31/07/2016- Por Eva Gerace - Realizar Consulta
Con el bombardeo mediático, la hiperdosis de deshumanización que la cultura actual ofrece haciendo creer que no hay límites, que todo es posible… no es sin consecuencias… La patología de la catástrofe, es un lugar mudo, imposibilitado de cualquier anudamiento simbólico, la mujer afectada por endometriosis, no puede significar la lesión… Las palabras, las contingencias en la historia, son signos que se imprimen sobre el cuerpo… La catástrofe genera un desmembramiento del orden lógico sin que se pueda instaurar un nuevo encadenamiento simbólico. ¿Cómo intervenir, desde el discurso psicoanalítico, con mujeres que padecen esta enfermedad orgánica si, cuando la sufren, no se hacen una pregunta?

Foto: Eduardo Gil
La feminidad mortificada y la maternidad negada por la endometriosis[i]
“Ningún centralismo fascista consiguió lo que ha logrado el centralismo de la civilización del consumo. Los modelos culturales reales son re-negados. La renuncia se ha cumplido. Se puede entonces afirmar que la ‘tolerancia’ de la ideología hedonística querida por el nuevo poder, es la peor de las represiones de la historia humana”.
Pier Paolo Pasolini[ii]
De los inicios:
Histeria de Conversión
Desde el discurso médico sabemos que la endometriosis es un trastorno que se presenta cuando algunas células del endometrio, el tejido que reviste internamente al útero, se instalan en otros sitios del cuerpo como ovarios, intestinos, pulmones, cerebro, y sangran o producen intensos dolores con cada menstruación u ovulación.
Algunos síntomas frecuentes son, dolor pélvico, sangrado uterino anormal, dolor durante la relación sexual, fuertísimos y crónicos dolores dorsales; y produce quistes de ovario, problemas en la vejiga y vías urinarias y es una de las causas principales de la infertilidad femenina.
Los dolores llegan a ser tan inhibidores que en Italia el estado ha reconocido la endometriosis como una enfermedad invalidante. Se ha estimado que por causa del dolor pélvico, las mujeres se ausentan del trabajo y se verifica una disminución del rendimiento determinando altos costes en sus vidas afectiva, laboral y social.
La endometriosis es, hasta ahora, una enfermedad incurable. No para todas, me gusta decir.
Se estima que en todo el mundo hay más de ciento cincuenta millones de mujeres que padecen esta patología, diez y seis millones en Europa y en Italia ya aflige a tres millones. Un número impresionante que cada día continúa incrementándose.
Las causas orgánicas no son claras, la medicina nos dice que podría ser debido a un poco de sangrado menstrual que en lugar de fluir hacia el exterior durante la menstruación, fluye en dirección contraria, atraviesa el útero y se implanta, el tejido menstrual, en los órganos menos pensados. [¡Cómo no recordar a los griegos cuando hablaban de ese útero que gira dentro del cuerpo de las mujeres! Los médicos griegos han escrito que la matriz es un órgano móvil, vagabundo. Los primeros escritos pertenecen al Corpus Hipocrático (s. IV y V a.C. Hipócrates. Enfermedades de las mujeres II), de allí la teoría del útero errante. Esta afirmación rotunda de Platón, se basa en el hecho de que, siendo contemporáneo de Hipócrates, se hace eco en “Timeo”, de esta teoría de Hipócrates, justificando algunas enfermedades de las mujeres e identificando la matriz o útero con un zoon, es decir, un animal. Un animal dentro de otro animal. “Los así llamados úteros y matrices en las mujeres —un animal deseoso de procreación en ellas, que se irrita y enfurece cuando no es fertilizado a tiempo durante un largo período y, errante por todo el cuerpo, obstruye los conductos de aire sin dejar respirar— les ocasiona, por la misma razón, las peores carencias y angustias y les provoca enfermedades de toda clase”. (Timeo 91, c.). “La enfermedad de las vírgenes”, diría José Ramón Alonso[iii]. La referencia a la sexualidad es constante.]
Según otros autores médicos, la contaminación ambiental, las dietas con carnes rojas y las harinas refinadas, podrían favorecer el desarrollo de la endometriosis. Las estadísticas hablan del aumento alarmante, en estos últimos años, de mujeres que sufren con la endometriosis. ¿Por qué se da este incremento? ¿Por qué algunas sufren y otras ni se dan cuenta de las células endometriales que giran por sus cuerpos? El discurso médico dice: “Por la maternidad cada vez más tardía”, “Por la contaminación ambiental”, “Es genética”. Una respuesta que se les ofrece a estas mujeres: tener hijos, histerectomía, o interrupción de las menstruaciones por 6 o más meses. Hipócrates recomendaba a las viudas volver a embarazarse, y a las solteras les recetaba el matrimonio. Este remedio posibilitaría hacer volver el útero errante a su lugar. Parece que algo de la errancia femenina insiste.
Hasta hoy los mecanismos que llevan a la enfermedad no son claros. Muchas mujeres conviven con dolores insoportables sin saber el porqué. El diagnóstico de esta enfermedad es difícil y tardío, con las consecuentes repercusiones negativas sobre la salud y la calidad de vida, incluso a edad muy temprana. Se dice que en líneas generales pueden pasar hasta diez años desde la manifestación de los primeros dolores y la obtención de un diagnóstico cierto.
