Psicoanálisis<>Filosofía

Sección coordinada por Marita Salgado
Sección coordinada por Juan José García
Consideraciones sobre el vacío, el arte y el psicoanálisis
por Julio Riveros

Si el síntoma es el anudamiento de un sujeto para soportar la existencia, el arte es lo que "salva de morir por la verdad", según el decir nietzscheano. Nada de metafísica en estas consideraciones, no somos religiosos. Lo nuestro es la cosa, la pulsión, el goce, todas objeciones a cualquier totalidad. El más allá del Padre o del Falo, nos conduce a revisar los recorridos de la pulsión para pensar modos de satisfacción que no exilien al sujeto a expensas del pulsión de muerte. Por tanto, partiendo del vacío, situando el valor del arte y los modos de satisfacción, nos preguntamos ¿es el psicoanálisis una vía para soportar la dominancia del discurso capitalista? Se trata del porvenir del discurso analítico en una civilización atravesada por la ciencia.

El origen del mal en El Timeo de Platón
por Juanjo García

El texto explora, a partir de la temática del Mal, diversos aspectos de un texto complejo pero apasionante. En la tensión entre Razón y Necesidad se ubica la raíz de aquello con lo cual debe arreglárselas cada hombre. En el recorrido de conceptos platónicos se abre la senda para interrogar cuestiones que se vinculan al quehacer del psicoanalista: el carácter irreductible de lo pulsional.

Villa Soldatti, ¿Un intento de habitar?
por Carolina Sito

Los días de furia desenfrenada -aportados por los hechos ocurridos el pasado mes de Diciembre en Villa Soldatti- nos conducen a una lectura sobre lo epocal y sus aristas. La violencia como uno de los síntomas más apreciables de la coyuntura actual. Dimensión simbólica desvanecida que presenta a un Otro incapaz de regular erigiendo normas; en su lugar nos ofrece un semblante que carece de cuerpo, vacío, deshabitado... La paranoia social que se esgrime como una defensa de cara a la violencia, no hace más que nutrirla. En definitiva, el otro es siempre sospechado de actitudes malévolas...

El tratamiento del cuerpo y del Otro en Agustín de Hipona
por Lujan Iuale

El presente trabajo se propone reflexionar sobre el estatuto particular que cobran el cuerpo y el Otro en la obra de Agustín de Hipona. Consideramos que las Confesiones constituyen la columna vertebral de este recorrido en tanto son el testimonio escrito de la relación de Agustín a su propio cuerpo y al Otro al cual se dirige: Dios mismo. Agustín retoma las enseñanzas de San Pablo y la filosofía de Platón . De este modo anuda- tal como plantea Gilson- cristianismo y platonismo. De San Pablo tomará fuertemente como un elemento revelador la renuncia a los placeres de la carne, y de la tradición ligada a Platón el desprecio del mundo sensible, y el privilegio de la razón…

La suerte y la fortuna en Aristóteles
por Mario Elkin Ramírez

En este minucioso ensayo, Mario Elkin Ramírez investiga en Aristoteles, el estudio de la fortuna y el azar. El segundo libro de la Física de Aristóteles se divide en tres grandes partes: el primer capítulo discute la significación de la pa­labra “naturaleza”; el segundo, la distinción entre la física y las matemáticas; los capítulos del III a IX, están dedicados a las “causas” que la física debe reconocer. Es en esta última parte donde se ubican los capítulos del IV al VI que ocupan la reflexión del presente ensayo. Al responder al interrogante ¿por qué algo ha ocurrido? se dice frecuentemente que “por azar”, “por fortuna”, “por espontaneidad” o por “suerte”. Pues, se cree que muchas cosas se originan a causa de ellos. En consecuencia, Aristóteles examina lo que se dice (légetai) al respecto de ello y se pregunta, i) en qué consisten týche y autómaton, ii) si son causas, y, si lo son, iii) cómo se relacionan con las cuatro causas antes mencionadas, finalmente, iv) si es lo mismo el azar y lo espontáneo o mecánico…

Topología, resto y división subjetiva. Nota sobre G. Agamben
por Sara Vassallo

Sara Vassallo, trabaja en este texto un artículo titulado Más allá de los derechos del hombre, publicado en el diario francés Libération en 1996, en el que Agamben hace una distinción entre topología y topografía, en el contexto de la problemática de la unión europea. Refiriéndose a la “catástrofe” que significaría una mera adición de “estados-nación” europeos como espacios yuxtapuestos unos a otros, propone que los mencionados estados entren en una relación “topológica”: Agamben refiriéndose al Antiguo Testamento – el pueblo elegido – cada pueblo – se sitúa necesariamente como un resto, como no-todo, en cuanto evoca la banda de Moebius, no vacila en llevarla de inmediato al terreno de la ética política.

