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Traducción de la Conferencia de Lacan en Milán del 12 de mayo de 197213/03/2006- Por Olga Mabel Mater - Realizar Consulta

la presente traducción nos pone en contacto con la disertación pública de Jacques Lacan en la Universidad de Milan convocada mediante la nominación "Del discurso psicoanalítico", y cuya versión original corresponde a la Ecole Lacanienne de Psychanalyse de Francia.
Asímismo ha colaborado Alejandra Freschi, en esta entrega completa de la citada Conferencia.
Versión
original: Ecole Lacanienne de Psychanalyse
(Francia)
Du discours
psychanalytique – 12 mai 1972 – à l’ Université de Milan
Agradezco mucho al Sr. M. Cesa Bianchi por habernos dado
información muy exacta acerca de lo que puede constituir un cierto número de
etapas.
Entonces, lo
que hice en el curso de éstos años a llevado a decir ...
Mi dificultad
se debe a que yo no sé... yo no puedo apreciar de ninguna manera el grado de
audición del francés que representa nuestro público. Estoy muy contento de ver
aquí mucha gente joven porque es en... en fin, en ellas que yo deposito mi
esperanza.
Debo decir
que no me gusta para nada hablar francés ante gente de la cual sé que no está
familiarizada con el francés – con ésta lengua. Entonces espero que me voy a
dar cuenta hasta donde puedo ir con este idioma.
Yo he
recordado en el almuerzo a algunos amigos una experiencia que me ha sucedido en
la Universidad de John Hopkins.
Era tan
manifiesto que mi público no entendería nada si yo hablaba francés que,
habiendo tomado primero, así por el ruego general, la resolución de hablar
francés, he comenzado por excusarme en inglés de no poder continuar, es decir
de hablar en francés, y está excusa ha durado una hora y media, en inglés por
supuesto... Es horrible cuando uno me escucha hablar en inglés. Pero los
americanos son tan complacientes, uno puede permitirse tales derogaciones, ¿no
es cierto?... Yo veo que ustedes comprenden el francés, bien entonces esto me
da coraje.
Entonces yo
no continuaré hablando de los americanos, eso sí soy totalmente incapaz de
hablarles en italiano, es por eso que hablo en francés.
Entonces, he
anunciado que hablaría Del discurso
psicoanalítico – no es un término en el
que haya avanzado, por lo menos desde hace tres años.
No es cómodo, ante un auditorio que no son mis alumnos,
que no está formado, acostumbrado a mi enseñanza,... mi seminario, como se
llama esto, pero no es un seminario para nada porque solo yo hablo.
En fin, ha
devenido así. Durante años he hecho hablar a otras personas en mi seminario,
eso me reposaba, pero en fin poco a poco, puede ser porque el tiempo apremia,
he renunciado a eso.
Entonces,
esta enseñanza que viene de hace 20 años, de la cual los Escritos... – en fin estoy obligado a hablar de los Escritos porque ellos acaban de
aparecer, al menos una parte – habrá otras, esto gracias a Giacomo Contri quien
ha querido consagrar en esto trabajo y tiempo.
Estoy
obligado a hablar un poco de los Escritos,
que parece, que no les resultan fáciles.
Es verdad, no son para nada fáciles.
Es que ellos
no han sido hechos jamás para reemplazar mi enseñanza.
Hay una buena
parte que han sido escritos antes que yo comience con mi enseñanza, es decir
que no es de ayer ya que les he dicho que hace veinte años que yo hago eso que
se llama mi seminario.
Hay una buena
mitad que son anteriores y en particular aquellos de los cuales muchos están
todavía haciendo de eje de lo que yo he podido aportar al discurso
psicoanalítico, por ejemplo El estadio
del espejo. El estadio del espejo, era una comunicación que yo hice en un
congreso en los tiempos en que yo todavía formaba parte de la que se llama
I.P.A. – Internacional Psicoanalítica
“Confesada” – o “confesable”, como ustedes quieran. En fin, es una manera
de producir éstas palabras.
Después, la segunda parte de los Escritos consiste en una serie de artículos donde yo me encontré,
diciendo cada año a partir de un cierto momento, entre un cierto momento y otro
.... dando una especie de señal, que permitía a quienes me habían escuchado en
el seminario encontrar allí, en fin, condensado, en suma concentrado, lo que
había podido aportar a lo que yo creía poder señalar como axial en lo que yo
había enunciado.
Eso no impide
que es una mala manera, en suma, de reunir en público.
Es muy
difícil para empezar, la noción de público. Yo voy a arriesgarme a recordar en
el momento de esta publicación, yo me he entregado al juego de las palabras de
llamarla poubellication – yo veo que hay gente que sabe lo que significa
poubelle1. Hay una gran confusión en efecto, en
nuestros días, entre lo que se hace público y lo que hace basura!. Es por esto
mismo que yo rechazo los reportajes, porque a pesar de todo, es la publicación
de las confidencias.
Eso consiste
entonces totalmente en atacar al público al nivel de la basura.
No hay que
confundir el tacho de basura con el pubis – no es para nada parecido. El pubis
tiene mucha relación con el nacimiento de la palabra público.
Es verdad,
¿no? Yo pienso que eso no se discute.
Era un tiempo
en el cual lo público, no era lo mismo que la exposición de lo privado, y
cuando uno pasaba a lo público se sabía que era un develamiento, pero ahora eso
no devela nada, porque todo está develado.
En fin,
evidentemente no estoy dispuesto a hacerles confidencias, y sin embargo me veo
forzado igualmente a decir algo que, dado que solo los veré una vez – en fin,
me sorprendería verlos dentro de poco – estoy forzado a decir algo que es del
orden de esta confidencia.
A saber, como
puedo sentirme actualmente en esta posición que ocupo ante gente que no forma
parte de mi auditorio.
Lo que yo
puedo marcar, no es cierto, es lo que he dicho al principio, es que los
Escritos (me parece difícil que sacados, así, fuera de contexto de un cierto
esfuerzo que yo hago y del cual les voy a decir sobre que está centrado), en
fin, sean suficientes para que se pueda sobre ellos elucubrar lo que sea que
corresponde verdaderamente a mi discurso.
