Literatura

por Estela Durán
En ocasión del centésimo aniversario de su nacimiento, aparece, por primera vez en su lengua materna, la autobiografía publicada en inglés en el año 1.970. Leemos a Jorge Luis Borges... “nací en 1899 en pleno centro de Buenos Aires”... “Mi padre era muy inteligente... tan modesto que hubiera preferido ser invisible”... De su madre, nos dice: “Para mí siempre ha sido una compañera -sobre todo en los últimos tiempos en que me quedé ciego-... “Fue ella, aunque tardé en darme cuenta, quien silenciosa y eficazmente, estimuló mi carrera literaria”. “Si tuviera que señalar el hecho capital de mi vida, diría la biblioteca de mi padre”. “Desde mi niñez, cuando le sobrevino la ceguera, se consideraba de manera tácita que yo cumpliría el destino literario que las circunstancias habían negado a mi padre. Era algo que se daba por descontado (y esas convicciones son más importantes que las cosas que meramente se dicen). Se esperaba que yo fuera escritor”.(1) Marcas del origen que le “indican” su destino: escritor y ciego; significantes que representan al sujeto Jorge Luis.
por Carlos D. Pérez
Habrá sido por 1920, no es difícil imaginar la escena: El cierre de los prostíbulos de Storyville, el Red Light District de New Orleans, obligaba a emigrar a los músicos de jazz. Así fue que Chicago pasó a constituirse en la nueva capital de la música negra. Esa noche, la Creole Jazz Band liderada por la contundente corneta de Joe Oliver, The King, con el joven Louis Armstrong, con tan pocos años como el siglo, como segunda corneta, se presenta en el Lincoln Gardens. Están ejecutando Dippermouth Blues, y en un momento Oliver dirige su instrumento hacia lo alto y ataca con su solo. Culmina y sin poder creerlo, fuera de sí alguien exclama: Oh play that thing!
por Silvia Mabres
por Claudio Glasman
por Edit Beatriz Tendlarz
por Silvia Beatriz Bolotin Kogan
por Patricia Yohai
por Patricia Yohai
por César Hazaki
por María Cecilia Badano