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Clase 5 La ética en el análisis de orientación lacaniana07/09/2005- Por Silvia Nora Pasik - Realizar Consulta
La ética en el análisis de orientación lacaniana.
1. El
lugar del analista
2. El
objeto “a”, única invención reconocida por Lacan
3. La
ética del deseo. Estar advertido de… No ceder en su deseo.
4. Función
deseo del analista. Hacia el deseo de saber. La castración.
5. El
almor como ilusión de encuentro
1.
El
lugar del analista
La temática del lugar fue ubicada como función a partir de la primera clase desde la
topología, que también fue definida.
El lugar
del analista se trata también de una función a sostener en un
análisis. Algo más desarrollaremos en ésta especialmente y también, cómo lo ubica la orientación lacaniana desde
una ética basada en el análisis del discurso inconsciente[1].
Para continuar y
siguiendo a Lacan -punto (2) de la bibliografía, pág. 444-
“la actitud… que se
plantea en el principio, [es]… tanto… la regla llamada analítica que se impone al
paciente [asociación libre] de no omitir nada de lo que le viene a la mente y
de renunciar… a toda crítica y a toda elección, como… la atención llamada
flotante que Freud indica expresamente al analista por no ser sino la actitud
que corresponde a esa regla”.
Es
decir, que se trata de cumplir, analista y analizante, estas reglas que estructuran lo que se llama el dispositivo -que es lo que se instala
a partir de ellas- y que produce
efectos, tiene consecuencias y es parte de la dirección [llamaremos orientación] de la cura que
veremos más abajo.
Siguiendo con el mismo
texto -pág. 444, líneas más abajo y continuando la cita-
“Estos dos preceptos [las
reglas a cumplir]…ponen,… suficientemente en valor el papel fundamental del
discurso del sujeto y de su escucha”.
Es
la ética del análisis de orientación
lacaniana la que enmarca -da marco- “[al] papel fundamental del discurso
del sujeto y de su escucha”; sostenida
por otras funciones de las cuales algo ya hemos desarrollado y seguiremos
haciéndolo en los distintos puntos de ésta y las clases que restan a saber: el objeto a, ética del deseo,
estar advertido, función deseo del analista, deseo de saber, descubrir la
castración, fin de análisis para
Lacan -es decir- pase de analizante a analista nominado por la escuela.
Continuando con Lacan y el mismo artículo, diremos
que puede sostener el analista su lugar
a partir -pág. 441- “… de
la formación dada…” constituida por su propio análisis, las
sesiones de supervisión acerca de sus analizantes y el estudio”.
Define la experiencia analítica como -cita, pág. 443- “[la] estructura de una relación… la analítica, y a
la cosa que se capta en ella, concretamente el significante… estos
conceptos, poderosamente articulados entre sí, no corresponden a nada que se dé
inmediatamente en la intuición” o sea: el análisis es diferente de lo que se conoce como sentido común y/o
intuición.
Es importante
agregar -fue diferenciado en clases anteriores- nuevamente que, al decir de Lacan en este artículo -pág. 445-
“Freud en
esto como en todo es tajante: todo su esfuerzo de 1897 a 1914 fue distribuir las partes de lo
imaginario y de lo real en los mecanismos del inconsciente[2]”; lo cual estaba siendo
confundido pues -entre otras
cuestiones- no discriminaban los tres registros.
Ya
en clases anteriores, diferenciando la orientación lacaniana y a fin de
ubicarla, dijimos, que la experiencia analítica debe desarrollarse
preponderantemente en el eje simbólico distanciándonos del imaginario[3].
Una
de las consecuencias y efectos que produce el dispositivo recién enunciado es
punto 7 de la bibliografía, página 813- “…los analistas forman parte del concepto de inconsciente, puesto que
constituyen aquello a lo que éste se dirige…”
Retomando el tema de este
apartado -el lugar del analista-
citamos -punto 3, apartado 1, subtítulo1, pág. 565- “…bajo el nombre de
análisis muchos se dedican a una ‘reeducación
emocional del paciente’. Situar en este nivel la acción del analista
acarrea una posición de principio,
porque es más allá donde se encuentra desde ese momento la impostura que
queremos desalojar aquí”. La sentencia en… Freud… [es]:
Wo es war, soll Ich werden, se traduce en ella al uso francés por: el yo debe desalojar al ello [para
nosotros: donde el yo estaba, debe advenir el
sujeto].