El auditorio
y el editorio, si yo puedo expresarme así, no es para nada del mismo nivel,
ustedes lo ven.
Nosotros
jugamos en fin aquí, editorio, ... poubellication ... parece obsceno y al mismo
tiempo auditorio se contamina.
Todo esto, es
una manera en suma de ver lo que yo puedo decir e introducirlos así, despacio,
en lo que es muy importante.
Lo que
llamaré el juego de los significantes.
El juego de
los significantes, esto desliza al sentido.
Pero lo
importante en lo que enuncio es que eso solo desliza a la manera de un
derrapaje.
Para aquellos
que no están para nada acostumbrados a estos términos, digo simplemente esto:
los significantes o el juego de los significantes, está ligado al hecho de la lengua,
del lenguaje – esto no es equivalente. La lengua es algo bastante específico
para cada uno, es la lengua materna, el italiano para la mayoría de ustedes.
Es esto que
hace la lengua.
Sucede que
hay algo que se puede señalar, como estando determinado hacia un mismo fin,
para todas las lenguas, y es generalizando, como se expresa, que se habla del
lenguaje: como caracterizando al hombre.
(Rumor en la sala)
¿Qué pasa?... Lo mejor que yo podría hacer es dejar la
palabra a otro, que me probaría con esto que no hablo en vano...
Entonces, el
lenguaje, uno tiene el sentimiento que define un ser, que uno llama
generalmente hombre y después de todo, nos contenemos en definirlo así, ¿por
qué?.
Es cierto que
hay un animal sobre quien el lenguaje ha descendido, si yo puedo decir, y que
este animal está verdaderamente marcado por esto.
Está marcado
al punto que no sé hasta donde puedo ir para decirlo bien.
No es
solamente que la lengua forma parte de su mundo, es que sostiene su mundo de
punta a punta.
Es por eso que...
no traten de buscar cual es mi Weltanschauung
– yo no tengo ninguna Westanschauung
, por la razón que pondría en rigor tener, eso que consiste en decir que el Welt... el mundo, está construído con el
lenguaje.
Eso no es una
visión sobre el mundo, eso no deja lugar a ninguna visión – eso que uno se
imagina ser visto, ser intuitivo, está evidentemente ligado a algo que es el
hecho que nosotros tenemos ojos, y que la mirada, es verdaderamente una pasión
del hombre.
La palabra
también, desde luego. Ella se percibe menos.
Después hay
otros elementos que son totalmente a causa de su deseo.
Pero es un
hecho que el psicoanálisis, la práctica psicoanalítica nos ha mostrado el
carácter radical de la incidencia significante en esta constitución del mundo.
No digo para
el ser que habla, porque lo que he llamado hace un rato ese derrapaje, este
deslizamiento que se hace con el
aparato significante... es eso que determina el ser de quien habla. La palabra
“ser” no tiene ningún sentido fuera del lenguaje.
Se ha finalizado
igualmente por darse cuenta que no es meditando sobre el ser que se dará el
menor paso.
Uno termina
por percibir que por la consecuencia ... consecuencia un poco forzada... los
resultados¨ de ésta práctica que he llamado
el deslizamiento con el significante.
La manera que
se tiene, más o menos erudita, de derrapar en la superficie© de lo que se llama ‘las cosas’... hasta el momento en el
que se comienza a considerar que las cosas, no son muy serias.
Se llega
verdaderamente a concentrar la potencia del significante de una manera tal que
una parte de ese mundo termina por, simplemente, escribirse en una fórmula
matemática.
Fórmulas
matemáticas a las cuales, desde luego para los escolares, se intenta unirle un
sentido.
En efecto se
arriba ahí: la fórmula de Einstein y mismo de Heisenberg, en fin son pequeños
términos que designan la masa.
Y la masa,
produce siempre efecto, ¿no es cierto?, uno se imagina que sabe lo que es. Y en
efecto no se lo imagina siempre – a veces cuando se tienen nociones físicas precisas,
se sabe como eso se calcula, pero se equivocaría si creyera que la masa es esto
o aquello... por el sentimiento.
No es
solamente porque nosotros pesamos un poco que uno puede imaginarse que sabe lo que es la noción de masa.
Es solamente
a partir del momento en que se comienza a hacer girar algo, que se vé que los
cuerpos tienen una masa.
Pero eso
queda siempre tan contaminado por algo que está ligado al hecho de que hay una
correlación entre la masa y el peso que en realidad es mejor no intentar comprender,
y simplemente atenerse a esas fórmulas.
Es en eso que
la matemática demuestra verdaderamente cual es el punto del uso del
significante. Por supuesto, nosotros hemos llegado a... [...] ... que de hecho
estamos ya sumergidos en el lenguaje.
Ustedes lo
ven, yo no lo digo: nosotros somos seres hablantes.
Nosotros
estamos en el lenguaje, y no me creo del todo capacitado para decirles por que
nosotros estamos ahí, ni de decir cómo ésto ha comenzado.
Es así como
se ha podido comenzar a decir sobre el lenguaje alguna cosita, desembarazados
del prejuicio de que es esencial que eso tenga un sentido: no es esencial que
eso tenga un sentido, y es ahí mismo que está fundada esta nueva práctica que
se llama la lingüística.
Lo que es
necesario – es ahí dónde la lingüística se centra – es centrarse sobre el
significante en tanto tal.
No hay que
creer que el significado – que bien entendido se produce en el surcoª del significante – que sea de ninguna manera lo primero
que hay en el significante; y decir que el lenguaje está ahí para que permita
que haya significación, es un paso del cual lo menos que se puede decir, es que
es precipitado.
Hay algo más
primario que los efectos de significación, y
es ahí que la búsqueda – si es que estamos buscando algo, si es que no
lo ha encontrado primero, ¿eh? – es ahí que el hallazgo es susceptible de tener
efecto.
En fin,
ustedes ven, para el significante, hace un rato llegué a lo que he llamado el
derrapaje, el efecto de deslizamiento...
