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Cipión y lo inconsciente21/03/2005- Por Olga Mabel Mater - Realizar Consulta
Sigmund Freud a partir de los 13 años comenzó su amistad con E. Silberstein (1856–1925), con quien “pasaba todas las horas de que disponía fuera de clase. Estudiaron juntos el castellano, y crearon una mitología para uso propio y palabras de exclusiva pertenencia, en su mayor parte derivados de Cervantes”.
Amistad entre los jóvenes, junto a libros de diversos campos del conocimiento –literarios, filosóficos, mitológicos, políticos, etc.- entre otros autores Cervantes, de acuerdo a las reseñas de Ernst Jones (1961) y Louis Breger (2001). Éste último expresa “crearon una ‘Academia Castellana’ de la que eran los únicos miembros, y se habían puesto nombres tomados de los perros parlantes que había creado Cervantes, Freud era Escipión –el crítico, pedagógico e inteligente– y Silberstein era Berganza, su atrevido y charlatán amigo.”
Entre 1871 y 1881 ambos se enviaron una vasta correspondencia, “de las setenta cartas que contiene, –Correspondencia de Freud (1997) Tomo 1- 22 están enteramente escritas en castellano y 13 de forma parcial” y agrega el autor “Cipión y Berganza representan el diálogo interno que muchos adolescentes necesitan hacer por medio del amigo que está siempre ahí”.
“Cipión:
(...) no solamente hablamos,
sino en que
hablamos con discurso”
Miguel Cervantes
Saavedra - 1613 (1)
Sigmund Freud a partir de los 13 años comenzó su amistad con E. Silberstein (1856–1925), con quien “pasaba
todas las horas de que disponía fuera de clase. Estudiaron juntos el
castellano, y crearon una mitología para uso propio y palabras de exclusiva
pertenencia, en su mayor parte derivados de Cervantes”. (2)
Amistad entre los jóvenes, junto a libros de diversos
campos del conocimiento –literarios, filosóficos, mitológicos, políticos, etc.-
entre otros autores Cervantes, de acuerdo a las reseñas de Ernst
Jones (1961) y Louis Breger
(2001). Éste último expresa “crearon una ‘Academia Castellana’ de la que eran los únicos miembros,
y se habían puesto nombres tomados de los perros parlantes que había creado
Cervantes, Freud era Escipión1
–el crítico, pedagógico e inteligente– y Silberstein
era Berganza, su atrevido y charlatán amigo.” (3)
Entre 1871 y 1881 ambos se enviaron una vasta
correspondencia, “de las setenta cartas que contiene, –Correspondencia de Freud (1997) Tomo 1- 22 están enteramente escritas en
castellano y 13 de forma parcial” y agrega el autor “Cipión
y Berganza representan el diálogo interno que muchos
adolescentes necesitan hacer por medio del amigo que está siempre ahí” (4).
S. Freud le escribe a Martha Bernays (1884) “se necesitaba al amigo para compartir la
vida” (5); alude a su prometida acerca de la “Academia Castellana ó
Española” de diferentes maneras: “Monteliebre
como se llamará2 en I.p.d.I.A.E.3,S.S.S.4, entre otras. Amigos de la juventud,
compañeros de estudios, secretos, libros, amores, consejos, diferencias, del
Coloquio cervantino tiempos del siglo de oro español5
a fines de siglo XIX, época de divulgación de las teorías darwinianas,
interrogantes filosóficos, teorías de heredodegeneración,
junto a diferentes avances científicos; los amigos se escriben como “perros”
señala “para el uso de los miembros de la A.E.” y
éste es para ambos el “mayor título”, por cuanto para ellos Madrid significa,
en estos tiempos Berlín, el Hospital de Sevilla -en el cual se encuentran los
personajes de la novela– Alemania; siendo que éstos convertidos en perros,
hijos de una hechicera Montiela, por otra bruja Camacha, adquieren la capacidad de hablar con discurso y
dialogan entre ambos –lenguaje que ambos comparten en sus líneas-, dirijiéndose y saludándose de tal modo, entre Cipión y Berganza, Freud y Silberstein, diálogos que
por correspondencia continuará con E. Fleischl von Marxow, luego con W. Fliess, sus discípulos y otros del entorno freudiano,
correspondencia que se inicia en 1871 junto a Berganza
y Cipión, señalando los albores de lo que a
posteriori Freud edificará como método
psicoanalítico.
