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Paternidades actuales: ¿qué es ser un padre hoy?

08/06/2021- Por María Agustina Capurro - Realizar Consulta

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En este artículo se presenta un recorrido, por el contexto en el cual los varones en la actualidad desean, habitan y encarnan sus paternidades, en tiempos de masculinidades menos adscriptas a las leyes dogmáticas del patriarcado, donde conviven repertorios sexoafectivos diversos, en un marco de derechos y acceso a biotecnologías que moldean las formas y posibilidades de ser un varón padre o llegar a serlo.

 

                                  

                  Hannah Hoch- “El padre” (1920, collage) Galerie Berinson, Berlín)*

 

 

  Para lograr un abordaje integral de la temática de las paternidades actuales, entiendo necesario el encuadre y recorrido por conceptos que nos permitan acercarnos al constructo del sistema patriarcal a lo largo del tiempo, así como sus reformulaciones y redefiniciones que permitieron su perpetuación y supervivencia.

 

  La mirada y el análisis epocal, en el cual los varones desean y encarnan sus paternidades, nos permiten introducir marcos que conviven y atraviesan las maneras actuales de ahijar, siendo las regulaciones jurídico-legales, los avances biotecnológicos y los guiones relacionales y vinculares, puntos a tener especialmente presentes.

 

  El sistema patriarcal, es un conjunto de prácticas, representaciones sociales, ideológicas y culturales, así como también discursos, que institucionalizan el poder masculino y  refuerzan el binarismo. Es el sistema por el cual se regula y normativiza un  modo de habitar la masculinidad desde una posición única, donde el límite de ser un hombre viril está dado por los atributos esperables de “LA” mujer y define al mismo tiempo, una caracterización estereotipada de lo que es ser varón.

 

  El Patriarcado ha desarrollado y reinventado sus propias herramientas para sostenerse, el modo en que regula y sistematiza sus prácticas, siendo la más evidente el machismo.

 

  Gerda Lerner (1), ubica los inicios de la estructura patriarcal  en la antigua Mesopotamia, en el 3000 AC, en donde los hombres se apropiaban de la capacidad sexual y reproductiva de las mujeres, para generar progenie y lograr dominación de la población y territorio de una tribu sobre otra.

  Desde entonces y atravesando algunos hitos históricos hasta la actualidad, el sistema patriarcal subsiste y se reordena como el formato regulador sociocultural transnacional.

 

  Pensando en los estilos posmodernos del patriarcado, Jokin Aspiazu Carballo (2) expresa que este es un momento donde hay una crisis sutil. El patriarcado se recompone, pero no necesariamente es más igualitario.

 

“El modelo hegemónico, el que pasa desapercibido, es hoy mucho más discreto y menos aparentemente adscripto al machismo, lo cual no significa que sea más igualitario.”

 

  Estamos ante un tiempo donde hay convivencia de configuraciones familiares diversas, con alta presencia de las mujeres en el universo del empleo remunerado, pero aun con baja pregnancia de los varones a las tareas de cuidado y el ámbito doméstico.

Todo ello sucede en tiempos de democratización de la información, donde hay límites permeables entre lo privado y lo público, a través de redes sociales y donde el marketing como instrumento, aún refuerza estereotipos, y aunque el repudio ante mensajes masivos sesgados no tarda en llegar, circulan con sutil permanencia.

 

  Si pensamos a “LA” masculinidad, como un concepto dinámico (3), que se moldea según las características y propuestas de las épocas, podríamos preguntarnos: ¿que garantiza actualmente la virilidad a un varón? ¿Cuáles son los atributos hegemónicos de la actualidad?

 

  Sin dudas aún nos encontramos ante un modelo de masculinidad que tiene sus límites y topes, donde no se permite el ingreso de otras formas de habitar la identidad varonil y en donde lo binario marca posiciones subjetivas. Por tanto, pluralizar el modelo, permite el ingreso de otras identidades que se identifican con atributos de lo masculino y habilita también a pensar que NO es la masculinidad, a partir de los corrimientos del imperativo biológico y de las introducciones que facilitaron los movimientos feministas.