En fin,
tendría que llegar a hacerles la metáfora que el significante, es como el
estilo: es ya igual, es el estilo que ya estaría allí.
Puede ser
posible que el animal humano lo haya un día fabricado... Nosotros no tenemos la
menor huella de lo que podría llamarse la invención del lenguaje... Por más que
nos remontemos al pasado que nosotros lo vemos funcionar, el lenguaje está
allí.
Bueno,
entonces, ustedes me dirán, ¿qué tiene que ver esto con el psicoanálisis?.
Esto tiene
que ver de una manera muy estrecha, porque si no se parte de ese nivel que es
el nivel de partida, no se puede hacer absolutamente nada más que hacer una
buena psicoterapia...
Es decir,
como tan bien los psicoanalistas confiesan, .....ellos confiesan todo, ellos
exponen todo.
Hubo un
día... Claudel... así, quien ha imaginado que el castigo de Poncio Pilatos, en
fin, debía ser éste: porque había preguntado, muy mal a propósito: ¿Qué es la
verdad? – cada vez que hablaba ante un ídolo abría su vientre, y ¿qué es lo que
sacaba? Era una formidable exposición de monedas de la época, de cosas que se
ponían en la alcancía.
Los
psicoanalistas son así, ellos confiesan todo... ellos confiesan todo... y todo
lo que ellos relatan prueba de que evidentemente son muy buenas personas.
Es increíble
lo que ellos aman al ser humano, como quieren su bien, su normalidad – es
inaudito, en fin, no es, es inaudita la locura de curar, ¿de curar qué? Es
justamente eso lo que jamás hay que poner en duda...
¿En nombre de
qué uno se considera enfermo?. ¿En qué un neurótico es más enfermo que un ser
normal, por decir normal?. Si Freud ha
aportado algo, es justamente para demostrar que la neurosis, en fin, está
estrictamente insertada en alguna parte en una falla que él llama, que el
designa perfectamente, y llama sexualidad, y habla de tal manera que lo que
pueda es claro, es justamente... es en eso en donde el hombre no está para nada
cómodo.
El hombre,
desde luego, nombrado en un sentido amplio, la mujer tampoco; en fin, no hay
nada peor o malo que las relaciones del hombre y de la mujer.
Lo que es
admirable, es que hay personas aquí que aparentar escuchar eso por primera vez.
Es absolutamente sublime, como si ustedes no hubieran nacido ahí dentro.... A
saber que para ustedes coger con una chica, eso no funciona . Para la chica es
lo mismo... y desde que es el mundo es mundo, hay toda una literatura, hay ‘la
literatura’ que sólo sirve para decir esto.
Entonces,
Freud un día habla de sexualidad (in
falsetto) y es suficiente que ésta palabra azucarada salga de su boca para que
todo el mundo crea que es para resolver el problema.
Es decir, que
a partir del momento, como yo les he dicho recién, que si se formula una
pregunta, es que ya hay una respuesta, por lo cual si se formula la pregunta es
que tiene la respuesta – es decir que con eso, esto debe marchar.
Lo que
supondría que Freud tenga la idea de la armonía sexual.
Ahora bien,
en fin, es suficiente con leer, abrir su obra para ver que hasta el final, él,
porque era hombre, en fin, quedó ahí.
Y él dice,
escribe, ostenta preguntarse: una mujer, ¿qué es lo que puede querer? (risas)
No hay
necesidad para eso hacer alusión a la biografía de Freud, porque es siempre así
que se estrecha la cuestión, tanto más que el era neurótico como todo el mundo,
además el tenía una mujer que era una hincha pelotas... En fin, eso es
conocido... La vieja Sra. Freud...
Es
verdaderamente disminuir la cuestión.
Es justamente
por eso que no me pondría jamás a hacer psicoanálisis de Freud, tanto más
cuanto que es una persona que yo no he conocido.
Lo que Freud dijo es eso, lo que acabo de decir. Es ese
derrapaje del significante del cual
hablaba hace un rato, que hace
que un nombre de hecho que describe
esto < sexualidad > se supone que sabía lo que quería decir:
sexualidad.
Pero
justamente lo que él nos explica es que no lo sabe.
No lo sabe.
La razón por lo cual no lo sabe, justamente, es lo que le permite descubrir el
inconsciente.
Es decir,
darse cuenta, que los efectos del lenguaje juegan en éste lugar donde la
palabra < sexualidad > podría tener un sentido.
Si la
sexualidad en el ser hablante, funcionara de otra manera que no sea enredándose
en efectos del lenguaje...
No les estoy
diciendo que el lenguaje llegó para llenar un vació – no sé si el vació es
primitivo o si es secundario: o sea si es el lenguaje el que ha desarreglado
todo.
Me
sorprendería que el lenguaje estuviera ahí para estropear todo.
Hay campos
donde lo logra... otros donde solo logra formar parte de lo que parece ir en
los animales – a saber que ellos
parecen coger de una manera bien educada.
Porque es verdad,
en los animales eso parece así.
Discurso del Amo Discurso
de la Universidad
S¹ -------------- S²
S² ------------------ a
____
____ ____ ____
$ a S¹ $
Discurso de la Histérica Discurso del
Analista
$ --------------- S¹ a ------------------ $
____ ____ ____ ____
a
S²
S² S¹
Discurso del Capitalista
$ S²
____ _____
S¹ a
Lo que se
dice como hecho queda olvidado detrás de lo que se dice que se espera.
Este
enunciado que es aceptado por su forma, corresponde a lo modal por lo que emite
de existencia.
... es lo que
nos sorprende por contraste – esto parece pasar inadvertido.
Está la
parada§. Hay toda clase de
acercamientos encantadores, y después eso parece darse vuelta en redondo hasta el fin. No hay apariencia,
en los animales, ni violaciones, ni todas esas complicaciones, toda ésta
charlatanería alrededor de esto.
Esto pasa en
ellos de una manera civilizada. (risa)
En el hombre,
hace lo que se llama dramas [...] Por eso sobre todo el malentendido [...].
Quiera el
cielo que los hombres hagan el amor como los animales, eso sería agradable.
