Cine y Psicoanálisis
por Justo José Lo Cane
Lee Chandler es un “hombre para todo”, un multiusos. Recibe un llamado telefónico. La noticia lo lleva a dejar la ciudad por un tiempo. Se vuelve a Manchester-by-the-sea, nombre de la película y de la cuidad donde trascurrió casi toda su vida, o esa vida que tuvo ahí. Se satura porque empieza el recorrido de tener que hacerse cargo por el testamento-mandato que dejó su hermano muerto. Ocuparse de su sobrino, como si fuera su padre. Se satura porque esa vida que vivió ahí, ya no la puede seguir viviendo. No se puede volver.
por Hugo Dvoskin
El pequeño pueblo coreano, su plaza, sus bares, su gente son el escenario para esta película que sería un bocatto di cardinali para Heráclito: siendo los mismos, somos otros. Esta vez, nos enfrentamos a dos sujetos a partir de los cuales podríamos afirmar que “somos nuestra posición subjetiva”. Estas dos historias están construidas por los mismos personajes, en los mismos lugares, casi dentro de las mismísimas situaciones pero teniendo en cada una, ambos -especialmente el director de cine-, posiciones significativamente diferentes.
por Antonio Las Heras
Jasón jamás se habría hecho con el Vellocino de Oro sin la intervención de Medea con sus artes hipnóticas. De la misma forma Teseo habría muerto sin encontrar cómo salir del Laberinto a no ser por la previa e inteligente acción de Ariadna. Ambos héroes prometen, a cambio del éxito, el Amor perpetuo a la Mujer Salvadora e Iluminadora que, a la vez, así lo requiere y exige. La película argentina Sangre en la boca recorre tales senderos míticos.
por Justo José Lo Cane
El título de la película tiene varias acepciones en relación con su traducción… Pero se podría interpretar como un sueño. De esta forma, Chihiro comenzaría una sesión diciendo: “Hoy traje un sueño…” Entonces, comienza la película y empieza el sueño de Chihiro. El autor recorrerá la Odisea de la protagonista hasta su despertar…
por Antonio Las Heras
“El Francesito” trae un subtítulo que parece querer prevenir sobre algo al espectador: “Un documental (im)posible sobre Enrique Pichon-Rivière”. Una prevención que sólo se entiende al terminar de ver la proyección. Y tiene relación con los sentimientos de angustia y goce que provoca en el espectador. Lo que el film narra no es lo específicamente histórico que suelen abordar los documentales de este tipo. Lo que está plasmado aquí es la biografía psicológica de Pichon-Rivière.
por Elina Wechsler
Rompiendo las olas es la historia de un exceso: el exceso amoroso femenino […] El estrago se presenta como el reverso de la autonomía femenina en cualquiera de sus ámbitos pues implica el sacrificio extremo en nombre del amor. Las mujeres desisten entonces en favor del hombre, renuncian a sí mismas en beneficio del amado al que se dedican a satisfacer. En esa satisfacción del Otro se ubica el propio goce.
por Elina Wechsler
"Rompiendo las olas" es la historia de un exceso: el exceso amoroso femenino […] El estrago se presenta como el reverso de la autonomía femenina en cualquiera de sus ámbitos pues implica el sacrificio extremo en nombre del amor. Las mujeres desisten entonces en favor del hombre, renuncian a sí mismas en beneficio del amado al que se dedican a satisfacer. En esa satisfacción del Otro se ubica el propio goce.
por Justo José Lo Cane
La película de Tim Burton, “Charly y la fábrica de chocolate”, demuestra que el “no”, la metáfora paterna, no necesariamente proviene de los padres, de los progenitores o de los hombres, sino que ese No puede aparecer en la cultura, por el lenguaje y es lo que permite a los sujetos poseer algo significativo, hacer sentido de eso que heredaron.
por Antonio Las Heras
El film de Polanski, desde el comienzo, hace saber al espectador que todo ha de suceder en un sitio cerrado, de aspecto subterráneo, oculto, desolado, casi deshabitado; bien separado del mundo exterior. Simbología precisa para entender que los hechos empiezan a desencadenarse en un ámbito uterino, el de lo inconsciente; donde las verdades se revelan aun a costa de las personas mismas.
por Gabriel Martín Yurdurukian
De un lado, una familia griega que vive encerrada por elección, desarrollando diversos rituales y neologismos que sólo ellos comprenden y sin la intención manifiesta de querer salir de esa reclusión. Del otro, una mujer secuestrada en un cuarto hace siete años por un violador, madre de un hijo de cinco que todo lo que conoce del mundo está dentro de esa habitación. Con argumentos diversos, “Dogtooth y Room” ponen en escena la idea del aislamiento y sus consecuencias devastadoras para el psiquismo.