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El niño salvaje o Todos somos locos o débiles mentales

05/09/2011- Por Mónica Beatriz Peisajovich - Realizar Consulta

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El Niño Salvaje es una película desgarradora que muestra de manera ejemplar la falta de socialización por el abandono en un caso real, como los miles de niños en el mundo que padecen malos tratos, aislamiento, desinterés por sus vidas, falta de amor, cuando no abuso y exclusión. Cabe la pregunta: ¿Cuándo se es humano? Se es humano a partir de otro que humaniza, de la interpretación de las necesidades primordiales, por una decodificación cultural y simbólica.

Ficha técnica y artística

DIRECCIÓN: FranÇois Truffaut

PRODUCCIÓN: Francia, 1969.

GUIÓN: F. Truffaut y Jean Gruault, según la obra de Jean Tirad Memoria e informe sobre Víctor Aveyron.

INTERPRETES: Jean Pierre Cargol, FranÇois Truffaut, FranÇois Seigner, Jean Dasté.

DURACIÓN: 90minutos.

 

 

El Niño Salvaje o El pequeño salvaje es una película desgarradora que muestra de manera ejemplar la falta de socialización por el abandono en un caso real. El cine puso de manera espectacular la cruda realidad de miles de niños en el mundo que padecen los malos tratos, el aislamiento, el desinterés por sus vidas, la falta de amor, cuando no el abuso y la exclusión.

 

Cuenta la película que el psicopedagogo trabaja incansablemente para insertar al niño de Aveyron (nombre de origen) en la sociedad francesa de comienzo del siglo XIX, consiguió ser su mentor y acreditar ante Pinel (reconocido Psiquiatra de aquella época) que el niño podía llegar a ser socializado e independiente. Esta película invita al debate de la relación entre lazo social y salud mental. Si es posible encontrar un piano en una isla es posible entonces insertar a un niño que afortunadamente no dejaron llegar a ser un salvaje.

Cuando vi el comentario del pedagogo como Mentor, vino a mi recuerdo la idea de mentalidad que toma Lacan y que desarrolla ampliamente Daniel Paola en diversos escritos y en su libro “Lo incorpóreo” [1].

 

Lo mental, dice el autor, “tiene un espacio que podemos ubicar en la idea de lo incorpóreo, espacio cercano a la expresión cultural de la sepultura”. Si la consistencia conlleva el concepto de superficie como algo que cubre y protege de lo peor del mundo, crea también un espacio impermeable, membrana aislante. “Decir consistencia es mantener un espacio en aislamiento al que podríamos denominar sentimentalidad” [2]

 

Pareciera que en ciertos niños esta membrana ha desaparecido, no hay lugar para la sentimentalidad. Notemos que Mentor viene de mente, es decir, el educador se propone, se ofrece al niño para que abandone el camino que tenía y siga uno a uno los pasos de su mente: ideas, valores, forma de vivir, para lo cual se propone lograrlo mediante la educación del niño que estaba en plena selva con animales salvajes, de los cuales éste tuvo que aprender sus formas de vivir, de conseguir comida, sus hábitos de defenderse (tenía marcas de alguna mordedura de un lobo que lo había atacado y que luego había matado para sobrevivir). Este niño fue abandonado en la selva no sin antes intentar matar, según da cuenta una marca del corte que recibió en el cuello y que data del momento en que lo recogen, ¿podemos hablar de cuerpo? Si el lazo social implica una continuidad, lo social da cuenta de una permeabilidad y la produce, donde el cuerpo se constituya, donde la palabra hace espacio y tiempo, la palabra dada, la palabra donada. La realidad psíquica es construida a partir de otro que le habla al niño, que le canta, que lo sostiene, que lo arrulla, que le inventa cuentos de amor desde los primeros instantes de vida. Un niño viene al mundo gracias a un padre que lo causa, modernidad mediante.

Palabras de amor sencillas y tiernas que echamos al vuelo cuando traemos un niño al mundo, cuanto de esto sucede, o cuanto de esto no se dice, no se hace. ¿Es posible modificarlo? Cuántas consecuencias puede tener en su salud mental cuando el abandono es de ambos padres.