O sea: quienes se dedican
a ‘reeducación emocional del paciente’ quedarían en la ubicación que muestra el esquema Lambda que
acabamos de transcribir.
En cambio en -punto 3 de
la bibliografía, apartado 1, subtítulo
2, pág. 566- Lacan aclara:” El analista
sin duda dirige [orienta] la cura. El primer principio de esta cura,… que
vuelve a encontrar en todas partes en su formación [el analista]… no debe
dirigir al paciente. La dirección de conciencia en el sentido de guía moral…,
queda aquí radicalmente excluida. …
Estas
directivas [la instalación del dispositivo a través de las dos condiciones]
están en una comunicación inicial planteadas bajo forma de [la consigna de la
asociación libre]… el problema de la [orientación] se muestra,…, como no
pudiendo formularse sobre una línea de comunicación unívoca…”[4] líneas más abajo: “…es por el lado del
analista por donde [pretendemos] abordar nuestro tema”.
[Continúa el
punto 3 de la bibliografía, Apartado 1, Subtítulo 3, pág.
567] “… en el depósito de fondos de la
empresa común, el paciente no es el único con sus dificultades que pone toda la
cuota. El analista también debe pagar:
·
pagar
con palabras sin duda, si la transmutación que sufre por la
operación analítica las eleva a su
efecto de interpretación;
·
pero
también pagar con su persona, en cuanto que, diga lo
que diga, la presta como soporte a los
fenómenos singulares que el análisis ha descubierto en la transferencia[5];
·
¿olvidaremos que tiene que pagar con lo que hay de
esencial en su juicio más íntimo,…?”[6]
El
analista sólo sigue los decires de sus analizantes y no sus ideas personales lo
cual no quiere decir que no las tenga sino, que deben quedar (entre
paréntesis); debe estar lo más alejado posible del ideal en tanto persona y por
eso definimos el análisis como del discurso inconsciente[7] del
analizante
En
el grafo del deseo[8] -que sigue a continuación- sí está ubicado en el
piso superior que corresponde el campo de lo simbólico que es hacia el cual se
orienta el desarrollo de la clínica lacaniana, llegando a lo real[9].
Comienza
con la línea que va de A, a s(A)[10], pasa
por la demanda $ ◊ D[11]; el fantasma, $◊a[12]
y el S(A barrado)[13]
Haber
ubicado el grafo es solo a los fines que se sepa que debe pasar de la demanda
significada por el Otro, atravesar el fantasma del sujeto, concluyendo en el
saber sobre la castración y la barradura -en tanto sujeto hablante- de la falta en el Otro y en el propio sujeto.
Esto es: calidad de recorrido en la experiencia analítica con operaciones
lógicas y no cronológicas.
Para concluir este primer
punto del lugar del analista
citaremos a Jacques- Alain Miller
-punto 9 de la bibliografía, cap. 1 pág. 19-
“¿Cuál
es la función del analista? [O sea: qué lugar debe ocupar y, subrayando lo que
acabamos de decir] ¿A qué debe haberlo preparado su formación?
Su función es
desaparecer en tanto
que yo(moi), no permitir
a la relación imaginaria dominar
la situación. … su posición misma en el dispositivo analítico manifiesta esta
sustracción a la relación imaginaria. Por el contrario, en la experiencia
analítica debe estar en el lugar del gran Otro[14],… [e interpretar desde
ella], posición excéntrica [por fuera de su moi]”.
2.
