Subjetividad y Medios

por Gicelma Barreto Nascimento y Lívia Godinho Nery Gomes Azevedo
Internet se caracteriza como un espacio de movilización política, los encuentros producidos en este ámbito pueden provocar varios tipos de cuestionamientos. Este trabajo buscó investigar las interrelaciones desarrolladas en el ciberespacio. Las narrativas revelan que las comunidades de internet constituyen un ambiente propicio para el intercambio de ideas y experiencias que aumentan la capacidad de reflexión de los sujetos. Relaciones mediadas por la Internet favorecen nuevas formas de organización política y del ejercicio de la ciudadanía.
por Francisco Schmitt
El texto en forma dinámica, articula conceptos que muestran de qué modo el sujeto se ve afectado por la política que desde hace muchos años vienen llevando los medios masivos de comunicación, sobre todo la TV. Política que en tanto coloca los medios al servicio del mercado, el sujeto pasa a ser un consumidor al que hay que motivar, incentivar, un objeto que consume. De este modo intenta suturar la hiancia propia de toda subjetividad. Ilusión de un lleno que no deja lugar al vacío necesario para que el otro cobre algún sentido. Los objetos lograrían suturar toda falta. Al mismo tiempo relaciona este accionar con el nazismo como metáfora de un imperativo de goce. Supuesta “objetividad” que dicta cuál es LA realidad.
por María Cristina Bacchetta
Los medios masivos se ocupan de hacernos creer que la ficción que muestran “es” la realidad. Arman ficciones, que venden, que atraen, y aprovechándose de ese poder de sugestión, hacen creer a las personas, o lo intentan al menos, que es esa la única y total realidad… La ficción produce más creencia que la realidad. ¿Cómo es posible que esto ocurra y la gente siga admirando e idolatrando sistemas tan injustos para sí mismos y para su propio país? ¿Cómo se logra? A través de los mass-media…
por Carmen González Táboas
“Cuándo la globalización empuja y toda cultura intenta ser arrasada, en la América afro indo luso hispana, no es cierto que el plus de gozar haya ocupado el lugar dominante en el cielo social, que el relativismo haya ganado la partida, que la función del Nombre del Padre haya sido borrada; ni que las ciencias, tanto como intervengan para explotar, investigar, modificar, tecnificar, potenciar los mundos, en beneficio de unos o de otros, remplace en los espíritus a toda otra creencia. Ni que esta América navegue en el mar del plus de gozar de imitación, goce del consumidor donde el objeto de la técnica simula el plus de goce…” Aquí un recorrido histórico, político-económico y psicoanalítico, para pensar la actualidad del sujeto americano.
por Carlos Mario Fisgativa
A partir de algunas tendencias artísticas y culturales contemporáneas es posible plantear una noción de subjetividad. Esto es lo que hace Nicolas Bourriaud al hablar de la subjetividad semionauta. En textos como La estética relacional, Postproducción y Radicante, se plantean aspectos de la cultura, las prácticas artísticas y las teorías sobre el arte que permiten pensar acontecimientos artísticos y culturales que no logran ser explicados desde las teorías modernas o postmodernas del arte. Por supuesto pensar las prácticas artísticas o culturales que permean la cotidianidad implica siempre algún concepto de los sujetos, de sus relaciones y del registro que generan sus interacciones.
por Fernando Mazás
A través del análisis del rol del vestuario y la caracterización en el clásico film Vértigo (1958) de Alfred Hitchcock, el siguiente artículo pretende, mediante un marco teórico compuesto principalmente por las perspectivas de Walter Benjamin, Roland Barthes y Slavoj Zizek, sacar al sistema de la moda de su habitual rol superficial y fomentador del consumo conspicuo, para proponer que al ponerse en combinación con el sistema audiovisual, se crea una potente herramienta crítica, capaz de echar luz sobre algunos de los discursos ideológicos más densos que configuran el imaginario social.
por Carlos Mario Fisgativa
Carlos Fisgativa nos confirma, con sus argumentos, que mirar no es ver. Lo que está dado a ver también forma parte de un desconocimiento. Ver y Mirar. Mostrar y no hacerlo. Tensión en la mirada y también en las pantallas. Un parletre que desplaza su posición de conocimiento a lo que percibe. Entre las imágenes y los medios, Fisgativa nos permite adentrarnos en uno de los nombres de la época que nos toca vivir.
por Marcelo Barros
Recientemente las redes sociales se han visto impactadas por el suicidio de Xu Lizhi, un joven chino de 24 años que en septiembre de 2014 se quitó la vida. Los poemas que dejó le dieron notoriedad. Trabajaba en una planta de ensamblaje de i-Phones, play stations, celulares, etc… Los jóvenes, presionados a insertarse en un sistema cada vez más exigente y refractario a la singularidad, son un grupo social particularmente afectado por el riesgo de suicidio. El suicida se confronta con una dimensión tanática del deseo del Otro. Ese deseo no solamente es impersonal, sino que quiere al sujeto como impersonal. No se trata de una "intención", sino de un dispositivo anónimo de control…
por Sergio Zabalza
“La ignominia –palabra cuya etimología remite a perder el nombre‒ parece vertebrar un oscuro eje entre el cuerpo y la virtualidad, entre ‘la realidad’ y el ciberespacio, inquietante articulación que nos acerca a la conclusión según la cual cuanta más exposición imaginaria, menos rúbrica simbólica. No podría ser de otra manera, toda degradación de la palabra –del nombre en este caso‒ deriva en un reforzamiento sin velos de la Voz o la Mirada…” “Convendría indagar la naturaleza de esta degradación del nombre presente en las redes sociales, las historias de ficción y los horrores que la gente ‘honesta’ comete escudada en el anonimato. Quizás no sea casualidad que Lacan distinga el Nombre del Padre del “nombrar para”, cuya desquiciada deriva conduce a una “degeneración catastrófica” al servicio de un ‘orden de hierro’”…
por Sergio Zabalza
En el marco preparatorio del I Congreso Mundial virtual/presencial de elSigma “El estadio del screen. Incidencias de la virtualidad en la constitución del lazo social”, el autor nos dice: “Nunca se corrió tanto peligro de quedar petrificado en una significación como ahora, en que el mundo digital se asemeja a una memoria absoluta e incapaz de preservar la sensibilidad de un ser humano… Hoy apenas estamos entreviendo los efectos que el ciberespacio ejerce en la subjetividad del ser hablante. Si la alternativa es quedar tomados por un amo insensato y cruel o servirnos de una maravillosa herramienta, es bueno recordar entonces que el ciberespacio debe respetar el refugio del olvido”.