 

Cabe la pregunta: ¿Cuándo se es humano? Se es humano a partir de otro que humaniza, a partir de la interpretación de las necesidades primordiales. Esa interpretación pasa por una decodificación cultural, simbólica.

 

En la película, el niño comienza su humanización con el tutor a través de sus enseñanzas y previamente con su institutriz y el anciano que lo cobija afectivamente, que le da un lugar de acogida entre la muchedumbre curiosa que iba a verlo como una rara especie. Lo biológico no basta, lo biológico madura a posteriori, durante el desarrollo.

 

La reversibilidad motriz antecede a la reversibilidad de pensamiento y esto no es sin la palabra, es su consecuencia, consecuencia del Otro primordial. El aparato fonador se ejercita y desarrolla a partir de la palabra. Lo biológico es una apoyatura de base pero no suficiente por sí sola para constituir humanidad.

 

Lo que caracteriza al cachorro humano es la indefensión con la que adviene al mundo, y si no hay intermediación de otro primordial, no hay puerta de acceso al orden simbólico y a la capacidad de pensamiento, y sólo la palabra garantiza que esto se lleve a cabo. Palabra de la que también él dependerá.

 

Un niño es un ser humano en desarrollo y en proceso de humanización, y partiendo de una posición de vulnerabilidad va a necesitar de un otro para alcanzar dicho desarrollo que lo convertirá en persona. La base de un ser humano no pasa solamente por lo biológico sino por lo social y lo emocional, un niño absorbe todo tipo de influencias del medio que lo rodea que le van a permitir ir haciendo un aprendizaje. El pequeño del film se adapta a la cultura, lo vemos en los gestos o actitudes con los que logra comunicarse con aquellos que lo rodean. (Ejemplo: cuando quiere tomar leche, le alcanza un plato a la mujer de la casa o le señala el armario donde se encuentra: éstos son gestos o conductas previas a toda simbolización de la palabra, son rudimentos de ella). La institutriz cumple un rol instituyente y fundamental, instala una mirada con afecto sin lo cual nadie puede sobrevivir. Sus cuidados, su amparo creyendo en este niño, sus caricias, su ternura escriben una impronta en su cuerpo, en el imaginario, su Yo instala lo verdadero que existe en todo humano y que da consistencia. Es ella quien despabila al pedagogo diciendo de la rigidez y falta de afecto que tenía en el trato con el niño. En la relación entre institutriz y pedagogo podemos pensar el modelo de pareja parental, función materna y función paterna son significantes. Ellos establecieron un contrato al modo de una familia cuyas consecuencias se desprenden del final de esta historia, el niño llegó hasta el borde que lo lleva a sus referentes.

 

Entonces volvemos a dar un lugar fundamental al lazo como modelo relacional de constitución de un ser humano, demostrando que el lenguaje se aprende primero con gestos, señas, sonidos guturales hasta llegar a las letras, las palabras, por imitación con el otro cuyo amor hizo baño del lenguaje.

 

En dicho film el niño no acepta inicialmente el ingreso a la cultura ya que esto implica reprimir sus impulsos y domesticar sus pulsiones primitivas. Lo que lo condujo a humanizarse fueron los cuidados de la institutriz y los del anciano, ambos engloban la acción creadora que llevó al niño a lograrlo a través del afecto. Presente y pasado, lo actual y lo histórico, castración mediante.

 

En todos los tiempos la educación de los niños ha sido una preocupación, un desafío, en especial cuando se refiere a los niños en situación total o parcial de marginalidad. A pesar de existir los Derechos de los Niños, continuamos no haciéndolos valer, no se cumplen tal como fueron enunciados y para quienes fueron realizados. Notemos que el séptimo es el Derecho a recibir Enseñanza y a Jugar, tornándose la primera en una obligación del adulto que se encuentra a su cargo, no así la segunda, un niño que no sabe jugar tiene muy afectada su salud mental. En la película, el educador le enseña a dar los primeros pasos de la civilización, como si fuera un nuevo nacimiento lo para en una mesa y va moviendo sus piernas como un padre hace con su hijo, pero su enseñanza se encuentra con el borde del amor, lo que es señalado por la institutriz, solamente a partir de su mirada amorosa el niño comienza a dar un vuelco en su porvenir.

