Lecturas

por Gabriela Trapero
…”hay lo escrito, y en él, cada quién lee lo que el tiempo de su ser analizante le posibilitó adquirir”. Desde aquí, ofrezco algunas puntuaciones de Psicoanalítica, Mito, Tragedia, Comedia…"
por Débora Fleischer
La pregunta sobre qué es el sentido lleva a la autora a la búsqueda, en textos psicoanalíticos de Freud y de Lacan, de referencias del tema que la convoca, exploración que concluye con un escrito. El resultado muestra que hay rastreo y encuentro. La metodología llevada a cabo, evidencia un texto riguroso y creativo, en un libro donde confluyen psicoanálisis y literatura. La rigurosidad de la investigación, se cruza con otras lecturas. Eso hace que más allá del automaton, del retorno, del regreso, de la insistencia de los signos, a que nos somete seguir un orden, yace tras de él, la tyche la sorpresa, que toda investigación, si es tal, propicia.
por Clara Cruglak
Este libro pretende ubicarse, como lo menciona el prólogo, en una hiancia a recorrer, intenta dar lugar a lo testimonial a lo fragmentario de la experiencia del pase Al recorrer sus páginas se encuentran los testimonios de pasantes, pasadores y miembros del jurado donde se palpa “que se filtra por las grietas reales de la clínica del pase” (1), tuve esa ilusión deliciosa de las que nos habla Paul Valery, que nos da el sentimiento de gustar del placer de comprender sin atención. Un sutil y convincente enriquecimiento que se genera a partir de captar sin esfuerzo que algo se dijo, algo más fue dicho, algo fue dicho que no hubiéramos debido perder, o están por decir algo que se filtra como la experiencia misma de pase.
por Marité Colovini
Una interrogación se despliega en el desarrollo de éste texto. Se trata de la relación entre la verdad y el saber. Si bien Alicia recorre esta cuestión desde la enseñanza lacaniana y puntualiza el impasse desde su nacimiento con la ciencia moderna hasta el discurso del analista, con su especificidad respecto de ubicar el saber en el lugar de la verdad, pareciera que todo esto no la contenta y continúa ya avanzado el libro, insistiendo sobre la pregunta.
por José Mario Azar
Fines del 2001, un país acorralado, al borde del abismo, con el consiguiente efecto de arrasamiento de subjetividad, de creatividad, que esto conlleva. A esta perversa propuesta la psicoanalista Patricia Leyack le opone “una activa resistencia cultural con las letras”, como una respuesta política diferente al modo de encuentros, en un diálogo creativo, entre psicoanalistas, literatos, poetas y narradores. Encuentros que se proponen poner en evidencia el “tratamiento que cada uno de estos discursos hace de la dramática humana”, así como qué enseña la literatura a los psicoanalistas, y qué puede decir el psicoanálisis de la literatura, o cómo se sirve de ella en la transmisión y en la clínica. Respuesta e interrelación que nace con el mismo psicoanálisis. Freud “respondió” con Psicología de las masas y Moisés y la religión monoteísta al nacimiento y crecimiento del nazismo, e interrogó a Leonardo Da Vinci, al Moisés de Miguel Ángel, La Gradiva de Jensen, Edipo y Hamlet, sus preferidos.
por Noemí Windaus
Quizás como dice John Berger "Porque la única fidelidad es la fidelidad a la ambigüedad de la experiencia", creo que Wapner ha hecho suya la cuestión de que un analista que no sabe jugar no puede ser analista ni de adultos. Desde esta posición extiende el jugar a la teorización misma. Resultado: volver pensable, representable, figurable, padecimientos en los bordes de la estructuración psíquica, de pacientes que resisten a ser encuadrados en los tiempos y espacios clásicos concebidos para la psiconeurosis de defensa.
por Cynthia Eva Szewach
Como título de tapa, Modos de abstinencia, se abstiene de manera propiciatoria de hacer saber a un profano frente a qué tipo de trabajo se encontrarán los interesados. Desde el primer paso. el libro se hace texto claramente a libro abierto. Pero ¿de qué manera se transmite, a mí entender, el concepto de abstinencia en el transcurrir de la lectura? Diría que es justamente a lo largo del recorrido y en el anudado de los artículos, donde encuentro la virtud de transmitirse el concepto de abstinencia mismo- podríamos decir- en acto y no especialmente donde el tema está abordado en forma más directa. Aunque se subraya, por otra parte, que la abstinencia no se trata de un acto volitivo sino de modos que el analista adopta sin saber y en cada caso. Cito del texto “el psicoanálisis que practico, dice el autor, se re inventa en cada caso” ¨
por Noé Jitrik
En todos los buenos ensayos, y los de Mario Pujó lo son, se pueden percibir dos registros, a la manera de la música; uno el de los temas que se centran discursivamente, el otro, por detrás, en una suerte de bajo continuo (...) Nada se puede decir sobre la muerte, en efecto, pero sí sobre cómo se la entiende; los sueños están ahí y son inexplicables pero eso es menos interesante que sus articulaciones y sus configuraciones; qué seríamos sin memoria pero no por esa indispensabilidad sabemos bien qué es, tal vez no lleguemos a saberlo nunca, pero eso mismo permite ver de qué manera se la entiende y se trabaja con ella.(...) su lenguaje, abierto y transparente, los modos principales de pensar, el interés por esos núcleos de significación producen un objeto intelectual contemporáneo, moderno, actual, sin dogmatismo ni demagogia sentimental.
por Jorge Chamorro
Este texto, que reúne tres trabajos, se articula claramente alrededor de la clínica psicoanalítica. (...) Utilizando diferentes recursos conceptuales, se va enhebrando de forma alusiva un hilo que profundiza lo que denominamos la posición del sujeto Quizás en el estilo mismo de la autora está planteada la cuestión (...) un texto para recorrer, para perderse en él, en la diversidad que se puede encontrar en su escritura misma y también en el contenido que lo ocupa: lo que se fuga.
por Alberto Santiere
La odisea del Siglo XXI, es un analizador de la subjetividad contemporánea y
de sus perspectivas. Parte para ello de un profundo estudio de las
pulsiones, centrando el enfoque y las hipótesis de trabajo en la
preponderancia de la pulsión de muerte en las patologías actuales.
En "Los nombres de la muerte", fundamenta lo destructivo del exceso de la
pulsión, del padecimiento del exceso de satisfacción, del avance de lo Real.
La autora lo expresa de esta forma: "todo es relativo al poder que radica en
el producto-mercancía, inventando el sistema de la caducidad reciclable".
"Los objetos que resultan del saber de la ciencia y de la industria, solo
agravan la falta de regulación pulsional, lo cual va en un incremento de la
pulsión de muerte. Lo que aporta el capitalismo bajo el nombre de la ciencia
es una industrialización del fantasma: vende imágenes que tengan ese poder
de captar el goce de los sujetos".