El
objeto “a”, única invención reconocida por Lacan
Para comenzar, diremos de
este concepto tan particular -como leerán- que
“no es
un objeto del mundo. No es representable como tal, no puede ser identificado
sino bajo la forma de «esquirlas»… (fragmentos)… del
cuerpo, reducibles a cuatro: el objeto de la succión (seno), el objeto de la
excreción (heces), la voz y la mirada. …
[Sigue
la cita][15] Su ‘constitución’ se crea ‘en ese espacio[16], margen’ que la demanda… [lo
vimos en clases anteriores] abre más allá de la necesidad que la motiva: ningún
alimento puede «satisfacer» la demanda…. la condición absoluta de su existencia
[es] en tanto sujeto descante [imposible de satisfacer]. …, su función es
soportar la «falta en ser» que define al sujeto del deseo. Esta falta sustituye
como causa inconsciente del deseo a otra falta: la de una causa para la
castración. …”[17]
Una de las cuestiones
importantes de la creación del objeto ‘a’ es que ubica la falta estructural
-llamada falta en ser- de la cual venimos hablando desde la primera clase
habiéndola definido sin posibilidad de
cubrir lo cual, distingue la ética del análisis de orientación
lacaniana, tema central de esta clase.
Las otras psicoterapias pretenden
suturar, cubrir, obturar la falta; la misma es imposible de ‘llenar’; es lo que
se intenta durante toda la vida con las distintas posibilidades que brinda la
sociedad: el dinero, los bienes materiales, la religión, las sectas, y sigue la
lista.
La cita ubica “El objeto
a es entonces el objeto del análisis, y los analistas tienen en parte a su
cargo [su] tratamiento…”.
3.
La
ética del deseo. Estar advertido de… No ceder en su deseo.
Se considera pertinente
comenzar este apartado con la siguiente pregunta que formula Lacan en su texto
-punto (4a) de la bibliografía, pág. 348- “¿el final del análisis es lo que se nos demanda? [Responde] lo que
se nos demanda debemos llamarlo con una palabra simple que es, la felicidad”. [Pág. siguiente] “… cuán
lejos estamos de toda formulación de una disciplina de la felicidad”.
En tanto venimos diciendo
desde la segunda clase, que fue Freud el
primero en decir que en la vida se trata de desajustes y discordancia y, desde
allí la cita ya que ubica a qué no debe apuntar el fin de un análisis.
[Líneas
más abajo leemos] “No hay nada semejante en el análisis de realizarse en lo que
le parece ser su propio bien”.
Recuerden
a partir del Más allá del principio del placer freudiano lo desarrollado
sobre el goce por Lacan y el superyo ordenando gozar.
[Continúa la
cita en la
misma página]
“Pretendemos ir
por vías que,… parecerían sorprendentes, permitir al
sujeto ubicarse en una posición tal que las cosas, misteriosa y milagrosamente,
le vayan bien, que las tome del lado adecuado.”
Sin embargo, hay salida,
la emergencia y producción del sujeto que conlleva el deseo evanescente entre
el S1 y el S2 de la cadena mínima, temática de la cual también desarrollamos
algo.
Acabamos de mencionar el
deseo -[Pág. 350]- “… el tema
colocado en el
centro [del análisis], es ¿qué
es el deseo?...”
En este sentido [Pág.
351] Invita “Intenten preguntarse qué puede querer decir haber realizado su deseo”.
Algo
del orden de la muerte circula pero, en el sentido freudiano del instinto de
muerte del cual algo desarrollamos; pero Lacan se pregunta -[pág. 352]- ”… ¿cómo el hombre, es decir, un ser vivo, puede llegar a
acceder, a conocer este instinto de muerte, su propia relación con la muerte?
Respuesta: por la virtud
del significante… En el significante,
y en la medida en que el sujeto articula una cadena significante, palpa que él puede faltar en la cadena de
lo que él es.
Se quiere promover que la
idea de la muerte es simbólica -esto es- en la vida hay pérdidas, hay renuncias
–o sea- no es sin.
Continuando con el punto de la clase estar advertido de… [Pág.
358] “Lo que el analista tiene para dar [es],… lo que tiene. Y lo que tiene no
es más que su deseo, al igual que el analizado, haciendo la salvedad de que es
un deseo advertido”.
Desarrollando el punto de la clase el deseo del analista citamos [en la misma página] “¿Qué puede ser…, el deseo del analista principalmente? A partir de ahora, podemos de todos modos decir lo que no puede ser [el deseo del analista]. Él [analista], no puede desear lo imposible…”
Va a dar un ejemplo de desear lo imposible que es lo que no puede
el analista [líneas más debajo de la misma página]: “… [si]
respondemos [en tanto ubicados en el lugar de analistas] a la demanda de
felicidad.