 

En sucesivas oportunidades del film vemos al niño acompañar al educador a la casa de un amigo donde juega ajedrez, el niño se revela frente a esta situación ya que no juega con nadie, queda fuera de escena, nuevamente sólo mira el juego de los adultos hasta que otro niño lo invita a jugar probando el sabor y el placer del juego. Únicamente después de que el Maestro deja su juego para jugar juntos, se tranquiliza. El juego se basaba en ser llevado en una carretilla por el campo. Cuando reflexiono sobre ese cuadro viene a mi memoria el recuerdo de los cochecitos de los niños, parecía que había que enseñarle todo. ¿Un recién nacido hace lazo social o debemos enseñarle? Una madre cuando da la teta, cuando alimenta, establece el primer lazo de comunicación con su hijo y pasa luego a ser un referente social, todo un mensaje conlleva a lo social que comienza desde la vida intrauterina, padre mediante. No olvidemos que Vivir es comunicarse.

Este niño se fastidiaba o estaba entrando en un sistema simbólico donde el juego es parte de la vida. El juego es cultura y es comunicación entre dos seres, fundamento para una salud mental, el juego hace lazo, el niño ingresa a lo social a partir del juego y el amor de quien se ubica en función materna. Este caso, real, muestra que con una fría educación Nada es posible. El educador le dirigía su mirada en un intento simbólico de función paterna pero desprovista de afecto, como una especie de estudio de laboratorio, lo cual es corroborado por las autoridades que aceptan continuar subvencionando el pago de la asistente del pedagogo por valorar altamente su función en la educación del niño, función significante Nombre de la Madre.

 

El futuro del mundo se juega en conjunto. En la familia se fragua el futuro de la humanidad, la familia es don de compromiso, esperanza, corazón de la Iglesia y está llamada a educar a las nuevas generaciones en los valores y en el amor para que forjen una personalidad armoniosa en los hijos: primavera de la familia y del mundo, dijo Juan Pablo II.

 

No existe ciencia o disciplina que no tome a la familia como un fuerte componente en el orden de lo humano.

 

La propuesta desde el psicoanálisis será la de ubicar otros síntomas, otras formas de gozar, que a la postre brinden una posibilidad real de asumir la responsabilidad sobre el goce que se inscribe en el lazo social. [3]

 

Todos somos débiles mentales, la familia y el amor nos ayudan a salir de ello. El amor es la llave que abre la puerta que lleva a la realidad. Son sus palabras: “El poder sin amor es peligroso y abusivo, el amor sin poder es sentimental y flojo. El mejor poder es el amor que implica la petición de justicia, y la mejor justicia es el poder que corrige todo lo que pone obstáculos al amor”. “El amor es la única fuerza capaz de transformar un enemigo en amigo”.

 

Qué sería de cualquiera de nosotros hoy aquí si rompiéramos el lazo que nos une por tener un discurso. Este Congreso es un intento también por conservar nuestra salud mental a través del lazo que establecemos entre Profesionales de las distintas disciplinas, sabemos de los estragos que esto produce cuando el lazo no funciona o se rompe. No somos islas.

 

Locura o debilidad mental es el dilema que se le presenta a Lacan en el Seminario “La falla del inconsciente es el amor”, hay debilidad porque hay mentalidad, si no hay locura, siendo ésta un ejemplo de exclusión de la cual ustedes conocen a lo largo de toda la historia: solamente cabe recordar que a los locos se los encerraba en un cuartito apartado en las casas como si fuera algo contagioso o vergonzoso. Incluso hoy hay instituciones hospitalarias que mantienen su servicio de salud mental apartado, en el fondo y algunos cerca de la morgue.

 

Retomemos: si es en el seno de la familia, del amor y de la educación donde un sujeto encuentra sus referentes, es necesario que continuemos creando políticas de inclusión en los tres ejes: educación, salud y trabajo. Una educación validable y digna para todos, salud al alcance de cada uno, un trabajo: porque estar dentro del sistema otorga dignidad, la falta de trabajo desenlaza a un sujeto y por lo tanto lo enferma.

 

La tolerancia en los ideales supremos es virtud en los que piensan.

