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El Tao del psicoanalista. Su relación con la neutralidad

11/11/2011- Por Silvia García -

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En 1915 Freud, en Observaciones sobre el amor de transferencia, indica la exclusión en acto del inicio de relaciones amorosas entre el médico y el paciente; el enamoramiento se ubica como resistencia a la cura y al proceso analítico. Sostiene en cambio apoyar la transferencia amorosa tomándola como irreal, evitando su correspondencia. Indica no apartarnos un punto de la neutralidad, la cura debe desarrollarse en abstinencia. Pero más allá de la abstinencia física y de todo deseo, se tratará de la orientación del deseo y la necesidad como fuerzas impulsadas hacia la labor analítica. En Consejos al médico, se neutraliza al analista como sujeto, el médico debe permanecer impenetrable para el enfermo y no mostrar más allá de lo que le es mostrado. Freud aconseja ser neutral en cuanto a las pasiones que pueden despertarse en el curso de un tratamiento y guiarse sélo por el deseo del trabajo analítico. Desde la perspectiva freudiana: ¿puede situarse un más allá de la neutralidad?

En 1915 Freud, en Observaciones sobre el amor de transferencia, indica la exclusión en acto del inicio de relaciones amorosas entre el médico y el paciente; el enamoramiento se ubica como resistencia a la cura y al proceso analítico. Sostiene en cambio apoyar la transferencia amorosa tomándola como irreal, evitando su correspondencia. Indica no apartarnos un punto de la neutralidad, la cura debe desarrollarse en abstinencia. Pero más allá de la abstinencia física y de todo deseo, se tratará de la orientación del deseo y la necesidad como fuerzas impulsadas hacia la labor analítica.

 

En Consejos al médico, se neutraliza al analista como sujeto, el médico debe permanecer impenetrable para el enfermo y no mostrar más allá de lo que le es mostrado. Freud aconseja ser neutral en cuanto a las pasiones que pueden despertarse en el curso de un tratamiento y guiarse sélo por el deseo del trabajo analítico. Desde la perspectiva freudiana: ¿puede situarse un más allá de la neutralidad?

 

Me interesa tomar la pregunta situando la neutralidad en la orientación del más allá de la concepción del amor en Freud y dar el paso que Lacan dio en este sentido. Es en el seminario I´nsu que puede extraerse la relación del amor y el vacío, y la posición del analista para ubicar un más allá de la neutralidad.

 

Sabemos que lo que no hay es la relación sexual, y el amor suple en este sentido.

 

En ese seminario Lacan plantea un nuevo giro en la concepción de amor anudándolo con el concepto del vacío oriental. Articula el vacío y el amor tomando la poesía y su escritura como nudo. Cito: Lo propio de la poesía cuando esta falla es ser palabra vacía, ir en contra de la palabra plena de sentido, no tener más que significación, ser puro nudo de una palabra con otra.

 

Se elimina asi el doble sentido; el poeta realiza la hazaña de hacer que un sentido esté ausente reemplazándolo por la significación, y la significación es un termino vacío. Asi Lacan ubicara que: El amor no es más que una significación, el amor tal como el amor cortés lo soporta, el amor es vacío.

 

Lacan analizó el concepto de vacío tomándolo de la pintura china, a partir de sus encuentros con el poeta Francois Cheng, situando en ese seminario el vacío en relación al amor y a la posición del analista. Dirección que el analista debe seguir, camino de la ruptura, rasgo que comparte con la escritura poética cuando ésta no está plagada de sentido.

 

Dos textos sirven para pensar algunas cuestiones en esta dirección; uno es el artículo El vacío en la pintura china de Francois Cheng (en su libro Vacío y plenitud) y el otro es El Tao del psicoanalista de Eric Laurent.

 

El vacío y Lituraterre

 

El vacío es un tema primordial del pensamiento estético chino, tal como lo menciona Cheng en su artículo: La pintura oriental no busca ser un simple objeto estético, sino que tiende a convertirse en unos microcosmos que vuelve a crear un espacio abierto donde la verdadera vida sea posible. La pintura se realiza entonces con un diminuto pincel que volverá a crear el cuerpo inmenso del vacío ( ... ) El pincel es un instrumento y el trazo que realiza es un significado filosófico, el de la pincelada única o trazo único. ( ... ) En China, el arte de la pincelada fue favorecido por la existencia de la caligrafía; el pintor sólo debe comenzar a pintar cuando la plenitud de su mano llega a un punto culminante y cede de repente al vacío.

 

Cheng señala entonces que en el arte chino es importante, en torno al concepto de vacío, concebir el papel virgen como el vacío original, con el que todo comienza. El primer trazo, la primera pincelada, trazada como acto de separar cielo y tierra, y las pinceladas siguientes, generan todas las formas, como metamorfosis múltiples, de la primera pincelada. Y el acabado del cuadro, como un grado supremo, en un desarrollo por el cual las cosas vuelven al vacío original.

 

El texto de Eric Laurent reflexiona sobre el trabajo de Lacan, Lituraterre, del año 1971, que trae una puntuación sobre el sentido; aborda el lugar de la letra, su relación a los semblantes y el efecto de sentido. Lacan sobre la historia de la escritura examina dos abordajes: la escritura oriental y la occidental.