El fin de un análisis para
el parlêttre de lo que se trata es estar advertido a fin de poder hacer
con estos hechos de estructura”.
Proponemos algunos
ejemplos de lo que podría considerarse no
ceder en su deseo:
·
Alguien decide volver de un
viaje de vacaciones que le ha insumido tres días pues, está angustiado, ya que,
no deseaba realizarlo; hay goce.
·
Alguien decide renunciar a un trabajo que le
brindaba un muy buen pasar económico, por su deseo de no querer tolerar
presiones.
·
Alguien decide dejar un deporte
profesional, pues se siente presionado y en un lugar no deseado.
Alguien podría
cuestionar, ¿por qué se lo hizo si no querían, en cualquiera de estos ejemplos?
Porque -seguimos a Lacan
en punto (4b) de la bibliografía, pág. 361-
“[articulando]... en línea recta con la experiencia freudiana, …, ¿es
acaso sostenible reducir el éxito del análisis a una posición de confort
individual, vinculada a esa función con toda seguridad fundada y legítima que
podemos llamar el servicio de los bienes?, bienes privados, bienes de la familia,
bienes de la casa, y también otros bienes que nos solicitan, bienes de la
profesión, del oficio, de la ciudad”. [Responde]:
“No hay ninguna razón para que nos hagamos los garantes del ensueño. Un poco más de rigor y de firmeza es exigible en
nuestro enfrentamiento de la condición humana y el servicio de los bienes tiene
exigencias, que el paso de la exigencia de la felicidad tiene consecuencias. El
movimiento en el que es arrastrado el mundo en que vivimos al promover hasta
sus últimas consecuencias el ordenamiento universal del servicio de los bienes,
implica una amputación, sacrificios; a saber, ese estilo de puritanismo en la
relación con el deseo que se instauró históricamente. El ordenamiento del
servicio de los bienes en el plano universal no resuelve sin embargo el
problema de la relación actual de cada hombre, en ese corto tiempo entre su
nacimiento y su muerte, con su propio deseo, no se trata de la felicidad…”
Respecto del campo de los
bienes aclara Lacan -punto (4c) de la bibliografía, pág. 382-
“el campo de los bienes, naturalmente eso
existe… pero invirtiendo la perspectiva… [propone] No hay otro bien más que el que puede servir
para pagar el precio del acceso al deseo… El arroyuelo donde se sitúa el
deseo… corre por debajo de…, lo que
somos y también lo que no somos, nuestro ser y nuestro no ser… bajo todas las
significaciones”
4.
Función deseo del analista. Hacia el deseo de
saber: la castración.
Como
venimos desarrollando, el lugar del analista no es fácil. El lugar del analista
conlleva renuncias y responsabilidad, siendo una central: escuchar los decires
de sus analizantes y no los pensamientos propios.
El
final de un análisis produce el surgimiento de un deseo inédito que es el deseo
de saber el cual es el nombre propio
del deseo del analista de la propia vida.
El
deseo del analista es una función, no es el personal.
La posición que hasta aquí venimos enunciando desde
el comienzo de este curso y en ésta en particular, tiene que ver con la función
deseo del analista. Es decir: ocupar el lugar del muerto respecto de su
moi, de sus saberes personales; no pretender lo imposible que es, entre
otras cuestiones, la obturación de la falta estructural; acompañar al
analizante en el recorrido de confrontar la angustia que aparecerá como parte de la estructura en el
atravesamiento de su fantasma, que trae la caída de los ideales -recordar una
de las funciones enunciadas del superyo- y que el Otro sin barrar pase a ser
barrado.
Este fantasma que se ha de atravesar provoca
angustia porque se trata de desarrollar el entramado de fantasías que está
obturando, velando -con velo- a través de la cadena significante en el que se
ha constituido.
Lo que angustia es el
descubrir –sacar el velo- del saber del cual el neurótico[18] no
quiere enterarse, que es la castración[19].
Una posible salida de análisis es el pasaje de analizante a analista de su propia
experiencia y operar con las funciones analíticas.