 

En la película, el problema del habla del niño podría haberse resuelto si hubiera tenido un tratamiento, su destino hubiera sido otro, pero como esto no fue posible, este niño tuvo un mal final, el mismo que tienen los niños TGD, Tics, TOC y otras tantas “T” producto de un descarrilamiento de lo imaginario, punto de la alienación, constitución de lo imaginario sin freno, sin repetición que pudiera permitir un descenso o un freno. “Je”: lugar del ser sin posibilidad de paso al tener. No es muy comprensible el porqué los llaman “T” si ni siquiera pudieron acceder a la segunda persona, cuando un “Mi” se instituye hay un “Tu”, hay dos juntos pero se-parados y sin embargo en este niño hay ausencia del otro con su consecuencia arrasadora.

 

Lamentablemente tenemos experiencias a diario de esto en nuestros consultorios, en los hospitales, en las calles, en niños, adolescentes y padres.

 

Un análisis funciona como reparador del pasado y reaseguro a futuro, dando un mejor presente, pero como siempre el trabajo es retroactivo vuelve como línea de tiro relanzando con toda su fuerza desde ese punto de origen hacia adelante, como los que lanzan la jabalina, desde atrás cobran su mayor fuerza e impulso. El borrado de lo original de la huella y la nueva escritura producen efectos imborrables, nada ni nadie puede detener el efecto de la letra inscripta por el analista. En el juego del deseo las cartas están doblemente echadas: la de origen y la nueva, en cada mano se vuelven a mezclar y un nuevo corte se establece, una nueva partida una y otra vez para dar descenso con un goce que nunca termina de evanescer pero del que al menos, el sujeto es advertido.

 

Un analista sutura, empalma el corte, no hace cirugía reparadora mas el recuerdo será desprovisto de la carga que produce el dolor, un recuerdo sin dolor es una bella nostalgia, es perdonable y por eso estamos sentados aquí compartiendo este Congreso de Salud Mental, escuchándonos en nuestro lazo.

 

Nadie queda afuera del niño de Aveyron si se queda en la soledad de la profesión, nosotros también podemos caer en el aislamiento a pesar de ser bien educados y con amor. Un análisis hace lazo en la estructura psíquica de un niño y del niño con el medio. El Contrato Narcisista es un pacto del niño con la familia y con el medio escolar, su entorno social. Los amigos cumplen una función de espejo, de apego y contornean la imagen creada dándole otra forma en el moldeado de las relaciones entre pares, blanda masilla que las sabias manos sabrán trabajar para acomodarse y no quedar fuera del grupo, unos y otros recorren un camino de ayuda mutua: lo que la familia no pudo los amigos lo logran, a quien la vida no le dio la oportunidad de tener hermanos le dio la posibilidad de hacer amigos, horadando el lema de cualquier hijo único o que se sienta como tal.

 

Una sociedad unida, nunca es vencida.

 

La palabra cura porque estamos hechos de letras y palabras, de buenas palabras.

 

Al final conservaremos sólo lo que amamos, amaremos lo que entendamos y entenderemos sólo lo que nos enseñen con amor.

 

Trabajo presentado en el Congreso AASSM 2011

- Eje: El lazo social y la salud mental.

 

Notas


[1]Paola, Daniel: Superficie, Letra y Melancolìa, Brasil, 1997. Enlace: http://www.herreros.com.ar/melanco/paola.htm

[2]Paola, Daniel: Locura o Debilidad Mental. Buenos Aires, 1995.Enlace: http://www.efba.org/efbaonline/paolad-01.htm

[3]Jairo Baez, Psicosis y Cotidianeidad: “La tragedia de un lazo social”, en www.carlosbermejo.net/a-NUDAMIENTOS55.

[4]Jaques Lacan: “Dos notas sobre el niño”

[5]www.carlosbermejo.net/a-NUDAMIENTOS55.

[6]Film: “El pequeño salvaje”, Datos escritos por Itard:

Enlace: http://www.uhu.es/cine.educacion/cineyeducacion

/temaspequenossalvaje.htm

[7]El presente trabajo tiene como referencia y agradecimiento el grupo organizado por la Lic Marta Muhlard en el cual hemos trabajado el film de referencia y diversos textos.

 

 


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