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Pasiones y escucha clínica

10/01/2024- Por Elizabeth Jorge - Realizar Consulta

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Existen múltiples miradas acerca de la pasión desde la filosofía, ya que ha sido relacionada con lo activo o lo pasivo, la razón o la falta de ella, la virtud o el pecado, el cuerpo o el alma. Cada una de estas miradas puede ser considerada los múltiples aspectos de la pasión. En este escrito se parte de algunas consideraciones sobre cómo entender a las pasiones, con aportes de distintos autores psicoanalíticos. A continuación, se presentan algunas referencias a las pasiones en la escucha clínica y en el rol del analista.

 

        

                       “Mujer de azul”, óleo de Richard Burlet*

 

 

Acerca de las pasiones

 

“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida:

el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento

y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad.

Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá,

por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia,

hasta el borde mismo de la desesperación”.

 

Extracto de Para qué he vivido, de Bertrand Russell (1967).

 

 

  Etimológicamante pasión deriva del latín passio, que quiere decir sufrimiento, ésta, a su vez, proviene del verbo pati/patior que significa sufrir, padecer, tolerar. De esta manera, quien experimenta una pasión sufre (Ruiz, 2020). Se encuentra, en un primer momento, pasivo frente al dolor que lo embarga.

 

  Aristóteles no definió lo que se entiende por pasión, pero proporcionó un listado de ellas: apetencia, ira, miedo, coraje, envidia, alegría, amor, odio, deseo, celos, compasión, indignación, temor, vergüenza y apetito. Destacó que todo aquello que vaya acompañado de placer o dolor puede comprenderse como una pasión.

 

  ¿Por qué una pasión hace sufrir? Porque conlleva un deseo insatisfecho o una resolución incompleta a la luz del inconsciente. La persona que es “presa” de una pasión, busca alcanzar una plenitud imaginando que la aparta del desamparo. Se busca ese sentimiento aunque sea por un instante o en la fantasía. Supuesta plenitud que se alcanzaría con la posesión del objeto que porta el placer (Zonana, 2019).

 

  Las pasiones pueden caracterizarse como afectos sin atemperar (Abatángelo Stürzenbaum & Yaser, 2019). Desde el psicoanálisis, el afecto puede definirse como una sensación que se corresponde con los aumentos o disminuciones de las cantidades de excitación libidinal, provenientes desde dentro de la superficie corporal, registrada por la conciencia (Valls, 1995).

 

  El afecto posee una configuración mixta: somática y representacional, junto a un proceso de descarga:

Tiene una base común corporal en la “alteración interna” (expresión de las emociones, grito, inervación muscular), la que va tomando mayor dimensión psicológica a medida que suceden las vivencias de satisfacción y dolor que se viven con el objeto. Las huellas dejadas por estas vivencias forman los complejos representacionales cosa, compuestos por la imagen de un objeto luego generadora del deseo de él, y la de un movimiento a realizar con él para que se produzca una sensación (afecto) que es la esencia de lo deseado (Valls, 1995, p. 28). 

 

  Las pasiones, en tanto son afectos sin moderación, expresan la reactivación de aquellas experiencias primordiales, donde las causas del deseo y la angustia están marcadas por los primeros lazos. De esta manera, el lenguaje de las pasiones se deduce de la relación entre las pulsiones y las defensas del Yo. Las pasiones lo implican al sujeto en su “modo de ser” y su lenguaje describe “los intereses del Yo” (García, 2015).

 

  Así como una pulsión irrumpe en la persona, generando un desconocimiento acerca de sí misma, la pasión se expresa más allá de la conciencia. Esa expresión es en extremos: en la actividad como en la pasividad, en el exceso o en el defecto, y esto es una convergencia entre pasión y pulsión.

 

  Para Freud (1923), adecuarse a la ley y las imposiciones de la cultura implica una resignación de las pasiones, la cual puede sostenerse en la inhibición de las metas pulsionales, y en la sublimación. Sin embargo, toda sublimación implica una desexualización de las pulsiones, generándose una desmezcla pulsional y la consecuente liberación de montantes no ligados de pulsión de muerte.

 

  En la clínica se escuchan diariamente distintas pasiones. En la voz de consultantes y pacientes, se puede recabar aquello que acarrea insatisfacciones, anhelo de la plenitud, sufrimientos, etc. ¿Cómo escucharlas y cómo intervenir con ellas?

 

 

A la escucha de las pasiones

 

“Las pasiones son la estofa de nuestro trabajo diario,

habitan nuestra clínica en dramas humanos

que vivimos con cada una de las personas

que nos permiten escucharlas”.

                           Zonana (2019)

 

 

  En el trabajo clínico, la escucha nos permite captar las pasiones de los pacientes, mediante sus relatos. Se comparten algunos ejemplos:

 

  Lunes, 8 am, Vanina: Me puse mal el fin de semana. Mi hermana tenía una cita con un chico, y yo nada. En casa viendo una serie. ¿Y a mí cuándo me toca? Hace mucho tiempo que no estoy en pareja, me lo merezco… Sentirme querida, que alguien se preocupe por mí, ocuparme yo de alguien… Me siento mal, busco amar y ser amada, me lo merezco después de todo lo que pasé…

 

  Martes, 5 pm, Gonzalo: ¿Qué hice mal? El problema debo ser yo, aunque ella me dejó. Quiero saber cómo aumentar mi autoestima, cómo mejorar para no repetir lo mismo… ¿Cómo fue que llegamos a la separación? ¿No pudimos arreglar antes? ¿Será que estoy destinado a fracasar? Dígame algo, usted debe saber ya cómo soy yo. ¿Me puede ayudar con unos tips aunque sea, así no repito lo mismo y fracaso de nuevo? Necesito saber qué hago mal, para no hacer lo mismo con la nueva chica…

 

  Como dice Barthes (2011), la ausencia del objeto amado tiende a transformarse en prueba de abandono, y aquel que ama siempre se queda esperando, acurrucado, en sufrimiento. La falta se experimenta como una humillación narcisista, por lo que se intenta anular esa pérdida con un lazo fusional. El vacío puede ser experimentado como un tormento y puede llevar a la persona a ser consumida en la destructividad.

