Colaboraciones
por Carlos Federico Weisse
El autor analiza el concepto de la verdad como aquella creación que tiene una estructura de ficción. Cuando decimos ficción estamos diciendo que está contenida en un relato, está escenificada y su trama está atrapada el deseo del paciente pudiendo construirse a medida que avanza el análisis. ¿Y la mentira? El autor propone su relación con lo social y con la política en tanto "más allá de la dimensión del sujeto, de su verdad, su secreto y su mentira está el discurso social, aquí más que verdad hay voluntad de verdad".
por Pedro Carrere
Este texto a partir de los aportes del psicoanálisis, propone interrogar los consumos problemáticos a la luz del discurso capitalista y pensar algunas coordenadas discursivas que nos permitan establecer lo que caracteriza a la subjetividad de nuestra época y qué lugar ocupan las drogas en el estado actual de nuestra cultura.
por Carlos Faig
A partir del desarrollo histórico del concepto de estructura en la obra lacaniana, el autor propone pensar por un lado el encuentro del estructuralismo con la técnica del corte, y por otro ofrece una crítica a su uso técnico y sus consecuencias resumidas en tres puntos: 1- el final del análisis como corte (disyunción) del sujeto y el “a”. 2- la unidad intermedia, el objeto: el corte del “a”. 3- el corte significante. Los juegos de palabras, el equívoco.
por Adrián Liberman
Con un método de-constructivo el autor propone pensar los alcances de la teoría psicoanalítica a la luz de su práctica específica. Para poder ubicar el psicoanálisis en un lugar particular analiza la instauración del vínculo analítico como un “fenómeno procesal”, con una serie de pasos concatenados en los que ambos miembros de la relación tienen que ver, y donde mucho de lo que se va pautando pertenece al orden de lo no declarado, pero dicho.
por Cynthia Eva Szewach
La autora nos propone un recorrido de la construcción del término “unheimlich” y su multiplicidad descriptiva: lo siniestro, lo ominoso, la inquietante extrañeza, lo in-familiar. Esta variedad configura una proliferación de nombres que nos anotician tal vez, del vacío que se pone en juego en la dificultad de la traducción.
por Alexander Cruz Aponasenko
El autor recorre a la luz de la época la noción de azar como lo inasimilable en Lacan y el trauma en Freud y lo que ambos denominan el Trieb, lo real. A partir de un interesante recorrido nos propone una serie de preguntas sobre el destino, la subjetividad y el proceso de análisis: “¿Y si llamamos destino al surco que la libido cava en lo real?, ¿un surco en el cual el ser puede, pero no está obligado, a instalarse?” “Estos elementos, inasimilables, reales, que reconocemos en el carácter y que determinan el ‘destino’, ¿no son acaso aquello mismo que el análisis invita a conquistar?”
por Esteban Ruiz Moreno
Desde Colombia el autor nos trae este texto donde propone pensar que ocurre con el amor cuando se lo incluye en la esfera de lo ideal, designando una felicidad completa para el sujeto. Plantea que por el contrario, fuera de este campo idealizado, es evidente que algunas formas de amor se presentan como violencia, maltrato o posesión hostil sobre el partenaire. Entonces, si afirmamos que “la clínica psicoanalítica se ocupa de las cosas del amor que no marchan” –Lacan en “o peor…”–, podemos formular la siguiente pregunta: ¿por qué los sujetos que sufren o hacen sufrir en una relación amorosa, permanecen en la misma cierto tiempo?
por Bruno Javier Bonoris
El texto analiza por un lado la promoción exponencial del yo en la existencia moderna y por otro, la presencia permanente de un discurso sobre la libertad en el individuo moderno. En este sentido el autor plantea que el “hombre moderno” es, paradójicamente, marioneta de la libertad. O como planteaba Lacan “A fin de cuentas nadie, en el estado actual de las relaciones interhumanas en nuestra cultura se siente cómodo”
por Natalia Contarbio
La autora propone pensar “el principio de abstinencia” en la formación del analista. Plantea que a la posición de “abstinente”, de “privación” se accede con un acto de renuncia del analista y que este acto implica abstenerse a satisfacer la demanda, a “tentarse”, o “caer tentado” valiendo tanto para la demanda de amor como para la demanda de la pulsión.
por Carlos Silva Koppel
La asociación libre no es un monólogo cómodo, sino un trabajo activo que implica aprendizaje. Nada es más temible que hablar libremente y decir algo penoso. Del hablar libremente, el espacio psicoanalítico se diferencia de cualquier otro sitio donde se ponen palabras, por carecer de la crítica hostigosa, del prejuicio, de la persecución del orden discursivo, de lo políticamente correcto y las moralidades posmodernas, en su mayoría virtuales…