Yo me dejo un
poco, así, llevar hacia algo... en fin, tan patente.
Es necesario igualmente recordarlo [...] algo que
pertenece a la experiencia del psicoanalista.
Que él haga
como si nada supiera, es debido a una necesidad de discurso que es lo que he
escrito en el pizarrón. (fórmulas)
Quiero utilizarlo porque vine un cuarto de hora antes para
escribirlo en el pizarrón.
Contiene las
características claves en todo discurso de ese punto que llamo: el semblante.
En mi último
seminario – ó llamenló como ustedes quieran, pero no es el último porque el
último es éste que estoy en vías de terminar – mi último seminario entonces,
anterior, se llamaba De un discurso que
no sería del semblante.
He pasado un
año demostrando que es un discurso por completo excluido.
No hay ningún
discurso posible que no sea del semblante.
Todo esto es
del semblante, ¿he?
Bien,
entonces es totalmente admisible que en un cierto nivel el psicoanalista haga
semblante, como si el estuviera ahí para que las cosas marchen en el plano de
lo sexual. La dificultad es que él termina por creerlo, y entonces esto lo
fija, completamente.
Es decir,
para llamar a las cosas por su nombre, deviene imbécil.
Yo creo que
sería, en cierto momento, necesario –
para permitirle hacer un poco de gimnasia, para, en una experiencia tal que
ella ha instituido, que pueda ahí dar
algunos pasos de más – que necesitaría al menos recordarle lo que él hace: a
saber, a pesar de todo, que es hacer hablar a alguien explicándole como hay que
hacer, es decir no, no cualquier cosa. Explicarle la regla: decir a una persona
cómo es necesario que ella hable... Y esto permite llegar a algo, que se trata
de comprender porque algo que se hace con
este aparato que llamo el significante, puede tener sus efectos.
Que haya un despegue necesario, que consiste
justamente... en no comprender demasiado rápido, esto es lo que trato de
producir.
En una cierta
época... evidentemente esa no era una buena época, pero no tenía elección...
entré en el psicoanálisis, un poco tarde. En efecto hasta ese momento... en
neurología un buen día... qué me pudo pasar?— ví un psicótico.
He hecho mi
tesis sobre eso: De la psicosis paranoica
– ¡oh escándalo! - en sus relaciones con
la personalidad.
Personalidad,
piensen, no soy yo quien pueda burlarse.
Pero en fin,
en ésta época eso representaba para mí, una nebulosa, en fin, algo... que era
ya suficientemente escandalosa para la época, quiero decir que eso tuvo un
verdadero efecto de horror.
En fin, eso
me ha dirigido hacia la experiencia de mi propio psicoanálisis. Después de eso
vino la guerra, durante la cual he proseguido esta experiencia. Al finalizar la
guerra he comenzado a decir que yo podría,
tal vez, decir algo sobre psicoanálisis.
< Eso ¡no! – me han dicho- nadie
comprendería nada... lo conocemos, se lo hemos señalado hace un momento >.
En fin,
brevemente, ha sido necesario para esto una especie de crisis, de crisis
política, política interior... la intriga entre psicoanalistas, para que yo me
haya encontrado en una posición de pasaje.
Y como había
quienes parecían querer que haga algo por ellos... personas quienes parecían
... yo comencé tarde pero jamás estuve fastidiado por esto , yo no
experimentaba ninguna necesidad, después de todo, de forzar a la gente.
Para no
forzarlos he comenzado a contar las cosas al nivel en que yo las había visto.
Retorno a
Freud: se me ha puesto ésta etiqueta, que bien merezco, porque es así que yo
mismo la he comenzado o producido.
Yo me cago en
vos Freud. Simplemente, era el procedimiento para que los psicoanalistas se
dieran cuenta que, yo les estaba diciendo ya estaba en Freud.
Es decir, que
es suficiente que se analice un sueño para ver que no se trata de otra cosa que
del significante. Y del significante en toda ésta ambigüedad que he llamado,
hace un rato, la función de descomponer.2
A saber, no hay significante en el cual la significación
estaría asegurada. Puede siempre ser otra cosa, y además se desliza tan lejos
como uno quiera en la significación.
Tan sensible
en La interpretación de los sueños,
no lo era menos en La psicopatología de
la vida cotidiana... lo es todavía más en El chiste y su relación con el inconsciente.
Esto me
parece esencial, es esencial.
Lo que cosa me sorprende es...
(El discurso se interrumpe por el cambio del
‘nastro’)
... esta
prioridad del significante.
Ahora todo el
mundo está al corriente. Lo que ustedes encontrarán en una revista de
vanguardia, o mismo no de vanguardia, de no importa qué, este significante...
nos tienen las orejas así.
Cuando pienso
que en el momento en que comencé, estábamos bajo el reino del existencialismo,
y ahora... yo no sé ... no quisiera que parezca, que atento contra un estilo, a
la altura de un escritor hacia cual tengo una gran admiración: se trata de
Sartre.
Y mismo
Sartre... en fin, ahora el significante ha entrado en su vocabulario.
Todo el
mundo, sabe que el significante significa lacanización.
¿Qué quiere
decir ésto?
Cada tanto me
imagino que ahí estoy para algo, y en este caso, es esto que me ha hecho....
He
reencontrado en mis notas, que había escrito algo el 11 de abril de 1956, en un
seminario recopilado... es verdad que antes que mi obra devenga
absolutamente... conocida como
ahora, por supuesto, era totalmente
otra...
... no es
menos verdad que lo que estoy diciendo ahora – que desde luego será explotado
en veinte años – lo que estoy diciendo ahora, en cuanto a las estructuras de la
lógica matemática a las cuales recurro para definir de qué se trata en lo que
yo llamo discurso psicoanalítico, puedo distinguir que no sería necesario que
se fatiguen de mis Escritos, pero
igualmente, en el anteúltimo parágrafo de mi
Evidentemente, es en 1951, el discurso analítico: dediqué
tiempo a darle su lugar. Pero en fin, no escribo jamás las palabras al azar, y
fue ese día que yo he producido el discurso analítico, ¿no es cierto?.