Sin embargo, para ocupar el lugar de analista debe
haber hecho el pase, que es el dispositivo que propone Jacques Lacan en su
artículo –punto 8 de la bibliografía- incluido en esta clase.
5.
El almor como ilusión de
encuentro VER
La cotidianeidad da
cuenta de las dificultades respecto del amor.
Lacan se pregunta punto
(6b) de la bibliografía, pág. 174- “… lo
importante en lo que revela el discurso analítico [recuerden que fue citado
dentro del seminario 17, del Envés en clases anteriores, que es de lo que se
trata el análisis],… es esto: el saber,
que estructura… al ser que habla, tiene la mayor relación con el amor. Todo
amor encuentra su soporte en cierta relación entre dos saberes inconscientes.”
Se quiere remarcar el
lugar especial que le da Lacan al amor, que es diferente que el habitual ya que
está hablando de dos saberes
inconscientes en tanto hablantes.
O sea:
es coherente con la fórmula con la que iniciamos este curso respecto de:
¿Qué condiciones requiere el análisis para que
pueda existir?
Su respuesta fue: El análisis sólo es posible si
y sólo si, el inconsciente está estructurado como un lenguaje.
En la teorización de
Lacan siempre recurre a la calidad y efectos que produce ser sujetos hablantes.
Retomando el tema de este
apartado, que es el amor como ilusión de encuentro Lacan hace una
afirmación muy fuerte diciendo que no
hay relación sexual; lo que alude a la
no proporción, al desajuste[20].
Para dar cuenta en parte
de esta fórmula, recuerden que en la clase sobre los 3 registros, y hablando
del real, dijimos -entre otras
cuestiones- que no cesaba de no
inscribirse, no llega a lo simbólico.
Ahora Lacan dice -mismo
texto y página- “El reconocimiento que
no es otra cosa que la manera cómo la relación llamada sexual -en este
caso [como recién transcribimos] relación
de sujeto a sujeto, sujeto en cuanto no es más que efecto del saber
inconsciente- cesa de no escribirse.
[Sigue la cita: págs.:
174 y 175] Cesar de no escribirse, no
es fórmula puesta al azar. La referí [dice Lacan] a la contingencia[21]…” [líneas más abajo]… definí la relación sexual
como aquello que no cesa de no escribirse. Hay allí imposibilidad [es
estructural] Es, que… no hay, en el decir, existencia de la relación sexual…
La contingencia, la encarné [dice Lacan] en el cesa de no escribirse. Pues no hay allí más que encuentro… en la pareja…, de los
afectos,… como hablante…
[Se pregunta] ¿No quiere
esto decir que sólo por el afecto que
resulta de esta hiancia se encuentra algo, que puede variar infinitamente….,
pero que, un instante, da la ilusión de que la relación sexual cesa de no
escribirse?— ilusión de que algo no sólo se articula sino que se inscribe,…
en el destino de cada uno, por lo cual, durante
un tiempo, … de suspensión, lo que sería la relación sexual encuentra en el ser
que habla su huella y su vía de
espejismo.
El
desplazamiento de la negación, del cese de no escribirse al no cesa de
escribirse, de contingencia a necesidad, éste es el punto de suspensión del que
se ata todo amor….
[Concluimos la cita con] Tal el sustituto que —por vía de la existencia del inconsciente, y no de
la relación sexual, que son distintas— hace el destino y también el drama del
amor”.
Lo que interesa subrayar:
que se trata del hablante, de la contingencia del significante, de la
imposibilidad de la relación llamada sexual y jugar por momentos a la ilusión
de la ahora posibilidad fugaz del encuentro en el drama -como escenificación- a
que puede jugarse en el desarrollo de la vida desde un lugar conflictivo
imaginario en el que suele desarrollarse hacia, otro desdramatizado en el
sentido del juego.
Se
considera interesante el juego que hace -[punto
(6a) de la bibliografía, pág.
102] “… sólo podría llamarse alma lo que remite a un ser -al ser que habla,
para darle un nombre- soportar lo intolerable de su mundo, lo cual la supone
ajena a éste, es decir, fantasmática [propia de las fantasías del sujeto]. Lo
cual es considerarla en él -el mundo- sólo por su paciencia y valentía para
hacerle frente. … hasta nuestros días, el alma no ha tenido otro sentido.”[22]
A
modo de conclusión de esta clase transcribimos la última cita -pág. 107- “Es la
eterna ambigüedad del término inconsciente.