Los porcentajes de recidivas son muy altos. Ningún tratamiento es resolutivo y, agregan los médicos, la búsqueda de terapias alternativas se ha vuelto fundamental.
Hablando sobre el tema con algunos ginecólogos en Argentina, me decían que al operarlas de otras patologías, muchas mujeres que tienen células endometriales en su cuerpo, han tenido hijos y nunca se han quejado de dolor pélvico o en otras partes del cuerpo. A partir de allí, inicié estas investigaciones con una pregunta: ¿Por qué algunas mujeres sufren hasta lo indecible y otras ni siquiera se enteran que tienen células de endometrio alojadas en diferentes partes del cuerpo, no sienten dolores y no les impide la maternidad?
En las entrevistas con estas pacientes aparece una queja constante: “nadie entiende qué me pasa”, “dicen que soy una exagerada”, “nadie nos sostiene”, “entre consultas, exámenes, revisiones y más exámenes, mi “intimidad” prácticamente ha sido masacrada. Masacrada es un termino un poco fuerte, pero es así como lo siento”. Desde el discurso psicoanalítico, ¿qué podríamos decir sobre el trabajo con estas pacientes?
Endometriosis deriva de “endometrio”: “endo” (lat.) que significa “dentro” y “metrium” (lat.) que significa “madre”.
El estrago:
La devastadora relación madre/hija
Es uno de los misterios del psicoanálisis que el niñito sea inmediatamente atraído por la madre, mientras que la niñita está en un estado de reproche, de desarmonía con ella. Tengo la suficiente experiencia analítica para saber cuán devastadora puede ser la relación madre/hija. Si Freud elige acentuar esto, edificar toda una construcción alrededor de ello, no es por nada[iv].
Escribí en anteriores trabajos[v] sobre las características de estas mujeres y del sufrimiento soportado debido a esta patología. Son mujeres que con la menarca han escuchado sentencias, de sus propias madres, como estas: “¡Soporta estos dolores como todas las mujeres!”, “¡Ahora llorarás sangre!”, “¡Ya vas a ver! ¡Cuando te lleguen las menstruaciones te caerá el mundo encima!”.
Otras dicen: “Yo estuve siempre sola”, “¿Porqué mamá me abandonó?”, “Yo tenía a mi mamá adentro”, “Estoy en menopausia (a los 16 años), con el ciclo era feliz”, ¿Porqué con el ciclo eras feliz?: “porque era igual a las otras chicas”, “Me bloqueo también con los otros”. Jóvenes que quieren ser como las otras, mujeres que sufren hasta lo indecible, hay en ellas algo que les pesa, que las obstaculiza, que les impide moverse.
Cuánto habrán sufrido estas mujeres que, en la fase inicial de la pubertad, han escuchado frases como aquellas, o han soportado algún trauma en las etapas primeras de sus vidas.
Cuando una mujer no puede “tener” su lugar en el mundo y pasa a “ser” aquello que el otro quiere, la posibilidad de la feminidad falla, exponiéndola a un estado de fragilidad con posibilidades de experimentar fragmentaciones corporales, pérdida de límites, fallas en la identidad, pérdida de control, privaciones afectivas, dificultades para la maternidad, etc.
¿Podemos comenzar a pensar así a la endometriosis como una patología que muestra las vicisitudes de la mujer de hoy?, el sujeto del inconsciente adormecido, con déficit en la identidad, con imposibilidades en la construcción de su subjetividad. El deseo no puede construirse, le falta una palabra plena de significado, le falta “sangre”, linfa. Hay retracción del interés y de la libido por los objetos del mundo externo. Pasa a concentrarse sobre la “lesión del órgano”. El tema las ocupa y lo portan y lo soportan como una “mochila” pesada, aunque no sepan de qué cosa se trata.
Las palabras, las contingencias en la historia, son signos que se imprimen sobre el cuerpo, para inscribir de una parte una pertenencia y, de otra, una eficacia erótica. Estos signos tienen un efecto en el cuerpo, por ejemplo, células endometriales que se desplazan desde la vagina, hasta la nariz, como el caso documentado en un libro de ginecología de Colombia. (¡Otra vez Hipócrates! Ahora nos dice que, el útero en sus movimientos puede desplazarse a la cabeza, al corazón, pulmones, etc., produciendo en sus desplazamientos un elenco de diferentes síntomas. Es la puesta en práctica de la existencia de un canal que comunica vagina-útero-nariz, concluye).
La palabra y el saber inconsciente marcan al cuerpo. El psicoanálisis es una técnica del cuerpo, del encuentro entre el cuerpo y las huellas de lalengua impresas en él, las que no alcanzan a constituirse en memoria del discurso. Lalengua deja huellas, “lesiones del cuerpo[vi]”
Con el nacimiento del psicoanálisis se descubre que hay un cuerpo que “habla”, sufre y expresa sus malestares con síntomas. Estos encubren siempre alguna verdad del sujeto. El síntoma es la prueba de un incidente de cuerpo, incidente que imprimió su goce.