En fin, cinco
años más tarde, cuando había comenzado mi enseñanza, sobre la estructura... la
estructura, escribo entonces... porque ahora pondría atención, no querría
ligarme o parecer que me ligo en ésta ensalada que se llama el estructuralismo.
Pero en fin,
la estructura, yo hablaba entonces porque nadie conocía esa palabra. En fin, la
estructura es lo que se presenta al principio como un grupo de elementos,
formando un conjunto covariante.
Estoy ahora
refiriéndome a algo que se llama precisamente la Teoría de los conjuntos.
Hablo a
continuación de estructuras cerradas y estructuras abiertas, lo que está
igualmente de moda.
Y
especialmente... nosotros ahí vemos relaciones de grupo fundadas sobre la
noción de conjunto, yo subrayo: relaciones abiertas o cerradas.
En aquella
época ... no puedo expresarme de otro modo que decir que despejar una ley
natural, es despejar una fórmula significante pura. Cuanto menos ella significa
algo, más nosotros podemos ponerla desde un punto de vista científico...
Remarco [...]
que el paso científico, consiste justamente en eso: en cortar las cosas,
estrictamente, al nivel llamado signatura
rerum ... [...] del significante sería ahí ordenado – ordenado, desde
luego, ¿por quién? por Dios, porque la signatura
rerum es de Jacob Böhme... – para significar algo. El camino científico, es
eso.
Es, desde luego, puntuar el mundo de los significantes
matemáticos... pero detenerse justamente en esto... que eso sea para
significar... Porque eso era lo que hasta ahí había enredado todas las tierras,
y lo que se llama impropiamente el finalismo.
Nosotros
somos tan finalistas como todo lo que ha existido antes del discurso de la
ciencia.
Está claro
que nada dentro de ninguna ley está ahí solo para conducir a algún punto.
El discurso
científico es finalista, completamente, en el sentido del funcionamiento...
nosotros no nos damos cuenta que ese finalismo, eso sería el finalismo... que
se haya hecho para enseñarnos algo, por ejemplo para incitarnos a la virtud,
para distraernos simplemente... en un mundo que puede estar totalmente
estructurado sobre las causas finales... sería fácil de demostrar que la física
moderna es perfectamente finalista.
La idea misma
de la conservación de la energía es una idea finalista... también de la
entropía, porque justamente, lo que ella muestra, es hacia que freno va, y va
necesariamente.
Lo que hay de
cambio, es que no hay finalismo, justamente por eso: que no tiene ningún
sentido.
[...]
[...]
despegar el sentido que se ha dado frecuentemente a lo subjetivo y a lo
objetivo... lo subjetivo es algo que encontramos en lo real.
No es que lo
subjetivo sea dado al sentido que nosotros entendemos habitualmente por “real”,
es decir que implica lo objetivo: la confusión es permanentemente hecha en los
escritos analíticos.
Aparece en lo
real en tanto que lo subjetivo supone que tenemos enfrente de nosotros un
sujeto que es capaz de servirse del significante como tal... y de servirse del
significante como nosotros nos servimos, servirse del juego del significante no
para significar algo, sino precisamente para engañarnos sobre lo que hay a
significar... servirse del hecho que el significante es otra cosa que la
significación, para presentarnos un significante engañoso.
Sintetizando,
como ustedes pueden verlo, en fin, esto no es de ayer.
Insisto sobre
este sesgo - clave.
Es muy
curioso que la posición del analista no permite sostenerse ahí indefinidamente.
No es
solamente porque lo que se llama... lo que se llamaba, antes, la
Internacional... para razones totalmente contingentes, ha producido un
obstáculo.
Y mismo los
hombres, que yo había formado, ellos [...]
Lo que en
suma he tratado de instituir ha conducido a lo que he llamado en alguna parte,
negro sobre blanco, un fracaso...
No está ahí
lo esencial, porque un fracaso, nosotros sabemos muy bien por la experiencia
analítica lo que es: es una de las formas del éxito.
No se puede
decir que, a fin de cuentas, no he tenido éxito en algo... he tenido éxito en
que algunos analistas se preocupan de la clave que he tratado de
explicarles: el clivage entre el
discurso analítico y los otros.
Y después
diría que todo el mundo desde algunos años está interesado en esto.
Todo el mundo
está interesado por esto: que hay algo que no da más vuelta en redondo.
Hay en alguna
parte, al lado de lo que se llama tan amablemente, tan tiernamente, la
juventud... como si fuera una característica... al nivel de la juventud hay
algo que no marcha más al lado de cierto discurso... del discurso
universitario, por ejemplo... no podría probablemente el tiempo para
comentarles, el discurso universitario...
Este es el
discurso eterno, el discurso fundamental. El hombre es a pesar de todo un raro
animal, ¿no es cierto?..¿Dónde, en el reino animal, hay discurso del amo?.
¿Dónde es que, en el reino animal hay un amo?...
Les salta a
la vista enseguida, en la primera aprehensión, que si no hubiera lenguaje no habría amo, que el amo no se da
jamás por la fuerza o simplemente porque el comanda, y que como el lenguaje
existe ustedes obedecen.
Y mismo que
esto los enferma, que no continúe así.
Todo lo que
pasa a nivel, de la juventud, es muy sensible porque lo que yo pienso es que si
el discurso analítico hubiera tomado cuerpo... ellos sabrían mejor lo que hay
que hacer para hacer la revolución.
Naturalmente
no hay que engañarse, ¿eh? Hacer la revolución, yo pienso que a pesar de todo,
ustedes, que están ahí y a quienes yo me dirijo ... ustedes deben haber
comprendido lo que eso significa... que eso significa... volver al punto de
partida.
Es porque
ustedes perciben que está demostrado históricamente: a saber que no hay
discurso del amo más guacho que en el lugar donde se hace la revolución...
Ustedes
querrían que eso pase de otro modo. Evidentemente podría ser mejor. Lo que
sería necesario, es llegar a que el discurso del amo sea un poco menos
primario, y un poco menos boludo.
(risa del público)
... cómo
ustedes saben francés, ¿eh? ... es maravilloso.
