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Lo insondable del cuerpo: la falla epistemo-somática14/05/2019- Por Adriana Bauab - Realizar Consulta

Freud descubrió que el cuerpo humano es insondable. Revolucionó la noción de cuerpo que tenía la medicina. Lacan, por su lado, puso énfasis en esa satisfacción a veces demasiado ignorada para el sujeto y como tal absolutamente inmanejable que se llama goce. Es decir, entre la demanda y el deseo se abre un campo inconmensurable, que es el del goce… La demanda del Otro –cuando no admite la intervención de un orden simbólico regulado por el nombre del padre– experimentada por el sujeto como un goce polar del Otro, enloquece la funcionalidad del sistema comprometido y opera acelerando, inhibiendo, activando o deteniendo procesos a nivel celular que provocan en su repetición el efecto FPS.
Laberinto de Villa Pisani, Stra (Italia)
“Permítanme delimitar más bien como falla epistemo-somática el efecto que tendrá el progreso de la ciencia sobre la relación de la medicina con el cuerpo…”
Jacques Lacan, 1966
Del cuerpo
Freud descubrió que el cuerpo humano es insondable.Revolucionó la noción de cuerpo que teníala medicina. Necesitó para dar cuenta de los síntomas conversivos de sus histéricasatravesar la frontera a quehabía exiliado al cuerpo la dicotomía cartesiana, que respondía a la divisoria de aguasentre pensamiento –res cogitans– yextensión –res extensa–.
Si nos atenemos a los parámetros cartesianos el cuerpo es esa res extensa, rara avis, que no admitemedición cuantitativa alguna que dé cuenta del padecer subjetivo. Comoel arte, el cuerpo atraviesa una transformación que va de lo objetual a lo conceptual.
Para el psicoanálisis lo que cuenta, lo que afecta al cuerpo es la palabra. Palabraque en ocasiones hiere,a veces enmudece y otras se presentaamordazada o inefable. Cuando puja por expresarse lo hace en una lengua singular, al modo de un rébus, de una combinatoria a descifrar: el síntoma.
El síntoma neuróticopertenece a las formaciones del inconsciente. Se diferencia de los fenómenos psicosomáticos (FPS),cuyo desencadenamientoLacan homologó al reflejo condicionado de Pavlov.[i] El FPS no es una respuesta subjetiva que desencadena una pregunta por el padecer,sino una reacción.
El sujeto no dispone del recurso genuino,de la funciónsignificante, y reacciona a una demandacon un mecanismo reflejo –al modo del perro del experimento– lo que trastoca el comportamiento funcionalde un órgano, se desmonta el ejercicio de su función biológica.
Sólo para recordarlo,la condición principal para que se origine un reflejo condicionado es la coincidencia en el tiempo por una o varias veces de un estímulo indiferente, por ejemplo las campanadas que vienen a equivaler a la demanda de Otro, que es el experimentador,con un estímulo absoluto –propio del montaje de la función biológica–, como es la comida para estimular la salivación.Esto genera esa alteración o desmontaje de la función biológica que ocasiona que seanlas campanadas quegenerensalivación en el perro del experimento.
Lacan emplea,además de esta homologación con el reflejo condicionado de Pavlov que provoca el “efecto psicosomático”,varios conceptos claves para fundamentar los mecanismosde producción del FPS, que aún hoy a pesar de los avances tecnológicos y científicos permanece –en muchas ocasiones– como el enigma del Santo Grial para el sabermédico.
Propone quelas operaciones de alienación y separación no habilitaronla “afanisis del sujeto”[ii], que el pegoteamiento entre significantes –“holofrase”– anula el intervalo con lo cual no puede constituirse el sujeto como lo que representa un significante para otro (están anuladas las posibilidades de metáfora y metonimia). Podemos suponer que esto se da en un tramo de la estructura subjetiva independientemente de cuál se trate (neurosis, psicosis, perversión).
Las funciones que regulan la homeostasis corporal pueden ser interferidas por diversos estímulos quealteran los procesosvitales de respiración, digestión, circulatorios, endócrinos, neurológicos e inmunológicos.
La demandadel Otro –cuando no admite la intervención de un orden simbólico regulado pornombre del padre– experimentada por el sujeto como un goce polar del Otro, enloquece la funcionalidad del sistema comprometido yoperaacelerando, inhibiendo, activando o deteniendo procesos a nivelcelular que provocan en su repetición el efecto FPS.
Falla epistemo-somática
La modernidad se permitió aspirar a lo más exitoso en el desarrollo de la investigación y estudio de esa extensión corporal.Medir,fotografiar, radiografiar, introducirendoscopios, catéteres y marcapasoshastalos lugares más recónditosde esecuerpo, clonarlo,trasplantarlo, rejuvenecerlo, magnetizarlo, estimularlo,conprocedimientos innovadoresa veces dignos de la ficción.
