» Introducción al Psicoanálisis
La singularidad como causa en psicoanálisis31/05/2007- Por -

Es el objetivo de este trabajo plantear el problema de la causalidad de la neurosis, o en términos más generales, la causalidad en el destino del sujeto. Para ello se partirá de considerar que en psicoanálisis se trata de saber y operar sobre la causa. A Freud le interesaba indirectamente la cura del síntoma, se preocupaba porque esa cura se debiese a la revelación de la causa. En la clínica freudiana observamos, al rastrear la etiología, que se encuentra un punto que tiene las características de la mas extrema singularidad, y a Freud le interesaba esa singularidad como causa.
Es el objetivo de este trabajo plantear el problema de la causalidad de la neurosis, o en términos más generales, la causalidad en el destino del sujeto. Para ello se partirá de considerar que en psicoanálisis se trata de saber y operar sobre la causa. A Freud le interesaba indirectamente la cura del síntoma, se preocupaba porque esa cura se debiese a la revelación de la causa. En la clínica freudiana observamos al rastrear la etiología, que se encuentra un punto que tiene las características de la más extrema singularidad, y a Freud le interesaba esa singularidad como causa.
En “Psicogénesis de un Caso de Homosexualidad Femenina” (1920), Freud reflexiona acerca de la imposibilidad de hacer predicciones en psicoanálisis: conociendo un estado final se puede mostrar un abanico de causas que lo han producido, pero aun conociendo todas esas causas no puede predecirse ese (y sólo ese) estado final. Dirá: “…la causación en el sentido del análisis puede reconocerse con certeza en todos los casos, pero su previsión en el sentido de la síntesis es imposible.”[1] Freud muestra que pudo encontrar una serie de causas que llevaron a que el caso se diera como se dio, y sostendrá que conociendo el final podremos mostrar el abanico de causas que lo han producido; pero que si hubiéramos tenido todas, no habríamos podido hacer síntesis, es decir no se hubiera podido llegar a ese caso puntual. Podemos siempre ubicar en los historiales freudianos, siempre hay un primer encuentro crucial de la neurosis infantil que fija al sujeto a un modo de goce. Suele pensarse que esa elección de goce hecha en esa oportunidad esta ligada al deseo del Otro. Considero de absoluta importancia entonces ubicar al deseo del Otro en relación a la tyche, es decir, no es predecible, ni calculable en ningún sentido.
Siempre, en la etiología de las neurosis, se encuentra un elemento traumático que parece por sus consecuencias ser un nudo muy importante en la neurosis del sujeto: “Eso ocurrió”, ese es Freud, en la búsqueda de algo completamente accidental. Es lo que busca en un determinismo completamente singular en un sujeto, su marca. Pues aquello que hace a un caso irrepetible, singular se encuentra en el trauma, eso que es accidental y que forma parte de toda una serie de efectos causales. Siempre va a estar en algún lugar accidental el trauma, y desde allí es que podríamos pensar que cada cual tiene su huella digital en el trauma, cada cual repite según su marca.
El trauma es la marca de un goce real con el que se topó el sujeto, para quien hubo encuentro, una marca dejada por el atravesamiento de una experiencia, contingente, dependiente de la tyche. Por ello se inscribe como una marca de singularidad.
Se debe pensar que en Freud está el trauma como algo que viene de la percepción y que se inscribe como un elemento que no es significante dentro del orden de los significantes. A partir de allí el aparato psíquico lo repite. Lo traumático se define por lo inasimilable, como un exceso. En Freud la causa está en relación al trauma, que define como: “Una vivencia que en breve lapso provocó en la vida anímica un exceso tal en la intensidad del estimulo que su tramitación por las vías habituales, fracasa.”[2] La fijación al trauma accidental es en Freud la causa que repite por fuera del proceso primario y que pone a trabajar el aparato psíquico.
El creador del psicoanálisis sostendrá que puede haber un acontecimiento que para el sujeto no tenga ningún valor, pero que en un segundo tiempo, cobre un efecto traumático. ¿Que quiere decir allí? Es que algo del exterior se liga a la pulsion. Allí ubicamos al trauma como un encuentro, entre acontecimiento exterior y fantasía. ¿Por qué el apres-coup (nachtraglich) se dirige a esa experiencia y no a otra, será que queda marcada como una huella? ¿Qué mecanismo psíquico va a permitir, que a posteriori se re/signifique una particular experiencia anterior?
