Hospitales

por Lorena Aguirre
Este escrito intenta responder las preguntas de una trabajadora de la salud mental, practicante del psicoanálisis en el ámbito público, con infancias y adolescencias. Retoma las bases del trabajo clínico para construir un dispositivo hospitalario, tomando como eje el concepto de desvalimiento para pensar una clínica que implica acompañar y atender no sólo a los niños, niñas y adolescentes, sino también a los adultos a cargo que sostienen sus prácticas en las instituciones.
por Yanina López
¿Cómo se ordenan ciertos lugares en la experiencia de un sujeto autista con sus padres, a partir de anoticiarse de que los tiene? ¿De qué se trata el efecto de un decir con determinadas características? Este texto intenta reflexionar en torno a estas preguntas, así como también acercar algo de la experiencia del dispositivo de revinculación, siendo éste diferente de otros más conocidos en el ámbito hospitalario por su entrecruzamiento con el discurso jurídico.
por Laura Pelazas
¿Qué intervenciones posibles frente a niñeces desamparadas en el marco de la pandemia y del consiguiente contagio? ¿Cómo habilitar espacios de juego que sostengan subjetividades en riesgo? ¿Cómo sobrellevar efectivamente la tarea cuándo asfixia la máscara, el barbijo, la distancia y el protocolo? ¿Qué lugar para el equipo en la urgencia? ¿Qué presencia del Estado para la Salud?
por Juan Walsh
La psicosis es, en la lectura de Lacan, un modo de habitar el lenguaje. Este escrito propone un abordaje de las psicosis a partir de la estructura del discurso (del amo) en tanto aparato de formalización, para dar cuenta de algunos de sus fenómenos clínicos más significativos, a saber, los fenómenos elementales, cuya estructura Lacan establece en el Seminario 3. Esto exige en primer lugar, explicitar cómo se presentan las diferencias estructurales entre neurosis y psicosis, para luego proponer una escritura formal posible para casos de psicosis, ejemplificada con algunos de los casos paradigmáticos del psicoanálisis.
por Xiomara Vázquez
La pandemia obligó a cuestionar lo que suponíamos que era un imposible en la clínica psicoanalítica de niños: el llamado encuentro entre analista y paciente no es sin la confrontación de cuerpos, encuentro que muchos dábamos por sentado que se producía en un espacio físico compartido. Contrariamente a ello, hace casi cinco meses los encuentros se dan a kilómetros de distancia. La pregunta, entonces, sería: ¿podemos seguir leyendo que hay un espacio “entre” más allá de la distancia kilometral? ¿Podemos seguir hablando de encuentro de cuerpos cuando el mismo sucede entre pantallas? ¿Por qué seguir ofreciendo ese espacio? Este texto, como otros escritos en la contingencia que nos atraviesa, intenta aproximar alguna respuesta.
por Juan Pablo Hetzer
La práctica analítica se ha ido extendiendo desde sus comienzos no sólo al sujeto en sus distintos tiempos —incluyendo el tiempo constitutivo de la infancia— sino a espacios y dispositivos que trascienden los consultorios. El autor de este texto reflexiona sobre una de esas experiencias, la ludoteca que funciona en lo que otrora fuera un hospital psiquiátrico, como avanzada de un “psicoanálisis extra-muros” en los tiempos de la infancia. ¿Qué posibilidades de elaboración brinda un espacio como éste al sujeto infantil, en las condiciones de su malestar? ¿Qué posibilidades le da de tramitar eso que, viniéndolo del Otro, es a la vez fuente de padecimiento y condición de alguna construcción posible?
por Claudio Di Pinto
Nos encontramos, en nuestra práctica, con pacientes que vienen a consultar a partir de una afección orgánica que padecen y donde el recurso a un psicólogo, analista o terapeuta suele ser el último al que acuden luego de deambular por diferentes especialidades de la medicina y otros tratamientos. Hay casi la certeza en el discurso de estos pacientes de que se trata del cuerpo. Esto lleva al autor a investigar el concepto de identificación, con la idea de que darle una lógica al funcionamiento psíquico, hace posible pensar la intervención analítica y la dirección de la cura en estos casos.
por Julián Ferreyra
La sensibilidad interpretada como desarreglo, déficit o problema es a mi entender una de las fuentes de malestar más claramente presentes —y al mismo tiempo más omitida— en el trabajo cotidiano con niños y niñas. Los pibes y pibas terminan padeciendo a causa de la impotencia de los adultos por escuchar dicha sensibilidad. La sensibilidad en cuestión no debe entenderse de manera exagerada, idealizada, peyorativa ni en términos morales. Por el contrario, una sensibilidad cercana a la sensatez de apreciar y sentir —aunque angustie— eso que en general no es dicho ni a medias: la verdad. La sensibilidad: un rasgo a utilizar en pos de armar un síntoma más o menos propio. Quizás resulte necesario sensibilizar el deseo del analista: apelar a una estética y a una política nada infantilistas.
por Gabriel Belucci
Es preciso pensar, con respecto a las psicosis, un estado de situación, es decir, en qué está hoy la discusión en torno del concepto, sus modos de presentación y el “tratamiento posible”. Esa revisión involucra pensar la estructura en toda su amplitud, su traducción clínica —que llamamos “fenómeno elemental”—, los distintos tipos de soluciones y su eficacia, los modos de ruptura y los caminos del tratamiento. El autor nos presenta un panorama de la discusión en curso que, como todo panorama, parte de un recorrido previo y traza algunas direcciones de lo que vendrá.
por Carolina Freire
La clínica con adolescentes supone diversas presentaciones, demandas y mostraciones que nos exigen como analistas repensar nuestro lugar, desde las intervenciones hasta los semblantes, a fin de alojar el singular padecimiento de cada adolescente que consulta. Desde esta lógica, la propuesta de este escrito es repensar sobre la constitución subjetiva, teniendo en cuenta lo real de la pubertad que irrumpe en el cuerpo, y la incidencia de las patologías del acto que comprometen al adolescente. En este sentido, cabe preguntarnos: ¿cómo pensar el lugar del analista que permita cernir algo de lo real de la pubertad, y la tramitación a lo escrito en la adolescencia?