Es innegable quealgunosadelantos científicoshan proporcionado avances en las expectativas de vida pero no siempre han redundado en la disminución del sufrimiento subjetivo,subsidiario del dolor de existir tan propio del serhablante.
Lacan habitante de esa modernidad, donde el cuerpo brilla en la fiestaexplosiva de métodos para efectuar en él todas las mediciones imaginables y acceder a un conocimiento –“episteme”– ilimitado de sus funciones, arroja una piedra.En 1966[iii] en laconferencia en elColegio de Medicina de la Salpetriéreenfatiza lo que llama “falla epistemo-somática”.
Echa así por tierra cualquier ilusión cientificista de expectativas de armonía entre lo que un enfermo demanda para ser curado y lo que los inescrutables laberintos del deseo muestran en las expresionesresistenciales de su cuerpo.
Entre la demanda y el deseo se abre un campo insondable, inconmensurable, que es el del goce. Es a esta altura de su obra que Lacan va a poner énfasis en esa satisfacción a veces demasiadoignorada para el sujeto y como tal absolutamente inmanejable que se llama goce. Afirma en la mencionadaconferencia:
“Pues la ciencia no es incapaz de saber qué puede pero ella, al igual que el sujeto que engendra, no puede saber qué quiere. Al menos lo que quiere surge de un avance cuya marcha acelerada, en nuestros días, nos permite palpar que supera sus propias previsiones”.
Frase que a medida que el nuevo siglo progresa adquiere cada vez más actualidad. La desenfrenada carrera de la ciencia también puede crear sus nuevos Frankenstein.
Con esto no estamos confrontando conel avance de los descubrimientoscientíficos que sin duda han aportado en incontables ocasiones alivios a las epidemias y padecimientos ingratos, sinoquenos referimos a aquéllas ocasiones en que la desmesura en la experimentación o en la administración de fármacos desatiende la ética que exige queal sujeto se lo trate en su singularidad o sea en“el caso por caso”.
El sistema inmunológico enloquece:esclerosis múltiple
Nos preguntamos ¿cómo es posible que elsistema inmunológico fabriqueanticuerpos contra tejidos propios del cuerpo, que no los reconozcay desencadene mecanismos que losdestruya?
Gran parte de las enfermedades llamadas autoinmunescomo sonla artritis reumatoidea, celiaquía, lupus eritematoso, algunos tipos de diabetes, psoriasis, vitíligo, esclerosis múltiple –sólo para nombrar algunas– se caracterizan porque en ellas está modificada, alterada la respuesta inmunológica. Disminuida la formación de algunos anticuerpos y aumentada la proliferación de otros que actúan contracélulas del propio organismo. Tal como lo planteaIrma Peusner[iv]:
“Hay más de una vía que puede interferir con la función. Es esta propiedad de ser desmontable la que va a posibilitar su articulación con el discurso del Otro que, a modo de interferencia, estimula o inhibe la función.” (...) “Es importante señalar que no se trata solamente de perros y salivaciones. El funcionamiento del paradigma pavloviano ha sido comprobado también en seres humanos y para funciones altamente complejas, como la respuesta inmunológica”.
Podemos decir queenloquecenlos sistemas de protección del cuerpo ya que no reconocen lo extraño y atacan lo propio.La ciencia atribuye a una combinatoria inespecífica entre elstress,factores del medio ambiente más la predisposición genética, el estallido del enloquecimiento del sistema inmunológico.
Laspulsiones de vida y de muertedesreguladas de supropiciatoria intrincación, desbordan en desmesura.El cuerpoy su imaginario abrazanun realque no está mediatizado por lo simbólico ocasionandodesajustesen el anudamientoreal, simbólico, imaginariodonde cunde un goce específico.[v]
En una ocasión luego de dar una charlasobre el llamado fenómeno psicosomáticome llamaalguien que había asistidoy pidehacer una consulta: le habían diagnosticadoesclerosis múltiple amiotrófica.[vi]
Esta enfermedad psicosomática es una de las llamadas, autoinmune, produce células que desmielinizan:generan un anticuerpo contra la mielina de los nervios, no la reconocen como algo propio, les resulta extraño y la destruyen como si fuera un antígeno. Eso trae intensos doloresmusculares y cefaleas. Cuenta mucho de su enfermedad, de los tratamientos que está haciendo y también empieza a hablar de su familia.
Es la menor de tres hermanos yla hermana que le sigue es casi una madre para ella, es veinte años mayor.Subraya que ella fue “siempre la más chica”, que a ella nunca la escuchan, que nunca la escucharon… ni ahora que es unamujer de veintiocho años.