Años de juventud en que Cipión (Freud) aún no ha desarrollado sus conceptualizaciones
sobre lo inconsciente pero lee junto a su compañero las letras españolas en
palabras de Berganza como: “que de cinco mil
estudiantes que cursaban aquel año en la Universidad, los dos mil oían
Medicina” y agrega “Infiero, o que estos dos mil médicos han de tener
enfermos que curar (que sería harta plaga y mala ventura), o ellos se han de
morir de hambre.” (6); ambos perros se hallan en un Hospital al momento del
Coloquio y su invención, en la habitación de Campuzano: un héroe que se ha
contagiado una enfermedad venérea.
Cervantes llamado “el príncipe de los ingenios” era
hijo de un médico cirujano, real de los médicos necesitar enfermos, así como lo
expresara Molière6 en “El médico a
palos” ó “El enfermo imaginario”. Medicina, biología, zoología,
filosofía, literatura que atrae a ambos amigos lectores, es por Cipión que Cervantes dice: “vete a la lengua, que en
ella consisten los mayores daños de la humana vida” (7).
Animales irracionales, humanos con razón –señalan
ambos “perros”– junto a las lecturas del romanticismo del siglo XVIII quienes
son “una reacción contra el predominio de la razón (...) predomina el
sentimiento y la emoción” (8); romanticismo alemán al cual se acercan mediante
las letras de Juan Cristóbal Federico Schiller
(1759–1805), Juan Wolfgang Goethe7
(1749–1832); los franceses Alejandro Dumas (1803–1870), Alejandro Dumas (h)
(1824–1895), mientras el primero ha escrito “El conde de Montecristo”,
una de las lecturas freudianas de su juventud, el segundo “La dama de las
camelias”; entre otros autores y obras que despertaron interés en Freud y que se advierte en el recorrido de su obra, y
fundamentalmente en lo enigmático del inconsciente, y el descentramiento de la
conciencia.
Perros que dialogan sobre los valores e ideales humanos,
trampas y conflictos, la humildad, la ambición, ociosidad, honestidad, de ¿qué
es la filosofía?, los sueños, la mitología, la presencia de Ulises, la lectura
de la novela latina de Apuleyo: “El asno de oro”,
referencias a Jacob y Moisés, los romanos, la ley y sus fallas (9) –temáticas
que retornarán en la pluma freudiana– Cipión y Berganza, la lengua, el habla y el discurso humano como al
expresar: “pero no por esto dejemos de gozar de este bien de la habla que
tenemos y de la excelencia tan grande de tener discurso humano” (10); del “dicho
al hecho hay gran trecho”, sentidos que diferencia Cipión
entre alegórico y literal.
Ambos corresponsales apelan a recursos de la lengua
señalando aspectos de su tiempo.
De este modo Cervantes señala acerca de: la lengua, el
habla, el lenguaje y el discurso, presencia–ausencia en dos perros hechizados,
en 1613, y un real en cuanto no–todo puede ser dicho, Cipión
no ha relatado su vida sólo en parte a su compañero de charla Berganza, malentendidos mediante entre ambos durante el
coloquio.
Tiempos de su juventud, albores de los comienzos de sus
investigaciones, en 1871 cuando comienza la correspondencia con Berganza, J. M. Charcot
(1825–1893) en Francia comienza a interesarse por la histeria, al poco tiempo
reconocido internacionalmente, mientras en Viena a partir de 1876 se inicia Freud en las investigaciones junto a Brücke
(1819–1892). Después por tres años realiza actividades en el Hospital General
de Viena, en 1883 –un año después al fallecimiento de Charles Darwin– trabaja
como asistente con Meynert (1833–1892) y realiza
artículos acerca de los efectos del uso de la cocaína, y es en 18858 que acude a París por 19 semanas a las
“Lecciones” del neurólogo francés. Luego se hospeda en Berlín por tres semanas,
se presenta a una institución por estudios al sector de pediatría, a su regreso
comienza la atención privada, y el 25 de abril de 1886 dirige el departamento
de neurología de la Steingasse, primer instituto
público para niños enfermos, dirigido por Max Kassowitz.