Poéticamente habita el hombre. Una lectura de Martín Heidegger
por Mario Elkin Ramírez

A partir de la pregunta de Hölderlin, en su poema comentado por Heidegger, Mario Elkin Ramírez, elabora su decir: “¿Puede cuando la vida es toda fatiga, un hombre mirar hacia arriba y decir: así quiero yo ser también? Sí. Mientras la amabilidad dura aún junto al corazón, la Pura, no se mide con la mala fortuna el hombre con la divinidad.” El fragmento que Heidegger elige del poema de Hölderlin se inicia con interrogación sobre la posibilidad del hombre de ser de otra manera de lo que actualmente es, de cambiar su vida. ¿Cómo puede el hombre habitar poéticamente cuando su habitar es el alojamiento determinado por el mundo del trabajo, de la empresa, e incluso del placer cuando hay un ordenamiento de su tiempo libre?.. Hoy lo poético no determina la vida de los hombres, no ocupa un lugar central en nuestras vidas como lo hacía el arte sagrado en la Antigua Grecia.

Lecturas sobre el mal
por Marita Salgado

Partir de una pregunta acerca de la naturaleza del mal, nos conduce a diversas consideraciones: filosóficas, literarias, religiosas, políticas, hasta las articulaciones posibles con el Psicoanálisis. Es en torno a un vacío que este problema se inserta y se demuestra en toda la “maleza” de las experiencias y reflexiones en torno al mismo. El hombre en el que despierta la conciencia de la libertad, ¿puede orientarse por sí mismo? Es en este punto donde se abren diferentes reflexiones en torno al mal, esto es, intentar su superación, incluirlo dentro de la realidad, ejercerlo desde su banalidad, es decir rechazarlo, produciendo segregación. La apuesta innovadora del Psicoanálisis, sin apelar a la conciencia, es la de incluirlo en su estructura sin transformarse en una ética del mal.

Adolescencia interminable, un collage
por Marita Salgado

A partir de El despertar de la Primavera donde Frank Wedekind anticipa aquello que Freud propone en 1905, en “La metamorfosis de la pubertad”, se realiza un recorrido, que intenta dar cuenta de una modalidad de la época la adolescencia interminable a partir de aquello que el drama plantea, como el momento en que algo florece en el cuerpo e introduce al sujeto a lo que tendrá que responder, un encuentro con algo que rebasa los límites de lo que había organizado previamente, es decir de lo que había podido construir acerca de su sexualidad infantil, dónde no hay una respuesta Universal, es decir confrontarse con el Otro sexo, dónde no hay armonía, relación de equilibrio con el Otro. Adolescencia interminable, nos lleva a pensar la subjetividad de nuestra época, que nos habla de un tiempo eternizado que no es el de Wedekind y Freud, pero del que nos servimos para pensar las coordenadas actuales.

Sobre la individualidad canalla
por Marisa Morao

Marisa Morao trabaja, desde la clínica contemporánea y la filosofía antigua, remarcando sus diferencias éticas, el cinismo.
“Cuando nos interesamos en el terreno de la toxicomanía podemos leer en los casos el fracaso de los puntos de capitón, el privilegio del goce en detrimento del sentido y la verdad, la precariedad de los lazos del sujeto tanto como su otra cara: el rechazo de los mismos. Uno de los modos de este rechazo se manifiesta en lo que considero llamar el “individuo canalla”. que en la modalidad canalla no se trata de sujeto, sino de individuo; el individuo canalla es portador de una conciencia que no constituye un soporte para la equivocación, es decir no se atiene a sus palabras, ni a sus actos.” El objetivo de los cínicos era vivir “de acuerdo a la virtud”. “Me interesa destacar que en el cinismo antiguo el desprecio y el rechazo al Otro social bajo diversos modos afectaba los semblantes del Otro. Sin embargo era un estilo de vida que no tenía como resultado el ataque - podríamos llamarlo así- indiferenciado al cuerpo del otro, ataque que constituye el acto violento y brutal en nuestra época.”



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