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Tim Burton: mundos en colisión03/10/2006- Por Sergio Zadunaisky -
La maquinaria visual de Tim Burton proviene, como en Federico Fellini y David Lynch, de su inclinación natural hacia el campo de las artes plásticas y el comic. Si bien los tiempos han cambiado, la figura de Burton se recorta en el escenario de la industria cinematográfica como una figura de autor, tal como entendían este concepto los críticos franceses en la década del 60: trabaja dentro del sistema, pero mantiene sus rasgos personales, temáticos y formales, sin traicionarse.
Introducción
La maquinaria visual de Tim Burton proviene, como en
Federico Fellini y David Lynch, de su inclinación natural hacia el campo de las
artes plásticas y el comic. Esto
provoca que las obras de estos tres autores se caractericen por su rechazo a la
realidad. Fellini prefería recrear en Cinecittá lugares de Roma que podría
haber filmado en la ciudad misma; Lynch aparece preocupado por un orden
paralelo al cotidiano, un mundo de desconocida perversidad, locura y muerte. En el caso de Burton, este rasgo se
evidencia en su predilección por el género fantástico.[1]
Paradigma de esto es Vincent –uno de sus primeros trabajos– donde el protagonista es un niño de 7 años que decide apartarse del
mundo real y (re)construye su entorno cotidiano con imágenes referenciales del
cine de terror y textos de Edgar A. Poe.
Así como el pequeño Vincent en su mundo, el mismo
Burton es un auténtico freak dentro
de la industria, un personaje que se guió siempre con sus propias reglas y
parámetros. La decisión de abandonar su puesto de trabajo como animador de
Si bien los tiempos han cambiado, la figura de
Burton se recorta en el escenario de la industria cinematográfica como una
figura de autor, tal como entendían este concepto los críticos franceses en la
década del 60: trabaja dentro del sistema, pero mantiene sus rasgos personales,
temáticos y formales, sin traicionarse.
Filmografía de Tim Burton para cine y televisión
Vincent (1982)
Hansel y Gretel (1982)
Frankenweenie (1982)
Aladino y
Beetlejuice (1988)
Batman (1989)
El joven Manos de Tijera (1990)
Batman Vuelve (1992)
El Extraño Mundo de Jack (1993)
Ed Wood (1994)
Marcianos al ataque (1996)
El Planeta de los simios (2001)
El gran Pez (2003)
Charlie y
El Cadáver de
Influencias
La infancia del realizador de El Planeta de los Simios transcurrió en Burbank, un pequeño pueblo
de California, sitio en el que nunca se sintió cómodo. Tal vez por esto el
Expresionismo –un movimiento de principios del siglo XX que se caracterizó por
manifestar el extrañamiento del hombre con su entorno– hizo mella en su obra.
Filmes expresionistas como El Gabinete
del Dr. Caligari (Robert Wiene, 1918) y Nosferatu
(Friedrich W. Murnau, 1922) aparecen referenciados en la atmósfera y la
escenografía de Vincent y Beetlejuice.
Otro rasgo propio de Burton es el tema de la nobleza del monstruo y de la maldad de
la gente “normal”, que aparece en varios filmes del director (El Joven Manos de Tijera, Batman Vuelve, la reciente El Cadáver de
La figura de Frankenstein, por otro lado, aparece
citada literalmente en Frankenweenie
y de manera metafórica en El Joven Manos
de Tijera. En la primera es un niño quien devuelve, a la manera del
celebérrimo doctor, la vida a su querida mascota. Pero el parecido no termina
allí, ya que encontramos referencias puntuales (la secuencia final de la
persecución del perro y el incendio del molino) a los dos filmes sobre la
criatura que James Whale rodara en la década del 30: Frankenstein (1931) y La
novia de Frankenstein (1935).
En El Joven
Manos de Tijera, el personaje interpretado por Johnny Depp es una especie
de humanoide al que su creador deja huérfano e incompleto, con dos manos de
tijera en lugar de las manos ordinarias. Su aspecto, como el del personaje
creado por Mary Shelley, provoca el rechazo de la gente, lo que finalmente lo
empuja a la soledad y a una conducta asocial. Roman Gubern en su libro Máscaras de la ficción dice, hablando
del mito: “[…] el monstruo de Frankenstein vive un interesante proceso de
hominización. Inicialmente es un antropoide primitivo, torpe y mudo, pero a
través de su vida silvestre, espiando y escuchando a los hombres, se hominiza,
en un proceso que le lleva al descubrimiento del fuego, al uso de herramientas,
al aprendizaje del lenguaje articulado, de la lectura y de los códigos de
comportamiento humano. Pero, a pesar de tal hominización, su anormal apariencia
sigue penalizándole como monstruo”. Del mismo modo, en El joven… hay un proceso que se asemeja al descrito por Gubern,
pero se agrega a él una historia de amor, que finalmente queda irresuelta.
Aquí, Burton traiciona deliberadamente el obligado final feliz de la estructura
de cuento de hadas que utiliza para su filme.
Otra influencia para destacar es la del cine clase
B, aquel que superaba con imaginación, coraje y mayor libertad temática las
limitaciones económicas y productivas que le eran impuestas por el sistema de
Hollywood. En efecto, el método de trabajo de Tim Burton sigue privilegiando
las herramientas artesanales sobre las industriales (aunque sin desdeñar estas
últimas) y encuentra en el uso del “stop motion” (la animación cuadro a cuadro)
su máximo exponente. Heredada de Ray Harryhausen, uno de los pioneros en la
materia, la animación generada cuadro por cuadro es en manos de Burton un
recurso expresivo y narrativo más que un simple elemento técnico.