El trauma es una problemática que abarca toda la obra de Freud. Su giro más importante se ubica en el texto Más allá del Principio del Placer. En él, el trauma se hace inherente a la estructura misma del aparato psíquico. El verdadero estatuto de lo traumático es precisamente que ese lugar de interno a la estructura del aparato no deja en algún punto de ser exterior -algo externo que se hace interno-, llamemos traumáticas, dice Freud, a las excitaciones externas que poseen fuerza suficiente para perforar la protección antiestímulo.[3]
Freud a partir de este texto dio un sentido nuevo a los accidentes traumáticos y a las patologías que les sucedían. Hace de estos casos entonces, un ejemplo del fracaso del principio del placer y uno de los fundamentos de la hipótesis de la pulsión de muerte.
A partir de aquí planteará que hay sujetos que tienen un movimiento en el cual fabrican una especie de ídolo y después lo destruyen. Es una constante ya que no es un ídolo en particular, es que cualquier término quedará en lo que se llama constante ídolo. Freud, siendo muy cauto, no dice que esto pueda cambiar, esta repetición manifiesta el modo en que el sujeto respondió a la cláusula de lo imposible, que Lacan mencionará como la relación sexual que no está escrita. En esta línea Lacan dirá que la única importancia de las neurosis no son las neurosis sino el punto de articulación del inconsciente con esa hiancia sexual. Para el autor la causa se distingue de lo que hay de determinante en una cadena, o sea de la ley. Las leyes no plantean el problema de la causa, lo que establecen son determinismos.
Lacan en el seminario 11 irá a la discusión de los fundamentos pero no siendo ajeno al problema de la singularidad de la práctica. El recorrido del seminario antes citado ayudará a comprender qué tipo de causalidad hay que tener presente para comprender el determinismo psíquico.[4]
Lacan enuncia que el psicoanálisis está orientado al hueso de lo real. Se trata en análisis de recorrer esos determinismos significantes pero orientados a un núcleo real. Un núcleo que hay que ubicar como causa sin hacer teorías deterministas de eso.
Referencias
[1] FREUD, S. (1920) “Sobre la psicogenesis de un caso de homosexualidad femenina” en O:C: Amorrortu editores. Tomo XVIII. Pàg. 160.
[2] FREUD, S. (1917) “Conferencia 18: La fijación al trauma. Lo inconsciente.” En OC Amorrortu editores,cuarta reimpresión 1992. Buenos Aires. Tomo XVI. Pag. 252.
[3] FREUD, S. (1920) “Más allá del principio de placer” “Más allá del principio de placer” en OC. Amorrortu editores, quinta reimpresión 1993. Buenos Aires, tomo XVIII.
[4] Cfr LACAN, J. ” 1964 El Seminario Libro 11 “Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. ED Paidós, 8va reimpresión en Buenos Aires, 1997.
Bibliografía
FREUD, S. 1920 “Más allá del principio de placer” en OC. Amorrortu editores, quinta reimpresión 1993. Buenos Aires, tomo XVIII
FREUD, S. 1920 “Sobre La psicogenesis de un caso de homosexualidad femenina”. en OC Amorrortu editores, quinta reimpresión 1993. Buenos Aires, tomo XVIII
FREUD, S. 1917 “Conferencia 18: La fijación al trauma. Lo inconsciente.” en OC Amorrortu editores, cuarta reimpresión 1992. Buenos Aires. Tomo XVI.
LACAN, J. El Seminario Libro 11 “Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis” 1964. ED Paidós, 8va reimpresión en Buenos Aires, 1997.
PORRAS, M. ALEJANDRA “Acerca de los conceptos: disposición, azar, destino, en la constitución de la neurosis y en le tratamiento analítico según Freud y el concepto de repetición en Lacan de los años 60” Tesis presentada en la Maestría en psicoanálisis. Universidad Buenos Aires John F. Kennedy. Agosto 2005.
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