Psicoanálisis<>Filosofía


por Slavoj Zizek
La experiencia fundamental y definitoria del siglo XX fue la experiencia directa de lo Real como lo opuesto a la cotidiana realidad social: lo Real en su violencia extrema como el precio que debe pagarse por deshollejar las capas engañosas de la realidad. En este apasionante trabajo, Slavoj Zizek muestra la inserción de Hegel, Nietzsche y Lacan en tal viraje.
por Sergio Zabalza
No faltaron quienes citaron el discurso de Aristófanes en El Banquete para ejemplificar, con aquellas dos mitades siempre anhelantes por encontrarse, el Ideal de armonía genital que Freud insinuara en sus Tres ensayos... de 1905. Sin embargo, bien pronto la clínica mostró el insalvable escollo que la libido narcisista supone para semejante optimismo amoroso. Por eso, esta vez desde la filosofía, intentaremos dar cuenta de la naturaleza siempre carente e inconmensurable del deseo humano.
por Sara Vassallo
En el seminario de La Angustia, la elaboración de la perversión masoquista se entrevera con el matema de la división del sujeto en el Otro, del cual surge como resto. En D’un Autre à l’autre, Lacan va a hacer desempeñar a ese resto (objeto a) la función de “más-de-gozar”. Esa nueva formalización (que no anula la anterior) no disipa, en nuestra opinión, la yuxtaposición de los niveles teórico y práctico que acabamos de señalar, aunque la abra a otras dimensiones. El término “analógico” utilizado en el seminario del 22 de enero de 1969, en un pasaje clave referido a Pascal, condensa la problemática a la que apuntamos: “El goce masoquista es un goce analógico. El sujeto adopta en él de manera analógica la posición de pérdida, de deshecho, representada por a en el más-de-gozar [...] el sujeto juega con la proporción que se sustrae, aproximándose al goce por la vía del más-de-gozar” (D’un Autre à l’autre, Paris, Seuil,134). El magnífico trabajo de Sara Vasallo gira en torno de este pasaje, para intentar responder a la pregunta de si se puede separar la elaboración del masoquismo de eso que Lacan llama en el mismo seminario “la lógica con la que se debatió Pascal sin saberlo”
por Sara Vassallo
En el seminario de La Angustia, la elaboración de la perversión masoquista se entrevera con el matema de la división del sujeto en el Otro, del cual surge como resto. En D’un Autre à l’autre, Lacan va a hacer desempeñar a ese resto (objeto a) la función de “más-de-gozar”. Esa nueva formalización (que no anula la anterior) no disipa, en nuestra opinión, la yuxtaposición de los niveles teórico y práctico que acabamos de señalar, aunque la abra a otras dimensiones. El término “analógico” utilizado en el seminario del 22 de enero de 1969, en un pasaje clave referido a Pascal, condensa la problemática a la que apuntamos: “El goce masoquista es un goce analógico. El sujeto adopta en él de manera analógica la posición de pérdida, de deshecho, representada por a en el más-de-gozar [...] el sujeto juega con la proporción que se sustrae, aproximándose al goce por la vía del más-de-gozar” (D’un Autre à l’autre, Paris, Seuil,134). El magnífico trabajo de Sara Vasallo gira en torno de este pasaje, para intentar responder a la pregunta de si se puede separar la elaboración del masoquismo de eso que Lacan llama en el mismo seminario “la lógica con la que se debatió Pascal sin saberlo”
por Sara Vassallo
Suscitadas por el anatema que la Iglesia Católica lanzó contra el jansenista Arnauld, excluido de la Sorbona, las Provinciales de Pascal abordan el tema siguiente: ¿pueden los hombres observar los preceptos divinos por la razón natural, en el marco de la autonomía de la voluntad? ¿O solo un poder infinitamente superior y desporporcionado a su razón, que Dios no da a todos, puede hacerles efectuar el acto de caridad? El problema toca, como ya se lo puede entrever, la cuestión del acto y de lo que, en su efectuación, depende del Otro. Los escritos sobre la gracia (aunque mucho menos conocidos), abordan el mismo interrogante tratando de justificar el texto del reciente Concilio de Trento de 1649. Como es imposible seguir el detalle prodigioso de las vueltas argumentativas con que Pascal intenta aclarar los equívocos de la polémica de la Iglesia con Arnauld (en una vertiginosa maestría del significante donde el equívoco es iluminado y a la vez oscurecido sin cesar por otro equívoco), nos limitaremos a insistir en el punto que nos ha ocupado hasta ahora, a saber, la desproporción en el don de la gracia, que interviene aquí para establecer una “incertidumbre necesaria” (la expresión es de Pascal) en la relación del sujeto con el Otro.
por Mónica Virasoro
La consabida muerte de Dios preconizada por Nietszche podría interpretarse en términos meramente apocalípticos y decadentes, sin embargo Mónica Virasoro se adentra en los siguientes interrogantes: ¿Cómo interpretar el anuncio de la muerte de Dios y el ánimo de jovialidad que la acompaña, en un momento en que aún no estamos a la altura del acontecimiento? El hecho horrendo todavía peregrina. ¿Acaso se trata de un presagio, de algo por venir? ¿Acaso Nietzsche es un profeta y sus hombres preparatorios son aquellos que tienen un olfato más fino para sentir la descomposición de lo divino, la nausea de lo infinito, el avance de la desertificación?
por Mónica Rossi
En este sugerente trabajo, Mónica Rossi dilucida de qué modo la concepción de la interpretación en Heidegger tiene afinidades con la interpretación para el psicoanálisis lacaniano. La interpretación.
por Analía Hounie
En este trabajo, Analía Hounie desbroza las consecuencias políticas de la propuesta del filósofo Richard Rorty de recuperar para los Estados Unidos la tradición del idealismo internacionalista cuyo pionero fue Walt Whitman.
por Laura Laiseca
En este interesantísimo trabajo la filósofa Laura Laiseca revisa los supuestos de la posmodernidad, definida por Lyotard como la incredulidad frente a "los grandes relatos" de la modernidad. La autora analiza cuáles son las consecuencias de considerar a los grandes sistemas filosóficos como “meros relatos” donde se pierden sus distinciones quedando reducidos al estatuto de ficciones literarias.
por Silvio Juan Maresca
En este texto, el filósofo Silvio Maresca realiza un interesante análisis de las críticas recientes dirigidas al creador del psicoanálsiis y muestra de qué manera esa impiadosa visión negativa, el encarnizamiento pasional, testimonian que la potencia revulsiva del pensamiento de Freud permanece intacta y sus ideas siguen siendo indigestas para una sociedad no menos hipócrita que la suya.