Psicoanálisis<>Filosofía
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por Greta Stecher
Según J-A Miller el recorrido de Lacan conduce de una doctrina de la verdad a una teoría de la muerte que se articula con la palabra. La pulsión de muerte, el más allá del ppio del placer, la compulsión a la repetición, expresan la mortificación del cuerpo vía el significante. “Su manera [la de Lacan] de situar la muerte está dominada por una doctrina de la verdad y del sentido“. He aquí un primer emplazamiento de la lógica de la verdad en psicoanálisis.
por Marita Salgado
Lacan afirma que hay una distorsión en traducir al Discurso Universitario, algo que tiene sus propias leyes y que se trata de tratar esas leyes, leyes que ofrezcan las condiciones de un discurso propiamente analítico. Se presenta en este punto, una disyunción, psicoanálisis/ universidad, y un punto complejo, la enseñanza, ¿Es posible un discurso que ceda en algunos puntos a los embates del discurso universitario?.
por Silvia Ons
En el Seminario “Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis”, la pregunta acerca de que es el psicoanálisis, será examinada a la luz del día, a la luz de una cuestión política. Es decir que dicha interrogación no es independiente de la circunstancia de que la proscripción de la enseñanza de Lacan, se convierta en condición para la afiliación internacional. Este hecho sería comparado a la excomunión que padeció Spinoza, que no solamente fue expulsado de la sinagoga, sino que se le impidió por siempre su regreso.
por Stella Maris Aguilera
Trataré de cernir lo que orienta nuestra práctica. Se trata de un psicoanálisis que exige que el analista ponga algo de su parte. Es decir que más allá de la teoría que formalmente debe poseer el practicante en términos de saber, debe pagar con su propia persona. Esto es algo que efectivamente se verifica en la pedagogía en tanto es una formación que conduce a la dominación del goce por parte del saber.
por Carlos da Costa Oliveira
Es en el libro El Capital(1867) en donde Karl Marx, (5 de mayo de 1818 Treveris, Prusia Renana, 14 de mayo de 1883, Londres, Inglaterra) presenta su clara concepción filosófica con respecto al capitalismo.
En este libro el autor exhibe el modo de producción capitalista que rige a la sociedad moderna. Considero de importancia detenernos en el planteo de Marx que sostiene: que en la sociedad moderna las ”cosas son”, ¿Qué intenta explicar el autor con esto?, que en ésta sociedad las cosas son en tanto mercancía.
por Omar Mosquera
Al abordar el problema de la causa es preciso tener en cuenta que no se trata sólo de un debate científico, se ubique éste en el contexto de las ciencias de la naturaleza o en el marco de las disciplinas del sentido; se trata de un problema ético y político, se admita o no una toma de posición, sin descartar la enorme gravitación de la tradición filosófica que pesa sobre el tema.
por Jorge Yunis
Voy a tratar de comentar el Diario de un seductor de Soeren en Kierkegaard (1813-1855) para luego aplicarlo a aquellas fórmulas de la sexuación que J.Lacan expone tanto en L’etourdit como en el seminario XX Aún.
por Osvaldo Delgado
El tiempo auténtico ,tetradimensión,es la cercanía de la triple unidad del don de se da el tiempo. Es lo cuádruple de lo abierto, donde se revela la recíproca copertenencia del tiempo y el ser. Copertenencia que es llama acaecimiento (das ereignis).
por Raúl A. Yafar
La encrucijada a la que nos conduce el Pase , en tanto que dispositivo institucional que inscribe como tal la experiencia del Final del Análisis ,nos orienta hacia una lectura del tema del salto en Martin Heidegger. Esta se abre en dos posibles direcciones retrospectivas: por un lado, por supuesto, la noción misma de salto en la obra filosófica de S. Kierkegaard y, por el otro, ciertos desarrollos nietzscheanos relativos a una experiencia radical de transmutación subjetiva, que no es ajena a las implicancias de la palabra poética.
por Mónica Virasoro
Acaso yo no he escrito en todos mis libros más que sobre la vida. Ella la embaucadora, la hechicera, mi hipnotizadora, ella la sombra del caminante. No fue acaso bajo su embrujo que osé calumniar a la moral. ¿Amiga o enemiga? Ambas andaban sin embargo de la mano lanzándome miradas burlonas mientras yo me desangraba en el afán de enemistarlas, pero ellas eran carne de la uña, por momentos la carne urañada sangrante y doliente, por momentos una para la otra coloreadas como saben los hombres pintar con colores brillantes sus tenebrosos cuentos de hadas.