 

  Existe un ideal de ser varón prototípico: cis, heterosexual, occidental, blanco, adulto, no discapacitado, no femenino, entre otras características, sin embargo, hay algo que acontece dentro del sistema, donde también los varones son escrutados por el patriarcado, dejando en claro que no sólo el sistema oprime a las mujeres, sino que existe una jerarquía interna. Una violencia simbólica y real intragénero, donde la masculinidad hegemónica está por encima de las masculinidades subordinadas.

 

  Con relación a ello, Rita Segato (4) habla de la “Cofradía Masculina”, refiriéndose a la complicidad entre varones donde la violencia está legitimada, incluso se espera de ellos algo de la expresión violenta. Es en la grupalidad, que los varones pueden defender la posición viril y resguardarse de las amenazas que están por fuera de lo hegemónico. Éste es el principal peso del patriarcado sobre los varones.

 

  La cofradía masculina, se lee en conductas sociales actuales como son, por ejemplo, las violaciones en manada, las agresiones en grupo a parejas o personas gay, ataques violentos entre varones como ha sido el caso paradigmático del asesinato de Fernando Báez Sosa en Argentina (5). La violencia como herramienta para defender, sostener y legitimar los privilegios del patriarcado en diferentes países y culturas.

 

  Sin embargo, cuando hablamos de masculinidades subordinadas, hacemos referencia a aquellos repertorios emergentes. Lo emergente, para referirnos a lo “nuevo” (que conceptualmente sería contraponer modos de habitar el género), sin embargo, si nos referimos a la emergencia, lo hacemos en relación con los desplazamientos de esta época que han hecho que la posición subjetiva de los varones sea más libre, con mayor apertura en los modos de habitar los cuerpos y  las diversas expresiones sexoafectivas.

 

  En este recorrido encontramos el marco en el cual los varones encarnan sus paternidades hoy. Es importante hacer el desarrollo conceptual de la parentalidad masculina actual, desde un análisis contextual e histórico. Para poder pensar las paternidades también desde el Psicoanálisis, pero no solo desde la conceptualización de la Función Paterna, sino enfocando la lectura hacia el proceso de paternalización, incluyendo el análisis relacional y enfocándonos en cómo los hombres desean paternar en la actualidad. Hacer el corrimiento discursivo y analítico desde “lo paternal” hacia “las paternidades”, en plural.

 

  Es interesante señalar como aún se observa que la pareja es el cimiento de la constitución familiar deseada, y continúa siendo el principal hábitat donde un varón puede pensarse padre, incluso en las modalidades sexoafectivas que se encuentran por fuera del modelo heterosexual imperante.

 

  Nos encontramos ante un tiempo de transición hacia paternidades más implicadas desde los tiempos tempranos del vínculo con los hijos e hijas, que actualmente, por un lado, nos atraviesa en nuestras narrativas personales, así como en nuestras prácticas profesionales. Es el traspaso del padre post revolución industrial al padre post pandemia, tal como lo menciona Ritxar Bacete. (6)

 

  La situación de aislamiento situado en la pandemia mundial por Covid-19 y el confinamiento, vino a subrayar la carga de tareas de cuidado y responsabilidad de crianza que hay sobre las mujeres, así como el anoticiamiento de los varones que creían, hasta el momento, ser más corresponsables de lo que en la práctica eran.

Este movimiento social de enorme actualidad articula con el pensamiento de Bacete que, con relación al rol de las paternidades, en la redefinición de las formas de expresar el patriarcado dice:

 

“Esa idea de poder mostrarse vulnerables, de un padre que no tiene miedo de llorar y mostrar sus sentimientos, de un padre que acepta la derrota con nobleza como Eneas, ese desnudarse y quitarse la coraza, es uno de los elementos fundamentales de la apropiación de la paternidad por parte de los hombres.”

 

  ¿Entonces cómo se es padre hoy? ¿Cómo se anuda el deseo paterno en las masculinidades actuales?

 

  Se llega a ser o no ser padre. La paternalización como proceso y constructo, permite  el corrimiento de padre sostén a padre corresponsable, que en su rol social se comienza a habilitar en su vulnerabilidad; expresar sus temores y eso lo deja menos susceptible de malestar psíquico. Porque la exigencia de cumplir con los mandatos del estereotipo no solo oprime y silencia, sino que también es terreno fértil para el desarrollo de problemáticas en la salud mental.

