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                                                        Cristina F. de Kirchner recibiendo a “La Colifata”* el día de la promulgación

  Hace exactamente 10 años el Senado aprobó la Ley Nacional de Salud Mental N° 26657, a última hora del día y en la última sesión del año.

  Fue luego de unos 3 años de discusiones en ambas cámaras y con organizaciones sociales de derechos humanos, usuaries, familiares, trabajadores, que llevaron adelante reivindicaciones históricas por los derechos de las personas con padecimientos mentales, y lograron poner en agenda un tema normalmente invisibilizado.

  Unos días más tarde, un 2 de diciembre Cristina nos recibió en Casa Rosada junto a los integrantes de “Radio La Colifata” para promulgar la ley y abrir una nueva etapa en la transformación del sistema de salud mental en Argentina.

  La ley 26657 no es un hecho casual ni aislado, forma parte de un proceso de reconocimiento y ampliación de derechos de distintos colectivos históricamente vulnerados, y que se orientó a cumplir con compromisos internacionales en materia de DDHH que Argentina suscribió.

  La implementación de la ley no es sencilla, porque interpela a muchos actores que deben intervenir para lograr una verdadera transformación, y porque genera la resistencia de los sectores más autoritarios de la sociedad que siempre están atentos a promover el miedo y la estigmatización de lo que no encaja en sus patrones de normalidad.

  Durante la gestión macrista se intentó modificar la reglamentación de la ley para volverla inocua y mantener el statu quo. Sin embargo, la movilización de las organizaciones lo impidió, y esa adversidad nos dio más fuerzas para seguir.

  A diez años, la ley está vigente, el colectivo que la hizo posible está más vivo que nunca y bien organizado, y volvemos a tener un Estado presente orientado a incluir a todos, todas y todes.