Así comprobamos lo que para Lacan es primordial, no hay un cuerpo aislado, sino un cuerpo tomado en el discurso. Hablamos con nuestro cuerpo.
Los síntomas actuales y la angustia vendrían a denunciar, en ese lazo con el Otro, ese afecto que toca el cuerpo; la angustia es angustia ante el deseo del Otro. La angustia, el amor, el odio, se corporizan en el lazo con el otro. Hay algo que insiste, un plus que nos habla.
Segundo tiempo:
De los impases de la clínica, psicosomática
Del trabajo con estas analizantes, aprendí que no siempre se trataba de una conversión histérica.
La emergencia en el sujeto provocada por un estimulo excesivo, frente a determinados sucesos, le impide construir una lógica diferente para enfrentarlos con los recursos que poseía previamente. Un trauma, una pérdida, generan la desintegración del orden lógico sin que se pueda instaurar un nuevo orden simbólico. Hay destitución, rotura, imposibilidad de un nuevo reordenamiento subjetivo. Los pacientes que sufren una situación dramática en el origen de su constitución subjetiva o en algún momento de su vida quedan expuestos a una desintegración que afecta tanto al lenguaje, como a los lazos parentales y sociales, al cuerpo, a la sexualidad. Estas personas, devastadas por la angustia, se deben confrontar con un vacío que no les posibilita dar sentido a sus propias vidas.
En tal caso, ¿Cómo intervenir, desde el discurso psicoanalítico, con mujeres que padecen esta enfermedad orgánica si, cuando la sufren, no se hacen una pregunta pues no pueden interrogarse a sí mismas?
Leyendo algunos trabajos aportados por Alfredo Palacios[vii] pude continuar con las articulaciones sobre este tema.
Lo que hoy se llama patología de la catástrofe, es un lugar mudo, imposibilitado de cualquier anudamiento simbólico; la mujer afectada por la endometriosis no puede significar la lesión.
Piden que el dolor finalice lo antes posible, lo cual es justo; más allá de esto padecen pesadas disfunciones en la simbolización, no pueden asociar, no dan valor a las formaciones del inconsciente, poseen una plasticidad limitada para las abstracciones. La endometriosis es vivida como algo fuera de ellas, como si el sujeto no tuviese nada que ver con lo que les está sucediendo.
Dar un nombre a la lesión otorga la posibilidad de un movimiento hacia otro objeto: sustitución metafórica que posibilita la construcción de una cadena de significados diferentes: “la vagina no es solo para llorar sangre”, mover esa palabra amordazada, obligada a callar y que cada análisis intenta liberar, limitando al máximo las repeticiones, el sufrimiento. En la conversión histérica la escucha significante puede operar produciendo un efecto en el cuerpo, al privar al síntoma de sentido, “fuera del sentido”, diría Lacan, puede surgir una interpretación.
Debemos distinguir, entonces, la gran diferencia que existe entre el síntoma conversivo y el fenómeno psicosomático.
El médico trata la enfermedad orgánica y tiene que considerar que sus pacientes hacen referencia a un cuerpo imaginario y no, a un cuerpo biológico; el psicoanalista, en estos casos, acompaña a la mujer para ayudarla a descubrir y reconocer qué está sucediendo en su cuerpo, darle un nombre, anagramando alguna frase significante.
Cuando hablamos de éste “fenómeno”, debemos diferenciarlo del termino psicoanalítico “síntoma”. La mujer que sufre con la endometriosis, tanto como otros pacientes, sufren una lesión orgánica verificable. No es un significante que representa al sujeto ante otro significante, no se lo puede articular con el inconsciente estructurado como un lenguaje, pues no surge de las leyes del inconsciente, es un fenómeno del cuerpo biológico, sujeto a esas leyes y no atañe al cuerpo imaginario como representación del yo. En la Conferencia de Ginebra[viii], Lacan presenta al fenómeno psicosomático como un jeroglífico que se escribe en el cuerpo, no tenemos la posibilidad de descifrarlo, no está en el orden simbólico, sino en el trazo o marca, diferente al síntoma conversivo, nos dice, que está en el registro del lenguaje. “Es de todos modos del orden de lo escrito. En muchos casos no sabemos leerlo. (…). Todo sucede como si algo estuviese escrito en el cuerpo, algo que nos es dado como un enigma[ix]”. ¿Anagramar alguna frase podría ayudarnos a leer y descifrar estos enigmas?
Tercer tiempo:
Avanzando sobre el tema
La hiperdosis de deshumanización, que la cultura actual ofrece, haciendo creer que no hay límites, que todo es posible, el capitalismo vendiendo ilusiones de completud, con su imperativo consumista, es la presencia del superyó vigente, es lo que vuelve más difícil la construcción de la subjetividad y con ello la imposibilidad de sostener el propio deseo.
Estas mujeres llegan a la consulta con un término, que hasta los medios de comunicación insisten para gloria de las multinacionales farmacéuticas: depresión. Parece que el liberalismo capitalista ha sabido organizarse también con la ciencia, para lograr que el imperativo superyoico, insista con el: ¡Goza! ¡Goza! La clínica psicoanalítica muestra como el superyó insiste, se amplifica, cada vez que el sujeto cede en su deseo. Y, por ceder en su deseo, el sujeto ensombrecido, se deprime. Falta moral, que Lacan nombra, cobardía moral.
