» Introducción al Psicoanálisis
Sobre el caso Ema.16/08/2003- Por Paula Larotonda y Daniel Ripesi -
Tema:
Primera teorización freudiana de la estructuración psíquica a partir de los
avatares de la idea del trauma en los comienzos del pensamiento psicoanalítico
En
un comienzo Freud planteaba que -en las neurosis- la estructura anímica estaba
sostenida en un trauma.(1) Más tarde extenderá el valor atribuido al
trauma como soporte estructurante del aparato psíquico, no sólo ya para el
exclusivo caso de las neurosis, sino también para el funcionamiento normal de
toda estructura psíquica. Esta extensión implicó, según se puede leer en su
obra, complejizar la idea que tenía inicialmente del llamado trauma . Retomando
las cosas desde el principio, Freud decía que en su experiencia clínica con
neuróticos, encontraba que todos ellos referían haber padecido en su infancia
atentados sexuales en su propio cuerpo. Después de algunas vacilaciones (2)
planteó que los sujetos, en rigor, no enfermaban por la sola ocurrencia de
aquella vivencia traumática: el momento del trauma vivido permanecía en lo
psíquico como un momento mudo. Sólo su reanimación como recuerdo -provocando
nuevo displacer- era lo que desencadenaba la defensa y producía-activaba su
valor traumático (la defensa produce para Freud, en aquel momento, al
inconciente y al trauma: es decir, se desencadena la defensa, se reprime el
recuerdo, se produce el trauma).
Freud
ofrece una ejemplificación del desarrollo recién comentado con el caso Ema
(3)-según la narración que él nos presenta en el Proyecto..- Esta muchacha
tiene una primer vivencia de abuso sexual en su prepubertad. Pero esta primera
vivencia es sexual solo para el adulto, la niña no tiene ni las condiciones
somáticas adecuadas ni las representaciones necesarias para procesar el hecho.
Pasa la pubertad, y ella tiene otra vivencia que en sí misma es nimia pero que
desencadena excitación por cierto carácter asociativo -muy secundario- con la
primera. Se reanima entonces la primera escena con un nuevo displacer; de modo
entonces que, según ya lo comentamos, se desencadena la defensa y produce al
trauma (no hay trauma ni inconciente antes que se desencadene la defensa, sólo
una escena a la espera de su destino psíquico según un nuevo universo
significante, en este caso la pubertad).
Un
primer tiempo mudo (vivencia sexual prematura traumática) que no se funda sin
la retroacción de la segunda escena sobre la primera, lo que se inscribe como
reprimido es el recuerdo, no el trauma (la defensa no es contra percepciones
sino contra representaciones, según el punto de vista de Freud, lo cual,
pensado con un poco de detenimiento llevará a una contradicción pues la
percepción sólo es posible si ya opera la represión: en el caso que nos ocupa,
si Ema "ve" la sonrisa cómplice de los dependientes -desencadenante
de su síntoma fóbico- es porque ya le ha transferido su economía la primer
escena -por eso mismo reprimida y eficaz para producir el síntoma en cuestión-,
la del temprano atentado sexual en la pastelería. Es esta complicación la que llevará
a Freud a postular una represión primaria que evite una remisión al infinito de
representaciones reprimidas. Y, además, a pensar la renegación perceptiva del
perverso respecto de la castración o las alucinaciones perceptivas cuando no
opera, justamente, la represión como respaldo y sostén de todo lo que un sujeto
"ve").
La vivencia como tal se inscribe como recuerdo y se pierde como percepción (se
inscribe la huella, la percepción se pierde para no saturar al sistema
Percepción-conciencia).
En
la próxima entrega: Del trauma (cierto extraño externo) a la pulsión (ese
cuerpo extraño interno).
Este trabajo fue publicado en en Número 41 de Psiche-Navegante.com
Referencias bibliográficas
1.-Se trata del pasaje -en el pensamiento freudiano y aquí desarrolado en
sucesivas entregas- de "vivencia real" al concepto de "realidad
psíquica" por un lado y al movimiento del aprés coup que anima todo
funcionamiento psíquico normal.
2.-En cuanto a atribuir una realidad concreta o un mero carácter fantasmático
del propio sujeto al episodio de abuso sexual sufrido en su infancia.
3.-En el "Proyecto de una psicología para neurólogos", S. Freud,
Obras completas, Tomo I
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