Ciertamente se supone que hay inconsciente porque algo en alguna parte en el
ser que habla, sabe más que él, pero esto no constituye un modelo aceptable
para el mundo”, [agrega la que escribe estas clase] para el mundo de los bienes, la presión…. A la alienación -como fue
dicho- estructural subjetiva, se agrega
la social.
Dice
Miller -pág. 19- “Lo
más importante que se tiene para dar es lo que no se tiene como una propiedad…
y esa es la definición lacaniana del amor, dar lo que no se tiene”.
Hasta
la próxima clase
Bibliografía:
1.
Diccionario
del C. D.: De circulación informal sobre las obras de
Freud, Lacan y otros ya citado en otras clases.
2.
Lacan,
Jacques.
Apartado 4. ‘Situación
del análisis y formación del analista en 1956’.
En Escritos I. Ediciones Siglo XXI. 14ª Edición. 1987
3.
Lacan,
Jacques.
Apartado 5. La dirección de la cura y
los principios de su poder en Escritos II..
Ediciones Paidós. Barcelona-
Buenos Aires. 1959-1960.
4. Lacan, Jacques. La Ética del Análisis. Apartado: La dimensión trágica de la
experiencia analítica en Seminario. Libro 7.. Ediciones Paidós. Barcelona- Buenos Aires.
1958
a) Capítulo: XXII: La demanda de felicidad
y la promesa analítica.
b) Capítulo:
XXIII: Las metas morales del análisis:
c) Capítulo:
XXIV: Las paradojas de la ética o
¿Has actuado en conformidad tu deseo?
5. Lacan, Jacques. Seminario. Libro 17. El Envés del Análisis. [Versión fotocopiada
pero existe el libro en la actualidad como libro]
6. Lacan, Jacques Seminario. Libro 20. Aún. 1972-1973. Texto establecido por
Jacques-Alain Miller. Paidós.
Barcelona- Buenos Aires.
a)
Capítulo VII: Una carta de
almor.
b)
Capítulo XI. La rata en el laberinto.
7. Lacan, Jacques Posición del inconsciente en el
Congreso de Bonneval reanudada desde 1960 en 1964 en Escritos
2..
Ediciones Siglo XXI. 14ª Edición.
1987.
8. Lacan, Jacques y otros. Momentos
Cruciales de la Experiencia Analítica. Lacan, Jacques. Proposición del 9 de Octubre de 1967
sobre el psicoanalista de la Escuela.
9. Miller, Jacques -Alain: Recorrido
de Lacan: Ocho Conferencias: Conferencias Caraqueñas:
Capítulo 1 Recorrido de Lacan. Edición: 4ª: 1989
PREGUNTAS QUE FUERON
REALIZADAS:
1.
¿Es el llamado self igual
que el ego e igual que el moi?
[Ampliación]
Las teorías llamadas del Yo
quedan y tratan terapéuticamente sobre él; pero Lacan da un gran paso más para
llegar al sujeto y acceder a lo simbólico.
¿Por qué? Porque el imaginario promueve la
alienación.
Desde el punto de vista de lo imaginario, sí se las
podría ubicar como parecidas; el tema es:
a)
Reconocer
esta diferencia de los registros
b)
Tratar
de pasar hacia el simbólico y producir el sujeto del inconsciente que es
de lo que se trata en la orientación lacaniana
Se lee en el esquema Lambda y el grafo del
deseo transcripto en esta clase.
2. ¿A qué
se refiere la operación de separación?
Tiene que ver con la alienación estructural en el
campo del Otro, tesoro de los significantes y debe producirse la separación
para la producción del sujeto, en el transcurso de un análisis, en la
orientación lacaniana.