Entonces, para la endometriosis, la causa médica es desconocida si bien hay diferentes teorías. La cura: “¡Aún ninguna! Cuando la enfermedad es deshabilitante se practica la histerectomía y la remoción de los ovarios (castración)”, dice la Asociación Italiana Endometriosis - AIE. Castración en lo real del cuerpo, no simbólica. Hay una fusión con el Otro (“yo tenía a mi mamá dentro”), no hay separación, no hay movimiento. El sujeto está congelado[x].
Otra pregunta: ¿porqué algunas mujeres luego de la “castración” ovárica, después de un tiempo, tienen que ser operadas de otras patologías? En el seno, quistes, nódulos…
Insiste una pregunta, ¿porqué siguen aumentando los casos de endometriosis de manera alarmante?
¿Qué está sucediendo en la cultura moderna? ¿Qué está denunciando la mujer con su cuerpo?
Por qué en la sociedad de hoy los femicidios han aumentado tanto que es necesario agruparse para clamar: “Ni una menos” (“la maté porque era mía”, El mito de Narciso, revela esa tendencia del hombre, obstinada y destructiva, a quedar cautivo de la adoración del propio yo. Renegando de la alteridad, Narciso pierde la vida, ahogándose en la ilusión de unificarse con sí mismo). La prostitución adquiere dimensiones inusitadas (“me contaron que Italia era bella, que se ganaba mucho y se podía tener éxito en el mundo de la televisión (…) juré pagar lo que me estaban prestando, cuarenta mil euros. No sabía siquiera cuánto significaba esa cifra”. Un pacto de obediencia que cuesta caro, en lugar de televisión ella, como las otras, han encontrado el infierno. Muchachas sin derechos y sin futuro[xi]). Lo que he llamado “nuevas esclavitudes”: jóvenes que trabajan en locales cerca del mar o bares, 12 horas, todos los días, por 500 euros al mes, ¡menos de 1 euro 50 la hora! o en negocios de venta de ropa, por 300 euros al mes, sin ningún tipo de derechos sociales. Enfermedades, como la endometriosis, que ya son endémicas.
“No son lo mismo los crímenes de celos, de control sobre el cuerpo de la mujer, que los crímenes de pandillas, las violaciones, o los crímenes de las nuevas formas de la guerra que tiene que ver con la trata, los tráficos, los crímenes organizados, con ese submundo de la sociedad, con estos crímenes (…) es un resultado de las nuevas formas de la guerra, un conflicto entre corporaciones armadas, entre intereses del mundo del crimen organizado”[xii].
“La sociedad de masas no tiene individuos en soledad sino en aislamiento; es muy grande la diferencia entre soledad y aislamiento que hace Hannah Arendt en los Orígenes del totalitarismo. Ese sujeto aislado es un sujeto que no tiene empatía hacia el sufrimiento del otro y eso se consigue con la pedagogía de la crueldad, cuyo bastidor es el cuerpo de la mujer”. “Es asquerosa la figura de la mujer que se presenta en la televisión argentina (…). Es una figura enlatada, artificial, histérica, horrorosa, pintada de rubio, realmente horrendas, en el mejor de los casos. Y en el peor de los casos es Tinelli, carne de cañón, carne para ser rapiñada, depredada y le dice al público vení, ponete de este lado de la lente de la cámara. La televisión argentina es una pedagogía de la crueldad que se ejerce sobre el cuerpo de la mujer”[xiii].
La violencia contra las mujeres se está transformando en epidemia. ¿Por qué lo femenino produce estos efectos de rechazo, de necesidad de aislarlo, eliminarlo? ¿El no todo que ella encarna, molesta al capitalismo, al racista, a quienes rechazan la alteridad, a los que quieren la homologación? No menos que al psicoanálisis que nace y se fundamenta con la lógica del no todo. Los lapsus, los sueños, los síntomas, los actos fallidos, hablan de lo inconsciente y este está del lado de lo femenino.
“Poco a poco se verificó la auspiciada integración de las mujeres y de la juventud en la sociedad de consumo, al precio de una impaciencia y de una insatisfacción perpetua. La búsqueda de la felicidad se volvió el gran negocio de cada uno. El padre fue el chivo expiatorio[xiv]”.
El modelo identificatorio no es posible; cada mujer tiene que aprender a preguntarse, para poder diseñar su estilo, el propio. Arcano de la feminidad, que se muestra o se escribe, podemos sorprendernos cuando Ambrosía, puede ser otra, disímil flor y algo diferente a la flor. Puede ser otra, incluso, Otra frente a sí misma. Una en mí maté:/yo no la amaba (…) La dejé que muriese, /robándole mi entraña. /Se acabó como el águila/que no es alimentada[xv].
La violencia humana se basa, para el psicoanálisis, en esa pasión sin límites, enceguecida, furiosa, insaciable. No hay inscripción de la presencia simbólica del Tercero.
Para Lacan la violencia no surge sólo de la privación o de la frustración, provocada por una realidad social despiadada, existe una raíz de la violencia, la de la fascinación del sujeto hacia el Ideal. Es la dependencia del hombre de su narcisismo, de su dificultad por recibir la alteridad lo que lo lleva a la violencia más desenfrenada. La violencia surge de la regresión al Estadio del Espejo.