En 1887 comienza a mantener correspondencia con W. Fliess –un nuevo coloquio de hospital hasta 1902 en que
finaliza el diálogo y el hechizo.
En 1888 comienzan los primeros trabajos de Freud acerca de los niños, originalidad que le pertenece,
antes de comenzar en 1896 a edificar las bases del nuevo método, de este modo
se inicia la etapa pre-analítica del tratamiento con
niños9.
- Breve reseña de los primeros trabajos: (11)
1888. Sobre la hemianopsia en la primera
infancia: se observa por primera vez a dos niños de 26 y 39 meses,
que diagnostica “hemiplejías cerebrales de la infancia” no halladas hasta ese
momento en niños de esa edad.
1891. La concepción de las afasias (Estudio crítico): Luego
del descubrimiento de las localizaciones cerebrales de Broca y Wernicke, critica sus desarrollos señalando la importancia
de los: trastornos cerebrales del lenguaje.
1891. Estudio clínico sobre la hemiplejía
cerebral de la infancia (en colaboración con O. Rie) Basado en el estudio del material del primer Hospital
público de niños, en Viena, dirigido por Kassowitz,
contiene diez capítulos.10
1891. Artículos sobre “Parálisis infantiles” y “Parálisis”11
1893. Sobre un frecuente síntoma concominante
de la enuresis nocturna en el niño.12
1893. Contribución al conocimiento de las displejías cerebrales de la infancia, en relación con la
enfermedad de Little13: por
medio de 53 casos, diferencia cuatro grupos, señalando la importancia de la heredosífilis y de las afecciones familiares y hereditarias
de la infancia –de acuerdo a las teorías hereditarias y al concepto de
contagio, y en particular aquellas enfermedades relacionadas con la vida sexual
humana relevancia de la época de fines de siglo en el campo médico, filosófico
y/o ideológico.
1893. Las displejías cerebrales
infantiles14
1897 La parálisis en la infancia. Condensación
de los trabajos publicados en 1891 y 1893, con ampliaciones y modificaciones,
diferenciando las parálisis hereditarias de las adquiridas.
Freud comienza a
señalar un camino, el lenguaje, sus trastornos y los tratamientos psíquicos en
adultos y niños, junto a las afasias, las parálisis, las enuresis, síntomas que
comienzan a plantearle enigmas, de la mano de las histéricas, que como señalara
L. Israël “¿Freud se
acercó a las histéricas o han sido las histéricas que se acercaron a Freud?” (12).
Junto a Berganza, Cipión comienza su correspondencia que hasta sus últimos
días y cada noche él mismo, responde, de coloquios escritos y orales; Freud sostuvo así lazos con diversas personas,
intercambiando sobre su obra, de aquel intercambio que comenzara en 1871; del
coloquio: los “congresos” junto A W. Fliess, y la
Academia Española, como señalan E. Roudinesco y M. Plon (1998) “prenunciaba la célebre Sociedad Psicológica
de los Miércoles” (13); las sociedades internacionales posteriores, como el
Comité secreto.
Desde sus
inicios en el laboratorio, a distanciarse de ciertas concepciones, su invención
del método psicoanalítico, Freud: el primer
psicoanalista de niños.
Junto a la regla fundamental de la asociación libre,
escucha del analista, abstinencia e intervenciones, comienza re-construyendo
las escenas infantiles por el tratamiento de adultos, formaciones del
inconsciente, intervenciones con el padre de Hans, el
lenguaje de los sueños, fantasmas, enigmas neuróticos, complejos, lo enigmático
del inconsciente y la sexualidad. El paciente sufre y habla, el inconsciente
pulsa e insiste.
Los niños sufren, hablan y/o juegan, reglas, técnica,
intervenciones, tiempos lógicos de la construcción del psiquismo, las funciones
y presencias de los padres, patologías, etc., comienza desde los inicios a
interrogar a sus discípulos.
Hermine von Hug–Hellmuth
(1871–1924) considerada la segunda psicoanalista de niños, a partir de 1913 “se
convirtió en miembro de la Sociedad Psicológica de los miércoles.”15
Aportes al psicoanálisis con niños, tragedias, disidencias,
escuelas, comienzan desde sus inicios a conformar esta clínica, su técnica,
intervenciones, etc.
