Pariré Centauros. De la sublimación freudiana al sinthome lacaniano.
Buenos Aires, Editorial Letra Viva, 2012.
Patricia en su libro, nos propone un recorrido sobre la noción de sublimación. Como lo plantea como un concepto propuesto por Freud, se limita a reubicarlo en el contexto de la teoría psicoanalítica. Para esto propone un recorrido por la obra de Freud, Lacan y autores post-lacanianos.
El concepto de sublimación, con el de pulsión, requiere una ubicación, que es la que elige la autora, dentro de las ciencias conjeturales, dado que como todo concepto implica un valor simbólico, y por lo tanto si bien va a exigir rigor, se desprende de la búsqueda de certeza en cuanto a la objetividad de su desarrollo. Esto implica que el referente será textual.
Justamente en todo el desarrollo la idea que subyace al concepto de sublimación, implica que funda una ética, que según la autora será la del psicoanálisis, en que la castración no está en relación a una falta, sino a una imposibilidad, la de agotar lo simbólico en lo imaginario. De allí la idea de “Lo real” que ex-siste en un mas allá de la realidad, que de este modo no es propuesta como real, marcando lo real como un plus a toda representación posible. Lo imposible de ser representado, de allí la noción de ley. Como punto fundante.
La castración entonces implica la imposibilidad de agotar lo simbólico con lo imaginario. Propuesta fuerte de la tesis del libro.
El libro propone no solo revisar la economía que plantea Freud, donde ahora el goce, mas allá del placer, va a necesitar de un cuerpo que no será el anatómico, sino el libidinal. Si bien esto marca al goce imposible, porque solo será parcial (goce-fálico único posible) le va a dar movilidad.
La autora retomando al Freud del Entwurf recurre a la cosa das Ding como planteo de un origen mítico, que abre una opción como recorrido, no hay objeto pero sí causa, si bien perdida ya en el origen. Es por esto que el cuerpo libidinal en esta propuesta va a ser siempre carente de completud. Aclara la autora “el modelo pulsional no es el referente, el referente queda perdido” esto es correcto, tal vez sería mas preciso, en todo caso cuestionar para la pulsión la idea de modelo, (que siempre implica que da cuenta de algo otro), si lo pulsional no es modelo, es real y en este punto vemos que como cuando Lacan introduce los nudos aclara que no son modelo, porque son real, esto implica que lo real como la pulsión y luego los nudos, es solo recorrido, en el caso de la pulsión en espiral, en el caso de los nudos el anudarse, sin cierre (en ningún caso producen sistema). Es por esto que la sublimación (como plantea la autora), esta del lado del deseo, por cuanto ni se hace biológica, en el plano de las necesidades, ni se sexualiza, del lado de las demandas. Otro punto central de la tesis, que propone como necesaria la noción de sublimación, es que al funcionar como corte, a la manera de la paradoja, va a impedir la identidad, con esto evita que se haga sistema y la pulsión pueda seguir su recorrido. Es importante marcar en este punto, tal como lo propone la autora, que el cuarto nudo, (Sinthome) se lo propone como una concepción de simbólico, ya no como analógico ni como sentido, sino solo como orientación. Con esto se recupera el concepto de infinito, pero se lo hace operativo al acotarlo a un horizonte, posible si bien siempre en el mas allá.
En la propuesta de la autora, coherente con la propuesta de sublimación que propone, la formalización está referida a la noción de letra, no como episteme, sino que solo va a marcar espacio. Esta es la manera de trabajar con el concepto de infinito, recurre, siguiendo a Lacan, a la propuesta de compacidad, tomada de la topología, según lo planteado por Bourbaki en que las estructuras tienen bordes, pero son incompletas, (en este punto se retoma la noción de cuerpo, como libidinal).
Retomando la idea de castración que propone la autora, que implica operar no desechando el resto, que si bien imposible de representar, es la opción de operación posible (siguiendo en esto lineamientos Freudianos: transformar los obstáculos en operadores) para que se vayan abriendo recorridos. Esto retoma la propuesta ética, solidaria a la noción de pulsión, que al ser sin objeto, solo será recorrido, y la ética propuesta será la deriva. Así se posibilita una lectura en el a-posteriori de los efectos (lugar de la verdad) que siempre serán a producirse en el recorrido.