“- ¿De dónde le viene además la seguridad para profetizar el ascenso del fascismo (racismo)? ¿Y por qué diablos decirlo?”.
“- Lacan: Porque no me parece divertido, y que sin embargo es cierto. En el desvarío de nuestro goce, sólo existe el Otro para situarlo, pero sólo en tanto que estamos separados. De ahí las fantasías, inéditas cuando no nos mezclamos. (…) Si Dios recobrara la fuerza, terminaría por ex-sistir, lo que no presagia nada mejor que un retorno de su pasado funesto[xvi]”.
Frases que insisten en los discursos de las mujeres que sufren con la endometriosis: “quiero que me entiendan”, “quiero que me escuchen”.
¿Qué están demandando estas mujeres? El complejo campo del deseo nos muestra que no se desea a la persona. Se desea los deseos de esa otra persona, es decir, se desea el reconocimiento de la otra persona. De esto sabe mucho la histeria, pues hace síntoma del síntoma del otro, y de allí aprendimos que el propio síntoma sobreviene en el cuerpo, descrito por la palabra.
Comencé a entender que hay, al menos, dos maneras muy diferentes de expresar esta patología orgánica, mujeres que pueden ser ubicadas en dos grupos: Uno, el cuerpo de la histeria, donde los síntomas pueden desanudarse, con la asociación libre, en la cadena significante. Como ejemplo de este grupo de mujeres traje a Susan Sarandon, quien dilucidó: “para curarse de la endometriosis hay que hacer el amor en Piazza di Spagna”. Allí, en Roma, concibió a su hija Eva Amurri.
En el otro sector ubiqué el cuerpo de la paciente psicosomática, donde no hay deriva significante, los síntomas orgánicos resisten a la interpretación. Un caso conocido podría ser Marilyn Monroe. Cuando decide no operarse de su endometriosis, inicia su dependencia de los barbitúricos.
La propuesta para la dirección de la cura con estas analizantes sería la misma propuesta para las “Patologias de la catástrofe” que Alfredo Palacios[xvii] describió, siguiendo la idea de Ignacio Lewcowicz sobre los fenómenos socio-políticos. El trauma, como Freud lo ha definido, implica la emergencia en el sujeto de un estimulo excesivo que no puede atravesar con los recursos que tenía previamente.
La catástrofe genera un desmembramiento del orden lógico sin que se pueda instaurar un nuevo encadenamiento simbólico.
En el paciente psicosomático, no hay posibilidad de poder relanzarse de allí hacia otra meta. Hay destrucción, rotura, imposibilidad de un reordenamiento subjetivo.
La psicosomática y su posibilidad de anagramarla
Una joven expresó: “Mi crollò il mondo addosso” (cuando comenzó a tener menstruaciones dolorosas), su anagrama: Mi dormo oscillando soldo. Me cayó el mundo encima/ Me duermo oscilando dinero. Cuando nació, los padres estaban muy preocupados pues necesitaban dinero. Iban a trabajar los dos, dejando a la bebé en casa. No había nadie que la cuidase, quedaba sola, ¿durmiendo?
Otro ejemplo, una señora expresa: “Avevo la mamma dentro”: Mondo Marta avvale me. Tenía a mamá adentro: Mundo Marta me utiliza. Además, la mamá se llama Marta.
Podríamos encontrar allí marcas de goce: lo que insiste, lo que no engaña ese encuentro contingente del significante y el cuerpo.
Una intervención posible
Cómo intervenir con estas pacientes, que sufren de endometriosis, donde hay sufrimiento orgánico y el sujeto que la padece, no se hace una pregunta porque no puede interrogarse.
En sí, la patología de la catástrofe, es un lugar mudo, imposibilitado de cualquier anudamiento simbólico, la mujer afectada por endometriosis, no puede significar la lesión. La transferencia parece vacía. Hablan al psicoanalista como si fuese el médico. Piden que el dolor se vaya lo antes posible, lo cual es justo, pero no pueden interrogarse pues traen disfunciones en la simbolización, no pueden asociar, ni reconocer los lapsus. Sueños y fantasías no forman parte del discurso.
La endometriosis es vivida como algo fuera de ellas. El sujeto, adormecido, no tiene nexo con la enfermedad.
Hasta aquí el trabajo pensado en las mujeres que sufren con la endometriosis, en relación al lazo con el otro. Pero, además, estamos insertos en una cultura que nos bombardea con un “todo es posible”. Mayormente a través de los llamados medios masivos de comunicación.
Cuarto Tiempo:
De las represiones de las épocas actuales. El cuerpo, la psiche, lo social (la TV), la sociedad de consumo
“No considero nada más feroz que la banalísima televisión[xviii]”
“Dentro de poco tiempo, antes de cuatro o cinco años, vamos a estar sumergidos en problemas segregativos a los que estigmatizaremos con el nombre racismo”. Todos esos problemas resultan del control de lo que sucede en el nivel de la reproducción de la vida en seres que, en razón de que hablan, se encuentran con todo tipo de problemas de conciencia (…) los problemas de conciencia son problemas de goce[xix]”.