Sandor Ferenczi (1873–1933), quien participaba de las mismas
reuniones, escribe por ejemplo: “Consciencia y
desarrollo” (1900); “Psicoanálisis y Pedagogía” (1908); “El
complejo del abuelo” (1913); “Un pequeño hombre–gallo” (1913); “Concepción
infantil de la digestión” (1913); “Causa de la actitud esquiva de un
niño” (1913); “La importancia científica de los “Tres ensayos sobre
la sexualidad” de Freud” (1915); “Dos
símbolos típicos fecales e infantiles”; “La psicología del cuento”
(1918), “La adaptación de la familia al niño”; “El niño mal recibido
y su impulso de muerte” (1929); “Análisis de niños con los adultos”
(1931); entre otros trabajos publicados. El concepto “terrorismo parental” y aspectos del ámbito familiar y funciones
señalan algunos de sus aportes.
Melanie Klein (1882–1960), psicoanalista inglesa quien se analizó
en primer lugar con S. Ferenczi y luego con K.
Abraham (1924), por influencia del primero a partir de 1914 comienza a
participar en la Sociedad Psicoanalítica de Budapest, su participación en el
movimiento psicoanalítico es de singular importancia junto a las conceptualizaciones que realiza, expone y publica en torno
al psicoanálisis de niños.16
Se diferencian tres períodos en la obra kleiniana,
en síntesis (14)
- técnica psicoanalítica del juego
-
angustia
1919 -
1932 - sublimación –
simbolización - inhibición
-
complejo de Edipo temprano
- sueperyó temprano
1932 -
1946 - teoría de las
posiciones
-
identificación proyectiva
1946
- 1960 - autoerotismo y narcisismo
-
envidia primaria
Sabina Spielrein (1885–1942),
psicoanalista de los comienzos, fue paciente y amante de Jung,
formó parte de las reuniones de los miércoles, participó a comienzos del siglo
en el debate sobre la esquizofrenia, alrededor de Bleuler,
siendo el diagnóstico que le habían señalado en su internación, realiza una
tesis “Sobre el contenido psicológico de un caso de esquizofrenia”,
presentó luego a Freud su tesis en 1911 acerca de “La
destrucción como causa de devenir”, la cual menciona éste último en “Más
allá del principio del placer” (1920), en cuanto ha influido en la
construcción del concepto de pulsión de muerte, ésta en un primer momento
cercana a los conceptos kleinianos, en 1924 al
dirigirse a Rusia, se encuentra ya distanciada puesto que “considera un
abuso de transferencia las interpretaciones que Melanie
Klein dirige a los niños. Para Sabina hay demasiada
influencia pedagógica para ser psicoanálisis” (15). Es posteriormente
asesinada por los nazis en suelo ruso junto a sus dos hijas. Fue analista de J.
Piaget (1896–1980), inicia a Vigotzky,
influye en Luria; los cuales han señalado desde
diversas perspectivas la importancia del lenguaje. Sabina fue “una testigo
privilegiado de la ruptura entre Jung y Freud”.
En 1919 se suma a la Sociedad Psicoanalítica de Budapest17 Eugénie Sokolnicka (1884–1934), siguió la enseñanza de Jung, se analiza luego con Freud,
posteriormente con Ferenczi18. Junto
a Sohie Morgenstern
(1875–1940) son pioneras del psicoanálisis con niños en Francia, la primera se
suicida en la casa de un ex paciente, E. Pichon, la
segunda se suicida cuando los nazis llegan a París.
En 1906, Ferdinand de Saussure (1856–1913) en Ginebra -6 años de la publicación
freudiana de “La interpretación de los sueños”, posterior a “El
chiste y su relación con el inconsciente”, la presentación del conocido
caso Dora y de los “Tres ensayos para la teoría sexual” (1905);
contemporáneamente con ensayos y artículos en los cuales el vienés da cuenta de
las neurosis, la sexualidad y la importancia del lenguaje– dicta su Curso de
lingüística general cuya aparición pública es recién en 1915 por dos de sus
alumnos.
La lingüística estructural saussureana
señala la ruptura epistemológica (Bachelard) con los
ideales de la gramática normativa y evolutiva, diferenciando: el habla, la
lengua, el lenguaje, en particular acerca del signo lingüístico. Aportes junto
a los del lingüista Jakobson, que en su “retorno a Freud” J. Lacan señala la
primacía del registro imaginario.
