se confunden y alumbran mutuamente.

Qué importa dondetermina

dondeempieza cada uno.

Hombreymujer pronuncian grandes palabras.

 

Pero la muerte y el olvido son tan inmensos.

 

13.

 

Centro cultural rojas—30 años.

 

Padre apiádate de ellos, no saben lo que hacen.

Perdona a estos poetastros, no han leído a Hölderlin.

No les pidas lugar para el misterio,

ni morada en la palabra.

 

14.

 

Debemos ser implacables.

 

“...quema los textos—dijo artaud...”

“...sé que duele quemar...”

(Adrienne Rich)

 

Todo lo que aprendí de Nietzsche o de Freud es:

se debe trascender el propio destino.

Reescribir a Sófocles,

rehacer los “shakespeareanos”

libretos de nuestra duda y tragedia.

 

Quemar esos libretos incluso.

 

Entender que somos tránsito,

trama simbólica. continuidad.

 

De todas formas

he venido a Delfos a consultar

el oráculo.

 

Por amor al misterio.

 

Revolución.

 

15.

 

Me pedías que me abriera.

Pero no soportabas lo que veías: la magnitud de mis abismos.

Entonces me amabas por un rato hasta que te concedías

el indulto. La obediencia debida. El punto final.

 

16.

 

…“abstente de ser pobre con los ricos…

…ya va a venir el día…” (César Vallejo)

 

Operaciones de bolsa en el american way of life

por dialéctica de torres y aviones y poetas

en torres de marfil

que la fuerza de los oprimidos haga estallar

la patraña del mundo

por cotizaciones en wall street y perras a— vip

que todo tiemble

con el canto

del retorno

a las cavernas.

 

17.

 

“Como a los nazis les va a pasar

a donde vayan los iremos a buscar”

cantaban los chicos en la marcha

y era 24 de marzo

y se cumplían 30 años

y era 24 de marzo

y se cumplían 30 años

y el pueblo latía junto a tu dicha inaugural

y hoy lo sé

no habrá lugar en la tierra

donde estos bastardos puedan esconderse.

 

18.

 

Jamás un poema conquistó a una doncella.

No es esa la función del poeta, lamentablemente.

 

Vamos, sé implacable.

Somete tu cabeza desnuda a las tormentas de dios

hasta descalabrar tus sentidos

con todas las visiones y tal vez no retornar.

 

19.

 

¿Cuál es el momento en que un cuerpo libidinizado

se hace pretérito imperfecto? ¿Cómo se apaga el calor

de ese otro temblar hasta volverse un recuerdo vago,

impreciso, inlocalizable?

 

(¿Hay perdón?

 ¿Hay olvido?)

 

Los susurros fueron plegarias desvanecidas.

Ecos en la lluvia.

 

Señor dame botas y caminos mas no olvido.

 

Abandono pueblos bajo la llovizna.

Nunca la lluvia tuvo otro color.

 

 

 

 

 

 

Javier Galarza es poeta, nació en 1968 en Buenos Aires. Entre 1997 y 2000 dirigió la revista Vestite y Andate. Publicó los libros Pequeña guía para sobrevivir en las ciudades (2001) con arte de Gastón Pérsico, El silencio continente (2008), Reversión (2010), Tropofonia, (Belo Horizonte) y Refracción (añosluz, 2012). Dirigió la Revista del Festival Poesía en la Escuela (2011) y compiló la antología Infancias (añosluz, 2012). Desde el año 2004 es Profesor Asociado de la Fundación Centro Psicoanalítico Argentino donde dio cursos sobre Hölderlin, Rilke y Paul Celan. Escribió notas y ensayos sobre Osip Mandelstam y Alejandra Pizarnik. Se dedica a la enseñanza y a la investigación literaria.

 

 

 

 

 


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