Y en efecto,
si ustedes miran ahí mis pequeñas fórmulas giratorias, ustedes deben ver que la
manera en que yo estructuro el discurso analítico... es exactamente lo opuesto
a al discurso del amo... a saber que al nivel del discurso del amo, lo que yo
les he llamado, hace un rato, el significante – amo, es eso, es de lo cual me
ocupo por ahora: hay Uno.
El
significante, es lo que ha introducido en el mundo el Uno, y es suficiente que
haya Uno para que eso... eso comience, eso... (indica la fórmula en el pizarrón).... eso comanda al S 2.
... es decir
al significante que viene después... después que el Uno funciona: él obedece.
Lo que es
maravilloso, es que para obedecer es necesario que sepa algo.
Lo propio del esclavo, como lo explicaba Hegel, es saber
algo.
Si no supiera
nada, no valdría la pena manejarlo.
Pero por este
solo privilegio, ésta sola primacía, esta sola existencia inaugural que hace
que el significante... del hecho que hay lenguaje, el discurso del amo marcha.
Es todo lo que le es necesario por otra parte, al amo, que esto funcione.
Entonces,
para saber un poco más sobre los efectos, justamente del lenguaje, para saber
cómo esto determina lo que he llamado con un nombre que no es de uso corriente:
el sujeto...
... si
hubiera tenido un trabajo, un cierto trabajo hecho a tiempo en la línea de
Freud, habría tenido posiblemente... en este sitio... en este sitio que el
designa, en su soporte fundamental que está sostenido de estos términos: el
semblante, la verdad, el goce, el plus de gozar... hubiera tenido
posiblemente.. al nivel de la producción, porque el plus de gozar es lo que
produce ese efecto del lenguaje... hubiera tenido tal vez, lo que se implica del discurso analítico, a
saber un mejor uso del significante como Uno.
Hubiera
tenido.. pero no lo tendrá que.. porque ahora es demasiado tarde.
... la
crisis, no del discurso del amo, sino del discurso capitalista, que es el
sustituto está abierta.
Para nada les
estoy diciendo que el discurso capitalista sea feo, al contrario es algo
locamente astuto, ¿eh?
Locamente
astuto, pero destinado a estallar.
En fin, es
después de todo lo más astuto que se ha hecho como discurso. Pero no está menos
destinado a estallar. Es que es insostenible. Es insostenible... en un truco
que podría explicarles... porque el discurso capitalista es ahí, ustedes lo
ven..(indica la fórmula) una pequeña inversión simplemente entre el S 1 y el S.....
que es el sujeto... es suficiente para que esto marche sobre ruedas, no puede
marchar mejor, pero justamente marcha demasiado rápido, se consuma, se consuma
tan bien que se consume. ·
Ahora ustedes
están embarcados... están embarcados.. pero hay pocas chances que cualquier
cosa seria le pase al hilo del discurso analítico, salvo, bueno, al azar.
En verdad yo
creo que no se hablará del psicoanálista en la descendencia, si puedo decir, de
mi discurso... mi discurso analítico. Alguna otra cosa aparecerá que, desde
luego, deba mantener la posición del semblante, pero esto será... pero esto se
llamará posiblemente el discurso PS. Un PS y después un T, eso estará por otra
parte, totalmente conforme a la manera en la cual se enuncia que Freud veía la
importación del discurso psicoanalítico en América... eso será el discurso PST.
Agreguen una E, eso es PESTE.
Un discurso que
sería en fin verdaderamente apestoso, totalmente consagrado, en fin, al
servicio del discurso capitalista.
Eso podrá,
puede ser, un día servir para algo, si, desde luego, el asunto no afloja
totalmente, antes.
En fin, son
las ocho menos cuarto y hace una hora y media que hablo. Sólo les he dicho, la
cuarta parte de lo que tenía esta noche para decirles. Pero a partir de lo que
yo les he indicado, de la estructura del discurso capitalista y del discurso
psicoanalítico, pueden hacerme preguntas.
[...]
Gente brava,
pero totalmente inconsciente° de lo que decía Marx... se ríen... sin Marx.
He aquí que
Marx les enseña que de lo que se trata es únicamente de la plusvalía.
La plusvalía
es ... el plus de gozar...eh?
(rumor en la sala)
Pero que es
lo que esas personas han comprendido, es maravilloso... Ellos se han dicho:
< Bien, en fin, es verdad! >.
Solo eso hace
funcionar al sistema. Es la plusvalía. El capitalismo ha recibido en fin este
salto... ese golpe de alas que hace que actualmente [...]
Es algo, así,
un poco análogo, pero no del mismo sentido, que yo diría que hubieran podido
hacer si verdaderamente las personas trabajaran un poco, si verdaderamente
ellos interrogaran el significante, el
funcionamiento del lenguaje. Si lo interrogaran de la misma manera que lo
interroga un analizante, como yo lo llamo, es decir no un analizado, porque es
el que hace el trabajo: el tipo que está en análisis...
... si él lo
interrogara de la misma manera, quizás saldría algo.
Es esta la
regla analítica. Esto no le hubiera sucedido jamás.... no simplemente el tipo
que tiene una veleidad. Se lo fuerza a decir algo, y ahí, es ahí que se lo
atrapa, porque mismo la interpretación analítica, mismo cuando ella está hecha
por un imbécil, juega sobre algo, al nivel de la interpretación. Se le muestra
algunos efectos lógicos de lo que él dice, que se contradice a la vez.
Contradecirse no es de todo el mundo.
Pero uno no
puede contradecirse de cualquier manera. Hay contradicciones sobre las cuales
se puede construir algo, y otras sobre las cuales no se puede construir nada.
Es tal el
discurso analítico. Se dice este algo, muy precisamente al nivel donde el
significante es el Uno, la raíz misma
del significante. Lo que hace que el significante, funcione, porque es ahí que
se atrapa al Uno, es ahí que hay Uno.