Período de su enseñanza señalando (1955–1956) “Hablar es
ante todo, hablar a otros” (16); marca sus disidencias con el esquema de la
comunicación y los aportes saussureanos, afirma la
importancia del plano significante, del sin sentido y el malentendido humano, a
diferencia de ambos autores mencionados, como años posteriores ratifica (1980) “el
hombre nace malentendido (...) El cuerpo sólo hace su aparición en lo real como
malentendido (...)No hay otro trauma del nacimiento que el de nacer como
deseado (...) por el ser hablante” (17).
Introducción de lo real que descompleta a la estructura del
lenguaje, - 1 que implica que no todo puede ser dicho, del lado del paciente,
sus padres, también del analista. Los “trastornos del lenguaje” desde el primer
seminario que dicta, plantea el llamado Caso Dick y
dice: “este niño hasta cierto punto es dueño del lenguaje, pero no habla. Es
un sujeto que está allí y que, literalmente no responde” (18).
Posteriormente al referirse al llamado Caso Roberto dice “ausencia total de
habla coordinada” (19). Primeros tiempos de su enseñanza, los trastornos
del lenguaje, las patologías en los niños, las psicosis, los fenómenos
psicosomáticos y el Otro, primero con minúsculas y luego en 1955-1956
(Seminario 3) con mayúscula, formula “el inconsciente es el discurso del
Otro” (20), estructurado como un lenguaje, con leyes propias, y un vacío irreductible.
En 1976 expresa “Es un asunto de enunciación y la
enunciación es el enigma” (21). El sujeto escindido implica que el
enunciado marca la intencionalidad consciente (cadena significante inferior del
grafo del deseo, va del significante a la voz), a diferencia de la enunciación
inconsciente (parte superior del grafo, del goce a la castración). Así de la anánke somática da paso a un cuerpo deseante, vía al
malentendido, a lo imaginario y a quienes ejercen las funciones operatorias
primeras.
Lo enigmático del inconsciente pasa por las vías del
lenguaje, encerrando un misterio real al cual sólo se puede bordear por medio
de sus formaciones, en el tratamiento con niños y en lo estructurante de la
presencia de los padres.
Destino trágico de varias psicoanalistas de niños, en los
inicios de la práctica europea, de comienzos del siglo XX, una sociedad a
diferencia de la actual, que señalaba características de una familia entre
guerras mundiales, y campos de concentración, por ejemplo en el film “El
niño del tambor de hojalata” para no parecerse a los adultos de su entorno,
detener el crecimiento, quedar enano junto a su tambor, que facilitaba no oír
dolorosas palabras, ni bombas, ni ver excesos, -entre otras sutilezas del film-
se presentan como posibles coartadas ante la crueldad, hasta su juventud que se
desanudan ciertas cuestiones con sus padres.
Desde la literatura actual I. Kertész
(2002) en su obra, por medio del protagonista dice recordar su infancia en una
institución, en tiempos del nazismo, y reseña las notas por él escritas en los
diversos momentos, entre ellas dice “Amigos, nos tocó en suerte una juventud
como una enfermedad grave, leo en una de las fichas. Familias, ¡os odio!, leo
en otra. Entregarse a la infancia como a la muerte, leo. Ya en mi infancia
pensaba a menudo, leo, que el concepto de poder significa en todo caso régimen
de terror.” A posteriori reflexiona: “hoy ya sé qué ritual presencié en
aquella institución paterna sustitutiva del padre: presencié una castración
pública, que se produjo para nuestra intimidación y con nuestra colaboración, y
da absolutamente igual si lo hicieron de forma consciente o sólo por costumbre,
por una simple costumbre pedagógica, por la costumbre exterminadora de la
educación exterminadora.” (22)
Escribir, tocar el tambor, coartadas de simbolizar aquello
que de lo real no simbolizado retornaba en la realidad, junto a otros modos y
medios por los cuales el sujeto puede no desfallecer.
Tiempos de conceptos como: miedo al derrumbe, vacío (Winnicott); complejo de madre muerta (Green),
depresión fría (Kreisier), depresión esencial (P. Marty) desmantelamiento, entre otros de relevancia, a los
actuales, junto a la descripción de los cuadros del D.S.M.
