Psicoanálisis <> Ley

por Juan Dobón
El siguiente escrito es el resultado del trabajo llevado a cabo con el historiador Ignacio Lewcowicz, acerca de los problemas que plantean para el psicoanálisis y la Historia los conceptos de sujeto y subjetividad. Valga a su vez como el mejor recuerdo que se puede brindar a un amigo, con quien el proceso de pensar no estaba exento de di-versión (con y sin guión). Sin la pretensión de agotar la cuestión, se contenta con presentar lo que llamaré un contrapunto, en el sentido más musical del término.
por Eduardo Luis Tinant
No resulta difícil diferenciar, pues, en el marco de la realidad viviente (marco a la vez: natural y humano, biológico y biográfico), el “tiempo biográfico” del “tiempo histórico”. El primero, perteneciente a la vida individual de cada persona, en tanto el segundo propio de la sociedad en su conjunto, y por extensión de las institucio-nes estatales (“tiempo institucional”), anudándose ambos en la vida social de las personas. Como señalamos en El país de los argenios: “El tiempo biográfico es el tiempo histórico... de una persona”. Es tiempo limitado, tiempo que se acaba, irreparable. El hombre tiene “edad” (carácter que stricto sensu sólo corresponde a la vida humana), y la edad es estar el hombre siempre en un cierto tramo de su escaso tiempo. Pero los nuevos y crecientes avances de la biomedicina en el marco de la llamada “revolución biotecnológica” -además de una ambivalente mejoría de la sa-lud y la calidad de la vida, desde que el bienestar y el progreso invocados pueden acarrear nuevas amenazas para la dignidad de las personas-, seguramente han de influir en dicho cuadro, sumando al tiempo biográfico y al tiempo histórico, el denominado “tiempo biogenético”.
por Silvina Noelia Ester
La “comunidad” travesti ocupa un lugar en la sociedad que es por fuera de la Ley. Cabe aclarar que el travestirse no es un delito ni figura como tal en el código contravencional de la ciudad. Esta población está, muy ligada a la Explotación Sexual en la adolescencia y en la adultez. ¿Por que muchas chicas travestis se instalan allí (donde pueden), en ese lugar marginal, en todo sentido, al margen de la sociedad y de la ley? Ser travesti, ¿les da un ser? ¿Un parecer? ¿Que otro lugar podríamos ofrecerles como sociedad, como Instituciones a las que pertenecemos, como empleadores, como maestros, como vecinos? ¿Como vencer estos prejuicios? ¿Acercándonos?
por Mariana Altieri e Irene Scherz
Como integrantes del Equipo de Niños del Centro de Salud 13, nos enmarcamos en una realidad psicosocial que define nuestra práctica. ¿Cuáles son los modos, en la actualidad, en que un niño da cuenta de su angustia?, ¿Cómo pone en juego su malestar?, ¿Qué forma toman sus síntomas? Los cambios en la esfera social nos plantean, en la práctica, desafíos cada vez más complejos. La puesta en juego de la práctica interdisciplinaria nos permite leer o releer la demanda de la cual somos destinatarios y cuánto del malestar individual dice del malestar social. La experiencia de habilitar la palabra, el juego y el despliegue del conflicto junto al trabajo entre varios puede ofrecer relativas soluciones a realidades que nos excede.
por Silvio Lamberti y Raúl Mattiozzi
La inscripción de la ley delimita el borde de lo prohibido y hace posible la conformación de la sociedad y las distintas formas de la subjetividad. Por lo tanto, ley y crimen, deseo y sujeto se relacionan en esta condición universal. El ilícito en violencia familiar excede los límites de la ley en cuanto al imperativo ético-jurídico de no maltratar y es llevado a conocimiento del sistema de justicia mediante la denuncia de maltrato que efectúa la víctima. Las medidas dictadas ante los hechos de violencia familiar tienen consecuencias en el accionar del agresor y en el campo de su subjetividad, permitiendo que el responsable subjetivice su acto ilícito y dé respuestas a la sociedad. La sanción y la inscripción del agresor en una legalidad favorecen las condiciones para una tarea terapéutica. La intervención del psicoanalista, por vía de la interpretación, resignifica el valor de la sanción del juez y el efecto que la misma ha producido en el sujeto. El proceso es de comprensión, elaboración y reflexión de sus actos y no un castigo.