 

Laurent dice en su texto cómo Lacan buscaba para el psicoanálisis que cierta función del significado, no del significante, nos da un real. Es precisamente en Lituraterre donde intenta atrapar los vínculos del sentido y lo real. En esta dirección nos reenvía a un saber no incorporado en los textos de la historia de la escritura occidental, donde aparece fechado el momento en que los griegos reúnen los himnos a los dioses, cantos, mitos y tragedias, que se contaban, para ponerlas por escrito. Y es Pericles quien da una orden de establecer una versión de los textos de Homero. Lacan introduce en el texto una cuestión, lo que los manuales evitan es qué efecto de goce se ha producido, cuál habrá sido para Pericles por recoger los textos de Homero, ¿qué se ha inscripto, sino la nostalgia de Pericles, por no ser un héroe de Homero? dirá Lacan .

 

En este sentido introduce un concepto con relación a la escritura, que es el de Litoral. Cuando el sujeto ya no está representado en el Otro, cuando el Otro no es el lugar donde él se aliena, sino que se vuelve el desierto de la cosa, el sujeto se aferra al objeto (a) y la letra deviene litoral, entre saber y goce, hay litoral. Litoral designa al borde que separa la letra, el (a) del saber, reduciendo el par (S1-S2) a S2. Litoral es el saber representado, y la letra viene a inscribirse ahí. No hay significantes, hay el efecto del sentido anotado por el S2 y el lugar del goce, y entre los dos no hay una frontera sino una raya que es, por todas partes, heterogénea.

 

Esto lo lleva a la idea del trazo y a la de la huella en su relación con la escritura, huella que no es el signo que indica, sino huella que opera.

 

Lo que nos envía nuevamente al trazo en la pintura oriental. A la creación concebida por el pintor chino sin oposición, él es continuación de ella. La pintura no es una descripción del espectáculo de la creación. La pintura permite abrir la vía, concebir un mundo no exterior sino como objeto. El rasgo del pincel ordena el caos interno, opera produciendo huella, a partir de esta distinción donde lo real no está en oposición, no es exterior, se deduce un litoral, completamente interior, entre el sentido, el efecto del sentido y el lugar del goce.

 

En sus encuentros con el poeta chino, Lacan se orientó a buscar la vía, el Tao, la vía china, la vía del psicoanalista, vía por donde el sentido y el goce vienen a articularse, lo que tiene nombre y lo que no lo tiene.

 

Tao es un término que quiere decir a la vez hacer y decir: enunciar. Lacan se interesó en esto y se preguntó cómo mantener estas dos puntas. La respuesta la encontró en un concepto oriental que es el vacío mediador. El uso del vacío mediador fue lo que le interesó, éste es una versión del litoral, es decir, lo que separa dos cosas que no tienen, entre ellas, ningún medio de mantenerse juntas.

 

Lacan alude a las rupturas y a la transformación de esas rupturas en vacío mediador. Así el Tao del psicoanalista apunta a que allí donde hubo ruptura, donde hubo fractura, allí donde la letra vino a inscribir el litoral, el borde de todo saber posible, transformar eso en un vacío mediador actuando, transformar eso en una posibilidad de poder mantener junto lo que no se mantiene junto, lo real y el sentido, el hacer y el hablar.

 

En cierta medida todo esto es pertinente con ese vacío que habla Lacan en el amor como significación vacía que tiende a la relación de un sujeto a Otro que no existe, a Otro que ya no llenará el vacío primordial. En este sentido, es un nuevo amor, un amor no conocido hasta el momento, momento que uno por uno transcurrirá en un análisis y del que se espera al final, una invención, un significante nuevo, también un nuevo amor, amor que sea litoral entre sentido y goce.

 

El analista lacaniano plantea una neutralidad no neutral, el vacío, el vacío mediador no es neutralidad, este recorrido apunta a ubicar el rasgo del vacío mediador como aquel con el que tiene que vérselas el analista, encarnándolo. En la vía de lo real, no hacia lo real sino por lo real.

 

Aquí resuena una pregunta de J.A. Miller: ¿Cómo tener una función donde el efecto de sentido toque lo real?

 

El Tao del psicoanalista, la vía hallada por Lacan, puede ubicarse en un más allá de la neutralidad. Un más allá no como atravesamiento sino como lugar hacia donde el analista se oriente.

 

En esto puede convocarse el pensamiento de Heidegger: lo que ha de pensarse se le sustrae al hombre. Lo que se sustrae puede tocar al hombre, el ser tocado por lo real es enigmático. Holderlilng dice “un signo somos indescifrado”, el poeta dice sobre lo gravísimo, la palabra de Holderling por ser poética nos lleva en camino a un pensar en pos de lo gravísimo.

 

© Silvia García – 2003

silviainesgarcia@speedy.com.ar

 

 

Bibliografía


Brodsky, G., Texto presentado en la noche preparatoria hacia las Jornadas “Más allá de la neutralidad analítica”, 2003

Cheng, F., Vacío y plenitud, artículo publicado en los Cuadernos Andaluces.

Heidegger, M., ¿Qué significa pensar?

Lacan, J., L’insu – Seminario XXIV – Capítulo La estafa psicoanalítica, inédito,

Lacan, J., Encore – Seminario XX – Capítulos El amor y el significante, y Una carta de amor, Editorial Piados, 1981.

Laurent, E., El Tao del psicoanalista, artículo publicado en los Cuadernos Andaluces.

Tarrab, M., Texto presentado en la noche preparatoria hacia las Jornadas “Más allá de la neutralidad analítica”, 2003

Torres, M., Texto presentado en la noche preparatoria hacia las Jornadas “Más allá de la neutralidad analítica”, 2003

Torres, M., Katz, L., Seminario Los nudos del amor, Capítulo El amor como significación vacía, EOL, 1997.

Torres, M., Texto presentado en la noche preparatoria hacia las Jornadas “Más allá de la neutralidad analítica”, 2003

Torres, M., Katz, L., Seminario Los nudos del amor, Capítulo El amor como significación vacía, EOL, 1997.

 


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