IV; se afirma la presencia clínica de niños y adolescentes: deprimidos,
aburridos, apáticos, descontentos, desconfiados, desinteresados, hasta
abandonados emocional y psíquicamente; mientras ciertas familias se presentan
en estado de anomia, y las “fallas tempranas en la constitución del psiquismo”
se presentan como más actuales y actuadoras.
Inconsistencias de los Otros primordiales para alojar al
sujeto, fallas, suplencias, maniobras, que hasta la actualidad se han
profundizado, en tiempos del siglo XXI, y el retorno de viejas ideas19
en palabras de Jean Baudrillard (1997): “Cuanto
más se pone en evidencia la herencia genética, más desaparece la herencia
simbólica. Incluso la dramaturgia edípica deja de funcionar”
Agrega luego “El niño está, pues, lógicamente condenado a desaparecer
(...) en la actualidad, la aceleración general condena a la infancia a una
obsolescencia acelerada (...) Llegará a ser, de todas formas, el Otro, pero
como Alien, monstruo surgido de la ruptura de la
cadena simbólica de las generaciones” (23)
Para concluir, Cipión y Berganza, no ladran: hablan, hacen lazo, a través del
discurso; Freud de la mirada a la palabra, comienza
su escucha, inventa un método, y a partir de allí cada época con sus
paradigmas, se presenta en la clínica con niños, desde fines del siglo XIX al
actual, cada vez con “menos” adultos-padres, “menos” niños-niños y más
interrogantes.
Habla y escribe Freud con Silberstein, escribe el protagonista de la obra de I. Kertész, un joven–enano toca el tambor, recursos simbólicos
que escasos denuncian la vulnerabilidad de quienes necesariamente deben contar
con un Otro que done un lugar, su palabra –no sólo necesidades biológicas– su
escritura, hacer soporte de su cuerpo en el intercambio de miradas, y su
constitución imaginaria.
En la clínica de hoy, junto a los niños y adolescentes, en
ocasiones de estas cuestiones se trata de donar algunas letras, soportar de
algún modo un cuerpo, de que puedan escribir, tocar el tambor, acercando
recursos que faciliten, o bien salir de alguna trampa a la cual pueden estar
sujetados, o alternativas en una época que globaliza la muerte y no privilegia
la vida.
“Berganza:
(...) vuelvo a decir lo que otra vez he
dicho que el
hacer y decir mal lo heredamos de
nuestros
primeros padres y lo mamamos en la leche”
M.
Cervantes Saavedra – 1613 (24)
El
mail de la autora es licmater@fibertel.com.ar
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
COHEN, M. (1958), Los goles de Maradona, Paidós,
Buenos Aires.
1)
Cervantes Saavedra, Miguel (1613) Coloquio
que pasó entre “Cipión” y “Berganza”
perros del Hospital de la Resurrección, que está en la ciudad de Valladolid,
fuera de la puerta del campo, a quien comúnmente llaman los perros de Mahudes, conocido como Coloquio de perros, pág. 41 en Tres novelas ejemplares. Biblioteca
Básica Universal (1969), Argentina.
2)
E. Jones
(1961) Vida y obra de Sigmund Freud,
Capítulo IX: La vida privada (1880 – 1890), págs.158
y 159. Editorial Anagrama Barcelona (2003), España.
3)
L. Breger
(2001) Freud el genio y sus sombras,
Capítulo 2: Infancia y adolescencia, pág. 57, Javier Vergara
Editor (2003), Argentina.
4)
N. Caparrós
(1997) Correspondencia de Freud. Tomo 1: La
prehistoria del psicoanálisis, pág. 43.De acuerdo a
la obra se presenta Freud como Cipión
en la carta del 12/12/1871 y luego el 9/8/1872, para las posteriores de manera
correlativa firmar sus cartas de este modo.
5)
N. Caparrós
(1997) Obra citada, Carta a Martha N° 207, págs. 332 y 333.
6)
Cervantes Saavedra, Miguel (1613) Obra
citada, pág. 42.
7)
Cervantes Saavedra, Miguel (1613) Obra
citada, pág. 44.
