Psicoanálisis<>Filosofía


por Cristina Suárez
Este escrito forma parte de un trabajo más amplio sobre el tema del mal. Toda nuestra experiencia procede del malestar que Freud observa en alguna parte, del malestar en la cultura. Hacen teoría sobre lo real: Kant que ubica una forma del mal, el mal radical en la inversión de los motivos impulsores como móviles de la moral y Arendt que ubica el ser humano como superfluo. Primo Levi y Schlomo Venezia, tienen un contacto directo con la negación de lo imposible a través del campo de exterminio. Para el psicoanálisis, lo real que insiste, y los síntomas que de allí provienen ponen en juego el éxito o el fracaso del invento freudiano. Los síntomas, constituyen el propio orden social, acota Miller en Elucidación de Lacan. De eso se tratará. ¿Hay nuevas formas del mal?
por Juanjo García
"En un recorrido que parte de Parménides y el contrapunto con Heráclito, se explora el pensamiento americanista de Rodolfo Kusch. Los diferentes autores permiten distintas nociones de Mal. En contraposición con el monismo eleático, la admisión de la contradicción del efesio y el recorrido por la cosmogonía quichua permiten al texto desplazar la problemática del Mal a la lógica a partir de la cual se lo concibe".
por Silvia García
En 1915 Freud, en Observaciones sobre el amor de transferencia, indica la exclusión en acto del inicio de relaciones amorosas entre el médico y el paciente; el enamoramiento se ubica como resistencia a la cura y al proceso analítico. Sostiene en cambio apoyar la transferencia amorosa tomándola como irreal, evitando su correspondencia. Indica no apartarnos un punto de la neutralidad, la cura debe desarrollarse en abstinencia. Pero más allá de la abstinencia física y de todo deseo, se tratará de la orientación del deseo y la necesidad como fuerzas impulsadas hacia la labor analítica. En Consejos al médico, se neutraliza al analista como sujeto, el médico debe permanecer impenetrable para el enfermo y no mostrar más allá de lo que le es mostrado. Freud aconseja ser neutral en cuanto a las pasiones que pueden despertarse en el curso de un tratamiento y guiarse sélo por el deseo del trabajo analítico. Desde la perspectiva freudiana: ¿puede situarse un más allá de la neutralidad?
por Silvia Bermúdez
Entre la experiencia de Freud en la Acrópolis y la visita de Heidegger a su ¨tierra prometida¨ Delos, habían transcurrido 58 años. Freud la comunica recién en el anochecer de su vida, como regalo a Romain Rolland, con motivo de su cumpleaños setenta.Heidegger escribe Estancias, sus apuntes sobre este viaje y lo dedica a su esposa cuando cumplía también sus setenta años. Cada uno cumpliendo su derrotero. Uno luciendo su mejor camisa, el otro con su soberbio sombrero, caminando con elegancia por las Terrazas de los Leones y el Templo de Atenea, tal vez sacando a la luz, uno aquella osada intromisión, el otro ese gran instante de pura presencia y lo que en tanto años había sido mera representación.
por Silvia García
“Dios ha muerto” es la afirmación de F. Nietzsche. Una representación de la declinación del Otro, de la caída de los ideales sitúa la desaparición de la religión. Hoy la afirmación es pregunta: ¿Dios ha muerto? Este interrogante apunta a pensar acerca de la existencia de la religión, del sacrificio en la religión, de la cuestión de la creencia y la fe. Me interesa situar la relación que guardan estos temas para llegar a la cuestión del sacrificio y del deseo bajo una lectura psicoanalítica.