(la transcripción, por defectos en los registros, presenta
algunos fragmentos incompletos que se indica [... ] )
Por otro
lado, nosotros hemos llegado a algunas pequeñas cogitaciones que no nos parecen
completamente superfluas desde el punto de vista de la interrogación de los
números enteros – porque mismo la teoría de los conjuntos, Cantor y todo el
resto, consiste en preguntarse por qué hay Uno. No es otra cosa.
Y quizás, con
un poco de esfuerzo, uno llegaría a darse cuenta que los números enteros, que
se llaman naturales, no son más naturales que ... el resto de los números.
Brevemente,
hay algo que debería sobrevenir a un cierto nivel, que es: la estructura.
Estos tres
cuartos de siglo, que han transcurrido desde que Freud ha extraído esta
fabulosa subversión de todo lo que es... hay otra cosa que se ha fugado, y que
se llama nada menos que el discurso de la ciencia, que por el momento lleva el
juego... hasta que se vé el límite: y
si hay algo que es correlativo esta solución del discurso de la ciencia, algo
de lo cual no había ninguna posibilidad que eso no aparezca antes del triunfo
del discurso de la ciencia, es el discurso analítico.
Freud es
absolutamente impensable antes de la emergencia, no solamente del discurso de
la ciencia, sino también de sus efectos, de sus efectos que son, bien
entendidos, siempre más evidentes, siempre más patentes, siempre más críticos,
y por lo cual después de todo uno puede considerar [...] no se ha hecho
todavía, quizás un día haya un discurso llamado así: < el mal de la juventud
>.
Pero hay algo
que grita... y una nueva función que no dejará de surgir, no es cierto, de
abordar quizás, salvo accidente, una re-partida en la instauración de lo que
... yo llamo discurso.
Apenas he
dicho lo que es un discurso.
El discurso
¿qué es? Es lo que, en el orden.. en la disposición de lo que puede producirse
por la existencia del lenguaje, tiene la función de lazo social. Hay puede ser
un baño social, así, natural, es de esto que se ocupan, eternamente, los sociólogos...
pero personalmente, no creo en nada.
Y no hay
treinta y seis posibilidades, hay solamente cuatro...
De los
significantes, es necesario al menos que haya dos.
Eso quiere
decir, el significante en tanto que funciona como elemento, lo que se llama
elemento justamente en la teoría de los conjuntos: el significante en tanto que
es el modo por el cual se estructura el mundo, el mundo del ser parlante, es
decir todo el saber.
Hay pues S 1
y S 2 – es de donde hay que partir para ésta definición que [... ] el
significante , es lo que representa a un sujeto para otro significante.
Este sujeto,
no es lo que nosotros creemos, no es el sueño, la ilusión... es todo lo que hay
de determinado por este efecto de significante. Y esto va mucho más lejos de lo
que cualquiera es consciente... sea conniviente.
Es eso, el
descubrimiento de Freud: es que, los efectos del significante, hay toda una
parte que escapa totalmente a lo que nosotros llamamos corrientemente el
sujeto. Es notémoslo bien, el sujeto, determinado hasta en todos sus detalles
por los efectos del significante [...] Sabemos lo que produce el lenguaje: qué
produce? Lo que he llamado el plus de gozar, porque es el término que se aplica
en este nivel, que conocemos bien, que
se llama el deseo.
Más exactamente,
produce la causa del deseo. Y es esto lo que se llama el objeto pequeño a.
El objeto
pequeño a, es el verdadero soporte de todo lo que hemos visto funcionar y que
funciona de manera cada vez más pura para especificar a cada uno en su deseo.
Esto por lo
cual la experiencia analítica da el catálogo bajo el término de pulsión [...]
pulsión que se llama oral [...] un muy bonito objeto, un objeto ligado a éste
[... ] desde que ha tomado el hábito de chupar [...] Hay quienes chupan así toda su vida.
Pero porque
succionarían estos toda su vida si esto no estaba en la intersticio, en el
intervalo de los efectos del lenguaje? El efecto del lenguaje en tanto que es
aprendido al mismo tiempo, salvo a quien queda completamente idiota, ¿no es
cierto?.
Es esto que da
su esencia... y su esencia tan esencial que es esto, la personalidad: es la
manera por la cual alguien subsiste frente a este objeto pequeño a... Hay otras
maneras y he yo tratado de decir cuales.
Pero con
referencia al psicoanálisis, como Freud, nadie más que Freud, jamás más ni
mejor que Freud ... se han agregado, por supuesto, detalles, una estructura, un
estatuto, sobre esta función del objeto pequeño a ... Melanie Klein ha aportado
ampliamente su contribución, y otros
también, Winnicott ... el objeto transicional...
Es ésta, es
la verdadera alma ... la nueva subjetividad, en su sentido antiguo...
Es esto, lo
que nos enseña la experiencia analítica.
Es entonces
aquí que muchos psicoanalistas.... Es el rol que ellos juegan al nivel del
semblante.
Es esto que
los abruma, es la causa del deseo, a partir de lo cual inician la carrera del
analizante.
Es de allí
que podría... podría puede ser extraer algo... algo que debería ser un paso
hacia otra construcción...
Es a saber,
que de lo que se trata después de todo, a fin de cuentas, es que la experiencia
se vuelve tan corta como posible – es decir que el sujeto con algunas
interpretaciones se libera y encuentra una forma de malentendido en la cual
puede subsistir.
¿Qué otra
persona que me ha hecho otra pregunta?
X.- ¿Cuál es la diferencia entre el discurso del
amo y el discurso capitalista?
L.- Yo ya lo he dicho, he hablado
latín, la canción de siempre, no es cierto, entre el sujeto y el S 1. Si usted
quiere nosotros al final hablamos de esto, con menos personas, pero yo ya lo he
indicado.
Y.- ¿Cuál es el rol del aparato algorítmico
en – discúlpeme la palabra – el sistema? Si nosotros estamos en el lenguaje,
¿qué metalenguaje podría hablar la cadena significante? ... y su estilo mismo
es la prueba que no hay metalenguaje posible.....
L.-
Es necesario decir a la gente que habla del metalenguaje: entonces, ¿dónde está
el lenguaje?