8)
Enciclopedia Marín (1966) Tomo 4:
Historia, págs. 279 a 285. Editorial Marín Argentina.
9)
Cervantes Saavedra, Miguel (1613) Obra
citada. Señala acerca de: la humildad (pág. 50),
ambición (pág. 52), ociosidad (56), honestidad (57),
explica Cipión acerca de qué es la filosofía (58),
sueños (80), mitología (46,58,59), Ulises (67), la obra El asno de oro (73),
Jacob y Moisés (83), los romanos (56,84), sobre la ley sus fallas (58, 64, 66,
67), sobre los besos (70); así como Cipión le dice a Berganza acerca de los besos, Freud
le sugiere a Silberstein por correspondencia.
10)
Cervantes Saavedra, Miguel (1613), Obra
citada pág. 80 y 81.
11)
S. Freud, Obras
Completas. Tomo XXII: Los orígenes del psicoanálisis. Traducción Ludovico Rosenthal. Sinopsis de los trabajos científicos del Docente
privado Dr. Sigmund Freud
(1877- 1897) págs. 465 a 475. Editorial Santiago
Rueda Bs.As. 1956.
12)
L. Israël
(1979) El goce de la histérica, pág. 24,
Editorial Argonauta, Biblioteca de Psicoanálisis. Barcelona.
13)
E. Roudinesco
y M. Plon (1997) Diccionario de Psicoanálisis,
págs. 1001 y 1002. Editorial Paidós
(1998), Argentina.
14)
Los datos corresponden a la página web: www.psicomundo.com.ar
15)
J. C. Volnovich
(2003) Sabina Spielrein. Expropiación intelectual
en la historia del psicoanálisis.
16)
J. Lacan
(1955-56) Seminario 3: Las psicosis. Editorial Paidós
1987.
17)
J. Lacan
(1980–81) Disolución. Clase El malentendido. Inédito.
18)
J. Lacan
(1953–54) Los escritos técnicos de Freud.
Capítulo 7 La tópica de lo imaginario. Paidós 1988.
19)
J. Lacan
(1953–54) Obra citada, Capítulo 8.
20)
J. Lacan
(1955–56) Obra citada.
21)
J. Lacan
(1976) Seminario 23: El sínthoma. Clase: 11 -
Inédito.
22)
I. Kertész
(1990) Kaddish por el hijo no nacido.
Págs. 116 y 131. Acantilado 2001 Barcelona.
23)
J. Baudrillard
(1995) El continente negro de la infancia, págs.
120 y 121, en Pantalla total - Editorial Anagrama 2000.
24)
Cervantes Saavedra, Miguel (1616) Obra
citada, pág.
53.
1 Leáse
Cipión. En la traducción de las reseñas de E. Jones es traducido el personaje de la novela como “Cipión” pero en la obra de L. Breger
se lo traduce por Escipión; en la obra de Cervantes
utilizada en el presente trabajo el personaje es nombrado como Cipión, por tal motivo se conserva como personaje: Cipión.
2 En Correspondencia de Freud
(1997) se mantienen los errores ortográficos de los autores, señalando su
“rudimentario castellano”. Cartas entre ambos que escriben en alemán, latín y
castellano (ver referencias de las cartas mencionadas).
3 Correspondencia de Freud (1997) Carta 10 –
Viena 03/08 /1872, págs.
107 y 108.
4 Correspondencia de Freud (1997) Carta 11 – Freiberg
09 / 08 /1872, págs. 109 y 110.
5 El siglo de oro español,
comprende el siglo XVI y parte del siglo XVII, la presente obra data de 1613,
luego que Cervantes presentara la primera parte de Don Quijote y luego de ésta
novela, su parte segunda. El poeta español
a causa de su participación en la
batalla de Lepanto (1571) carece de su mano
izquierda, por tal motivo lo llamaban “el manco de Lepanto”
junto a dos heridas sufridas en la batalla naval, participa de otras batallas,
la conquista de Túnez, cautivo por piratas comienza a escribir, es encarcelado
por cuestiones económicas en diversas oportunidades.
6 Jean Baptiste
Poquelín (1622 –1673) se hace llamar Molière en 1643, luego de algunas desaveniencias
con su padre. Nace a posteriori de la muerte de Miguel Cervantes Saavedra quien
nace en 1547 y muere en Madrid el 23 de abril de 1616, sólo tres años después
de escrita la obra mencionada.
