Literatura

por Olga Cuadra
El siguiente texto analiza el cuento de Julio Cortázar “No se culpe a nadie” como una metáfora sobre el significante y el rechazo del mismo en el pasaje al acto. ¿Está el artista, como afirma la autora de este texto, un paso por delante del analista, tanto que puede resolver, metafóricamente, un problema humano? Mas allá de la respuesta que se le pueda dar a esta pregunta, el presente análisis nos abre a una nueva pregunta implícita: ¿No es todo acto artístico, ya sea voluntaria o involuntariamente, temática o formalmente, una reflexión sobre el significante?
por Alejandra Edith Vaca
No me gustan los jazmines. Los detesto. No soporto su perfume, su olor edulcorado y prepotente que se desparrama invadiéndolo todo, adueñándose del aire. El tipo de camisa a cuadros dijo que eran mis flores favoritas, y por eso se creyó con derecho a llenar mi habitación de jazmines. Ramos y ramos de jazmines, porque se supone que me gustan. Cuando venga la enfermera le voy a decir que se los lleve y que los traiga sólo en el horario de visitas. Y listo. Así quedamos todos conformes, todos contentos.
por Juan Pablo Navarro Cox
Se levantó de la cama de un salto agitado. El ambiente era el mismo, las paredes la cuidaban, la ventana le hacía respirar, el espejo la mataba. Era su fiesta de quince y entonces se probó el vestido. El vestido más hermoso del mundo y enseguida el trapo de tela más horrible sobre su cuerpo. Un cuerpo armonioso y pretendido que se miraba a sí mismo, una buena cintura y unos pechos firmes, unos ojos negros que miran y se miran y desenfocan y se acercan más y más y golpean contra el vidrio. Unos párpados cansados que ceden lentamente y se cierran aplastando las lágrimas.
por Sergio Zabalza
¿En qué consiste esta eficacia simbólica que le atribuimos al lenguaje y desde la cual pretendemos abordarlo? Que un genio como Lev Vigotsky –psicólogo mentor de la teoría contextualista– otorgue al orden simbólico el carácter de herramientas ya bien puede aleccionarnos sobre la dimensión instrumental de la lengua. Sin embargo, de no efectuar ciertas precisiones corremos el riesgo de caer en el mismo prejuicio de aquellos a quienes criticamos. En efecto, por ser la herramienta con que pensamos, el lenguaje produce una tan increíble como eficaz paradoja: somos instrumentos de las palabras, la lengua nos piensa a nosotros.
por Claudio Glasman
El tema del presente ensayo es la novela moderna. Interesa mostrar, en el análisis de una novela en singular, ciertas relaciones entre novela y acto por las cuales he titulado paradójicamente al presente ensayo “La novela del no acto”. Trataré de mostrar, tomando como texto testigo La educación sentimental de Gustav Flaubert, en que lo que está en juego en la novela, al menos en la concepción moderna que él inaugura, es la imposibilidad de la acción o, más precisamente, las razones internas de esa imposibilidad.
por Carlos D. Pérez
Cuatro tipos Las siguientes apreciaciones no provienen del diccionario, quizás estén allí en forma larvada, quizás obraron como secreta fuente de inspiración. Aún recuerdo cuando adolescente busqué la palabra “pelotudo” y encontré que el libro de los significados aludía a un sujeto “negligente y descuidado”. Me he permitido distinguir una secuencia tipológica de categorías cargada de consecuencias, que solemos mezclar sin rigor. Cuatro palabras, cuatro perfiles, cuatro riesgos, cuatro desafíos.
por Lidia Rada
“Se fuerza la máquina/ de noche y de día/ y el cantante con los músicos/ se juega la vida” dice el estribillo de una canción, mentando el exceso propio del acto creativo, que en su dinámica, bucea diferentes registros tensando sus enlaces. El presente trabajo intenta dar cuenta, a partir de textos de Alejandra Pizarnik, del proceso por el cual el goce creativo puede transformarse en un puro goce que convierte la escritura del sujeto en vehículo y testimonio de su sufrimiento.
por Laura Kuschner
Cacique rojo,
lobo con olor a sangre,
la noche es tu aliada.
Fuera de foco,
ves las hembras acercarse,
entre la maleza mojada.
Hembra despierta,
que no quiere rodeos,
sino ser elegida por el fuego.
por Carlos D. Pérez
Aproveche, lector, la oportunidad: estas instrucciones son un breve, expeditivo y literal modo de entender lo que a usted le pasa.
por Carlos Faig
Si la ciencia ficción nos habla del sujeto supuesto saber y la metáfora de la relación sexual, ¿hay conexión entre estos datos? El mutante, verdadero subgénero de la ciencia ficción, parece definirse por esos dos hechos. Es una transacción entre Plan y Generación, entre el SSS y la relación sexual. El mutante es reabsorbido por el sujeto supuesto saber, la novela lo explica. Aludimos a diversos ejemplos al pasar: la Gestalt de Sturgeon, el Mulo en la Trilogía de Asimov, Tom en las Crónicas marcianas.