Le da mucha bronca eso y a veces no sabe qué hacer con esa bronca porque en la familia todos opinan, todos deciden, es más todos deciden por ella, y esto era algo a lo que ella esta como acostumbrada, perose queda con esa bronca y se la traga.
Lleva un tiempo para desplegar y hablar sobre la bronca¿contra quién y contra qué aparece? A vecesen relación a su pareja, con la cual vive y, a veces, en relación a su mamá. Pero ahora se da cuenta que ya no es sólo hacia los otros, que es una bronca hacia ella porque no se hace escuchar. ¿Una bronca que la desmieliniza?
Hablade la madre, de su mal humor, del castigo que le infrigíacuando ella era pequeña, negándole la palabra por semanas. No le hablaba hasta que ella desesperaba en llanto. Su madre“siempre ve la mancha negra de las cosas”. ¿La mancha negra de las cosas? pregunto. Cuenta que cuando la madre se embarazó de ella –que ya era grande esta señora– empezó a sentir molestias y creyó que era una patada al hígado, y después descubrió que era que estaba embarazada.
¿Qué puede aportar elanálisis frente a lo enigmático e inescrutable de unaenfermedad“autoinmune”? Cuando lo pulsionaldesamarrado arrasa contrala propia textura del cuerpo¿en qué puede ayudar el analizarse?
Una alternativaesque permite al analizantemanejaralgunas hebras de las decisionesy no dejarlasen manos de otros. Poder ubicar en el contexto de su historiala ocasión en que surgióla enfermedad hace que el sujeto se posicione de otro modo anteella.
A partir de su análisis esta joven, pudo mirar y verse en otro lugar, diferente del de la mancha. De ese giro se trata, lo que está al alcance del análisis. Devoltear el espejo plano del Otro para poder verse en otros espejos,enlazándose a otrosdiscursos.
Para una ética: La invención del inconsciente
La ciencia avanza sin preguntarse ¿qué quiere? ¿hacia dónde va? ¿dónde está el sujeto?–del que forcluye la pregunta por su deseo–. Su participación, la del portador del FPS en las decisiones a tomar,para proceder sobre su cuerpo,con variadosprocedimientos y equipos, tratamientos y estudios, auspicia air recobrandosu subjetividad.
Aquí es donde entra a jugar la dimensión ética para todo tipo de tratamiento, muchos de ellos innovadores para no decir experimentales que la ciencia prescribe para ser aplicados en el humano. Entre la demanda del enfermo para curarse y el goce del cuerpo que ofrece sus sinsabores e incordios al saber médico, se abre la problemática de la ética.
Si nos preguntamos por el lugardel psicoanálisis en el campo de los fenómenos psicosomáticos, nos habilitamos a responder que Freud con el descubrimiento de la teoría del inconsciente,subvirtió el campo de la medicina,la práctica milenariade Hipócrates,para inaugurar unapraxis quepermite al sufriente rozar esa verdad que lo habita y en la que su enfermedad está como una piedra preciosa en bruto allí engarzada.
En Ginebra en la “Conferencia sobre el síntoma” Lacan acuerda con la propuesta del Sr. Vauthier que plantea la paradoja de quecuando uno tiene la impresión de que la palabra goce recobra un sentido con un psicosomático, éste ya no es un psicosomático.
No sólo acuerda Lacan con esto sino que además afirma que es por la revelación del goce específico que hay en su fijación, como siempre debe tenderse a abordar al psicosomático. Renueva su confianza enel inconsciente cuando agrega: “En esto podemos esperar que el inconsciente, la invención del inconsciente pueda servir para algo”.[vii]
Nota: el presente escrito ha formado parte del ejemplar de la revista Imago Agenda de la Editorial Letra Viva Nº 205 - Otoño 2019 (“Fenómenos Psicosomáticos”). Buenos Aires. Argentina
[i] J. Lacan: Seminario XI - Capítulo XVII (Respuestas). Paidós, Argentina, 2011
[ii] J. Lacan: seminario XI – Capítulo XVII. Paidós, Argentina,2011
[iii] J. Lacan: Psicoanálisis y medicina en Intervenciones y Textos 1. Manantial, Argentina, 1985
[iv] Irma Peusner“Apoptosis y Pulsión de Muerte” en Cuando la Neurosis no es de Transferencia de Haydée Heinrich - Homo Sapiens Ediciones.
[v] J. Lacan: Conferencia de Ginebra sobre el síntoma en Intervenciones y Textos 2. Manantial, Argentina, 1985
[vi] A. Bauab: El psicoanálisis en la escena contemporánea. Cuerpo Síntoma Arte.Ed Escuela freudiana de Bs As., 1917. Este tema está presentado más ampliamente en el capítulo “El fantasma: su clínica”.
[vii] J. Lacan: Conferencia de Ginebra sobre el síntoma en Intervenciones y Textos 2. Manantial, Argentina, 1985
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