El discurso del Amo no quiere saber nada sobre la verdad del sujeto y sobre las cuestiones del inconsciente.
De esto las consecuencias globales de hoy: El discurso Amo produce un sujeto vacío de cualquier referencia a la verdad, arrastrado hacia el consumismo más aberrante, coloca al sujeto en el lugar del objeto donde no hay límites, a la ilusión de “todo es posible”, incluso lo imposible: se sostiene un goce desenfrenado que lleva a una súper dosis de deshumanización, a las enfermedades, al borramiento del sujeto deseante.
Este discurso Amo, rechaza el deseo, el ser (vale solo la imagen) porque no lo puede calcular, no hay un saber que pueda dar cuenta de las contingencias de los encuentros, tampoco se puede normativizarlos.
Los discursos políticos extremos y, en general, todos los discursos dominantes en las sociedades de masa, dejan fuera todo aquello que no pueda medirse y controlarse, es decir, las causas de las pasiones humanas más profundas: amor, deseo, creatividad, odio, violencia, envidia.
“El vídeo (la TV) adquiere siempre un aire de autoritarismo, de cátedra”[xx]. Una adolescente da una explicación médica (equivocada), le pregunto quién se lo había dicho, “la televisión”, responde, con expresión de, “¿quién sino, idiota?”.
Hay un trabajo sistemático, bien pensado y organizado, donde de todas las formas posibles se intenta manipular, dirigir, vaciar la verdad, se refuta la vida pulsional. El discurso de la ciencia también se constituye como un discurso de poder. Esta posición de poder, de la ciencia, de la televisión, de la política, de la “justicia”, de la historia, de las religiones, cada una con sus imposiciones y dominios. El psicoanálisis nace, construye sus fundamentos y se sostiene en la lógica del no todo. Este, en tanto discurso del no todo, propone un lugar donde poder escuchar esas demandas, que la intervención analítica podrá acotar, para poder propiciar que, de un destino, el sujeto pueda construir su estilo.
Quinto Tiempo
De las preguntas que quedan abiertas
El cuerpo de una mujer, mutilado, sufriendo con la endometriosis, trabajando como esclavo moderno, pidiendo que no lo maten, ¿qué nos están gritando estas mujeres? Hay un vídeo, un documental sobre la TV italiana y el cuerpo de las mujeres, de Lorella Zanardo, Marco Malfi Chindemi y Cesare Cantù, del año 2009: “Il corpo delle donne”, dónde se preguntan, ¿porqué las mujeres de Italia no van a las plazas para protestar de cómo son tratadas? Concluyendo, en este juego la mujer no sale no herida en su cuerpo. En la TV dicen que, “La mujer no tiene cerebro”. Demostrando como hay, “Un número infinito de mujeres humilladas”: https://www.youtube.com/watch?v=EBcLjf4tD4E
Hay una versión traducida al español de este documental. Los autores han querido mostrar “el uso del cuerpo de la mujer en la televisión. Empezamos a partir de una urgencia. La constatación que las mujeres, las mujeres reales, están desapareciendo de la televisión y que son reemplazadas por una representación grotesca, vulgar y humillante. La pérdida nos parece enorme: la cancelación de la identidad de las mujeres ocurre bajo la mirada de todos, pero sin que haya una reacción adecuada, ni por parte de las mujeres mismas. A partir de aquí, se abrió camino la idea de seleccionar las imágenes televisivas que tuvieran en común la utilización manipuladora del cuerpo de las mujeres para contar lo que está pasando no sólo a quien nunca mira la televisión, sino a quien la mira, pero "no ve". El objetivo es interrogarse y preguntar sobre las razones de esta cancelación, un verdadero "pogromo" del cual somos todos espectadores silenciosos. Luego, el trabajo puso de relieve la cancelación de los otros adultos en la televisión, el uso de la cirugía estética para cancelar cada huella del paso del tiempo y las consecuencias sociales de esta remoción”:
https://www.youtube.com/watch?v=1teAJZE1ark
Diferentes voces, desde diferentes lugares, haciéndose la misma pregunta. Rita Segato, desde la Argentina, señala que “existe un abismo entre los avances conquistados por las mujeres desde el discurso de derechos y la cultura de masas fuertemente identificada con la televisión”. La investigadora se pregunta: “¿De qué nos sirve hacer leyes, hacer instituciones, trabajar en el cuerpo del Estado si estamos todo el tiempo perdiendo la batalla con la televisión? ¿Por qué el movimiento de mujeres no sale a la calle y toma las televisiones?”[xxi].
En el libro L’uomo maschio, el ensayista y periodista francés Éric Zemmour hace un recorrido, donde en un punto también ubica a la TV como condicionadora de gustos y deseos: “Privado de sus palabras, el hombre fue, paso a paso, privado del propio pensamiento”, “Hoy hacen reír los corsés de otros tiempos. Los corsés modernos son mucho más feroces. Trabajan directamente sobre la carne, al propio gusto”, se refiere a los corsés/modistos. “A este condicionamiento de gustos y deseos, la televisión está dando relieve desde hace ya algunos años[xxii]”.
Y, “cómo se ha podido ejercer tal represión”, se pregunta Pasolini.