por Patricia Téramo
Marginalidad, ¿arbitraría o subjetiva? Ellos son los portadores de la necesidad y la demanda en la estructura marginal del objeto a pero, ya constituido desde lo arbitrario, la sociedad accede a la satisfacción total porque ya no importa, lo que ya no importa es la causa, lo perdido, lo ya imposible de significar, es el plano subjetivo en el que la sociedad civilizada no se encuentra comprometida, por lo cual solo cobran importancia las consecuencias, efectos reactivos, agresivos, el delito. En la actualidad la población de riesgo, tanto personal, familiar, como estatal, es la niñez. La pregunta es: ¿qué hombre proyectamos para el futuro? Es importante, entonces, rescatar que, actualmente los conflictos trascienden lo político y se ubican en un plano social - emocional - afectivo y, por lo tanto, deben ser tratados como tal.
por Sergio Zabalza
Pasado el primer impacto causado por el trágico desenlace de la familia Hernández, uno retorna al espanto al considerar las veinte horas que padre e hija compartieron mientras los cadáveres del hijo y hermano, esposa y madre, yacían juntos bajo la estéril tibieza de una manta. No hay menester de abuso sexual alguno para que la escena sea más incestuosa. La tragedia -desde Edipo hasta la fecha- abreva de los avatares que los sujetos padecen en su relación con el orden simbólico que civiliza la pulsión. ¿A quién mataba ultimando esos seres indefensos? Hernández, para calmar el infierno que el padre imaginario agitaba en su cabeza, accede a la pacificación propia del padre muerto sacrificando su propia vida y la de su descendencia. Así, lejos de operar en la realidad psíquica, esta vez al Nombre del Padre apenas le cupo el frío grabado de una tumba.
por Ernesto Pérez
A partir del descubrimiento del inconsciente se plantean preguntas inéditas dentro del campo de la ética y los derechos humanos. Freud fundamenta la conciencia moral del hombre fuera de la moral de los bienes y fuera del ámbito divino, es así que plantea que el sujeto es responsable de su propio deseo, que, aunque inconsciente, lo determina en sus síntomas y en sus actos. El escándalo freudiano en cuanto a la moral es que un puritano puede estar reprimiendo sus pulsiones sádicas y una militante feminista puede tener un deseo inconsciente de sometimiento sexual, aunque no lo sepan. Esto es lo que surge de la práctica del psicoanálisis.
por Evangelina Trangoni
Pensar acerca del riesgo es el espíritu de este trabajo. Haciendo un recorrido por lo social, como contexto en el cual estamos inmersos, para adentrarnos en el entramado subjetivo que, conviviendo con la cultura, tendrá sus propias modalidades. Partiendo desde los riesgos sociales se abordarán aquí cuestiones referentes al riesgo subjetivo. Un sujeto que habla en un dispositivo analítico es conducido a asumir algunos riesgos, comandado por uno que supedita todos los demás: el riesgo subjetivo de desear. Aquí también se pondrá interés en las marcas que dejan huellas, tanto por sus presencias como por sus ausencias y en las escrituras que un sujeto puede ir imprimiendo en su propio transitar.
por Sergio Zabalza
¿No sería cualquier psicólogo que opera desde el psicoanálisis un psicólogo jurídico ? La primera cuestión que un psicólogo debe abordar al escuchar un discurso radica en establecer cuál es la relación de ese sujeto con la ley, si es que la tiene. ¿Qué tiene para rescatar un menor en un dispositivo tutelar? ¿Qué voluntad de resarcimiento demuestra la institución que lo alberga? ¿Es apta para hacerse cargo de las atenciones que oportunamente le fueron denegadas al sujeto? Sin el límite que brinda el marco legal no hay oportunidad alguna para un análisis. La ley pertenece al orden de lo necesario, por el contrario, el don de un análisis abreva de la dimensión de lo propiamente contingente. Sólo se puede construir una demanda brindando la posibilidad de elegir. ¿Por qué no pensar que el arte del psicólogo jurídico radica en un saber hacer allí donde la norma se constituye en oportunidad para el sujeto?