Y.- De
acuerdo, sobre esto usted es muy fácil... pero ¿cuál es el aparato algorítmico
en la medida donde el escapa al lenguaje natural, que no tiene metalenguaje,
que no está sumido al metalenguaje? Desde el momento en que usted emplea un
aparato algorítmico, ¿no trata de bloquear ésta huída, este derrapaje continuo
de la cadena significante en algo que la define desde afuera? Salvo si la
cadena significante no es el lenguaje natural sino un aparato lógico,
algorítmico por debajo. Si usted emplea el aparato algorítmico para definirla y
bloquearla, ¿no es él, el aparato algorítmico, el único deseo finalmente cumplido?.
L.- Es muy pertinente, más o menos,
de lo que se trata en esto de lo que usted llama con justa razón algoritmo...
este algoritmo no sale de la experiencia analítica en sí misma.
Lo que toma
sentido, siempre lo he expresamente articulado, lo que toma sentido válidamente
está siempre ligado a lo que llamaré, si usted quiere, el punto de contacto. Y
asiduamente es un punto de contacto ideal, como la teoría matemática [...]
Es como que
este S 1, este Uno del significante, funciona en puntos, en lugares diferentes, en esta tentativa de reducción
radical, que puede tomar sentido de ser, si puedo decir, traducido... que puede
ser traducido de uno de estos discursos al otro.
Es en la
medida que, en los cuatro discursos, jamás los términos... no están en el mismo
lugar funcional, después de todo.... – para lo que nos interesa, para lo que es
incidencia actual de los efectos subjetivantes, en lo que nos interesa se puede
por ahora... no digo que sea la única fórmula posible, pero puede por ahora
articularse de esta manera al algoritmo – que haya convergencia entre el límite
donde se tiene por ahora la lógica matemática y los problemas de nosotros
analistas que tratamos un poco de dominar lo que hacemos.
Que hay
convergencia... que hay el mismo límite algorítmico... la función del límite...
No podemos
decir cualquier cosa.
Incluso, los
analistas más tradicionales no se permitirían decir cualquier cosa.
Es lo que he
escrito ahí: < que se dice – no sé cuando había escrito eso – que se dice lo
que se dice como hecho queda olvidado – digo habitualmente – detrás de lo que
es dicho en lo que se escucha >.
< En lo
que se escuchaà > : con que se relaciona eso? Es perfectamente ambiguo.
Puede relacionarse con < queda olvidado > – ¿es lo que < se dice >
que puede quedar olvidado en lo que se escucha – o es < lo que es dicho en lo que se escucha >?.
¿Es un uso
perfectamente ejemplar de la ambigüedad al nivel de la estructura general –
transformacional, eh?.
Es boludo,
todo el mundo lo hace, tanto que no se da cuenta.
¿Qué es lo
que hay enseguida debajo?
< Este
enunciado que es afirmado por su forma >,
que he calificado de universal,
Yo apenas he
tenido el tiempo para referirme hoy a lo que es la existencia: había comenzado
bastante claro y después en fin, como es habitual, estoy yo mismo bajo mi carga
más o menos doblegante.
Pero en fin,
lo que está totalmente claro, es que nosotros estamos para esto: para
interrogar el “existe” al nivel del matema, al nivel del algoritmo.
Solo al nivel
del algoritmo la existencia es
admisible como tal. A partir del momento en que el discurso científico se
instaura, quiere decir todo saber, sólo se inscribe en el matema. Todo saber es
un saber enseñable... Estamos acá, para cuestionar la existencia como estando
ligada a la estructura – algoritmo.
Es un efecto
de la historia que estamos para interrogarnos, no sobre nuestro ser sino sobre
nuestra existencia: que yo pienso < luego yo soy > – entre comillas: <
luego yo soy >.Ñ
Sea a partir de lo cual ha nacido la
existencia, es ahí que nosotros somos. Es el hecho de < que se dice > –
es el decir que está detrás de todo lo que se dice – que es algo que viene a surgir en la actualidad histórica.
Y aquí
ustedes no pueden de ninguna manera decir que es un hecho de deseo teórico, de
mi parte por ejemplo.
Es así que
las cosas se sitúan, emergen... la emergencia como tal de la disposición del
discurso: es a partir de ahí que hay emisión de existencia, de existencia como
de algo que es también al nivel del objeto pequeño a por el cual el sujeto se
divide.
Es una
cuestión que me parece, resulta, en fin, porque acabo de responderles, ...
Traducción: Lic. Olga Mabel Máter - licmater@fibertel.com.ar
Colaboración:
Alejandra Freschi - alejandra_freschi@hotmail.com
1 poubelle: cesto ó tacho de basura
¨ En francés expresa Lacan “les suite de cette
pratique” el término ‘ suite ‘ da cuenta de varias acepciones como:
continuación, resultados, secuelas, etc. entre otras – Nota del traductor.
© En francés expresa Lacan: “déraper a la surface”
literalmente puede leerse: derrapar en la superficie, como de manera coloquial,
señala acerca del “descubrir” – Nota del traductor.
ª En francés la expresión “dans le sillage du
signifiant” puede leerse de manera figurativa como ‘ tras los pasos del
significante’, en el surco, estela ó huella.
§ En francés
“Il y a la parade” puede expresar además de manera coloquial: “Es alarde” –
Nota del traductor.
En francés “position extraite” señala: posición de
pasaje, posición extraída, ó posición de partida. – Nota del traductor.
2 Es un lapsus? (déparaje por dérrapaje – Nota del traductor.)
· En francés
los verbos: consomé y consume, difieren pero son homofónicamnete semejantes,
señala un juego significante? – Nota del traductor.
° En francés “mais tout à fait inconcients de ce que
disait Marx...”, alude a lo latente e inconsciente y/ ó a una ignorancia
manifiesta? – Nota del traductor.
à En francés “Dans ce qui s’ entend” , el verbo entendre, entre otras acepciones, entender,
oir, querer decir, etc. – Nota del traductor.
Ñ En francés: “donc je suis”, expresa: luego yo soy, entonces yo soy,
referencia al ser (verbo étre), a diferencia de existir (verbos vivre ó
exister). – Nota del traductor.
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