Educación

En los tiempos de la globalización, las adicciones a sustancias psicoactivas, como una de las formas de la compulsión al consumo, constituyen una problemática relevante para diferentes sectores por su incremento y extensión a etapas de la vida cada vez más tempranas. “Hay que decir que la prevención ha sido una preocupación casi tan antigua como la humanidad misma, no es un invento moderno, aunque también toca decir que la manera como se ha realizado prevención en las últimas décadas sí tiene las particularidades de su época, un “programa para todos” “mayor cobertura” donde la salud es igual para todos….”

Suele decirse que las instituciones se leen desde sus conflictos, significa ésto que podemos nombrar a una institución o referirnos a ella a partir de sus padecimientos. En lo particular que hace a las instituciones educativas, se viene escuchando por dentro y por fuera de ellas, muchos decires sobre las mismas; que si cumplen o no sus funciones, que se encuentran desgastadas, que son depósitos, cajas de resonancia y múltiples adjetivaciones más. A mi criterio se habla poco de aquello que hoy les sucede a las personas que tienen a cargo la tarea educativa: los educadores, quienes trabajan y sostienen a estas instituciones. Poco hay de mirada sobre ellos en tanto sujetos atravesados por su singularidad.

El suicidio constituye una de las principales causas de muerte en la adolescencia, por lo que los maestros constituyen aliados imprescindibles en su prevención. Para que los docentes puedan prevenir el suicidio entre sus alumnos es necesario que eliminen los mitos en relación con dicha conducta, los cuales se convierten en un freno para su prevención pues equivocan el manejo de las personas en riesgo de suicidio.

Todo indica que el vapuleado proyecto de educación sexual será aprobado en pocas semanas más. Ahora bien, si lo que cuenta es su eficaz puesta en práctica conviene poner atención sobre algunos puntos más que sensibles. En efecto, de acuerdo a la palabra de los funcionarios intervinientes, la enseñanza se dictará con un criterio transversal, es decir, todas las materias abordarán algún sesgo de la temática sexual.

Fenómenos tales como la pobreza, la desigualdad de oportunidades, la desocupación y la fragmentación social, se retraducen en las prácticas escolares cotidianas de docentes y alumnos a través de: violencia y fracaso escolar, deserción, indiferencia y apatía como formas de relación con el conocimiento. “Escuchar para educar” se plantea como propuesta para los alumnos del Nivel Superior, con la finalidad de ofrecer desde lo institucional, un Gabinete de Orientación Educativa con el objetivo de intervenir en la realidad educativa. Esta no es una realidad estática, tampoco está dada de antemano, sino esencialmente es una construcción. Trabajamos desde la concepción de “sujeto en situación” pero también desde considerar un sujeto que trae una historia cultural, social y académica particular.

Atravesamos, hoy, una época en la cual la violencia y los medios de destrucción se han ido perfeccionando; el rol de los medios masivos de comunicación en la transmisión de modelos de identificación y pautas de vida es central. La deserción escolar en todos los niveles educativos es un indicador considerable; el corrimiento del estado de su función, la pérdida de los ideales de los jóvenes, acompañada de la falta de proyectos están entrecruzadas con la ruptura de los lazos sociales, la regulación/homogeinización de los modos gozar, la compulsión al consumo y las diversas formas de segregación constituyen el espectro de algunas de las características de los tiempos de la globalización en los que vivimos.

Conocer las características de la época en la que vivimos y tener en cuenta su incidencia en la subjetividad para aquellos que atraviesan por el sistema educativo, constituye un instrumento de valor para diseñar propuestas pedagógicas utilizando los recursos con los que contamos para Alojar al Sujeto que allí se forma, en lugar del tranquilizador enunciado: “Los tiempos de antes eran mejores”; con el consecuente riesgo de la exclusión/marginación.

El pacto por el cual aparecemos, como humanos que somos, en la faz de la tierra, inscribe una marca fundante en el sujeto, la cual y en el mejor de los casos, podrá habilitar una posición deseante o bien, apalear como signo.
Es en el campo del Otro donde se constituye un sujeto, solamente allí. Es en el recorte, que el sujeto puede armar su trama de sostén y andar por la vida. Es en la falta del Otro donde el sujeto intenta dar respuesta fantasmática con su pregunta sobre qué es para ese Otro.
Es porque al Otro “le hace falta” que el sujeto puede erguirse como tal.
Quienes trabajamos con niños a menudo nos encontramos con una gravísima dificultad y esto tiene que ver con aquellos niños que, a la luz de la vida, “no le hacen falta a nadie”.

Los niños son el mensaje vivo que enviamos a una época que no veremos. Desde la perspectiva biológica, es inconcebible que una cultura olvide que necesita reproducirse a sí misma. Sin embargo, es muy factible que exista una cultura sin una idea social de los niños. A diferencia de la infancia, la niñez no es una categoría biológica sino un concepto social.

El aumento de la delincuencia juvenil equipara la violencia entre jóvenes y adultos y, en muchos lugares, los castigos se vuelven equivalentes. Esta no es la única forma en que aparece hoy la no diferencia entre adultos y niños. Tampoco hay gran diferencia en el modo de vestir. Comprobamos también que están desapareciendo los juegos infantiles antes tan visibles en las calles de pueblos y ciudades.