“A través de dos revoluciones interiores a la organización burguesa: la revolución de las infraestructuras y la revolución del sistema de información”. “La revolución del sistema de información ha sido más radical aún y decisiva. Por medio de la televisión, el Centro asimiló, también a todo el pueblo, que era históricamente diferenciado y rico de cultura originales. Ha iniciado una obra de homologación destructiva de cada autenticidad y concreción[xxiii].
En un contrapunto sobre el tema de la homologación Zemmour responde:” Cada diferencia, sea física, social o psicológica, ahora se compara a la diversidad, nuevo pecado mortal de nuestro tiempo[xxiv]”.
“Los modelos queridos de la nueva industrialización, a la cual no le sirve más el “hombre que consuma”, pretende que no haya otras ideologías que aquella del consumo. Frustración y ansiedad neurótica ya son estados de animo colectivos”. Passolini en su articulo “Sfida ai dirigenti della televisione” del «Corriere della Sera» del 9 diciembre 1973[xxv], continúa enunciando que “la responsabilidad de la televisión, en todo esto, es enorme”. “En cuanto instrumento de poder y poder ella misma. Ella no es solo un lugar donde pasan los mensajes, es un centro elaborador de mensajes”. “Es a través del espíritu de la televisión que se manifiesta en concreto el espíritu del nuevo poder. No hay ninguna duda (se lo ve en los resultados) que la televisión es autoritaria y represiva como nunca ningún medio de información en el mundo”. “El fascismo, sustancialmente, no estuvo en grado ni siquiera de rasguñar el alma del pueblo italiano: el nuevo fascismo, a través de los medios de comunicación y de información, (especialmente la televisión), no solo la ha rasguñado, la ha lacerado, violado, afeada para siempre”.
“No sostengo que tales medios sean negativos en sí, afirmaba Pasolini, al contrario, estoy de acuerdo que podría constituir un gran instrumento de progreso cultural; pero hasta ahora ha sido, así como los han usado, un medio de espantosa regresión, de desarrollo sin progreso, de genocidio cultural para dos tercios de los italianos”[xxvi].
La televisión, las ideologías del consumo, los bancos, es decir, el grupo alto que encarna el discurso del Amo, gobiernan. “A partir del 2010, para “salvar al euro” se borraron las ultimas precauciones y los últimos pudores: se pusieron los parlamentos nacionales bajo tutela presupuestaria de la Comisión Europea y todos los bancos europeos bajo la autoridad del BCE, en nombre de la unión bancaria. Desvanecían las últimas ilusiones. El velo caía. Se cerraban los ojos. Comienzan a dirigir Europa los jueces, el comisario, el banquero[xxvii]”.
“Francia muere, Francia está muerta”, anuncia Zemmour; (“Qué desesperación en la gente para conseguir gozar, no a la grasa, sí al jogging, no al acoso sexual, la vida ya no puede estar más regulada. Lacan lo expresó muy bien cuando cambió la fórmula de Dostoievsky según la cual si Dios ha muerto todo está permitido por esta otra: si Dios ha muerto, todo está prohibido. Nos encontramos ante el fundamentalismo de la liberación. Creo que el psicoanálisis es hoy más necesario que nunca”: Slavoj Žižek http://blog.elp.org.es/all/cat19/el-psicoanalisis-es-mas-necesario-que-nunca-slavoj-zizek/
Y, continúa el escritor francés Zemmour, ¡conservador!: “Nuestras élites políticas, económicas, administrativas, mediáticas, intelectuales, artísticas, escupen sobre su tumba y atropellan su cadáver humeante, extrayendo una gratificación social y financiera. Todos ellos observan, sarcásticos y falsamente contritos, a la Francia que deviene abatida[xxviii]”. Periodista de Le Figaro, conocedor del tema, confirma: “El publicista no es un profeta; es el brazo armado del pensamiento dominante. Detrás del aire lúdico se esconde un coronel del capitalismo[xxix]”. “A través de la televisión, el nuevo modelo americano de Bush, viril y neoconservador, impregna los cerebros de los jóvenes. Estos dos modelos están ya respondiendo a la pregunta de orden que transpira por todos los poros de la sociedad francesa (…). La anarquía llama a la dictadura, al desorden sucede la tiranía. Es aquello que nos espera. Son modelos ásperos, rudos, violentos. Son extranjeros a la tradición francesa, que tiene la particularidad de conciliar una supremacía patriarcal con un mundo abierto a las mujeres[xxx]”.
La antropóloga Rita Segato piensa que la “solución comienza con la modificación radical del discurso mediático y la relación de la cámara y sus objetivos en los medios. Un reencaminamiento de esa masa argentina que se está brutalizando de una manera asustadora. La desbrutalizacion de la gente es la única solución[xxxi]”; y Slavoj Žižek nos alienta a pensar que hoy, el discurso psicoanalítico, es más necesario que nunca.
[i] No en la expresión Schilleriana, sino en el sentido que da Hegel a esta noción, a la que incorpora en su Fenomenología del Espíritu, para él, el “alma bella” es aquella que se pierde “en su hacerse objeto carente de esencia” y -de manera narcisista-, “arde consumiéndose en sí misma”.