 

  Michel Tort (7), se pregunta si nos encontramos ante el fin del padre, ante la evaporación de la figura paterna y él invita a no alarmarnos, que no se trata de una muerte simbólica sino del establecimiento de nuevos dispositivos de ser padres y también de ser hijos.

 

  Por ello mismo, en la actualidad los dispositivos de cómo ser padre, son diversos y la introducción de las técnicas de reproducción humana asistida, así como los marcos jurídicos; nos ubica como analistas en un lugar para pensar desde otras plataformas, incluso desde el lenguaje con las maneras de nombrar y sus implicancias: ¿qué es ser pariente? ¿Quién es el padre? que garantiza ese rol? por tanto y la pregunta que sobrevuela: ¿Que es un padre?, ¿Que es un padre hoy?

 

  Hoy, ser un padre, en tiempos de redefiniciones de los lazos familiares, donde el modelo del pater familiae no se erige como único, donde los varones se muestran más sensibles, vulnerables, emocionales e implicados: ¿Qué es un padre hoy, en tiempos de representaciones sociales en movimiento?

 

  Con relación a estas preguntas Massimo Recalcati (8) responde, que ser padre es una tarea imposible, remitiéndose a Sigmund Freud (9) cuando señalaba a gobernar, educar y psicoanalizar como las tres tareas imposibles para el hombre, en el sentido de que no poseen garantías ni un único camino.

Recalcatti continúa diciendo que entonces, todo padre está perdido, pero que ellos son los mejores, los que se sorprenden sin empatía, ante el secreto del hijo.

 

“Todo padre está perdido. Y esos son los mejores. Los peores son aquellos que creen ser modelos parentales ejemplares, que piensan saber cuál es el secreto del niño.

Freud declaró que la profesión de los padres es una profesión imposible. En otras palabras, es imposible que un padre no se equivoque como padre; pero también nos dio buenas noticias: los mejores padres son aquellos que saben que ésta es una profesión imposible.

Yo no soy empático con mis hijos. No los entiendo, se me escapan, van más allá de mí. No son como yo, no viven como yo vivo, no tienen mi percepción de las cosas. Pero a medida que los veo crecer tan diferentes, los amo, los contemplo y los admiro. Mejor no ser empático, mejor sorprenderse, admirarse frente al secreto incomprensible del Otro al que amamos.”

 

  

Bibliografía:

 

1. Lerner, Gerda, La creación del patriarcado. Editorial Crítica. Barcelona. 1990

2. Azpiazu Carballo, Jokin, Masculinidades y Feminismos. Editorial Virus. Barcelona. 2017

3. Connell, R.W.  Masculinities: Knowledge, Power and Social Change, University of Berkeley: California Press. 1995

4. Segato, Rita. Las estructuras elementales de la violencia. Ensayos sobre género entre la antropología, el psicoanálisis y los derechos humanos. Prometeo. Buenos Aires.2013

5. Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Asesinato_de_Fernando_B%C3%A1ez_Sosa

6. Bacete, Ritxar.Poder mostrarse vulnerables es una parte esencial de la apropiación de la paternidad por parte de los hombres”. Diario El País. Madrid. 26 de febrero 2021

URL:https://elpais.com/mamas-papas/2021-02-26/ritxar-bacete-poder-mostrarse-vulnerables-es-una-parte-esencial-de-la-apropiacion-de-la-paternidad-por-parte-de-los-hombres.html

7. Tort, Michael. Fin del dogma paterno. Editorial Paidós. Buenos Aires. 2008

8. Recalcati, Massimo. “Ya lo dijo Freud, la profesión de los padres es una profesión imposible”. Diario El País. Madrid. 18 de marzo 2020. URL:https://elpais.com/elpais/2020/03/16/mamas_papas/1584359001_265454.html

9. Freud, Sigmund, “Análisis terminable e interminable”. Cap. VII.Vol.23. P 249. Amorrortu Editores. 1964

 

 

Arte*: Dicha obra es presentada y analizada por el Antropólogo Ritxar Bacete, en el capítulo “Paternidades que transforman”, de su libro Nuevos hombres buenos. La Masculinidad en la era del feminismo, de Editorial Península Atalaya, 2017.

Hannah Höch fue una artista plástica y fotógrafa alemana, pionera del movimiento dadá. Se destacó en fotomontajes, siendo pionera en esta técnica fotográfica.

 


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