Psicoanálisis <> Ley

Sección coordinada por Marta Gerez Ambertín
Lectura de "Kant con Sade". La ley moral y el imperativo del goce
por Carlos Faig

Como introducción a esta lectura, debo comenzar por explicar cómo se presentan, corrientemente, divididos los textos. Esta cuestión suele pasarse por alto, no es algo a lo que se preste atención, sobre todo en una primera lectura –y menos todavía en las primeras lecturas–. Pero, cuando se intenta situar la demostración principal de un texto, los poros por donde respira y las articulaciones que tiene, se torna de primera importancia. Y en la medida misma en que se va aprendiendo a leer, con el tiempo, surgen unidades mayores. Y estas son las que nos importan ahora: toponimias. El texto compuesto por grandes sílabas, en lugar de parágrafos, que forman una oración. Al inicio, en las lecturas universitarias, se subraya, se incorporan las citas. Y la crítica del texto suele ser extrínseca, se lo aborda desde afuera, se lo remite a otros autores, a otros desarrollos.

La muerte intervenida: El soporte vital en medicina
por Carlos Gherardi

La legitimación bioética a través del concepto muerte encefálica por la aplicación del criterio de pérdida de función cerebral completa (whole brain criterion) no ha bastado para cerrar y comprender el problema de la muerte en esta era tecnológica de la medicina asistencial. Si bien desde el comienzo de esta nueva etapa resultó claro que el tema en cuestión no era simplemente un problema médico y biológico sino que afectaba a toda la sociedad, todavía está pendiente la necesidad de una profunda indagación filosófica, ética, legal y social, a través de un debate abierto y plural

Desde el otro de la ley al otro de la institución psicoanalítica al otro del analista. Impases y aciertos.
por Betty Abadí , Noemí Cinader, Gisela Cordido, Johnny Gavlovski, Diana Ortiz (relatora), Aliana Santana

En la clínica de PATVI (Psicoanálisis Aplicado a la Terapéutica de la Violencia Intrafamiliar) podemos considerar que se producen tres desplazamientos transferenciales localizados en lo que hemos denominado tres tipos de encuentros: encuentro con el Otro de la ley, encuentro con el Otro de la institución psicoanalítica y el encuentro con el Otro del analista. ¿Qué tipo de transferencia se desarrolla a lo largo de estos encuentros? ¿Cuáles son sus impasses y sus aciertos? El reto de la clínica de PATVI es, con la transferencia, hacer pasar el diagnóstico del Otro legal, a la implicación del sujeto con su queja que da cuenta del caso único.

El ciudadano y el sujeto. Acerca de la tensión entre la subjetividad del ciudadano y el deseo (Segunda parte)
por Juan Dobón

La subjetividad del ciudadano-consumidor-habitante, encuentra su filiación en más de un sentido en la constitución de la polis, desde que se presenta como politei (ciudadano), nombre que llega hasta nuestros días. Si el ser humano pudo ser denotado como zoon politikon, es porque se consideró que su primera razón y esencia es política. Ahora, la subjetividad del ciudadano conlleva a su vez un lazo de amor que la instituye. Ubicamos también su genealogía en el término filia, tal como es empleado con la mayor precisión en la Ética Nicomaquea, en relación a las formas del amor y la amistad en el sentido aristotélico. Queda situado en el origen un entrecruzamiento entre el orden jurídico del habitante-ciudadano de la polis y el amor.

El ciudadano y el sujeto. Acerca de la tensión entre la subjetividad del ciudadano y el deseo (Primera parte)
por Juan Dobón

El siguiente escrito es el resultado del trabajo llevado a cabo con el historiador Ignacio Lewcowicz, acerca de los problemas que plantean para el psicoanálisis y la Historia los conceptos de sujeto y subjetividad. Valga a su vez como el mejor recuerdo que se puede brindar a un amigo, con quien el proceso de pensar no estaba exento de di-versión (con y sin guión). Sin la pretensión de agotar la cuestión, se contenta con presentar lo que llamaré un contrapunto, en el sentido más musical del término.