por Sara Vassallo
El presente trabajo se inscribe en el marco de una Conferencia realizada en el en el Departamento de Psicoanálisis y filosofía, del centro de Investigaciones del Instituto Clínico de Buenos Aires, y versó sobre la posibilidad de inscribir el problema del mal, encarado en una perspectiva teológica, en las coordenadas de una lógica del no-todo que implica un resto en la división del sujeto. Se trata de una investigación sobre la retórica de Pascal. Cualquier lector que recorra sus escritos no puede dejar de sorprenderse de la extraña afinidad que vincula el estilo de los escritos “geométricos” y los textos de corte teológico y moral. El estilo peculiar de Pascal, que moviliza el registro que llamaríamos del significante ¿es el producto, como lo sugiere A. Koyré, de una extraña combinación entre la escritura matemática y el estilo literario? No pretendemos responder a este interrogante. Solo queremos poner de relieve algunos rasgos del estilo de Pascal para mostrar que a partir de ellos se estructura una lógica del no-todo que produce un resto. Ahora bien, es imposible separar ese resto y la lógica que lo rige, en el plano no ya científico sino teológico, de una reflexión sobre el problema del mal.
por Marita Salgado
Psicoanálisis y filosofía, hablan de una disparidad, pero también como lo demuestra Freud en “Análisis terminable e interminable”, se trata de una articulación posible... Encontramos el mito de Edipo, y su tragedia, a Platón en el mito de Aristófanes, en el Narcisismo, Empédocles en “Análisis terminable e interminable”, además de filósofos nombrados y no nombrados, como Schopenhauer, Kant y Nietzsche... Freud reconoce la grandeza de sus antecesores y contemporáneos, los lee y los piensa articulados a su trabajo, ya que bordearon los obstáculos por los que él mismo transitó con soluciones coincidentes, quizá planteadas de otro modo y en otra época Los presocráticos, Heráclito, Parménides y Empédocles fueron sabios, ellos poseían la sabiduría, una sabiduría anterior al nacimiento mismo de la filosofía, en el Siglo V a.c., en el que la dialéctica era una práctica viva y no había aún escritos filosóficos, era la época en que los poetas eran los auténticos educadores de la humanidad.
por Mariano Acuña
Se suele reconocer en René Descartes, al fundador de la filosofía moderna occidental. Como resultante principal de este rol, aparecen; el estatuto de sujeto, una metodología científica apropiada para la investigación y la posibilidad de cuestionar, con la misma, los saberes esgrimidos con anterioridad. Abundan las lecturas cartesianas, la filosofía da marcadas muestras de ello, mientras que distintas disciplinas vinculadas a las ciencias sociales, lo hacen también. En tanto el psicoanálisis, al decir de Lacan, distingue a Descartes como uno de los pensadores indispensables para la gestación de la teoría freudiana. Al respecto, ¿qué valor le otorgó Freud a la obra cartesiana? La respuesta debe sostenerse, desde el inicio, en el establecimiento de una paradoja. Dicha paradoja, consiste en la negación (extrema) del maestro vienés a citar cualquier frase, texto, párrafo del filósofo en cuestión. Negación, que no impide encontrar en el modo de plantear los esquemas conceptuales freudianos, una similitud con la estructuración ideacional cartesiana. Por otra parte, en la obra de Lacan, que aparece poblada de menciones a Descartes, se distingue una radical ruptura con núcleos conceptuales del filósofo francés. Paradojas, que en el presente texto intentamos desarrollar.
por Julio Riveros
Si el síntoma es el anudamiento de un sujeto para soportar la existencia, el arte es lo que "salva de morir por la verdad", según el decir nietzscheano. Nada de metafísica en estas consideraciones, no somos religiosos. Lo nuestro es la cosa, la pulsión, el goce, todas objeciones a cualquier totalidad. El más allá del Padre o del Falo, nos conduce a revisar los recorridos de la pulsión para pensar modos de satisfacción que no exilien al sujeto a expensas del pulsión de muerte. Por tanto, partiendo del vacío, situando el valor del arte y los modos de satisfacción, nos preguntamos ¿es el psicoanálisis una vía para soportar la dominancia del discurso capitalista? Se trata del porvenir del discurso analítico en una civilización atravesada por la ciencia.
por Juanjo García
El texto explora, a partir de la temática del Mal, diversos aspectos de un texto complejo pero apasionante. En la tensión entre Razón y Necesidad se ubica la raíz de aquello con lo cual debe arreglárselas cada hombre. En el recorrido de conceptos platónicos se abre la senda para interrogar cuestiones que se vinculan al quehacer del psicoanalista: el carácter irreductible de lo pulsional.