La conexión con Federico Fellini no parece, a simple
vista, muy directa. Sin embargo, el rechazo de la realidad, como decíamos al
principio, la fascinación por lo fantástico y maravilloso, la referencia
directa al mundo del circo en El Gran Pez
o en la figura de El Pingüino y sus secuaces payasescos en Batman, sumados a la
música de Danny Elfman y sus claras referencias a Nino Rota, sobre todo el de
El cuento de hadas en El Joven Manos de Tijera, los mitos y leyendas en El Extraño Mundo de Jack y
Personajes
Los personajes de Burton son “manchas” puras que
contaminan con su presencia cargada de pureza un entorno conformista y
mediocre. El mundo fantástico y sobrenatural de los muertos en El Cadáver de
En la mayoría de los filmes de Burton el título
lleva el nombre de su protagonista: Vincent,
Edward Scissorhands, Batman,
Sin embargo, lo que da riqueza al tratamiento de los
personajes es la ambigüedad de la que ellos están provistos. Es habitual que
características de los villanos aparezcan en los héroes y viceversa. Si bien se
supone que en Batman vuelve, El
Pingüino es el “malo de la película” y Bruno Díaz/Batman es el “bueno”, hay
hechos y características en común entre ambos, como la orfandad y la sed de
venganza como motor de sus acciones. Los dos son también seres solitarios y
atormentados a los que la sociedad mira con recelo, desconfianza y temor.
Dos elementos que aparecerán utilizados con
frecuencia por los personajes de Burton son el disfraz y la máscara. Ya sea
elegida por el personaje o impuesta, será una manera de diferenciarse del resto
o de uniformizarse y plegarse al entorno. Por ejemplo, ese rasgo puede verse en
El Joven Manos de Tijera donde es
Peggy, la vendedora de Avon –todo un símbolo de la apariencia– quien con buenas
intenciones adopte a Edward y en un gesto maternal lo viste con la ropa de su
marido. Algo similar ocurre con el Pingüino en Batman vuelve: allí Shrek, el villano real del filme pretende
utilizarlo con fines políticos lanzándolo como candidato a Alcalde de Ciudad
Gótica. Sin embargo, el Pingüino debe sortear el inconveniente de su apariencia
física, por lo que Shrek trata de humanizarlo lo más posible (ofreciéndole,
entre otras cosas, guantes para tapar sus extremidades animales), lo cual es
rechazado por el pingüinesco personaje.
Una de las escenas más representativas sobre el tema
de las apariencias y la identidad es la del baile de disfraces en Batman vuelve, donde los únicos dos
personajes de la fiesta que no llevan disfraz son Bruno Díaz (Batman) y Selina
Kyle (Gatúbela). Sin embargo, esta actitud desde el punto de vista de ellos es
lógica, el disfraz es su apariencia humana y convencional: ya lo llevan puesto.
Otra de las características principales de los
héroes burtonianos es el retrato de su paso de la infancia a la madurez, no
siempre mostrados de manera tradicional, sino metafórica. En El Gran Pez, por ejemplo, el hijo de
Willy crece cuando logra comprender al padre y recibir su legado,
continuándolo.
La familia
El Origen y
A veces personajes como Ed Wood o El Pingüino crean
su propia familia. El primero con su trouppe
de excéntricos seguidores y el segundo al lado de sus pingüinos, los únicos que
lo acompañarán dignamente en el momento de su muerte.
Rapsodia en Agosto (1991), uno de los últimos filmes del
maestro Akira Kurosawa, rescataba la figura de una abuela y mostraba la
conexión que sus nietos tenían con ella. En Charlie
y
El mundo partido en dos
El universo que Burton ha configurado en cada uno de
sus filmes se constituye en esencia por dos mundos separados tanto visual como
temáticamente. Es el contraste lo que potencia los rasgos de un mundo y otro
retratados en las películas del director. En casi todos los casos estos mundos
chocan y vuelven a separarse (El mundo de los muertos y el mundo de los vivos
en El Cadáver de
El texto El
Extraño caso del Doctor Jeckyll y Mr. Hyde, de Louis Stevenson, aparece en
el tema de la dualidad dentro de los propios personajes de Tim Burton. El mismo
Stevenson decía en una frase que podría pertenecer al propio Burton: “Todos los
seres humanos son una mezcla del bien y del mal” y se refiere a “esas dos
regiones del bien y del mal que dividen y componen nuestra naturaleza, pues el
hombre no es verdaderamente uno sino verdaderamente dos”. La figura del doble o
“Doppelgänger” aparece en los personajes de Batman, El Joker o Gatúbela. El
descentramiento que padecen los lleva a vivir una vida dividida, en la que
parte de su personalidad debe quedar oculta a los demás.
Otros ejemplos los encontramos en El Joven Manos de Tijera, en el
personaje de Edward quien con sus tijeras puede tanto crear como destruir, Ed
Wood en el film homónimo es heterosexual, pero le gusta usar suéteres de angora
y ropa de mujer. A pesar de esta escisión, la honestidad y pureza de estos
personajes es mayor que la de los que los rodean. Hasta Jack Skellington en El extraño mundo de Jack creerá ver en
el mundo de
Conclusiones
2005 fue uno de los años más productivos para Tim
Burton. Charlie y
Sergio
Zadunaisky
[1] Según Eduardo A. Russo, “El cine fantástico propone la creación de un
mundo paralelo que da su sentido más portentoso a la palabra «diégesis», esa
creación de un universo autónomo y regulado por su coherencia interna, a veces
en declarado combate con la lógica de lo cotidiano o las leyes de la
naturaleza” (Eduardo A. Russo, Diccionario
de Cine, Buenos Aires, Paidós).
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