Persona y tiempo. ¿Hacia un tiempo biogenético?
por Eduardo Luis Tinant

No resulta difícil diferenciar, pues, en el marco de la realidad viviente (marco a la vez: natural y humano, biológico y biográfico), el “tiempo biográfico” del “tiempo histórico”. El primero, perteneciente a la vida individual de cada persona, en tanto el segundo propio de la sociedad en su conjunto, y por extensión de las institucio-nes estatales (“tiempo institucional”), anudándose ambos en la vida social de las personas. Como señalamos en El país de los argenios: “El tiempo biográfico es el tiempo histórico... de una persona”. Es tiempo limitado, tiempo que se acaba, irreparable. El hombre tiene “edad” (carácter que stricto sensu sólo corresponde a la vida humana), y la edad es estar el hombre siempre en un cierto tramo de su escaso tiempo. Pero los nuevos y crecientes avances de la biomedicina en el marco de la llamada “revolución biotecnológica” -además de una ambivalente mejoría de la sa-lud y la calidad de la vida, desde que el bienestar y el progreso invocados pueden acarrear nuevas amenazas para la dignidad de las personas-, seguramente han de influir en dicho cuadro, sumando al tiempo biográfico y al tiempo histórico, el denominado “tiempo biogenético”.

Travestismo y sociedad
por Silvina Noelia Ester

La “comunidad” travesti ocupa un lugar en la sociedad que es por fuera de la Ley. Cabe aclarar que el travestirse no es un delito ni figura como tal en el código contravencional de la ciudad. Esta población está, muy ligada a la Explotación Sexual en la adolescencia y en la adultez. ¿Por que muchas chicas travestis se instalan allí (donde pueden), en ese lugar marginal, en todo sentido, al margen de la sociedad y de la ley? Ser travesti, ¿les da un ser? ¿Un parecer? ¿Que otro lugar podríamos ofrecerles como sociedad, como Instituciones a las que pertenecemos, como empleadores, como maestros, como vecinos? ¿Como vencer estos prejuicios? ¿Acercándonos?

La salud pública y los avatares de los cambios políticos y económicos del país
por Mariana Altieri e Irene Scherz

Como integrantes del Equipo de Niños del Centro de Salud 13, nos enmarcamos en una realidad psicosocial que define nuestra práctica. ¿Cuáles son los modos, en la actualidad, en que un niño da cuenta de su angustia?, ¿Cómo pone en juego su malestar?, ¿Qué forma toman sus síntomas? Los cambios en la esfera social nos plantean, en la práctica, desafíos cada vez más complejos. La puesta en juego de la práctica interdisciplinaria nos permite leer o releer la demanda de la cual somos destinatarios y cuánto del malestar individual dice del malestar social. La experiencia de habilitar la palabra, el juego y el despliegue del conflicto junto al trabajo entre varios puede ofrecer relativas soluciones a realidades que nos excede.

El castigo al agresor en violencia familiar
por Silvio Lamberti y Raúl Mattiozzi

La inscripción de la ley delimita el borde de lo prohibido y hace posible la conformación de la sociedad y las distintas formas de la subjetividad. Por lo tanto, ley y crimen, deseo y sujeto se relacionan en esta condición universal. El ilícito en violencia familiar excede los límites de la ley en cuanto al imperativo ético-jurídico de no maltratar y es llevado a conocimiento del sistema de justicia mediante la denuncia de maltrato que efectúa la víctima. Las medidas dictadas ante los hechos de violencia familiar tienen consecuencias en el accionar del agresor y en el campo de su subjetividad, permitiendo que el responsable subjetivice su acto ilícito y dé respuestas a la sociedad. La sanción y la inscripción del agresor en una legalidad favorecen las condiciones para una tarea terapéutica. La intervención del psicoanalista, por vía de la interpretación, resignifica el valor de la sanción del juez y el efecto que la misma ha producido en el sujeto. El proceso es de comprensión, elaboración y reflexión de sus actos y no un castigo.

Marginalidad: Esquema psicopatológico. Estructura político - ideológica dentro de la organización estatal
por Patricia Téramo

Marginalidad, ¿arbitraría o subjetiva? Ellos son los portadores de la necesidad y la demanda en la estructura marginal del objeto a pero, ya constituido desde lo arbitrario, la sociedad accede a la satisfacción total porque ya no importa, lo que ya no importa es la causa, lo perdido, lo ya imposible de significar, es el plano subjetivo en el que la sociedad civilizada no se encuentra comprometida, por lo cual solo cobran importancia las consecuencias, efectos reactivos, agresivos, el delito. En la actualidad la población de riesgo, tanto personal, familiar, como estatal, es la niñez. La pregunta es: ¿qué hombre proyectamos para el futuro? Es importante, entonces, rescatar que, actualmente los conflictos trascienden lo político y se ubican en un plano social - emocional - afectivo y, por lo tanto, deben ser tratados como tal.



Recibí los newsletters de elSigma

Completá este formulario

Actividades Destacadas

La Tercera: Asistencia y Docencia en Psicoanálisis

Programa de Formación Integral en Psicoanálisis
Leer más
Realizar consulta