A partir de estas aclaraciones, podemos seguir la deriva que nos propone el texto:
Así vemos que marca como objetivo “Mostrar el estatuto problemático, que el tema en cuestión ha tenido y tiene dentro del marco del psicoanálisis… y rescatar la eficacia”. Dentro de esta propuesta que marco como central, se va a ir organizando un recorrido. Se propone la sublimación como un articulador que funciona como corte y motor de la lectura, en este caso de la teoría. Al mantener la falta de objeto en la pulsión, no va a haber ni punto de llegada ni objetivos posibles, solo vamos a tener efectos y recorrido (aim). Justamente marca el sujeto, como efecto de corte en lo textual, “efecto de corte y vacío generador de sujeto” de allí el valor de la sublimación. Con esto nos remite la autora a una teoría de la identificación, en que siguiendo con todo rigor los planteos de Freud, que retoma Lacan, cae el principio de identidad, y se marca un nuevo principio “el principio de mas allá del principio del placer” que va a redefinir la lógica.
Es en este punto que la autora propone una idea de fin de análisis en la “felicidad” a obtener en la aceptación de los límites que impone el lenguaje, con el desprendimiento de objetivos impuestos (caída de las idealizaciones). En esto consiste la idea propuesta de “hacer con el sinthome”, ponerlo a trabajar. No se trata ni de agotar el inconsciente ni de la desaparición de los síntomas. Tampoco de disolución de la transferencia, sino de la caída del saber supuesto, no del “Sujeto supuesto al saber” porque se va a sostener el saber solo como teoría a demostrar. Es bueno aclarar que en este punto se debe diferenciar como lo hace la autora, represión de sublimación, es en esto que se puede sostener justamente la idea de fin de análisis entonces como aceptación de lo imposible que a su vez posibilita hacer algo con el sinthome, ponerlo a trabajar y no como renuncia, que implicaría inhibición. Tal vez sea necesario aclarar, que la sublimación en la propuesta de la autora no se trata de una satisfacción de los instintos parciales (pregenitales) lo cual crea confusión con el concepto, sino que remarco que se trata (como queda claro en la tesis antes, libro ahora) de una función de corte y mas precisamente, de hacer algo con el límite. No implica satisfacción, sino recorrido y efectos. Esto reubica la pulsión de muerte “La inclusión de un quehacer con la pulsión de muerte que se juega en ese cambio de lógica, es también la que se juega en la pulsión misma”
La metodología propuesta implica una lectura crítica en cuanto textual. Quedando el texto como referente. Donde la letra funcionará como corte, y no como sentido o significado, en tanto se rescata la propuesta del inconsciente como poético, por cuanto se propone como simbólico para rescatar el valor de la sublimación y la deriva que propone, en los efectos y no en los significados, esto implica, como ya vimos, proponer el simbólico como corte (orientación) y no como analógico “Punto de corte que se interpone entre lo imaginario y lo simbólico, cayendo la ilusión de la analogía” sigue… “ese corte”... “pulsión de muerte”... “puede ser leído como una concepción de lo simbólico”… Si se acepta como la autora propone, que el inconciente funciona como el lenguaje, nos vamos a encontrar frente a una concepción del lenguaje como poético y productor de efectos y no de saberes (caída de lo analógico).
Esto es una propuesta de lectura como recorrido que va a implicar solo efectos que abran interrogantes y de este modo la teoría pasa a ser siempre incompleta, si bien se irán acotando momentos de encuentros. La metodología deberá ser coherente con la propuesta de la sublimación y de la pulsión como deriva. Esto va a implicar una ética que para la autora será la del psicoanálisis. De acuerdo a la idea que se encuentra en la tesis, si pensamos la lectura como traducción, la autora nos propone la traducción de López Ballesteros, por cuanto le resulta si bien menos erudita, mas respetuosa de la poética Freudiana, esto que es una opinión de la autora, implica rigor en cuanto a la concepción de lectura que subyace en el escrito.
Nota: el presente texto se corresponde con un recorte del prólogo
realizado por Gerardo Pasqualini