Email: silvianpas@yahoo.com.ar
NOTAS
[1] Sobre
la temática de los cuatro discursos -uno de los cuales es el analítico- algo fue enunciado ya y se
invita a leer -punto 5 de la bibliografía-
siendo el seminario el desarrollo de la formulación de los mismos en
tanto ubica con precisión lugares y funciones por los cuales el sujeto irá
rotando en su discurso en giros de cuartos de vueltas a lo largo de su análisis
en forma progresiva y regresiva. El
desarrollo de esta temática no corresponde a este curso de acercamiento a
Lacan.
[2] Desde la carta a Fliess -su amigo- del 21 de septiembre hasta
la redacción de la Historia de una
neurosis infantil.
[3] Estamos hablando del llamado
esquema Lambda que se ve a continuación y es posible ubicar tanto en el libro
de Jacques Alain Miller pág. 20 como en el Seminario de Jacques Lacan. Libro 4.
Relaciones de Objeto. Clase 1 del miércoles 21 de noviembre de 1956. No
corresponde su desarrollo a este curso
[4] “…no pudiendo formularse sobre una línea de [la problemática de la] comunicación unívoca…”, como fue enunciada en otra clase.
[5] Transferencia: se trata de la suposición de saber por parte del analizante hacia el lugar del analista. Lacan la define -en el Seminario 11, pág. 261, algo desarrollaremos en la clase 6- “La transferencia sólo puede pensarse a partir del sujeto a quien se le supone el saber”.
[6] La separación en
viñetas no es original del texto.
[7] Fue ubicado en clases pasadas a partir del Seminario 17 llamado
“El envés”, de Jacques Lacan en el
enuncia los 4 discursos siendo uno de ellos el analítico; sólo mencionamos los
nombres de los otros tres: el de la histérica, el del amo y el universitario.
[8] El Grafo del deseo fue
extraído de Lacan, Jacques; Escritos 2.
Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente. Ediciones Siglo XXI. 14ª Edición. 1987.
No corresponde su
desarrollo a este curso. Ver nota aclaratoria de clase anterior.
[9] Fórmula de la pulsión que tiene que ver con lo real: $ ◊ D: se lee sujeto barrado en relación de losange con la Demanda
[10] A, a s(A): siendo A, el Otro -tantas veces nombrado- s, es significado y
A, nuevamente el Autre -francés- Otro.
La fórmula se lee: significado del
Gran Otro. Es quien recibe la demanda del infans -niño pequeño- y la traduce de
acuerdo al significado que le da ya que el niño aún no habla, solo demanda con
llanto, gritos o… lo que puede.
[11] $ ◊
D: siendo $: sujeto hablante. D: demanda, diferente
de la necesidad por ser sujeto del lenguaje. ◊: marca una
correspondencia particular que se enuncia losange. Como ya dijimos, el desarrollo de este grafo no
corresponde a este curso.
[12] $ ◊ a:
se lee fantasma: la relación articulada por el losange del $, sujeto hablante
con el objeto a.
[13] S (A tachado o
barrado): se lee significante del Otro barrado, ya no sin falta.
Conlleva una cantidad de operaciones
analíticas.
[14] Otro: lugar del analista, otras de las
formas que puede asumir, de las cuales fueron enunciadas en el desarrollo de
estas clases.
[15] Extraído del
Diccionario del CD, punto 1 de la bibliografía.
[16] Recuerden la concepción topológica.
[17] Extendernos en el desarrollo de la temática del objeto a nos llevaría otro curso.
[18] Ser neurótico implica que no es psicótico –loco- ni perverso
[19] Es el deseo de saber acerca de la castración de lo que se trata al final de un análisis pero se va recorriendo desde la primera entrevista de diversas maneras que no corresponden a este curso; entre otras cuestiones tiene que ver con el tema del corte de sesión.
La castración tiene que ver con renunciar a la pretensión del todo, en tanto existe la falta; de la no proporción en el sentido de los desajustes y discordancia de la vida; de la no justicia con la excepción de la interdicción edípica –o sea- la prohibición del incesto que es -desde el análisis- la ley.
[20] Y a otras cuestiones que no corresponden a este curso.
[21] Contingencia:
define al significante como contingente, que puede estar o faltar.
[22] A lo largo de todo el capítulo se conjuga el verbo aimer (amar) con ame (alma). Traducimos condensando amor y alma como almor. [por este motivo el nombre del apartado de la clase]
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