Abbagnano, Nicola. Diccionario de filosofía, FCE México, 1974, págs., 33 y 42. “Ya Plotino hablaba del Alma bella, que es el Alma que torna a sí misma o es sí misma. El concepto adquirió gran importancia en el romanticismo. Hegel, en La Fenomeloía del Espiritu escribe: El Alma bella es una conciencia que “vive con ansia de empeñar con la acción y con el ser la honestidad de su interior”; que al no querer renunciar a su refinada subjetividad se expresa sólo mediante palabras y que, si desea elegir, se pierde en absoluta inconsistencia”. Freud, en el Caso Dora, utiliza el término alma bella para mostrar la falta de responsabilidad de Dora, al no reconocer lo que ella provoca, y proyecta sus dificultades culpando a los otros.
[ii] Pier Paolo Pasolini, "Corriere della Sera", 9 dicembre 1973.
[iii] Alonso, José Ramón, http://www.jotdown.es/2015/11/la-enfermedad-las-virgenes/
[iv] Lacan, Jacques, “Conferencia en la Universidad de Yale”, del 24 de novembre de 1975:
https://es.scribd.com/doc/163246194/Jacques-Lacan-Conferencias-en-Universidades-Norteamericanas
[v] Artículos: “io che porto la giubba”, “La teta asustada”, “Adesso piangerai sangue”, “Il peso di un tessuto”, “La femminilità mortificata dall’endometriosi”, “Il tessuto del dolore, patologie della catastrofe”, “Fatte l’amore non le pulizie”, “Il dolore nella donna: Endometriosi”.
[vi] Lacan, Jacques. Seminario 24, L’insu que sait de l’ une-bevue s’aile á mourre, Traducción Ricardo Rodríguez Ponte- Susana Sherar para circulación interna de la Escuela Freudiana de Buenos Aires, clase del 08- 03-77.
[vii] Palacios, Alfredo, artículos, “El cuerpo una dimensión desconocida”, “Psicosomática y Clínica”, “Psicosomática. Trauma o catástrofe. Los anagramas y la clínica”.
[viii] Lacan, Jacques, Intervenciones y Textos 2, Manatial, 1991, Avellaneda, págs., 137, 138 y 139.
[ix] Lacan, Jacques, op. cit., pág 137.
[x] Lacan, Jacques, op. cit., pág 139.
[xi]http://www.repubblica.it/venerdi/articoli/2016/06/23/news/sulle_strade_italiane_dove_cresce_la_mafia_nigeriana-142659715/?ref=search
[xii] http://www.andaragencia.org/la-television-argentina-es-una-pedagogia-de-la-crueldad-que-se-ejerce-sobre-el-cuerpo-de-la-mujer/ .
[xiii] Página web anterior, “La televisión argentina es una pedagogía de la crueldad que se ejerce sobre el cuerpo de la mujer”, Rita Segato, antropóloga.
[xiv] Zemmour, Éric, Il suicidio francese, Enrico Damiani Editore, Verona, 2016,
[xv] Mistral, Gabriela, Lagar, “Locas mujeres”, poesía, “La otra”. Del Pacífico, Santiago, 1954.
[xvi] Lacan, Jacques, https://www.youtube.com/watch?v=RrP3mSUPRFk (Jacques Lacan sur le racisme) y en Psicoanálisis. Radio & Televisión, Editorial Anagrama, Barcelona, 1980, págs., 119-120. La pregunta de Benoît Jacquot, en esta edición, se refiere al "fascismo" y no al "racismo". Se puede escuchar, en un determinado momento, Lacan, dice “otra raza”.
[xvii] Trabajos citados.
[xviii] Pasolini, Pier Paolo, “L'omologazione della televisione. Discurso sobre la televisión y sobre la homologación de los italianos y de los hombres”: https://www.youtube.com/watch?v=f_WZ_KMOHoA
[xix] Lacan, Jacques. Hablo a las paredes. Paidós, Buenos Aires, 2012, Pág., 43.
[xx] Pasolini, Pier Paolo, https://www.youtube.com/watch?v=MxT12xgsKJ0 Una critica al medium di massa (Tv), en 1971, entrevistado por Enzo Biagi, habla del potere del medium televisivo y de su ilusoria libertad. Supo anticipar los tempos y las dinámicas sociales.
[xxi] Segato, Rita, op., cit.,
[xxii] Zemmour, Éric, L’uomo maschio, Edizioni Piemme, Casale Monferrato, 2007, págs., 6, 17 y 20.
[xxiii] Pasolini, Pier Paolo, op. cit.
[xxiv] Zemmour, Éric, op. cit., pág 21.
[xxv] http://media2.corriere.it/corriere/pdf/2015/CORSERA_19731209_L_NAZ_NUL_03_00_A.pdf
[xxvii] Zemmour, Éric, Il Suicidio Francese, Enrico Damiani Editori, Verona, 2016, pág., 539.
[xxviii] Zemmour, Éric, op., cit., pág., 577.
[xxix] Zemmour, Éric, L’uomo maschio, op., cit., pág.,26.
[xxx] Zemmour, Éric, L’uomo maschio, op., cit., pág.,142.
[xxxi] Segato, Rita, op., cit.
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