Colaboraciones
por Carlos Faig
Con el acto analítico la suposición del sujeto ante el Otro caduca, se disuelve. Se trata de la cuestión de la caída del sujeto supuesto saber. Veamos cómo ocurre esa disolución, que se llamó simplificadamente el deser, a instancias del acto analítico.
La transferencia, según la más conocida definición, pone en juego la instalación del objeto en el Otro. La falta de instrumento copulatorio, el sacrificio fálico que produce a Fi, el falo como significante, se traslada al lugar del Otro bajo la especie del objeto.
por Gladys Saraspe
Una función tóxica puede ser desempeñada por un objeto cualquiera, capaz de captar a un sujeto como lo que haría posible el goce que le falta, cuando por una relación particular de adherencia que el sujeto establece con él, lo eleva a la categoría de tóxico.
por Elsy Margarita Quijano Barahona
El mundo virtual ha abierto puertas insospechadas, de la misma forma en que Freud abriera nuevos horizontes al conocimiento de lo que tácitamente llamamos mente. La realidad virtual es tan alcanzable y paradójicamente intangible hoy, como antes lo fuera la realidad psíquica, ese producto interno tan personal desde el cual un sujeto define sus relaciones con los objetos y con sus pares.
por Hugo Marietán
Esta es una de las preguntas más frecuentes que le hacen a un especialista que trabaja con personas afectadas por estar relacionadas con psicópatas. ¿Cómo me saco de encima un psicópata? Desde luego que no estamos hablando acá del psicópata exacerbado: el asesino serial, el violador secuencial ni el perverso intenso. Sino que hablamos del que el he llamado "el psicópata cotidiano": el que ejerce su psicopatía en la pareja, en la familia, en el lugar de trabajo, en el club. Aquellos que muestran sus rasgos psicopáticos y no son señalados como asociales.
por Luigi Burzotta
Había dado este título a lo que pretendía desarrollar en un discurso, para responder a una cuestión que, promoviendo la eficacia como criterio principal para medir la importancia del psicoanálisis, sometía ya esta praxis bajo la sección genérica de la terapia, en la frase que generaba el título y el argumento de dos días de estudio: “¿El psicoanálisis es una terapia eficaz?” Tengo que confesar que simplemente con este título bajo forma de pregunta, ¿Quién quiere sanar?, tan sólo con el hecho de plantearme una pregunta como ésta, que se encontraba en el vilo de la ambigüedad, pasando por alto la eficacia, tenía la presunción de responder, volviendo a dar la vuelta a la cuestión sobre la licitud que el psicoanálisis deba proponerse como terapia.
por Alejandro Méndez Parnes
El artículo que sigue sólo pretende compartir una reflexión acerca de una particularidad que concierne a la historia del psicoanálisis: la guerra. ¡Cuidado! No hablo aquí sobre las guerras mundiales, sino de la guerra que el psicoanálisis, desde Freud, viene librando. Precisar esta guerra no es tarea sencilla para ningún investigador, y tampoco es mi propósito ofrecer algún tipo de coordenadas al respecto, aunque sí quiero dejar en claro que no hay dudas de la existencia efectiva (no las había antes y tampoco las hay ahora) de los enemigos que acechan para destruir el edificio del psicoanálisis.
por Graciela Ana Pérez
La guerra como forma de presentación de lo traumático invita a considerar la noción de trauma. Entendido como acontecimiento, el trauma se ubica como un episodio externo a la estructura, capaz de suscitar "los afectos penosos del horror, la angustia, el dolor psíquico". Acontecimiento contingente, irrupción de un Real, encuentro azaroso con la posibilidad de muerte. De la sensibilidad del sujeto afectado dependerá que dicha vivencia se haga valer como trauma.
por Roberto Harari
La tragedia de Diego Maradona -y digo así porque se trata de un héroe, intentaremos fundamentar por qué cabe denominarlo así- cuya trayectoria vital lo ha ido acercando paulatinamente al encuadramiento característico propio de un héroe trágico. Véase, en ese sentido, cómo coincide la siguiente semblanza inicial postulada por Lacan con la trayectoria personal del conocido ex futbolista: "[.] el héroe de la tragedia participa siempre del aislamiento, está siempre fuera de los límites, siempre a la vanguardia (en flèche) y, en consecuencia, arrancado de la estructura en algún punto".
por Claudio Deluca y Ximena Calleja
Cuando nos referimos a asociar libremente, deberíamos pensar en una libertad condicionada, condicionada por la estructura del lenguaje, el cual imposibilita que todo pueda ser dicho. Que se digan palabras de manera azarosa con cierta libertad no nos permite a los analistas captar su relación con el goce -por lo menos en un primer momento-, esa captación será un trabajo a producir con el devenir del análisis.
por Julio Moscón
Una vez que el analizante se deja llevar por la asociación libre, descubre muy pronto lo que ya era un presentimiento dictado por su malestar. Me refiero a que se encuentra ineludiblemente con esa red significante que lo tiene atrapado, con esos caminos y rodeos que paradójicamente transita, a pesar de que lo llevan (o justamente por eso) más allá del principio del placer. En esas fijaciones pulsionales que hacen a su repetición, detectadas en medio del devenir de la palabra que se reitera en cada sesión, y en la que los significantes van corriendo sin que se sepa a priori qué trazado va a dibujarse, leemos de a poco algo que se escribe con insistencia una y otra vez, el precipitado de ciertas marcas que se repiten, cierta escritura que se va esbozando y puliendo al ritmo de la escucha, las intervenciones y los efectos de interpretación analítica que cada tanto sobrevienen y la trastocan.