 

  Ambas viñetas clínicas elegidas se relacionan con lo que Russell (1967) planteaba en su Autobiografía[1]:

 

“He buscado el amor, primero, porque conduce al éxtasis, un éxtasis tan grande, que a menudo hubiera sacrificado el resto de mi existencia por unas horas de este gozo. Lo he buscado, en segundo lugar, porque alivia la soledad, esa terrible soledad en que una conciencia trémula se asoma al borde del mundo para otear el frío e insondable abismo sin vida. Lo he buscado, finalmente, porque en la unión del amor he visto, en una miniatura mística, la visión anticipada del cielo que han imaginado santos y poetas. Esto era lo que buscaba, y, aunque pudiera parecer demasiado bueno para esta vida humana, esto es lo que ‒al fin‒ he hallado”.

 

  En el curso del análisis se podrán promover las ligaduras de esos afectos primarios con representaciones palabra. De esta manera, la persona podrá desapegarse a aquellos objetos considerados “indispensables”, para facilitar nuevos caminos o cursos libidinales. En consecuencia, se arma una trama representacional, se encauzan ciertas pulsiones, se evita la repetición tanática, se enriquecen las expresiones afectivas y se favorece la salida hacia la sublimación.

 

  En la misma línea, puede recordarse lo que proponía Freud (1926):

 

“… decidir cuándo es más acorde al fin dominar sus pasiones e inclinarse ante la realidad, o tomar partido por ellas y ponerse en pie de guerra frente al mundo exterior: he ahí el alfa y el omega de la sabiduría de vida” (p. 188).

 

  En el encuentro con ese otro, analista, la elaboración podrá tener lugar si es el profesional está dispuesto a sumergirse en los abismos de las pasiones, del dolor, de las angustias. Inmersión conjunta que posibilitará el armado de una trama o una red representacional, que opere como contrafuerte o garantía frente a la irrupción pulsional y a la insistencia de lo no-representado.

 

  Un aspecto importante es que es el propio analista debe reconocer sus pasiones, “hacerse cargo” de ellas. De esta manera, podrá conjuntamente con el paciente, construir un espacio en que la pasión pueda advenir y que pueda tener lugar como propia. Implica un trabajo que acompañe al paciente y donde éste se pueda ubicar como sujeto y, con ello pueda: tolerar las embestidas a su narcisismo, utilizar diferentes modalidades defensivas (atento a cada situación) y que no quede bajo el dominio de la compulsión a la repetición, abriendo paso a la creación. De esta manera no se queda inundado por las pasiones y las sensaciones incontrolables.

 

 

Referencias

 

Abatángelo Stürzenbaum, L. & Yaser, L. R. (2019). “Otra joven homosexual: los celos apasionados”. Revista Calibán, 17(2), 42-55.

Aristóteles. (2007). Ética a Nicómaco. Editorial Gredós.

Barthes, R. (2011). Fragmentos de un discurso amoroso. Editorial Siglo XXI.

Dasuky Quiceno, S. A.; Mejía Mejía, A.; Rivera Botero, G.; Martínez Acebedo, D. y Fernández Jaramillo, L. I. (2009). “Psicoanálisis y pasión: la posición del sujeto”. Informes Psicológicos, 11 (2), 99–116. Disponible en https://revistas.upb.edu.co/index.php/informespsicologicos/article/view/1291

Freud, S. (1923). “El yo y el ello”. Obras Completas, Tomo XIX. Amorrortu Editores.

Freud, S. (1926). “¿Pueden los legos ejercer el análisis?” Obras completas, Tomo XX. Amorrortu Editores.

García, G. (2015). “Insistencia sobre las pasiones”. Estrategias. Psicoanálisis y Salud Mental, 3, 64-69. Disponible en http://www.descartes.org.ar/germangarcia/assets/files/insistencia-sobrelaspasiones.pdf

Kaufmann, P. (1996). Elementos para una enciclopedia del psicoanálisis: El aporte freudiano. Editorial Paidós.

Ruiz, V. (2020). “¿Qué son las pasiones? Una perspectiva psicoanalítica”. Blog del Centro Eleia, México. Disponible en https://www.centroeleia.edu.mx/blog/que-son-las-pasiones-una-perspectiva-psicoanalitica/

Valls, J. L. (1995). Diccionario Freudiano. Editorial Julián Yebenes S.A.

Zonana, R. A. (2019). Editorial. “Pasión y Ética”. Revista Calibán, 17(2), 7-11.

 

 

Arte*: https://enkaustikos.blogspot.com/2016/07/richard-burlet-mujeres-de-klimt.html

Pintor francés (1957), con influencias de Gustav Klimt de estilo abstracto-figurativo.


[1] Texto elegido para el primer epígrafe que daba inicio a este escrito.


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