Cervantes expresa una ridiculización a las
lecturas de su época, de caballería, en su Don Quijote de la Mancha, real al
cual responde y desde allí su éxito hasta la actualidad. Cervantes era
contemporáneo a Shakespeare, a quien Freud hace referencia por medio de sus
obras en diferentes oportunidades como al Hamlet al cual retorna posteriormente
J. Lacan.
7 Goethe
escribe su Fausto, al cual alude Freud en numerosas oportunidades, su novela Werther, tuvo amplia difusión en Francia y se señala que
produjo, de acuerdo a los historiadores, un incremento de suicidios en su
época.
Romanticismo en América de los cuentos de
Edgard Allan Poe
(1809–1849) de quien J. Lacan analiza “La carta robada” en el Seminario 2
1954–1955 (pág. 287) y en España, uno de sus
representantes José Zorrilla (1817-1893) su obra más conocida Don Juan Tenorio,
mencionada por éste último al desarrollar el fantasma femenino a diferencia
del masculino.
8 En 1885, en París, Robert Koch aísla el bacilo de la
tuberculosis, época de difusión de la obra de A. Dumas (h) “La dama de las
camelias”. La Salpetrière es considerada “la Meca de los neurólogos”.
Vísperas de la crisis de la República, y de la oposición entre la escuela
alemana de anatomo–patología (Meynert)
y la escuela francesa, mientras muere Victor Hugo; en
Francia, aumenta el antisemitismo en Viena.
9 Método experimental e
investigativo que comienza años anteriores en el laboratorio, desde el campo
médico, la biología, la zoología, en adultos y a partir de 1886, luego de su
visita a Berlín, y los comienzos en el instituto público acerca de los niños;
recorrido freudiano acerca de los enigmas que la investigación y luego la
clínica le plantean.
10 Publicado en el fascículo III
de las “Contribuciones pediátricas”, de Kassowitz,
Viena – 1891.
11 Publicados en la Enciclopedia Médica de Villaret Tomo II Stuttgart.
12 Publicado en “Neurolog.
Central bl.” N° 21 – 1893.
13 Publicado por M. Kassowitz,
nueva serie, Fascículo III
14 Publicado en la Revue
neurologique Tomo I N° 8 –
1893.
15 E. Roudinesco
y M. Plon (1998) Diccionario de Psicoanálisis, págs. 493 a 495, señalan de lo acontecido con su Diario, el
prefacio y la actitud de Freud, su posterior muerte por un sobrino hijo de una
hermana con quien rivalizaba, y habiendo interpretado a éste; el 8 de setiembre
de 1924.
16 En 1927 se despliegan las
divergencias entre M. Klein y Anna
Freud, en cuanto a aspectos fundamentales de la clínica y de la teoría.
17 Asociación creada en 1912 por
S. Ferenczi, junto a S. Rado,
Istvan Hollos y Hugo Ignotus, en 1919 se unen junto con Eugénie
Sokolnicka, G. Roheim, R. Spitz e Imre Hermann.
18 Leáse
la Correspondencia de Freud Tomo 1 las caratas correspondientes al año 1919 de
quien ambos dan cuenta de las dificultades del tratamiento con la misma.
19 Parafraseando las palabras de
Freud de 1932, Lección N° 34 en Nuevas lecciones introductorias al
psicoanálisis “¡Cómo retornan una y otra vez las viejas ideas! “ Señala Freud
al relatar una anécdota de un médico de su cuidad que, años después le describe
como asiste a los pacientes y señalarles como diagnóstico “Lo que tiene usted
es que le han embrujado”, lo cual
relaciona con la psicología individual de Adler a
quien critica. Actualmente se difunden embrujos, tiempos ligth
y globalizados con noticias como: “Crean un sistema que ayuda a soñar lo que
uno quiere” ó “Amor perdurable gracias a una hormona” (
Clarín y La Nación 2004) De las resistencias del siglo XIX a lo
enigmático del inconsciente a la negación sistemática de lo realizado en cien
años del psicoanálisis, negar el inconsciente, propiciando desde el discurso
capitalista promesas de una homogenización de los goces, al costo de la
exclusión del sujeto.
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